FAO en Uruguay

Evaluar calidad y costos de la alimentación para personas vulnerables a través de transferencias

Entrega de alimentos del INDA en Salto. Foto: INDA-MIDES
27/05/2020

La FAO y Uruguay trabajan para que la ayuda alimentaria brindada en la crisis por COVID-19 sea saludable

En las últimas semanas, el Instituto Nacional de Alimentación del Ministerio de Desarrollo Social (INDA-MIDES) solicitó apoyo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el objetivo de poder monitorear el sustento alimentario que le está brindando, en respuesta a la crisis por COVID-19, a las familias más vulnerables.

“Buscamos el acceso a alimentos de calidad y, para facilitarlo, las transferencias de ingreso son un instrumento valioso”, explica la directora del Observatorio de Seguridad Alimentaria del INDA, María Rosa Curutchet.

Con ese fin, se va a estudiar la diversidad de alimentos a la que accede la población beneficiaria de las transferencias.

“Esto marca otro paso clave en el apoyo a la Seguridad Alimentaria y Nutricional de Uruguay”, destaca el oficial a cargo de la oficina en Uruguay, Vicente Plata.

Concretamente, gracias a un software desarrollado con soporte técnico de la FAO, el Gobierno podrá conocer los precios de alimentos comprados con transferencias y las características de los alimentos que se adquieran a través de la aplicación TU APP.

De acuerdo a Vicente Plata, “esto último será de gran utilidad para que el Gobierno pueda pensar políticas y estrategias a implementar que permitan contribuir a mejorar la calidad de la alimentación de las familias uruguayas más vulnerables y detectar distorsiones de precios”.

“La seguridad alimentaria y nutricional se construye con el tiempo. En la emergencia, se evidencia la solidez de lo construido y se agrega lo necesario”, analiza Plata. Esto se ilustra a través de lo que viene siendo el trabajo conjunto de la FAO y el INDA-MIDES.

Cimientos sólidos

En el año 2008, la FAO apoyó al INDA-MIDES para crear el Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (ObSAN) que lleva a cabo diversas acciones para mejorar la alimentación de la ciudadanía.

El ObSAN constituye un recurso valioso para el país que hoy, con la crisis causada por COVID-19, resulta clave para el Gobierno a la hora de tomar decisiones informadas.

En el 2014, el Gobierno, a través del Ministerio de Salud Pública (MSP), del INDA-MIDES y del Congreso de Intendentes  solicitaron a la FAO para realizar un manual de capacitación destinado a los manipuladores de alimentos, publicado en 2015, con participación del Laboratorio Tecnológico del Uruguay. El resultado fue la página disponible aquí y varios manuales. Esta herramienta es utilizada por el MSP y el INDA para capacitar a manipuladores de alimentos en Montevideo y en el interior. 
 
En el año 2016, la FAO dio asesoría técnica al Ministerio de Desarrollo Social y al Parlamento para elaborar y reglamentar la Ley de Compras Públicas a la Agricultura Familiar (Ley 19.292).
 
Luego, en 2018, la puesta en marcha de esa Ley fue evaluada y se hicieron recomendaciones para una complementación más eficiente, en el marco de un acuerdo con el Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República. 
 
A través de esa norma, el INDA-MIDES realiza compras a los productores familiares del país desde hace dos años y así abastecer comedores escolares, merenderos y brindar distintos tipos de sostén alimentario con productos frescos, saludables y locales.
 
En el año 2019, el INDA-MIDES trabajó, con apoyo de un proyecto regional de la FAO, en la difusión del derecho a la alimentación adecuada y en ese marco se desarrollaron diversos materiales comunicacionales y estrategias educativas, impulsando buenas prácticas alimentarias, entre ellas, un recetario inclusivo para Centros de Primera Infancia que fue presentado en febrero.
 
Estas sucesivas colaboraciones entre la FAO y el INDA contribuyeron a construir algunas de las fortalezas con las que hoy cuenta Uruguay para poder reaccionar ágilmente y evitar una crisis alimentaria: el país tiene una institución capaz de monitorear la situación y la posibilidad de acceder a productos frescos locales, generando circuitos cortos que reducen costos y desperdicios.
 
A esto se sumará ahora, la posibilidad de evaluar la calidad y los costos de la alimentación a la que acceden las familias más necesitadas a través de las ayudas estatales ahora y a futuro.

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