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La labor de la FAO

Simposio mundial sobre bosques artificiales - Comisión Forestal Europea - Plan Indicativo Mundial - Tendencias en el transporte oceánico de partículas de madera para fabricación de pasta


Simposio mundial sobre bosques artificiales
Comisión Forestal Europea
Labor de la Dirección de Montes sobre el Plan Indicativo Mundial
Tendencias en el transporte oceánico de partículas de madera para fabricación de pasta

Simposio mundial sobre bosques artificiales

El Gobierno de la Comunidad de Australia fue el generoso hospedante de un Simposio mundial sobre bosques artificiales y su importancia industrial celebrado en Canberra del 14 al 24 de abril de 1967. En la reunión australiana se insistió, tanto durante las reuniones técnicas como en jiras de estudio, sobre la importancia del género Eucalyptus en las plantaciones forestales. El simposio sirvió también como suplemento de una serie anterior de conferencias mundiales sobre el eucalipto organizadas por la FAO, antes de que el interés principal se orientara hacia las coníferas de crecimiento rápido.

Preparado y organizado en gran parte por O. Fugalli y R. L. Willan, por la FAO, y por Charles Cree, por Australia, el simposio reunió a 170 participantes de 42 países, siendo éste el mayor número de países que jamás hayan sido representados en una reunión internacional en Australia. Enviaron representantes el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización Meteorológica Mundial, la Comisión del Sur del Pacífico y la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal.

Inaugurado por el honorable David Fairbairn, Ministro del Desarrollo Nacional, que fue elegido por unanimidad Presidente honorario, el simposio fue presidido por Max Jacobs, Director General de la Oficina Federal de Montes y Madera, Canberra. Jack C. Westoby representó a la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO.

Fueron elegidos Vicepresidentes E. M. Baton (Estados Unidos), C'. H. Brown (Nueva Zelandia), J. de la Puente (México), G. Giordano (Italia), D. Iyamabo (Nigeria) y Nguyen van Tan (Viet Nam).

Se celebraron tres jiras antes del simposio. En la de Nueva Zelandia se recorrieron partos de las islas del Norte y del Sur, insistiendo en la repoblación en gran escala y en las industrias forestales basadas en Pinus radiata. Otra abarcó las plantaciones de eucalipto y de pino del sur y este de Australia, desde Mary Valley, Queensland, a Monte Gambier, Australia meridional, y la tercera abarcó las industrias basadas en los eucaliptos meridionales de Victoria y Tasmania. De las tres jiras efectuadas después del simposio, una abarcó el mismo terreno que la jira anterior en Australia meridional y oriental, otra las plantaciones de eucaliptos y pinos de las zonas meridionales más secas y del sudeste de Australia occidental, y la última se dedicó a los eucaliptos tropicales y las plantaciones de Queensland septentrional y Nueva Guinea.

Frente a las extracciones de los montes naturales, generalmente del orden de unos pocos metros cúbicos por hectárea al ano, y a menudo mucho menos, los rendimientos de los montes artificiales pueden ser muchas veces mayores si las especies y las condiciones de adaptación se armonizan especialmente unas con otras. Frente a las rotaciones de un siglo más o menos, los montes artificiales de crecimiento más rápido pueden producir madera para pasta en 10 años o menos, y trozas de aserrío, si es necesario, en unos 15 ó 20 años. La concentración de los productos, su tamaño uniforme y sus propiedades homogéneas casi hechas a la medida, la posibilidad de seleccionar el lugar de plantación en relación con el emplazamiento do la instalación de aprovechamiento de la madera, son factores todos ellos que contribuyen a un importante ahorro de los costos de explotación, transporte y utilización. Las metas de plantación dadas a conocer en el simposio revelaban que la superficie de montes artificiales en todo el mundo deberá duplicarse para 1985. Uno de los objetivos principales del simposio fue cómo abordar y resolver los numerosos y variados problemas para alcanzar tales metas. Las conclusiones se publicarán en un número especial de Unasylva.

