FAO en Uruguay

Mayor educación nutricional para enfrentar la malnutrición

23/09/2015

La Red ICEAN, presente en el VI Congreso Iberoamericano de Nutrición, invita a formar redes y hacerse miembro para intercambiar conocimientos que promuevan hábitos alimentarios y estilos de vida saludables.

Del 9 al 11 de setiembre se desarrolló el VI Congreso Iberoamericano de Nutrición, en la Intendencia de Montevideo. La actividad, que contó con la participación de aproximadamente 900 personas de América Latina y el Caribe, tuvo como propósito que el profesional participante pueda difundir resultados de sus investigaciones o intervenciones exitosas a través de la modalidad de presentación de trabajos libres e interactuar con profesionales de diversas disciplinas y áreas de trabajo de Iberoamérica.

La organización estuvo a cargo de AUDYN (Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas), CONFELANYD (Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas) y AIBAN (Alianza Iberoamericana de Nutricionistas) que presentaron un comité científico integrado por destacados referentes regionales, así como reconocidos panelistas de toda Iberoamérica.

La FAO participó a través de la Red ICEAN (Red de Información, Comunicación y Educación Alimentaria y Nutricional para América Latina y el Caribe) que consiste en una plataforma virtual de profesionales y técnicos de la región para promover el intercambio de conocimientos y buenas prácticas, como también fortalecer la capacitación de recursos humanos para mejorar las acciones de promoción de hábitos alimentarios y estilos de vida saludables.

María José Coloma, coordinadora  de la Red ICEAN en la Oficina Regional de FAO para América Latina y el Caribe, ubicada en Chile, nos explicó que la FAO “realizó un estudio en el 2011 para conocer las experiencias que existían en Latinoamérica sobre programas de educación alimentaria y nutricional” (Ver Buenas Prácticas en Programas de Información, Comunicación y Educación en Alimentación y Nutrición en: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, México y República Dominicana).

El estudio fue llevado a cabo en 19 países y debían cumplir con 8 de los 12 criterios de inclusión que daban cuenta de buenas prácticas, por ejemplo, que promovieran estudios de vida saludables, alcanzar a más de 100 personas y poseer un mínimo de cinco años de funcionamiento. “En Uruguay existen dos programas de educación nutricional que cumplen con estos criterios de inclusión, se encuentran en el INDA (Instituto Nacional de Alimentación): Programa Educación del estudio sobre la eficacia de una intervención para prevenir y controlar la obesidad, e intervenciones educativas realizadas por el INDA en el Plan CAIF (Centro de Atención a la Infancia y la Familia), dirigido a 45 mil niños y niñas de 0 a 5 años y sus familias (ver ICEAN)”, agrega Coloma.

La referente expuso que “todos estos estudios que realizó la FAO se presentaron en el 2011 en un encuentro en El Salvador y como resultado se vio la necesidad de crear una red donde todos los países pudieran comentar lo que están haciendo en temas de educación alimentaria nutricional y así beneficiar a otros interesados. De esta manera, la FAO, junto con la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre, creó la Red ICEAN”.

“Una de las tantas herramientas que existen para erradicar y prevenir la malnutrición, en todas sus manifestaciones, es la educación alimentaria nutricional. Lo que presentamos en este congreso es el concepto que lleva FAO de educación alimentaria nutricional”. Es decir, la educación no es suficiente como transmisión de información, no basta solo con que las personas sepan que es  apropiado consumir como mínimo cinco porciones entre frutas y verduras, no lleva a un cambio de conducta. “El ambiente socio-ecológico influye mucho en los cambios de conducta de las personas, no alcanza que la gente sepa lo que tiene que hacer, tiene que estar inserto en un medio que propicie estos cambios de comportamiento”, enfatiza la nutricionista. Por ejemplo, “en las escuelas, no basta con enseñar en el aula conceptos de educación sobre alimentación saludable, es importante también educar a los padres, familia, que los directores y profesores estén concientizados con el tema, y que  cuando el niño o niña sale al recreo tiene que tener disponible alimentos saludables y mucho mejor aún si son productos locales”, agregó. La Red invitó a realizar redes y hacerse miembro de esta plataforma.

