En el Japón, la pluriactividad de los agricultores contribuye a mantenerlos activos
Por lo general, se considera que la pluriactividad de los productores desempeña una función distintiva para determinar si las explotaciones agrícolas se mantienen o no. Publicado en el Journal of Agricultural Economics, un trabajo reciente realizado por prefecturas en el Japón a cargo de un equipo mixto japonés y estadounidense pone de manifiesto que sus efectos dependen de la proporción de los ingresos no agrícolas y del tipo de empleo dentro y fuera de la explotación.
Las explotaciones familiares y otros tipos de organizaciones agrícolas
Las explotaciones familiares son un tipo de organización agrícola en el que las actividades domésticas y agrícolas son interdependientes, lo que moviliza solo a los trabajadores familiares y no emplea mano de obra asalariada permanente. La riqueza de la familia y el capital productivo están interrelacionados, al igual que la explotación y los presupuestos familiares. Consideramos que las explotaciones comerciales familiares (explotaciones familiares que emplean al menos a un trabajador permanente o una elevada proporción de mano de obra informal estacional) corresponden a la agricultura familiar, ya que las tierras involucradas y los medios de producción siguen estando bajo el control de la familia.
Las empresas agrícolas se diferencian en que ya no existe el lazo familiar y toda la mano de obra en estas explotaciones es asalariada.
De este modo, se puede realizar una comparación entre la agricultura familiar y otras formas de producción, como la agricultura industrial, en la que la totalidad del trabajo se realiza con mano de obra asalariada y no existen vínculos entre quienes poseen los bienes y quienes trabajan la tierra.
Sin embargo, el término “agricultura familiar” no es una unidad abstracta para la observación y la elaboración de estadísticas. El énfasis en las cuestiones económicas estrictamente relacionadas con la producción agrícola o el tamaño físico de la explotación para definir la agricultura familiar impone límites al entendimiento y la evaluación de la importancia de la forma en que evoluciona la unidad familiar en el tiempo con múltiples actividades, estrategias y recursos. Otras definiciones se han centrado en solo uno de los bienes, en la mayoría de los casos, la tierra, o en un resultado agrícola: el producto económico bruto o neto. El uso de conjuntos de datos agrícolas limitados también puede inducir a error, ya que no suelen tomar en cuenta la diversificación de las actividades a partir de las cuales las familias desarrollan sus estrategias de subsistencia.
El Observatorio propone utilizar su conjunto básico de variables e indicadores a fin de documentar el lugar y el estado de la agricultura familiar basándose en los conjuntos de datos existentes —principalmente, los censos, las encuestas integradas sobre agricultura del Estudio de medición de los niveles de vida (EMNV) u otras encuestas agrícolas y de hogares, cuando existan— y considerando los límites de cada conjunto de datos.
Cuando se encuentre disponible, la iniciativa también trazaría el panorama del sector empresarial con el fin de poder situar la contribución relativa de estas formas de agricultura y describir el espectro desde las explotaciones agrícolas familiares más pequeñas hasta el surgimiento de las pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y otros modelos organizativos en todas las cadenas de valor, enraizados en contextos tanto rurales como urbanos.