FAO en Venezuela

Historias de éxito en FAO Venezuela

Alimentación escolar variada y saludable

Con el proyecto Una Agricultura Familiar Innovadora y Remunerativa al Servicio de una Alimentación Escolar más Saludable, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), junto al Ministerio del Poder Popular para la Educación y con el apoyo financiero de la Unión Europea mejoró y diversificó los menús escolares en 26 Escuelas Técnicas Agrícolas, beneficiando a más de 10.000 niñas, niños y adolescentes.

El proyecto tuvo como objetivo la mejora del consumo de proteína animal y de micronutrientes, a través de la producción de alimentos frescos en las mismas instituciones educativas. Para ello se rehabilitaron huertos para la producción de vegetales, y se dotaron gallinas ponedoras, lo que permitió que la dieta incluyera estos alimentos por lo menos dos veces por semana en los comedores de cada ETA. Según los datos de cierre del proyecto, entre octubre de 2022 y marzo de 2023, se sirvieron más de 500.000 platos diversos y nutritivos.

 

 

Fortalecer medios de vida para las mujeres

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desarrolla iniciativas para fortalecer medios de vida sostenibles y así reducir los riesgos de protección a los que están expuestas las mujeres y sus familias, principalmente indígenas, y en situación de vulnerabilidad a través de la formación en oficios agrícolas y no agrícolas, la creación de organizaciones comunitarias para el ahorro y crédito que contribuyen en la mejora de la economía familiar así como de la seguridad alimentaria y nutricional con énfasis en los estados fronterizos.

Esta iniciativa se lleva a cabo en coordinación con otras agencias, fondos y programas del sistema de Naciones Unidas y organizaciones locales, además de contar con el apoyo financiero del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) y la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO). Estas acciones conjuntas han beneficiado a más de 2000 mujeres lo que se traduce en más de 12000 personas durante el 2024, con la rehabilitación y creación rápida de medios de vida, agrícolas y no agrícolas.

Semillas para la seguridad y soberanía alimentaria

La semilla es el punto de partida de la seguridad y la soberanía alimentaria, es por eso que la FAO y el ministerio del Poder Popular para la agricultura Productiva y Tierras han sumado esfuerzos en la recuperación y fortalecimiento de la calidad de origen de la semilla de maíz amarillo INIA7, esta variedad doble propósito (de consumo animal y humano) es una de las más utilizadas en todo el territorio nacional por su resistencia a plagas y enfermedades, su adaptabilidad a suelos y climas diversos, su rendimiento potencial y su alta calidad nutricional.

La semilla INIA7 es el resultado de procesos científicos e innovaciones populares que la han conservado, mejorado y multiplicado hasta convertirla en unas de las mejores variedades del país.

A su vez, se promovió la creación de Bancos Locales de Semillas con el propósito de generar condiciones para el intercambio de semillas y saberes, así como el rescate, la conservación y promoción del patrimonio cultural y ancestral alimentario, por medio de la conservación de la diversidad local de cultivos, tanto materiales (semillas y rubros), como inmaterial (saberes, costumbres y valor histórico-cultural de los cultivos), lo que los convierte en espacios para salvaguardar el pasado, presente y futuro de las comunidades. 

Estas iniciativas son un aporte significativo a la seguridad y soberanía agroalimentaria en el país.

Acciones anticipatorias para una Mejor Vida

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el apoyo financiero de Suecia, ejecutó el proyecto Anticipando los impactos de la sequía producida por el fenómeno El Niño en la Guajira Venezolana, cuyo propósito fue poner en práctica acciones de mitigación de desastres y estrategias de recuperación rápida en las comunidades afectadas.

En coordinación con las autoridades municipales y locales, el Sistema de Gestión de Riesgos de Venezuela y principalmente la participación activa de las mujeres se rehabilitaron 30 jagueyes (lagunas comunitarias),118 pozos comunitarios, también se instalaron 450 sistemas de recolección de agua y 100 sistemas de riego por goteo y se entregaron herramientas e insumos agrícolas para la producción de alimentos y la cría de animales traspatio. Estas acciones han mejorado significativamente la vida de 4167 hogares de 43 comunidades indígenas.

Además, para garantizar la sostenibilidad del proyecto las mujeres han recurrido a estrategias locales y ancestrales para mitigar los efectos de las sequias en sus territorios como protectoras y administradoras del agua de los jagueyes y pozos a través de dinámicas comunitarias que les permita el acceso y uso al vital líquido, priorizándolo para el consumo animal. Promoviendo estrategias de riegos por goteo para aprovechar el uso del agua y garantizar la seguridad alimentaria, recolectando y reutilizando el agua del hogar para labores de siembra, realizando la selección, clasificación y almacenamiento de semillas resistentes al clima como lo son: el frijol guajirero, el millo y el maíz tempranito, así como la promoción y cuidado de los conucos familiares y/o comunitarios.

Gestión de riesgo, salvaguardando vidas

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) implementa estrategias de gestión de riesgos, incluidos sistemas integrales de alerta temprana, acciones anticipatorias de forma articulada con el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos en todos los niveles, para proteger vidas y medios de subsistencia en Delta Amacuro y Zulia.

Para ello se da respuesta integral a las mujeres y sus familias al mismo tiempo que se reducen sus necesidades futuras mediante el fortalecimiento y aumento de las capacidades de preparación de sus comunidades y la creación de resiliencia frente a los desastres naturales.