Hacer realidad la Gran Muralla Verde: un país a la vez
Antecedentes
La iniciativa de la Gran Muralla Verde es un programa panafricano para mejorar la resiliencia y restablecer la productividad de los paisajes agrosilvopastoriles afectados por la desertificación, la degradación de suelos y la sequía en los secanos de regiones en torno al Sahara.
Esta iniciativa es un programa de la Unión Africana que reúne a más de 20 países de la región del Sahel-Sahara junto a un mosaico de organizaciones regionales e internacionales y entre ellas la FAO. Para asistir en la realización efectiva de la Gran Muralla Verde, la FAO y sus socios están poniendo en marcha un proyecto financiado por la UE-ACP, llamado Acción contra la Desertificación en el que participan seis países de la Gran Muralla Verde (Burkina Faso, Etiopía, Senegal, Gambia, Níger y Nigeria). En los países, las actividades son muy variadas pero todas apuntan a la promoción de un manejo y recuperación sostenibles de la tierra mediante la diversificación y recuperación de sistemas de producción (manejo de la agricultura, silvicultura, agrosilvicultura y pastizales) que, al mismo tiempo que previenen el avance de la desertificación, contribuyen al mantenimiento de los medios de sustento.
La identificación y participación nacional es esencial en el enfoque de la Gran Muralla Verde. En esta iniciativa, participan en cada país, una combinación compleja y diversa de actores pertenecientes a los ministerios del gobierno, a las comunidades locales, la sociedad civil y el sector privado. Más aun, en la iniciativa de la Gran Muralla Verde participan una serie de sectores diversos como la silvicultura, ganadería, agricultura, desarrollo rural, medio ambiente así como de economías y medios de sustento. Para que los proyectos de la Gran Muralla Verde tengan éxito sus principales protagonistas necesitan disponer de capacidades excepcionales de planificación y coordinación así como competencias de liderazgo y conocimientos técnicos sobre el manejo de recursos naturales. Esto debe combinarse con un marco de colaboración institucional claro y contar con el apoyo decidido de las comunidades locales.
El fortalecimiento de capacidades es por esa razón uno de los factores clave para hacer realidad la Gran Muralla Verde y un elemento central de ese concepto.
Instantánea desde Senegal
Uno de los elementos centrales del proyecto de la GMV en Senegal es la creación de una reserva natural comunitaria, en la comunidad rural de Mboula, en Kholy-Alpha. La reserva pretende mejorar las condiciones de vida de las poblaciones, mejorar la conservación de la biodiversidad y promover un manejo sostenible de las tierras por medio de una serie de iniciativas como el desarrollo del ecoturismo y cadenas de valor de productos forestales no madereros. Un taller de evaluación de capacidades tuvo lugar en Saint-Louis, Senegal en mayo de 2015, con la intención de evaluar las capacidades de todas las partes interesadas participantes en el proyecto Acción contra la Desertificación. Para facilitar el taller, los facilitadores locales fueron formados por la FAO . Representantes de la agencia Gran Muralla Verde de Senegal, que contó con el entrenamiento permanente de la FAO, presidió y dirigió la actividad. Al taller asistieron 25 participantes: funcionarios de ministerios, organizaciones de productores y representantes de dos municipalidades. El taller generó resultados positivos, algunos de ellos inesperados, como:
- La necesidad de establecer un comité de dirección con múltiples partes interesadas para asegurar una estrecha coordinación entre todos los actores.
- La necesidad de una mejor gestión de las capacidades en la reserva comunitaria.
- La necesidad de mejorar capacidades en la gestión turística, concientización, promoción y recaudación de fondos.
Asimismo, el taller permitió que las partes interesadas adquirieran una comprensión más cabal de la función de cada uno en el proyecto, infundiendo en los participantes el sentimiento de identificación y compromiso con el proceso de fortalecimiento de capacidades.
Apoyar la identificación y el liderazgo de los países
Para que la iniciativa de la Gran Muralla Verde tenga éxito los países deben asumirla plenamente y dirigir sus proyectos. A este fin, se han establecido en algunos países agencias de coordinación de la Gran Muralla Verde mientras que en otros los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente y Bosques han asumido las funciones de coordinación. La FAO está trabajando con estas organizaciones para fortalecer su liderazgo y sostener las capacidades de las partes interesadas con el fin de lograr los objetivos de la Gran Muralla Verde.
La FAO pretende facilitar a los actores de los países la dirección efectiva de la implementación a largo plazo de sus proyectos de Gran Muralla Verde y llevar a cabo, independientemente, actividades de fortalecimiento de capacidades.
A este fin la FAO trabaja en estrecha colaboración con los actores nacionales en un programa de fortalecimiento de capacidades en tres niveles, haciendo hincapié en que los actores nacionales sean siempre los responsables de la dirección.
- Evaluar las capacidades de las partes interesadas del proyecto para conseguir los objetivos de la Gran Muralla Verde.
- Diseñar y aplicar las actividades de fortalecimiento de capacidad para contribuir a una implementación efectiva del programa de la Gran Muralla Verde.
- Seguir y evaluar los resultados de las actividades de la Gran Muralla Verde al tiempo que se realiza un seguimiento de los cambios en las capacidades de las partes interesadas.
Evaluación de las necesidades de capacitación en tres países
Hasta la fecha y desde mayo de 2015, la FAO ha sostenido a actores nacionales en Senegal, Etiopía y Níger para que puedan dirigir talleres de evaluación de capacidades. La FAO ha entrenado (coaching) puntos focales de las agencias de coordinación de la Gran Muralla Verde junto con los facilitadores nacionales para que dirijan y asistan los talleres. Esto permite que los actores nacionales estén en condiciones de replicar independientemente dichas actividades en el futuro.
Las evaluaciones han arrojado resultados significativos indicando las áreas prioritarias para la prestación de apoyo. Entre las carencias de capacidad comunes que se han identificado en los tres países se cuentan: capacidades de coordinación, capacidades para el manejo de los recursos naturales y capacidades de comunicación.