Comisión Forestal Europea

La Comisión Forestal Europea celebró su 13a reunión en la Sede Central de la FAO, en Roma, del 15 al 19 de mayo de 1967. Las sesiones estuvieron presidí das por el Profesor Dr. O. Eckmüllner, quien a partir de dicha fecha ha sido nombrado jefe adjunto, Sección V (Silvicultura), Ministerio de Agricultura y Montes, Austria. Asistieron 70 participantes, en representación de 22 países miembros y 4 organizaciones internacionales.1

1 República Federal de Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumania, Suecia, Suiza, Turquía y Yugoslavia, y observadores de las Naciones Unidas, la Unión lnternacional de Organizaciones de Investigación Forestal, la Comisión Económica para Europa y la Comunidad Económica Europea.

El principal tema de discusión fue la situación forestal en Europa y los problemas de ajuste a las circunstancias actuales.

La Comisión convino en que las dos principales tareas con que se enfrentan los forestales europeos eran superar las dificultades económicas de la producción forestal y afirmar el lugar de los montes en el cuadro del esparcimiento al aire libre, hoy tan en auge.

La baja en beneficios forestales hace muy difícil convencer a los propietarios de bosques, y en particular al propietario individual, de que mantengan o incrementen las actividades silvícolas y las inversiones en el monte. Es de importancia vital un mejoramiento en los beneficios de las empresas forestales europeas, pero esto debería conseguirse reduciendo los costos de producción, más que incrementando los precios de la madera en pie o apeada. Aparte del aumento de los jornales en general, un grado más alto de mecanización de las operaciones forestales supuso emplear mano de obra más especializada y, por tanto, mejor pagada. Al propio tiempo, a menudo, el único medio para mantener la mano de obra en el monte, especialmente los trabajadores jóvenes, fue encomendarles máquinas o equipo de manipulación interesante.

La Comisión observó que en todos los países europeos las ideas referentes a ordenación forestal estaban sufriendo una rápida evolución. Contribuyó a ello el creciente intercambio entre países de experiencia en ordenación y el progreso en la asimilación de la nueva tecnología. Pero esta evolución se ve impedida y retardada en muchos países, bien porque la política forestal no ha sido aún revisada para dar cabida en ella a las nuevas perspectivas, posibilidades y problemas que la evaluación de la FAO sobre tendencias madereras europeas ha evidenciado, o porque la política forestal no ha sido establecida en términos suficientemente claros para fijar metas precisas al sector forestal.

La formulación de metas referentes a este sector exige algunas decisiones que deben tomarse fuera del propio sector forestal: decisiones relativas al grado de autosuficiencia al cual puede tenderse en la producción maderera, amplitud con que deben proseguirse las actividades forestales para apoyar la agricultura y sostener la economía agrícola, y el nivel de dembolsos en el aspecto social de los montes (función protectiva, recreativa o de amenidad) que la comunidad está dispuesta a suscribir. Estas son decisiones que incumben a los gobiernos, pero éstos deberán dirigirse a los servicios forestales en busca de muchos de los datos pertinentes a las decisiones.

La Comisión recalcó la importancia, al formular las metas de producción forestal, de la información al día relativa a las tendencias de la demanda y a los datos sobre costos/beneficios referentes a todos los aspectos de las operaciones forestales. Además, creyó que había llegado el momento oportuno para una nueva evaluación de las posibilidades futuras de Europa de suministro de madera. Por tanto solicitó de la Secretaría:

1. Aspectos de producción de la ordenación forestal:

a) que prepare un informe provisional sobre las tendencias del consumo de madera en Europa, comparando las tendencias reales en el consumo hasta la fecha con las proyectadas en el estudio de la FAO European timber trends and prospects - A new appraisal 1950-1975;

b) que solicite de los países miembros estimaciones revisadas y al día de las futuras posibilidades de suministro maderero, juntamente con la informacíon disponible relativa a los costos marginales que permitan que dichos pronósticos sean interpretados y evaluados en form arealística, y preparar un informe analítico sobre dichas estimaciones; y

c) que dichos informes se faciliten a los gobiernos miembros, si fuera posible antes del final de 1968. La Comisión consideró que la reunión de 1968 del Comité de la Madera de la CEE debería ofrecer una oportunidad para discusiones conjuntas entre sus miembros y dicho organismo sobre e el progreso conseguido.

