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7. EL PROBLEMA DE LA INDUSTRIA DE LA ALIMENTACION EN LA ACUICULTURA DE AMERICA LATINA.

7.1. ANTECEDENTES.

Antes de iniciar el análisis de la problemática de la industria de la alimentación en acuicultura en América Latina y el Caribe, se considera importante mencionar las principales diferencias que existen, en cuanto a los requerimientos nutricionales y la tecnología de los alimentos de los animales terrestres y los acuáticos. En primer lugar, los requerimientos nutricionales de las especies de corral (aves, cerdos, ganado vacuno, conejos etc.) han sido intensamente estudiados por muchos años, mientras que la nutrición de los organismos acuáticos es una ciencia de reciente desarrollo, aproximadamente de 50 años.

En acuicultura, la mayor parte de la investigación sobre nutrición se ha realizado en peces y de éstos, los salmónidos son los más estudiados, seguidos por trabajos realizados en la carpa común y el bagre. Sin embargo, recientemente se ha dado gran atención a otras especies que incluyen organismos tropicales de aguas salobres y marinas de diferentes partes del mundo (N.R.C., 1983).

A través de las investigaciones, se ha determinado que son necesarios más de 40 compuestos químicos en la dieta de los organismos acuáticos, para cubrir adecuadamente las funciones metabólicas, y se ha observado que cualitativamente estos requerimientos son similares a los que poseen los animales terrestres (Halver, 1976; N.R.C., 1983); sin embargo, cuantitativamente existen diferencias significativas, el ejemplo más sobresaliente es que los peces tienen altos requerimientos de proteína (30–60%) en comparación con la de los animales de corral (12– 22%).

La proteína es uno de los componentes más caros en la dieta de cualquier organismos en cultivo y el costo de este nutriente y los niveles de inclusión en la dieta, afectan directamente los costos del alimento y finalmente la producción en los sistemas de cultivo (Cho et al., 1985). Con el objeto de reducir al máximo los costos e incrementar la eficiencia de los alimentos, en acuicultura es fundamental evaluar los requerimientos de cada especie y realizar estudios para tratar de encontrar substitutos proteicos más económicos. En dietas prácticas, se resuelve en parte, incrementando la proporción de las grasas como recurso energético hasta una condición de balance proteína-energía (P:E) adecuada que permita obtener mejores crecimientos a un costo más bajo.

Con respecto a los ácidos grasos esenciales, los peces requieren aquellos que son altamente polinsaturados, las especies de aguas marinas tiene requerimientos específicos por la serie W3, mientras que los de aguas tropicales y templadas requieren de las series W3 y W6. En comparación, a los animales terrestres, a los peces les son indispensables principalmente los de la serie W3 (Henderson y Sargent, 1985; Bell et al., 1985; Tacon, 1987a).

Una característica importante que hay que tomar en cuenta, es que los peces carecen de la habilidad de utilizar carbohidratos como fuente principal de energía, empleando a las grasas y proteínas en su lugar (Anderson et al., 1984; Tacon y Cowey, 1985; Kono et al., 1987).

Además de las diferencias cuantitativas de los requerimientos nutricionales entre animales terrestres y acuáticos, existen, por el simple hecho de la diferencia de ambientes en el que se ofrecen los alimentos, diferencias importantes entre la elaboración de éstos para unos y otros. Los alimentos de animales acuáticos deben tener propiedades más estables que las de los terrestres, debido a que en este ambiente, los alimentos sufren un rápido deterioro y la disgregación de sus elementos constitutivos si estos no son protegidos y aglutinados adecuadamente. Desde el punto de vista de la tecnología de los alimentos, estos factores necesariamente incrementarán los costos de manufactura, pues se requiere de la utilización de aglutinantes más efectivos y recubrimientos de diferentes orígenes que “aislen” el alimento del medio ambiente.

En relación a las características físicas del alimento, es fundamental mencionar que en acuicultura la granulometría de los componentes del alimento peletizado juega un papel muy importante durante los procesos de la alimentación. En animales de corral, los granos como soya, sorgo, trigo, así como la harina de pescado que son utilizados para la formulación de los alimentos, no requieren ser pulverizadas, principalmente porque el tamaño de boca de las especies a alimentar así lo permite, de tal manera que el animal al consumir varios pélets, adquiere todos los materiales nutritivos en cantidades adecuadas. Además la capacidad de digestión permite que el animal tenga acceso a los nutrimentos. En el caso de peces y crustáceos, es esencial que los ingredientes sean finamente molidos, de tal manera que pasen a través de mallas de 0.25mm para premezclas y alimentos de iniciación y de 0.354mm para crecimiento y reproductores. Después del tamizado, el alimento no debe contener más del 10% de gránulos del tamaño superior o inferior a los especificados. Los “finos” que resultan de la manufactura de los pélets no deben ser usados como alimento de iniciación y deben ser recirculados continuamente en la elaboración de los alimentos. El pulverizado de la materia prima en los alimentos garantiza la homogeneidad del contenido de nutrientes en los diferentes tamaños de pélets, los cuales abarcan los rangos correspondientes a larvas, crías, juveniles y reproductores. Lo anteriormente expuesto, implica en términos de tecnología de los alimentos, un incremento en costos por la necesidad de utilizar molinos para pulverizar los componentes alimenticios y por otra parte tener un equipo, que permita obtener después del peletizado diferentes tamaños de partícula, para cubrir las necesidades de alimentación de las distintas tallas de los organismos. En forma general, la partícula de alimento debe de tener una relación con la abertura de la boca de 1:0.4–0.6 (Wankowsky y Thorpe, 1979).