Sostiene que “los alimentos saludables deben también tener un precio accesible y tiene que haber publicidad y marketing de alimentos sanos como frutas y verduras junto con sus propiedades nutricionales, ya que lo que comúnmente se ve es sobre comida chatarra”.

Ante la consulta sobre otras experiencias regionales en regulación de publicidad, Coloma dijo que “hay varios países que hicieron avances importantes, por ejemplo México lanzó una ley que le puso impuesto a la comida chatarra y bebidas azucaradas. Es una ley que tiene uno o dos años de vigencia y en el lapso de un año logró disminuir un 10% la compra de bebidas azucaradas y aumentó la compra de agua embotellada en un 13%. Ecuador por su parte, lanzó un etiquetado nutricional con un diseño atractivo: verde cuando los niveles de azúcar añadida, grasa y sal son adecuados para un alimento. En los comedores escolares no reciben alimentos procesados que tenga alguno de los nutrientes críticos en color rojo”.

La nutricionista destacó la ley creada en Uruguay sobre la obligatoriedad de incluir alimentos saludables en los comedores escolares, como también los temas de educación nutricional que se están trabajando en las escuelas. En el portal web se publica una nota al respecto: “Uruguay aprueba ley que promueve la alimentación saludable en centros educativos”.

Agregó que no solamente la educación nutricional debe ser una herramienta para enfrentar la malnutrición, sino que debe incluirse el acceso y apoyo a los pequeños agricultores. En esto último la FAO tiene una importante trayectoria, ya que se pretende apoyar los alimentos autóctonos y sostenibles. “Si prefiero lo local, no será solamente porque es de mi propio país, sino que estoy colaborando con el medio ambiente y con la economía de esa familia.

En cuanto a la desnutrición crónica, es cuando se ha pasado por un largo período de hambre o no se consumieron los nutrientes necesarios y eso influye en la talla. “Es una de las más graves, sobre todo cuando se presenta en los primeros mil días de vida, ya que se está desarrollando el cerebro y repercute en la etapa escolar,  estos niños tendrán  menos capacidad de atención y aprendizaje, pudiendo repercutir en la inserción laboral cuando lleguen a la adultez”.

“Afortunadamente varios países han hecho esfuerzos muy importantes en la reducción de la desnutrición crónica, por ejemplo Perú ha disminuido en un 17%. Uruguay  aún  vive la doble carga de la malnutrición donde por un lado la desnutrición crónica infantil afecta al 11,7% de los menores de 5 años y por otro lado tiene un 7,7% de los menores  de cinco años con sobrepeso. Las políticas públicas actualmente en Uruguay deben estar orientadas a alimentar de manera saludable a los niños. Hay que tener en cuenta que en el país el consumo de productos ultra procesados, que se caracterizan por altos niveles de azúcar, grasa y sal, aumentó un 200%” (Ver nota sobre nuevo reporte de la OMS/OPS).

En este sentido, entre el 2000 y el 2013 las ventas anuales per cápita de  productos ultraprocesados  aumentaron de manera sostenida en todos los países latinoamericanos, excepto en Argentina y Venezuela, las tasas más rápidas de crecimiento se vieron en Perú (107%), Bolivia (129,8%) y  Uruguay (146,6%). El consumo de productos ultra procesados está relacionado con la obesidad, siendo la prevalencia  en ALC del 23% en los adultos mayores de 20 años. Los países del Caribe, por su parte, tienen una prevalencia del 40%, México es el primero con 33%, sigue Venezuela, Chile y Argentina con 30% cada uno, en el caso de Uruguay la prevalencia es del 23, 6%.

La obesidad  traen como consecuencia otras enfermedades como las cardiovasculares, hipertensión y diabetes, de hecho la primera causa de muerte en el mundo es debido a las enfermedades cardiovasculares.

En cuanto a los desafíos por delante, Coloma manifestó que Uruguay cumplió con el objetivo de desarrollo del milenio que es erradicar la subalimentación, sin embargo debe continuar trabajando en erradicar la malnutrición en todas sus formas, fomentar la educación alimentaria nutricional a toda la población, abordar el tema del alto consumo de alimentos ultra procesados y promover el consumo de alimentos saludables, producidos localmente, autóctonos, para fomentar la culinaria tradicional propia del país