2. Aspectos sociales de la ordenación forestal, si la Dirección dispone de los medios necesarios:

a) que estudie los reajustes técnicos que quizá deban introducirse en los métodos de ordenación forestal y en los sistemas silvícolas con el fin de aumentar al máximo los beneficios globales de la producción y los servicios proporcionados por el monte;

b) que organice una jira de estudios o convoque una reunión de tipo simposio para analizar las repercusiones económicas y financieras que para la ordenación forestal supone la creciente demanda en el aspecto recreativo.

El Ministro Delegado de Montes de Rumania, nuevo presidente de la Comisión Forestal Europea.

La Comisión observó que en muchos países era esencial una cooperación más efectiva que hasta ahora entre los montes y la industria si la nación en conjunto debía lograr los beneficios máximos de los recursos forestales. Era necesario un diálogo entre los industriales, los planificadores y los forestales para comprender completamente las dificultades de la producción forestal.

Al nivel operativo, la cooperación se consideraba igualmente importante para la industria que para los montes. En interés de la primera, podría facilitar un suministro regular de materias primas a largo plazo con la fijación adecuada de ajustes de precios. Por otra parte, los productores forestales podrían aprovecharse mucho de las industrias forestales eficientes capaces de compensar en forma adecuada las inversiones en el sector del suministro forestal. Se sugirieron, entre otros, tres medios para promover una moderna industria forestal: participación directa del Estado en la industria; subsidios al sector privado para el establecimiento o la rnodernización de industrias forestales; y fiscalización por parte del Estado del suministro maderero por medio de contratos a largo plazo como forma de estimular las unidades industriales eficientes.

La Comisión examinó también la labor de sus órganos auxiliares, la participación forestal en el Plan Indicativo Mundial de la FAO para el desarrollo. agrícola, el programa de labores de la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO, y SUS futuras actividades. El 17 de mayo, como la Comisión Europea de Agricultura de la FAO estaba también reunida en Roma, se celebró un simposio sobre cuestiones de interés común para la agricultura y los montes, bajo la presidencia de P. Lamartine Yates, Representante Regional Europeo de la FAO, en el que se presentaron y discutieron varios documentos sobre planificación del aprovechamiento de tierras en zonas rurales y sobre el papel de los montes en las pequeñas explotaciones agrícolas.

Al terminar sus sesiones, la Comisión decidió que su próxima reunión plenaria se celebrara en 1970. Se eligió a F. Tomulescu, Ministro Delegado de Montes (Rumania) como su nuevo Presidente y a L. Velay, Director de Montes (Francia), F. Ortuño Medina, Director General de Montes (España) y F. Ebeling, Director General, Junta Nacional de Montes Privados (Suecia) como Vicepresidentes.

Labor de la Dirección de Montes sobre el Plan Indicativo Mundial

En consonancia con los objetivos del Plan Indicativo Mundial para el Desarrollo Agrícola, la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO está preparando, para cada país en desarrollo, información integrada que permita determinar el papel más adecuado de los montes e industrias forestales en el desarrollo económico de la nación. Se exponen brevemente aquí la metodología, algunos de los problemas y de las ventajas que se esperan, según fueron descritos para la Comisión Forestal Europea por G.R. Gregory, quien se ha ocupado de este trabajo en la Dirección de Montes.

El Plan Indicativo Mundial (PIM), muchas veces descrito por el Director General como la tarea más difícil e importante jamás emprendida por la FAO, tiene dos objetivos principales. El primero (y más inmediato) es ayudar en la reorganización de la producción agrícola por todas las naciones del mundo de tal manera que la lucha contra el hambre sea una realidad. El segundo es mostrar de qué manera la agricultura puede contribuir al máximo para fomentar el desarrollo económico en los países en desarrollo. Debido a que prácticamente todas las naciones persiguen con ahinco el desarrollo económico, a menos que los planes para el incremento de la producción de alimentos se integren en planes generales de desarrollo, recibirán poca atención.

