FAO en Uruguay

Uruguay recibe misión oficial para proyecto sobre inocuidad de los alimentos

Paula Ferrer, Consultora; Norman Bennett, Coordinador UCPIA; Fernando Sanpedro, Consultor regional FAO
24/04/2015

En el marco del proyecto FAO TCP/URU/3402 que el gobierno se encuentra avanzando para fortalecer las capacidades tendientes al desarrollo de un sistema de inocuidad basado en el Análisis de Riesgos, conversamos con Fernando Sampedro, Consultor regional de FAO, y Norman Bennett, Coordinador de la UCPIA (Unidad de Coordinación y Planificación de Inocuidad Alimentaria) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

 

Fernando, ¿en qué consistió la misión oficial que desarrolló en Uruguay?

Mi misión comenzó en noviembre de 2014 y se basa en fortalecer el sistema de gestión de inocuidad a nivel del MGAP bajo un enfoque de riesgo. Se intentó iniciar en la implementación de una herramienta utilizada a nivel internacional que es el análisis de riesgos para detectar los riesgos existentes en una cadena alimentaria, priorizarlos, gestionarlos y evaluarlos.

Luego se necesita un soporte científico que apoye esa toma de decisiones y el proceso de comenzar a introducir conocimiento científico en la toma de decisiones del MGAP es el objetivo de mi misión.

Se trata de brindar lineamientos generales y luego esas herramientas se adaptarán  a la realidad de cada cadena. El MGAP tiene definidas diferentes cadenas estratégicas, de acuerdo, en parte, a la importancia de los productos para exportación. Por ello son relevantes las cadenas cárnica y láctea, por ejemplo. Una vez que les otorgue las herramientas de cómo priorizar, el país las modificará de acuerdo a la realidad de cada cadena.

 

¿Cuáles son las fortalezas que tiene el país en la materia?

Lo primero que destaco es el compromiso político. No es muy común ver en otros países de la región que el Ministro de Agricultura esté tan comprometido con la inocuidad, lo cual debe ser un requisito para tener la posibilidad de exportar alimentos como para mejorar la salud pública de las personas. Creo que se le ha brindado continuidad a este compromiso.

Luego se encuentra la Unidad de Coordinación, es muy importante tener una unidad visible en un ministerio que tenga como cometido la inocuidad. Sucede en otros países que la inocuidad está atomizada en muchos departamentos o unidades y se desconoce a las personas que las coordinan, las herramientas que podemos brindarle a esas unidades y los riesgos a futuro.

 

¿En qué aspectos se debería enfatizar?

Opino que en la capacitación, profundizar en el análisis de riesgo es un aspecto importante. El tema de la financiación y los recursos humanos siempre es una limitante. Por lo general se tienen muchas ideas y planes a futuro pero faltan personas que puedan ejecutarlas.

Otro punto a tener en cuenta, el cual se comenzó a gestionar, es coordinar puentes con la academia, las universidades y centros de investigación, para que brinden el soporte científico en la toma de decisiones.

El siguiente aspecto que estamos trabajando, como también el Ministro, es la transparencia. Se trata de abrirse a otras instituciones, como ser el Ministerio de Salud Pública y personas que involucradas en el tema de inocuidad. Esto es muy importantes para establecer un enfoque de cadena, por eso debemos compartir experiencia con otras instituciones que también tienen sus opiniones.

 

Norman, ¿de qué manera abordaron el tema de la capacitación?

Una de las consultorías del proyecto se refiere a brindar capacitación interna para los funcionarios del MGAP, detectar las áreas a capacitar y buscar una aproximación lógica para estructurar un cronograma que tenga en cuenta el nuevo enfoque, basado en riesgo, que se pretende implantar.

Es fundamental tener una visión externa para luego expresarles a las autoridades políticas que se detectaron aspectos para mejorar, a través de un proyecto FAO,  en vista al nuevo encare que se pretende y se necesitan recursos económicos para ejecutarlas.

Con respecto al análisis y evolución del riesgo, muchas veces se debe observar en el exterior porque en Uruguay no hay personas capacitadas en la materia.

 

¿Cómo describe la situación de los riesgos de los alimentos en Uruguay?

Un aspecto que se debería mejorar es la medición del impacto y por ello es muy importante el vínculo con otras instituciones, como mencionamos, ya que necesitamos sus datos estadísticos para medir objetivamente los riesgos.

Es decir, tener claro cuál es la aparición de brotes o prevalencia de enfermedades a nivel nacional. Además, el MGAP tiene una fuerte inserción con los sectores productivos que requieren ciertos estándares para la exportación, los cuales también se vuelcan al mercado nacional. Muchos sectores poseen estándares de inocuidad exigentes, que son los que permiten que la carne se venda en Alemania o Estados Unidos por ejemplo.

 

Fernando, ¿cómo se encuentra posicionado Uruguay en la región?

En mi opinión, los dos factores fundamentales que tiene Uruguay, que tal vez no poseen los otros países, es compromiso político y una unidad visible de coordinación. Chile podría estar más adelantado porque hace siete u ocho años crearon la Agencia Chilena para la Inocuidad y la Calidad de los Alimentos y le han otorgado importancia al capital humano y presupuesto.