Saboto Caesar

San Vicente y las Granadinas 

Cuando la industria bananera en San Vicente y las Granadinas comenzó a declinar a principios de los años 90, Saboto Caesar lo presenció de cerca. Al crecer en el distrito de Diamonds Village, donde el cultivo de banano era el sustento principal de muchos, vio las dificultades de los agricultores que intentaban adaptarse a los mercados cambiantes. También vio su resiliencia, construyendo nuevos medios de vida con la crianza de ganado y cultivando otros productos. 

A una edad temprana, esto dejó una impresión duradera en Saboto, quien un día prometió retribuir. 

Años más tarde, construyó canchas de deporte comunitarias y otros proyectos para mejorar las comunidades agrícolas y empoderar a los jóvenes, antes de finalmente entrar en la política. 

“Mejorar las vidas de los agricultores y de las comunidades era algo natural para mí”. 

Desde hace más de una década, Saboto ha aplicado ese mismo espíritu a su papel como Ministro de Agricultura, abogando por políticas que apoyan a los pequeños agricultores e iniciativas que hacen que los alimentos sean más accesibles, disponibles y asequibles. 

“Este papel ha cambiado mi vida”, dice. “Abordar la inseguridad alimentaria en mi país y en mi región es una prioridad para mí y este puesto me ha permitido contribuir al bienestar de los demás”. 

Actualmente está trabajando para reconstruir el estatus del país como el granero del Caribe Sur después de una serie de reveses: La pandemia de COVID-19, los largos períodos de sequía y las 32 erupciones del volcán La Soufrière, todos estos eventos dejaron una enorme mella en la producción agrícola. 

Para apoyar a los productores, ha estado colaborando con la FAO y los asociados regionales para ampliar y diversificar la producción agrícola. Bajo su liderazgo, el país también ha estado mejorando sus cadenas de valor agrícolas y aumentando sus exportaciones de diversos productos básicos, incluido el ñame, una raíz de huerta que tiene un gran poder en términos de nutrientes. 

Más allá de la producción, Saboto ha hecho de la educación nutricional y los programas de alimentación escolar una prioridad y ha ampliado una Campaña Hambre Cero que proporciona asistencia alimentaria a las poblaciones vulnerables. Un impuesto del 2 % sobre cada llamada móvil realizada en el país financia ahora el Fondo Hambre Cero del país. 

Todo esto está diseñado para garantizar que las islas dependan menos de las importaciones, que las familias se alimenten de forma saludable y que los niños estén bien preparados para el aprendizaje. 

“Estoy comprometido a cambiar vidas a través de la agricultura”, afirma el ministro. Añade que la sostenibilidad, la imparcialidad, la inclusión y la toma de decisiones basada en los datos son fundamentales para crear un futuro más prometedor para el sector agroalimentario de las islas.