Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

16 de octubre de 2024

Día Mundial de la Alimentación

Sribash Chandra Das

“Ahora muchos de mis vecinos vienen a verme para pedirme consejo sobre cómo pasarse al cultivo de frutas y verduras. ¡Las cosas han cambiado!”
07/09/2024

Bangladesh

En el pueblo de Subarnarchar, al sudeste de la capital de Bangladesh, Daca, Sribash Chandra Das, de 26 años de edad, se ha convertido en una especie de modelo a imitar entre los agricultores. Esto es notable porque hace solo tres años, estuvo a punto de abandonar la agricultura por completo. 

Había comenzado cultivando arroz como su padre, de quien había heredado su pasión por la agricultura. Pero el arroz produce pocos beneficios, la tierra de Sribash estaba arrendada y él carecía de los conocimientos necesarios para obtener rendimientos decentes. Después de una serie de pérdidas financieras, consideró convertirse en jornalero en lugar de agricultor. 

“No sabía qué podía hacer. ¿Cómo iba a poner comida en nuestros platos?”, recuerda este padre de dos hijos. 

En vez de cambiar de profesión, comenzó de nuevo cambiando lo que cultivaba. 

Se unió a un proyecto gubernamental llamado Proyecto de Competitividad Agrícola de Pequeños Productores (SACP, por sus siglas en inglés), que lo capacitó para trabajar con cultivos más lucrativos como tomates, berenjenas y calabazas. Esto también le dio acceso a semillas de alta calidad, humus de lombriz y fertilizantes, y aprendió buenas prácticas para aumentar sus rendimientos. 

Con una confianza renovada, decidió intentar el cultivo de sandías, un desafío en su pueblo, debido al alto contenido de sal que presenta su suelo. 

Comenzó a implementar la cobertura del suelo con materia orgánica para controlar la salinidad y preservar la humedad. Este método le permitió cultivar dos nuevas variantes de sandías: Reina negra y dragón amarillo. 

“En el pasado, la mayoría de los agricultores de nuestro pueblo ni siquiera soñaban con cultivar otra cosa que no fuera arroz”, enfatiza. 

En el mercado local, sus sandías de alta calidad se vendían a 70 takas de Bangladesh por kilo, aproximadamente 0,60 USD. En total, esa temporada obtuvo una ganancia de casi 200 000 takas, o 1 700 USD, que es más dinero del que jamás hubiera podido ganar cultivando arroz. 

“Ahora, muchos de mis vecinos vienen a pedirme consejo sobre cómo pasarse al cultivo de frutas y verduras”, dice. “Verán muchos campos de sandías, tomates y calabazas por los alrededores. ¡Las cosas han cambiado!”. 

Motivado por el éxito y el consejo de Sribash, Rashed, un ex trabajador migrante de 35 años, comenzó a cultivar verduras y ganó unos 2 500 USD en una temporada. Ahora, los dos se han asociado y están cosechando sandías juntos. 

Para Sribash, su granja finalmente le proporciona estabilidad y la oportunidad de ahorrar para tener sueños más grandes, como la motocicleta que acaba de comprar para sustituir su vieja bicicleta. “Después, espero poder comprar mi propia parcela de tierra, para poder trabajar según mis propios términos”.