Ya se mencionó que en peces, los requerimientos de proteínas se pueden reducir en cierta proporción con la adición de grasas en las dietas. Debido a que los peces tienen altos requerimientos de ácidos grasos polinsaturados, se utilizan en las dietas altas proporciones de aceite de pescado, así, además de cubrir los requerimientos y de reducir costos, el aceite se usa como atrayente y le proporciona palatibilidad. El uso de aspersores de aceite después del peletizado y una adecuada proporción de antioxidantes para evitar la rancidez de los aceites insaturados de origen marino, son necesarios en la industria de los alimentos en acuicultura. Las fábricas de alimentos para organismos terrestres no tienen esta problemática y por lo tanto no cuentan con el equipo para ello.

En la industria alimenticia para animales de corral, el uso de aminoácidos libres es una práctica común para el balanceo de dietas para evitar deficiencias. En este aspecto, los peces y crustáceos en general son altamente ineficientes para la utilización de aminoácidos libres, lo que crea un problema de orden económico cuando se tratan de formular dietas con materiales bajos en ciertos aminoácidos, ya que en estos casos, se requiere utilizar una mayor proporción de harina de pescado o buscar proteínas adecuadamente balanceadas en su contenido de aminoácidos.

Finalmente en la industria de la alimentación para la acuicultura, es importante determinar si los pélets que se van a fabricar son para especies que consumen alimentos flotantes (como la mayoría de los peces) o el alimento tiene que sumergirse para que esté disponible a los animales (como en el caso del camarón, langostino, bagre, peces planos, etc.). Lógicamente en la industria de la alimentación para animales terrestres ésto no es necesario.

7.2. LA INDUSTRIA DE LOS ALIMENTOS EN AMERICA LATINA.

En esta sección se hace un breve resumen de la situación que guarda la industria de fabricación de alimentos para la acuicultura de diversos países de la región.

7.2.1. Argentina.

En este país se han localizado 7 empresas que fabrican alimentos para peces, principalmente trucha; estas plantas son, (1) cargill, con 4 plantas, altamente diversificadas en la producción de alimentos animales; (2) Nutrimentos Purina, con 3 plantas para la producción de alimentos para todo tipo de organismo; (3) Ganave, que produce alimentos para animales en general; (4) Fontinalis, S.A., (5) Truchas del Sur, S.A., (6) Vaitere, S.A. y (7) Shulet. De estas plantas, sólo la No. 7 no produce alimentos para salmónidos.

Todas las compañías producen alimentos en forma de pélet, excepto la número 7 que produce alimento en escamas. La producción entre las dos primeras fábricas es alrededor de 200 ton/año. La industria Ganave produce entre 30 a 50 ton/año, mientras que la 4, 5 y 6 producen 300, 200 y 150 ton/año respectivamente. De las plantas de Cargill y nutrimentos, sólo una de cada una produce alimento para peces. La industria Ganave tiene un producto para la trucha de reciente ingreso en el mercado (10 meses), aún sin nombre. Las empresas 4, 5 y 6 son empresas en su mayoría para el autoconsumo, las ventas son al margen del mercado tradicional, sus productos son sin marca. Los proveedores 1 y 2 son poseedores de un mercado cautivo que oscila entre uno y otro en forma muy marcada, según los precios, sin embargo, han comenzado a ser desplazados por otros proveedores (Com. per. Luis M. Chiodo y Lic. Virgina Mariana Artazcoz).

7.2.2. Ecuador.

En Ecuador existen varias compañías que producen alimento para camarón, sin embargo se cuenta solamente con la información de la compañía Nutril S.A. la cual produce cuatro fórmulas para camarones en función de la edad del mismo, de tal manera que ofrece dos alimentos de precría para densidades de siembra mayores y menores a 800,000 postlarvas/ha, un alimento para crecimiento hasta 14g y uno más para engorda, para animales con más de 14g.