En el mejor de los casos, la producción de los alimentos procedentes de los bosques es pequeña. En consecuencia, el objetivo de mayor significación para la silvicultura es el de fomentar el desarrollo económico. Se puede así declarar que el objetivo de la labor de la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO relativa al PIM es el de fomentar la contribución máxima del sector forestal al desarrollo económico, atendiendo en particular a los países en desarrollo.

Antes de describir la metodología adoptada, conviene hacer algunas observaciones atinentes a la planificación. No hay que olvidar que éste es un Plan Indicativo esto es, se propone sólo indicar posibles medios de acción en el sector forestal que promuevan el desarrollo económico: la FAO n´:> está trazando planes nacionales. La Dirección cree que los planes de desarrollo pueden realizarse mejor por aquellos que están familiarizados con los montes o las industrias de que se trate. Pero la planificación del desarrollo abarca un sector mucho más amplio que los montes, e incluso las industrias forestales: debe cubrir todas las industrias y todos los sectores. Si lo forestal ha de tenerse en cuenta por las organizaciones de planificación, debe ser integrado en la estructura económica general del país en cuestión. Esto significa que los planes de desarrollo forestal deben ajustarse a la estructura económica global de la nación. La metodología se ha trazado con este propósito.

Como las políticas se realizan a nivel nacional más que regional, cada nación ha sido seleccionada como unidad de trabajo. Por cada país estudiado, el primer paso es recopilar la información más precisa posible sobre producción, importaciones y exportaciones de todos los principales productos forestales (21 en total) para 1961, 1962 y 1963. Los datos se promedian para estos tres años con el fin do proporcionar la base del trabajo futuro. El consumo de cada producto se calcula sumando las importaciones a la producción y restando las exportaciones.

Partiendo de las cifras de producción, se calculan las necesidades de materia prima mediante una serie de factores de conversión apropiados al país. Si, por ejemplo, un país produce 500.000 m3 de madera aserrada y se necesitan 2 m3 de trozas de aserrío para producir 1 m3 de madera aserrada, se estimaría que sus necesidades de materia prima para la producción de madera aserrada son de 1 millón de m3. Una vez estimadas las necesidades de materia prima respecto de cada producto, se calcula el valor de la materia prima suponiéndola entregada en el aserradero.

Los pronósticos preliminares de consumo para 1975 y 1985 se hacen utilizando el consumo por persona del año base y combinando éste con las estimaciones de población e ingresos para 1975 y 1985. Con estos pronósticos de consumo nacional, se examina el potencial de producción. Si resulta que sería difícil producir las cantidades indicadas por estos pronósticos preliminares de consumo, se reducen las estimaciones de consumo. Por otro lado, si el potencial do producción es más alto que el consumo estimado, se examinan las posibilidades de exportación. Finalmente, tanto pala 1975 como para 1985, se hacen estimaciones de consumo, exportaciones, producción e importaciones para cada uno de los productos forestales, calculándose entonces, lo mismo que anteriormente, las necesidades de materia prima y sus valores.

Seguidamente, para el año base y para 1975 y 198a se calcula el valor de los productos forestales, tanto producidos como importados y exportados. Esto da un conjunto poco común de cifras: el valor estimado de la producción y de la materia prima usada, pala cada industria forestal en la nación, para un período base de 3 años y para 1975 y 1985. Partiendo de estos datos básicos finalmente, se hacen los cálculos del valor total de las exportaciones, el de las importaciones y el valor bruto agregado (el indicador más corriente de la contribución al producto nacional bruto) respecto del sector forestal y del de las industrias forestales, situando de esta manera lo forestal en el cuadro económico nacional.

Como último paso estadístico, se calcula la necesaria expansión en la producción por cada industria forestal y sobre ésta se estima el capital de inversión necesario para lograr dicha expansión. De las necesidades de inversión y de la adición estimada al producto nacional bruto, se calculan las relaciones entre producción y capital (dato que indica muchas cosas a las comisiones de planificación económica).

