Opinión - Producir, vender y consumir inteligentemente
"Se trata de producir más y mejor, de manera inteligente", afirmó Jorge Meza, el representante de la FAO ad ínterim en Uruguay en una tribuna publicada en el diario El Observador.
El lanzamiento en abril de un proyecto piloto que busca trabajar con productores, instituciones y academia para aumentar la productividad de la ganadería, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y medir resultados de manera articulada es un hito muy importante para la sociedad uruguaya en su conjunto.
Se trata de aumentar, a bajo costo, la producción ganadera en un 40 o 50%, tomando medidas que a su vez contribuyen a cumplir los compromisos internacionales que asumió el país y fortalecen la diferenciación de la carne de Uruguay en los mercados internacionales.
¿Por qué es tan importante? Porque una producción uruguaya con altos estándares de inocuidad, que no utilice hormonas, con animales criados en condiciones naturales, manteniendo sus hábitos, que permitan capturar más carbono y a la vez permitan reducir las emisiones, abrirá la posibilidad de agregarle más valor a la carne uruguaya.
Porque un productor podrá ganar más por kilo de carne y eso mejorará las perspectivas de la producción ganadera familiar, al tiempo que la hará más sustentable, tanto desde el punto de vista ambiental, como social y económico, con un impacto positivo para todos los uruguayos.
El proyecto “producción ganadera climáticamente inteligente y restauración del suelo en pastizales uruguayos”, es más conocido como proyecto de Ganadería Climáticamente Inteligente. Lo ejecutan el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, junto con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, con asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
¿Cómo prevé alcanzar sus objetivos? Aplicando y evaluando los resultados, trabajando con quienes están en primera fila: los productores.
La ganadería, al igual que otras actividades agro-productivas, emite gases de efecto invernadero que causan el cambio climático. Este cambio climático, a su vez, genera eventos meteorológicos que afectan de manera directa al propio sector agropecuario. Se estima que, a nivel mundial, la ganadería es responsable de 4 a 5% de las emisiones de dichos gases de efecto invernadero.
Con el aporte de la academia uruguaya y el acompañamiento técnico de la FAO, el proyecto busca cambiar el manejo de las pasturas y del ganado por parte de los productores, para cuidar suelo, agua y biodiversidad, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y, más allá, aumentando la captura de carbono de la atmósfera.
Las acciones que se adopten promoverán la sostenibilidad de la ganadería y, por lo tanto, mejorarán la productividad y rentabilidad de la actividad. Además, el proyecto generará capacidad técnica para medir mejor los resultados de la captura de carbono que permite la implementación y la promoción de una ganadería climáticamente inteligente.
Además, el proyecto está alineado con el compromiso que hizo Uruguay de reducir a un tercio sus emisiones de dióxido de carbono por kilogramo de carne producida al 2020, comparado con los niveles de 1990.
Este tipo de esfuerzos busca alimentar a una población mundial creciente y asegurar la presencia en el mercado internacional de un producto alimenticio que surge del trabajo de un sector clave de la economía del país para que sea, además, ampliamente aceptado por su cumplimiento de estándares ambientales, ofreciendo productos fruto de una ganadería innovadora, beneficiosa y respetuosa de la biodiversidad y del medio ambiente que emita menos gases de efecto invernadero y sea ejemplar.
Se trata de producir más y mejor, de manera inteligente, para consumidores más conscientes que buscan mayor información sobre los productos que compran y consumen.