Unasylva
Revista internacional de silvicultura e industrias forestales
LA QUINTA REUNIÓN de la Comisión Forestal Norteamericana de la FAO, que agrupa al Canadá, México y los Estados Unidos, se celebró en Ottawa en el mes de septiembre de 1969.
Edward P. Cliff, Jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos, al analizar el futuro de la silvicultura tal como lo veía, dijo que estábamos entrando en una nueva era de la silvicultura. Durante algún tiempo muchos habíamos visto que esto iba a suceder. Todos habíamos pensado y hablado bastante acerca de las presiones que estaban produciéndose y que influían en la ordenación y aprovechamiento de las tierras forestales. En cierto modo, el año 1969 parecía marcar el comienzo de un auténtico momento crítico, ya que las crecientes necesidades y esperanzas de la gente aumentaban en contraposición a la realidad de unos recursos que permanecían estáticos o que disminuían.
Las demandas de más viviendas, el uso cada vez mayor de zonas de esparcimiento, una creciente preocupación por la protección del medio ambiente, son algunas muestras de esas presiones en aumento.
En los Estados Unidos, México y Canadá cada vez hay mayor conciencia de que no se pueden satisfacer sencillamente las necesidades básicas de los hombres sin proteger y ordenar las tierras forestales del país e invertir en ellas. La nueva inquietud e interés por la conservación, que enseña y predica la profesión forestal, pueden ser el comienzo de una nueva era de la silvicultura.
Es evidente que se necesita una ordenación forestal más intensiva de las tierras actualmente explotadas. Las tierras que actualmente no son objeto de ordenación - especialmente muchas de las tierras privadas no industriales de menor extensión - se deben ordenar. La industria privada, las administraciones locales, los Estados o provincias y los gobiernos federales aúnan fuerzas para llevar a cabo esa ordenación intensificada.
Las investigaciones efectuadas en América del Norte están consiguiendo espectaculares avances en la protección y ordenación forestal, muchos de los cuales son derivaciones de la tecnología de la era espacial. En Canadá, el Servicio Forestal Canadiense, que se ha fusionado con los servicios de pesca federal para constituir un Departamento de Pesca y Montes, dispone de un gran programa de investigación y, por consiguiente, el nuevo departamento tiene oportunidad de afrontar en forma coordinada muchos problemas de interés para todo el ministerio. Estos incluyen programas multidisciplinarios sobre aprovechamiento de cuencas hidrográficas para pesca y montes, con especial atención a las repercusiones de las actividades forestales, programas de protección forestal e industrias forestales sobre la pesca continental y las zonas de desove.
Los miembros de la comunidad forestal propenden cada vez más a ocuparse de los aprovechamientos de las tierras forestales con fines distintos de los de la producción de madera únicamente, lo que se refleja en la serie de proyectos de investigación actualmente en curso. Las demandas cada vez mayores que se hacen a los medios forestales para usos industriales, producción de agua, parques de recreo y habitat de la vida silvestre, junto con sus muchos valores como lugares de esparcimiento, significan igualmente que habrán de proporcionar programas ampliados de investigación si se quiere disponer de información suficiente para evitar graves conflictos en los intereses de los usuarios y, al mismo tiempo, asegurar el constante bienestar de las; industrias forestales.
Los delegados que asistieron a la reunión de la Comisión Forestal Norteamericana hablaron ampliamente acerca de la creciente complejidad tecnológica de las prácticas forestales de hoy día. Cambiaron impresiones sobre las condiciones económicas y sociales que varían con tanta rapidez y que influyen en la silvicultura, así como sobre la creciente influencia que ejercen sobre el múltiple empleo de las tierras forestales grupos que persiguen un sólo interés.
De todos los debates, la comisión dedujo que había evidente necesidad de un foro mundial permanente sobre montes con objeto de impartir orientaciones y asesoramiento acerca de los programas forestales de la FAO, mejorar la comprensión y las relaciones prácticas de la silvicultura con otros sectores de desarrollo económico y social, y poder correlacionar más los problemas y oportunidades en los países desarrollados y en desarrollo.
Dentro del marco del Plan Indicativo Mundial para el Desarrollo Agrícola, de la FAO, la oportunidad de los Estados Miembros con capacidad para analizar frecuentemente las tendencias existentes en la economía de los productos forestales viene a corroborar la necesidad de disponer de un foro para debates regulares sobre los problemas forestales mundiales según se presenten.
Por eso, la comisión recomendó al Director General de la FAO que estudiara los medios para dar respuesta a esta necesidad de un foro mundial permanente en materia de silvicultura, que debería reunirse no en fecha necesariamente relacionada con las de la Conferencia de la FAO, sino cuando los programas de la FAO para el futuro inmediato se hallen en su fase de elaboración.