Lo que se ha logrado hasta este punto puede llamarse de manera optimista un conjunto plenamente coherente e integrado de datos sobre producción, consumo, comercio e inversiones de los sectores forestal y de industrias forestales del país que se estudia. Sin embargo, debe observarse que, si bien los datos son congruentes, pueden ser muy imprecisos; las estimaciones hechas para 1975 y 1985 se basan en una serie notable de supuestos a menudo cuestionables. Una serie congruente de datos no es tarea pequeña, y sienta los cimientos para una información mejorada en el futuro.

Sobre la base de los datos que se tienen a mano, se intenta delinear las medidas de política que han de adoptarse si quiere alcanzarse el programa indicado por el plan. A menudo se trata de una labor delicada; a veces, hasta desalentadora. Naturalmente, la FAO no puede de ninguna manera dictar lo que un país debe hacer. Pero puede decir, y lo dice, lo que, de acuerdo con la información disponible, parece probable que la población de un país determinado vaya a necesitar de papel, de madera aserrada, de tableros de madera aglomerada, etc. Parece muy probable (o completamente imposible) que dicho país pueda producir dicha cantidad, o tal parte de la cantidad; para hacerlo se necesitará la inversión de X dólares en los montes indígenas o el establecimiento de tal número de hectáreas de plantaciones de coníferas que exigirán tantos millones de dólares. Las autoridades del país necesitarán proyectar la inversión de, por ejemplo, 25 millones de dólares en las industrias forestales locales de ahora a 1975 y otros 65 millones en dichas industrias durante el decenio siguiente. Si el país hace esto, se puede esperar que gaste X millones de dólares en las importaciones de productos forestales en 1975 e Y millones de dólares en 1985, en tanto podría anticipar el equivalente de Y millones de dólares en moneda extranjera de los productos forestales exportados en estos mismos años.

En conclusión, la FAO no está trazando planes de desarrollo para los países, sino que está tratando de reunir la información que todo organismo racional de planificación debería tener para determinar en forma adecuada las necesidades del sector forestal y de las industrias forestales de su economía. Se han encontrado muchos problemas, y desgraciadamente se han elaborado respuestas satisfactorias sólo a algunos de ellos. La Secretaría de la FAO agradecería recibir comentarios y sugerencias de todos aquellos que puedan ayudar.

Tendencias en el transporte oceánico de partículas de madera para fabricación de pasta

El Comité Asesor de la FAO sobre Pasta y Papel celebró su reunión anual en Roma, en mayo de 1967. Uno de los ternas que estudió fue el de las perspectivas económicas del transporte oceánico de partículas de madera para la fabricación de pasta.

Hasta ahora, el transporte oceánico de partículas de madera se hace en escala limitada: actualmente estos envíos están representados casi en su totalidad por unas 400.000 toneladas de astillas de coníferas expedidas al año desde la costa occidental de América del Norte al Japón, más unas 100.000 toneladas de partículas de maderas duras transportadas desde el Canadá oriental hasta Escocia. Pero, a pesar de este tonelaje limitado, se cree que tal transporte es importante, ya que está ayudando a ampliar, sobre todo mediante la adaptación del diseño de los barcos, la tecnología del comercio de ultramar de madera para la fabricación de pasta - un tipo de comercio que probablemente aumentará de importancia a medida que se encuentren los medios y arbitrios para suministrar a los centros de fabricación de pasta carentes de madera materias primas de zonas distantes que poseen un exceso de madera en sus montes o que pueden crear económicamente dicho excedente gracias a plantaciones forestales.

La Dirección de Montes de la FAO ha iniciado, conforme a su programa de estudios sobre transporte, la recogida de datos sobre las expediciones oceánicas de partículas de madera.

