FAO en Venezuela

De las metas del milenio al desarrollo sostenible

19/07/2017

Desde hace décadas los países de América Latina y el Caribe han hecho importantes esfuerzos para lograr el desarrollo y la estabilidad de sus economías, estos esfuerzos han brindado importantes resultados, tales como la mejora sustancial en indicadores sociales como el Índice de Desarrollo Humano. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos y logros, la desigualdad y la exclusión social se han mantenido, convirtiéndose en factores de freno para el crecimiento económico, la erradicación del hambre y la pobreza en la región.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), vigentes entre 2000 y 2015, fueron compromisos políticos asumidos por los países de la región de América Latina y el Caribe que permitieron a su vez, organizar las iniciativas regionales de desarrollo, constituyéndose en un lenguaje común para generar consenso en el plano internacional, en particular entre los países de la Región, los países donantes y los organismos multilaterales de desarrollo, sobre la  prioridad que debe darse a las políticas sociales orientadas  a los más pobres y excluidos.

Es importante recordar que los ODM, fueron resultado de la reunión celebrada  en la sede central de las Naciones Unidas, en el año 2000, donde los líderes de 189 países firmaron la Declaración del Milenio, documento histórico mundial con el que se comprometieron a alcanzar, antes de 2015, un conjunto de objetivos cuantificables, ocho en total: Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre; objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal; objetivo3:  Promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de las mujeres; objetivo 4: Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años; objetivo 5: Mejorar la salud materna; Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades; objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; Objetivo 8: Fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

Para 2015, el mundo ya había cumplido el primer objetivo, el cual se refería a reducir las tasas mundiales de pobreza extrema y hambre a la mitad. En el caso de América Latina y el Caribe el desafío de los ODM comenzó entre 1990 y 1992 cuando la prevalencia del hambre alcanzó 14.7%, para luego entre el 2014 y 2016 disminuir considerablemente a 5.5%, cumpliendo así el logro de la meta del hambre de los ODM en la Región. Sin duda alguna el progreso alcanzado con los ODM fue trascendental, sin embargo, el alcance de los logros fue desigual, por lo que, para progresar en el camino hacia la erradicación del hambre y la pobreza, los gobiernos del mundo continuaron profundizando el trabajo a la luz de una nueva estrategia.

 A partir de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, Rio+20,  en el 2012, inició el proceso para definir la agenda de desarrollo que guiaría el trabajo de todo el sistema de Naciones Unidas a partir del 2016 y hasta el 2030. En 2015 y tras 8 rondas de negociaciones intergubernamentales con aportes de una amplia variedad de actores, finalmente nace la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que incluye los ODS. Esta agenda fue aprobada por la 70a. Asamblea General durante la Cumbre de Desarrollo Sostenible 2015, que tuvo lugar del 25 al 27 de septiembre de ese mismo año en Nueva York.

Esta nueva Agenda incluye 17 Objetivos y 169 metas, presenta una visión ambiciosa del desarrollo sostenible e integra sus dimensiones económica, social y ambiental. Esta nueva Agenda es la expresión de los deseos, aspiraciones y prioridades de la comunidad internacional para los próximos 15 años. La Agenda 2030 es una agenda transformadora, donde la igualdad y dignidad de las personas están en el centro, pero que además toma en cuenta y promueve el respeto al medio ambiente y  hace un llamado para cambiar el estilo de desarrollo, generando un compromiso universal adquirido tanto por países desarrollados como en desarrollo, que toma en cuenta los medios de implementación para realizar el cambio y la prevención de desastres por eventos naturales extremos, así como la mitigación y adaptación al cambio climático.

 Elementos que caracterizan los ODS:

Sostenibilidad: El modelo actual es insostenible. Para garantizar la vida y los derechos de las personas y el planeta tierra, el modelo a seguir tiene que ser sostenible.

Equidad: los ODS tienen una visión más profunda y holística, en función de ello han incorporado más parámetros que amplían las herramientas de análisis, permitiendo hacer un mejor estudio de la realidad de los países.

Universalidad: los ODS son aplicables a todas las naciones y adaptables a diferentes contextos.

Compromiso: esta iniciativa compromete a todos los países del mundo, desarrollados y en vías de desarrollo.

Alcance: Frente a los 8 ODM, ahora tenemos 17 ODS con 169 metas a alcanzar incluyendo por primera vez cuestiones fundamentales como el empleo digno y el cambio climático.

Es  importante reforzar que el alcance de los ODS es responsabilidad de todos, no es solo una tarea de los gobiernos, debe convertirse en un hecho cotidiano y transversal a cada una de nuestras actividades como ciudadanos.