La Política Nacional de Riego 2024-2033 prioriza incrementar la cobertura de hectáreas irrigadas para potencializa la producción agropecuaria en el país para reducir la dependencia del ciclo de lluvias que enfrentan los agricultores y acelerar la productividad e ingresos de los hogares rurales.

Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconocemos los esfuerzos del gobierno de Guatemala y en especial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) por obtener un hito muy relevante para potencia la producción agropecuaria en el país con el lanzamiento de la Política Nacional de Riego 2024-2033.

La Política será un instrumento estratégico que reconoce el potencial que tiene el riego en el sector agropecuario al mejorar la eficiencia en el uso de agua, aumentar la producción de alimentos, reducir la vulnerabilidad a la sequía, y al promover prácticas agrícolas más resilientes y sostenibles.

La FAO ha apoyado técnicamente al MAGA en el desarrollo de Política y el Plan de Inversión de Infraestructura de Riego 2024-2033, a través de la Iniciativa Hand in Hand. Esta Iniciativa prioriza territorios estratégicos que presentan altos niveles de pobreza, alto potencial agrícola y una brecha de eficiencia y tecnología, en los cuales es posible disminuir de forma acelerada la desigualdad social y económica, a través de una adecuada inversión en infraestructura de riego.

La Política propone reducir gradualmente, de manera sostenible y sustentable, la dependencia del ciclo estacional de lluvias que enfrenta la mayor parte de las y los agricultores para mejorar el volumen de la producción, incrementar el número de ciclos productivos de los pequeños y medianos productores, y mejorar las capacidades de producir alimentos para mercados internos y externos.

Durante el lanzamiento de la Política Nacional de Riego 2024- 2033 participaron la Vicepresidenta de la República de Guatemala, Karin Herrera; el Ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Maynor Estrada; el Viceministro de Desarrollo Rural, Nick Estrada y el Represente Residente de la FAO en Guatemala, Rafael Zavala.

El Representante de FAO resaltó que es necesario unir esfuerzos y generar alianzas entre todos los actores de la cooperación y el sector privado para acompañar al gobierno en la implementación de esta Política para acelerar y expandir el acceso a tecnología de riego y potenciar la producción agropecuaria.

 Según estimaciones de la FAO, la agricultura de regadío representa un 20 % del total de la superficie cultivada en el mundo y, sin embargo, aporta el 40 % de la producción total de alimentos. Es, en promedio, al menos el doble de productiva por unidad de tierra que la agricultura de secano, lo que permite una mayor intensificación de la producción y diversificación de los cultivos.

Asimismo, la FAO ha identificado que con una población mundial que alcanzará 9 000 millones de personas para el 2050, la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar en un 60 %, por lo que el mayor reto es producir más alimentos con menos agua ya que la seguridad alimentaria está estrechamente ligada con la seguridad hídrica.

La planificación y la inversión estratégica en infraestructura de riego es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y para promover crecimiento económico sostenible a largo plazo en el área rural. Si se promueve el fortalecimiento de los programas de riego destinados a los pequeños y medianos productores, se mejorará la disponibilidad de alimentos; y se mejorarán los ingresos de las familias rurales.

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