Las ventajas de las partículas de madera transportadas en cargueros, en comparación con otras formas de materia prima maderera destinada a la fabricación de pasta, se derivan de (a) la homogeneidad de la forma y (b) el tamaño y el peso que favorecen la continuidad de la carga y descarga. Así, cuando se utiliza madera de calidad inferior de los bosques, o residuos de aserraderos y otras instalaciones de transformación, su reducción a partículas en la propia fuente de materia prima, o cerca de ésta, puede, en gran medida, eliminar los inconvenientes asociados con la manipulación final y el transporte de dichos tipos de madera de forma irregular; en tanto en el extremo de recepción (es decir, en la fábrica de pasta) tanto el almacenamiento como la circulación dentro de la fábrica pueden ser notablemente facilitados.

En el caso de transporte marítimo a larga distancia, la madera para pasta en forma de astillas favorece la carga y descarga rápida y economiza mano de obra a. La carga, en particular, puede ser rápida: por ejemplo, los cargadores neumáticos en el muelle do la United States Plywood Corporation, en Oregón, tienen capacidad para unas 275 toneladas por hora. La descarga, realizada generalmente con ayuda de grúas, puede exigir mucho más tiempo que la carga, pero incluso así suele conducir a considerables economías en comparación con la manipulación, en condiciones semejantes, de madera en rollo. Así piles, el costo total de las operaciones terminales (incluidos los gastos generales del barco mientras se encuentra en puerto) tiende a reducirse en forma importante Por otra parte, la principal desventaja que tienen las astillas como carga, es decir su gran volumen y, en consecuencia, SU deficiente estiba (incluso cargando con los sistemas neumáticos que dan una buena distribución y una cierta compresión, una tonelada de astillas de coníferas enviadas al Japón ocupan generalmente 2,8 m3 (100 pies cúbicos) de espacio de carga) se acentúa en el transporte oceánico en comparación con el transporte por tierra o de cabotaje, ya que en el primero tanto la distancia como el coste total del transporte son generalmente mucho mayores.

Los esfuerzos por reducir el costo total de transporte marítimo de partículas de madera se ha centrado por tanto en la construcción de un modelo de barco que pudiera superar la desventaja de una estiba deficiente. La solución adoptada en el Japón ha sido el barco en forma de V, especialmente construido para transportar cargas voluminosas y ligeras tales como astillas y chatarra. En comparación con la sección transversal convencional de las bodegas, la sección en forma de V proporciona un espacio de carga notablemente mayor y una cubierta más amplia, permitiendo esta última dotar al barco con sistemas más completos de carga y descarga. La altura del doble fondo se limita al mínimo necesario para mantener la resistencia del casco. Al mismo tiempo, con el fin de proporcionar el lastre necesario para navegar por el norte del Pacífico en invierno, en medio del barco está instalado un depósito grande y profundo de lastre, construido de tal manera que pueda utilizarse para cargar astillas. El primer carguero en forma de V (el «Kure Maru», de 17.800 toneladas) fue botado por la Nippon Kokan (NKK) en 1964.

Como se dice más arriba, la descarga de las astillas es menos eficiente que la carga. Están en curso investigaciones encaminadas a incrementar la eficiencia de la descarga, pero, por lo que se sabe, no se ha encontrado aún una solución satisfactoria.

De la limitada información de que se dispone, resultaría que actualmente el costo de la expedición de astillas (incluso la carga y descarga) de Norteamérica al Japón (viaje de ida y vuelta de unos 34-36 días) es del orden de 8 ó 9 dólares estadounidenses por tonelada. El coste correspondiente para las astillas de madera dura transportadas desde el Canadá a Escocia (viaje de ida y vuelta de unos 22-24 días) se cree que es menor.

A largo andar, no parece improbable que los costos pudieran reducirse no solamente mejorando progresivamente el diseño de los barcos y la manipulación terminal, sino también por medios tales como el uso de barcos mucho más grandes (y, en ciertos puertos, de dispositivos que permitan la carga y descarga de las astillas en barcos no atracados) y, particularmente en el caso de ciertos circuitos comerciales de los países en vías de desarrollo, organizando en gran escala la producción de madera para pasta en zonas desde donde las expediciones (en astillas o de otra forma) tendieran a compensar los desequilibrios en la dirección del transporte marítimo de mercancías.


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