En la preparación de las dietas utilizan como fuente de proteínas, harina de pescado, harina de camarón y pasta de soya. Los cereales y subproductos constituyen una gran proporción de la fórmula, los minerales se proporcionan utilizando fosfatos y carbonatos. Se añaden premezclas de vitaminas liposolubles, hidrosolubles y varios aditivos adicionales para garantizar la conservación del alimento, palatibilidad, evitar el crecimiento de microorganismos y la oxidación de los nutrientes (Fuente: Propaganda comercial de NUTRIL S.A.)

7.2.3. México.

En el estudio de Ceballos y Velázquez (1988), se presenta la información detallada de las industrias que en México preparan alimentos para la acuicultura; en él se relacionan las empresas, líneas de alimentos que producen, la composición proximal y el costo por tonelada de alimentos para trucha, tilapia, bagre, carpa, camarón (Penaeus) y langostino (Macrobrachium). Se tienen identificadas 10 compañías de las cuales, Ac. Tapatía, ALBAMEX, ALVER, ApiAba, Conasupo, FIDERUSA, Gigante, Pedregal y Purina, fabrican principalmente dietas para aves y ganado, mientras que Biotecmar produce alimentos para peneidos. En general, los alimentos balanceados que se ofrecen para el cultivo de especies acuáticas, no son los adecuados para las distintas especies y sus diferentes etapas de desarrollo. Por otro lado, se observa poca disponibilidad de ellos a nivel regional. Los alimentos balanceados por lo general presentan calidad indefinida, ya que se carece de normatividad por parte de las autoridades correspondientes (Ceballos y Velázquez, 1988).

De la información proporcionada se desprende que de 9 empresas, solamente una elabora pélets para los diferentes estadios de los peces (trucha), el resto presentan al mercado diferentes productos alimenticios para carpa, tilapia, bagre, camarón y langostino, y solamente una o dos presentaciones para varios estados de desarrollo (cría o iniciador; engorda, crecimiento o desarrollo; y reproductor o finalizador), pero el tamaño de pélet normalmente es el mismo. En relación a las composiciones proximales que proporcionan las empresas, la humedad invariablemente es de 12%, mientras que la proteina varia de acuerdo a la especie y al estado de desarrollo al que es destinado el producto, entre 25% y 50%.

De las empresas que elaboran alimentos para peces, solamente una pulveriza parcialmente sus materias primas, el resto presentan gránulos de diferentes tamaños y diferentes materiales (granos, escamas, espinas, etc), lo que ocasiona numerosos problemas durante la alimentación a todos los niveles de desarrollo, pero principalmente de las tallas más pequeñas. Debido a este factor, los pélets tienen que someterse a un tratamiento previo a su utilización, el cual generalmente consiste en trituración, pulverización y tamizado, agregando en algunos casos complejos vitamínicos para compensar la pérdida de estos nutrientes, lo que a su vez incrementa los costos de los alimentos por las premezclas añadidas y la mano de obra utilizada para ello.

En conclusión, en México la industria de la alimentación para la acuicultura es incipiente. El cultivo de especies con altos precios en el mercado como es la trucha y el camarón pueden hacer que cambie la orientación de esta industria, sin embargo, se requieren fuertes inversiones para el desarrollo adecuado de ésta, así como la preparación de personal técnico calificado en el área de la nutrición y alimentación de peces y crustáceos, para asesorar a los fabricantes sobre los requerimientos y necesidades de las diferentes especies acuáticas.

7.2.4. Perú.

En este país se han identificado 5 fábricas que producen alimentos para trucha y langostino (peneidos), siendo éstas, Nicolini Hnos, S.A., Purina Perú, S.A., Molinos Takagaki, S.A., Molino Excelsior, S.A. y Nutripaisa, S.A. La actividad principal de estas empresas es la producción de alimentos para ganado, aves y animales domésticos, de manera que la fabricación de alimentos para acuicultura se considera una línea de producción secundaria.

Es muy difícil cuantificar cuanto alimento produce cada empresa, ya que la fabricación generalmente es a pedido del cliente. La producción global de alimento para trucha es de 1000 ton/año. Sus ingredientes no son pulverizados; se ofrece en tres tamaños de partícula. En el caso del pélet-langostino, se producen 2500 ton/año; los ingredientes son molidos pero no pulverizados. Los comprimidos son generalmente adicionados con aglutinantes. Sólo se ofrece un tamaño por productor.

Las cuatro primeras empresas tienen su centro de producción en Lima, a aproximadamente 1300 km de la zona langostinera (24 horas de viaje) y a más o menos 250 km de la zona langostinera de Tumbes. En Sullana, a más o menos 350 km de Tumbes, hay una nueva planta de alimentos, NUTRIPAISA, S.A. que produce alimentos para langostinos aunque no de buena calidad y con irregularidades en el suministro (Comunicación de José Vera, Centro de Investigación y Desarrollo Agropecuario, Perú).

