FAO en Uruguay

“Queremos conjugar el ser productivos, cuidando el medio ambiente”

27/10/2015

Uruguay se apronta a llevar adelante un proyecto que busca apoyar con conocimientos técnicos el uso apropiado de plaguicidas, como también tratar la prevención, manejo y disposi-ción ambientalmente adecuada de sus residuos.

La DINAMA (Dirección Nacional de Medio Ambiente) solicitó a la FAO el apoyo técnico para des-arrollar el proyecto “Fortalecimiento de capacidades para la gestión ambientalmente adecuada de plagui-cidas en Uruguay” (GCP/URU/031/GFF).

El objetivo del proyecto es fortalecer el marco legal y la capacidad institucional para el manejo apropiado de plaguicidas a lo largo de todo su ciclo de vida así como la prevención, manejo y disposición ambientalmente adecuada de los residuos de estos productos.

Se prevé que tendrá una duración de cuatro años y ahora se encuentra pronto para comenzar. Federico Souteras, Jefe del Departamento de Residuos Sólidos, Sustancias de DINAMA, explicó que “lo primero que hay que hacer es conformar el equipo de trabajo y comenzar a trabajar con los organismos que forman parte: MVOTMA, MGAP, MSP y ONGs”. Agregó que se espera que el proyecto “pueda llenar un vacío que tenemos en un área que tiene mucho peso económico para el país como es la producción agropecuaria y de esta manera bajar los impactos para el medio ambiente y la salud”.

Además, el proyecto pretende desarrollar iniciativas piloto en Manejo Integrado de Plagas (MIP) y otras alternativas a plaguicidas, a lo que se agrega el seguimiento y respuesta a emergencias ambienta-les originados por plaguicidas peligrosos. Se elegirán algunas zonas distribuidas en todo el país, abarcan-do distintos tipos de producción, como ser lechera, cultivos extensivos de soja, forestales y cultivos inten-sivos frutales, entre otros.

Los actores institucionales del proyecto serán la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medioambiente (MVOTMA), la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el Ministerio de Salud Pública (MSP), el sector privado comercializador de agroquímicos, y productores agropecuarios, entre otros.

Souteras manifestó que el proyecto se encuentra estructurado en cuatro componentes, “el primero es de apoyo a la gestión de envases de plaguicidas y plaguicidas obsoletos. Tenemos un decreto del año 2013 que transfirió la responsabilidad por la gestión de estos residuos al sector privado, entonces el pro-yecto pretende brindar apoyo en la mejora de su gestión”. El abordaje es complejo, porque la mayoría son empresas que comercializan plaguicidas y a veces no pueden dar tratamiento a los residuos dentro del país.

“La diferencia que tiene Uruguay en relación a otros países, es que buscamos una solución per-manente de los residuos que se generan constantemente en la producción, como ocurre con otros resi-duos, sectores productivos”, agrega.

El segundo componente se refiere a la mejora del marco normativo de la gestión de plaguicidas, que si bien ha tenido algunas adecuaciones, existen otros aspectos que datan del año 1977. “Es decir, buscamos incorporar la variable ambiental en el registro de plaguicidas y debemos trabajar en conjunto con MGAP y MSP, donde incorporaremos algunas herramientas de evaluación de riesgo ambiental, tanto para lo que es la evaluación de las sustancias como para modelar el lugar donde se acumulan los princi-pios activos”.

Sobre las características de los distintos tipos de plaguicidas, el funcionario expresó que en primer lugar “los principios activos son importados. Lo que buscamos no es fortalecer solamente la gestión de plaguicidas que sean COP, deseamos un uso racional de plaguicidas en general en la fase agropecuaria, ya que es allí donde evaluamos un rezago en el tiempo y es cuando se liberan en el ambiente. No quere-mos plaguicidas persistentes en el ambiente, sino que posean un nivel de riesgo aceptable”.

Se trata de evaluar no solamente la sustancia que se utiliza, sino la manera y la zona donde se utilizan, y tampoco es “solamente un tema del medio ambiente sino comercial, porque el mercado pide cada vez más requisitos a los productos en residuos de plaguicidas y esto hace al posicionamiento del país y su entrada a los mercados”.

Souteras expresó como ejemplo que trabajarán con INAVI (Instituto Nacional del Vino) en la traza-bilidad de los vinos, es decir, evaluar los principios activos que pueden utilizarse en determinados culti-vos, ya que puede llegar a ser un requerimiento de los mercados. “Se trata de un buen momento, una buena oportunidad debido a la competitividad que está requiriendo el mundo actualmente”.
Un tercer componente tiene que ver con las pruebas de campo, “queremos demostrar que se pue-den hacer las cosas de forma diferente, siendo productivos y que no es demasiado costoso”. Para ello el consultor hace énfasis en el análisis integral que permita mostrar una práctica desde el punto de vista ambiental, productivo y de la salud.

Se realizarán predios demostrativos con varios cultivos en distintas zonas del país, principalmente en algunas cuencas que son prioritarias por el tema del agua y que tienen potencial de ser replicadas por el sector productor. “Se tomará por ejemplo el cultivo de soja por sus características de intensidad”.

El último componente se enfoca en la respuesta y el riesgo que pueda derivarse de los plaguici-das, y será aplicado principalmente en tres cuencas, entre ellas la del Santa. En este sentido Souteras explicó que se tiene capacidad de respuesta pero es necesario coordinarse, ya que no se tiene la misma presencia en todo el territorio por parte de las diferentes instituciones o capacidad en los laboratorios. Agregó, “también es necesario colocar junta toda la información que se recabe, sea sobre suelo, agua o pescado, y extraer una sola conclusión, para atender a las problemáticas en tiempo y forma”.

Si bien no es un tema sencillo, ya que implica un riesgo económico para el productor, es posible generar un proceso de confianza y que a mediano plazo se estén incorporando nuevas formas de realizar acciones en torno al manejo de los residuos de plaguicidas.