Las regiones como entornos de aprendizaje para los clusters empresariales en la Unión Europea
Desde sus inicios, la búsqueda de la cohesión económica, social y territorial - y la solidaridad - entre los países miembros, ha sido siempre uno de los objetivos prioritarios de la Unión Europea. Sin embargo, aún existen importantes disparidades socioeconómicas entre las distintas regiones de la UE.
Los Fondos Estructurales representan el principal instrumento de la UE para impulsar esa anhelada cohesión económica y social. En el periodo 2014-2020, estos Fondos tienen entre sus prioridades el mejorar la excelencia en la investigación, el conocimiento y la innovación. Y para ello, se reconoce la crucial importancia del papel de las instituciones del conocimiento (universidades y organismos de investigación (públicos y privados) en el desarrollo regional, así como la importancia de las regiones como entornos de aprendizaje para los clusters de empresas locales.
Entre 2007 y 2013, unos 235 proyectos fueron desarrollados para fortalecer la investigación y la excelencia en la innovación de las regiones de Europa. El programa europeo “Regiones del Conocimiento” fue diseñado para fortalecer la investigación y la innovación potencial de las regiones europeas, en particular alentando y apoyando 'clusters de investigación' regionales que reúnan a universidades, centros de investigación, empresas, autoridades regionales y otras partes interesadas. El programa promovió importantes sinergias entre las políticas de investigación e innovación regional mediante el apoyo a la elaboración de planes de acción conjuntos en base al modelo de la 'triple hélice' (cooperación entre las empresas, el mundo académico y el gobierno). Este concepto puso de manifiesto el importante papel que juegan universidades y pymes como actores innovadores clave a nivel regional.
Este Programa ha dejado su huella en las políticas de investigación e innovación en Europa y mediante el impulso a medidas como la promoción de la cooperación universidad-empresa para la innovación en un contexto local.
La estrategia “clusters de conocimiento” se inspiró en la experiencia real de Silicon Valley en el área de San Francisco Bay en los EE.UU., donde las empresas de tecnología se agrupan, de manera natural, para aprovechar el potencial que ofrece la era digital; y también en los distritos industriales italianos (por ejemplo Prato, en Italia, que evolucionó hasta especializarse en la producción de textiles de calidad para la industria de la moda).
Estos proyectos, cuyo objetivo final era siempre fomentar el crecimiento regional y la competitividad, tenían que involucrar a empresas (incluidas pequeñas y medianas empresas), junto con las entidades de investigación y con una autoridad regional o local. El socio autoridad pública podía ser el gobierno local, regional o nacional.
Entre el tipo de proyectos que recibió financiación del marco estratégico “Regiones de Conocimiento”, se incluían: estudios • auditorías de tecnología y de prospectiva regional; • investigación universitaria con un enfoque de desarrollo regional; • tutoría, en los cuales las regiones tecnológicamente avanzadas cooperaron con las regiones menos avanzadas en una asociación conducente a mayor eficiencia en la innovación a transferencia de tecnología; etc.
El concepto de especialización inteligente fue desarrollado, precisamente, por el Grupo de Expertos de Alto Nivel "Conocimiento para el Crecimiento", que trabaja para la Comisión Europea. Su objetivo era ofrecer un medio para impulsar el crecimiento regional a través de la investigación y la innovación. Así, la especializació inteligente surge a partir de la constatación de que la globalización ha hecho el conocimiento, el talento y las habilidades de los ingredientes principales para impulsar la competitividad y el crecimiento.
El enfoque ayuda a las regiones se centran en sus fortalezas económicas y habilidades locales. Así definidas, las estrategias de especialización inteligente para cada región se basan en un análisis de los activos regionales y know-how tecnológico. Sobre la base de este análisis de políticas luego se trata de vincular las acciones en materia de ciencia, innovación, desarrollo social y económico.
Esta estrategia fue adoptada más tarde en la “Agenda 2020” de la Unión Europea, en la cual se opta por un modelo de crecimiento que sea a la vez inteligente, sostenible e integrador.
El programa “Regiones de Conocimiento” estaba en línea con lo propuesto por la especialización inteligente. Y el concepto de cluster, al adoptar el modelo de la triple hélice (empresa, academia, gobierno), forma igualmente parte de su esencia.
En el documento “Mobilising regions for growth and jobs. Regions of Knowledge”, recientemente publicado por la Comisión Europea, se recogen las características de este programa, las lecciones aprendidas en cuanto a desarrollo regional a partir del conocimiento y la innovación, y se reseñan algunos de los proyectos que se llevaron a cabo en el marco del programa. Recogemos aquí el caso de los clusters de Baja Austria.
Baja Austria, Austria
La región, la mayor de las provincias federales de Austria, es uno de los centros de negocios más importantes de Europa. Desde 2004, la provincia ha estado implementando el Programa Technopol Baja Austria, que busca el desarrollo de las ubicaciones de negocios orientados a la tecnología "con una alta densidad de centros de I + D, muchas empresas dedicadas a la investigación, y el apoyo de instituciones de educación superior y de formación continua”. El programa se centra en cuatro tecnopolos diferentes, o clusters especializados: biotecnología médica (ubicado en Krems), biotecnología agroindustrial y ambiental (Tulln), tecnologías modernas industriales (Neustadt) y la bioenergía, la agricultura y tecnología de los alimentos (Wieselburg). Se les da apoyo a clusters con un enfoque en los edificios verdes, y la automoción, alimentación, logística, y los sectores de plásticos. El objetivo es reducir los costes internos de la empresa, aumentar la eficiencia energética, encontrar nuevos nichos de mercado, y desarrollar los productos y servicios adecuados para estos nichos. Por ejemplo, el grupo de construcción ecológica se centra en materiales y sistemas de construcción sostenible.
El cluster implica a unos 200 socios, 80% de los cuales son PYME. Otros socios son las empresas más grandes, junto con las instituciones y asociaciones de investigación y educación. El clúster está gestionado por la agencia regional de negocios Ecoplus.