7.2.5. República Dominicana.

En República Dominicana, la empresas Proteínas Nacionales y Albaca producen alimentos balanceados y concentrados para animales, incluyendo peces y camarones, (Com. Pers. Lic. María Luisa Carrillo).

7.2.6. Venezuela.

En este país se identificaron dos compañías, Purina y Protinal, que fabrican, la primera, alimento para camarón (peneidos) con dos niveles de proteína, así como también dietas balanceadas para trucha y Colossoma sp.; la segunda empresa produce dos fórmulas para engorda y una para crecimiento de peneidos, así como un alimento para trucha.

Las dos empresas producen esencialmente alimento para aves y ganado. La producción de la compañía Purina en relación a los alimentos para organismos acuáticos es de 370 ton/año. Estos productos se ofrecen en varios tamaños de grano. La empresa Protinal produce 70 ton/mes de trucharina y 50 ton/mes de protinal 1P y 2P para camarón. La compañía Protinal, S.A. utiliza como ingredientes para los alimentos de camarón harina de pescado, carne y soya, maíz, sorgo, afrechillo de trigo, grasa estabilizada, sal, fosfato y carbonato de calcio, minerales “traza” (cobalto, cobre, hierro, manganeso, yodo y zinc), suplementos vitamínicos (A, B1, B2, B12, D, E, K, Ac. fólico y pantoténico, biotina, colina, niacina) y antioxidante (Com. pers. Prof. Lucía Gamba de Ormeño, Universidad Simón Bolívar).

7.2.7. Uruguay.

En Uruguay no existen industrias que produzcan alimentos para organismos acuáticos. El Instituto Nacional de pesca y el Instituto de investigaciones Pesqueras cuentan con infraestructura para la producción de raciones a nivel de investigación. Ambas instituciones cuentan con laboratorios para análisis bromatológicos con personal especializado. (Com. pers. Rolando Mazzoni, Uruguay).

Como se aprecia claramente, difícilmente existe en los países incluidos en el estudio, una industria dedicada a la producción exclusiva de alimentos para usarse en acuicultura, lo cual conlleva a la carencia de dietas completas sometidas a los procesos de molienda y tratamientos especiales necesarios en éste tipo de dietas.

7.3. LA HARINA DE PESCADO Y SU PROBLEMATICA PARA LA ELABORACION DE ALIMENTOS PARA PECES Y CRUSTACEOS.

La harina de pescado es considerada la fuente primaria de proteína, en los alimentos balanceados para los animales que se manejan en sistemas controlados, siendo por tanto ampliamente utilizada en dietas para aves, cerdos y ganado, nombrados en orden de importancia.

En el caso de la acuicultura, este insumo es esencial en las dietas completas para cultivos intensivos y en menor grado para semi intensivos, ya que para satisfacer los elevados requerimientos nutricionales de los peces se necesitan altos niveles de proteína de alta calidad, con adecuados balances de aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales y otros nutrientes que la harina de pescado puede proporcionar.

Debido a que este insumo normalmente es caro, afecta notablemente el precio del alimento terminado, por lo tanto la tendencia actual es reducir al máximo su uso sustituyéndolo con proteínas alternativas más baratas, obtenidas de diferentes fuentes, principalmente de origen vegetal; sin embargo, todavía no se han desarrollado dietas sin harina de pescado que sustituyan con ventaja a las preparadas con ella, por lo que se hace necesario seguir investigando a fin de identificar materiales alternativos.

De acuerdo con New (1987), la harina de pescado se puede producir mediante procesos rústicos o utilizando instalaciones sofisticadas, lo cual va a influir en la calidad del producto y su precio; esta calidad varía ampliamente de acuerdo con el tipo de material utilizado. En este sentido, se puede hablar de harina blanca, preparada a partir de peces no grasos y residuos de pescado, secados en hornos y molidos; la llamada harina café se prepara cociendo la materia prima, pasarla para extraer el aceite y posteriormente secarla en un horno a vapor y molerla. Este proceso afecta la calidad de la harina, ya que un sobrecocimiento daña la calidad de la proteína, mientras que un cocido deficiente favorece la contaminación con bacterias tales como Salmonella. Adicionalmente, harinas de mala calidad pueden ser adulteradas con uréa para elevar su contenido de nitrógeno no proteico y enmascarar su deficiencia durante los análisis bromatológicos. En los últimos años se han detectado problemas nutricionales en la industria avícola derivados del uso de harinas de pescado de mala calidad provenientes de pescado de carne roja como la caballa, la sardina, la anchoveta etc., las cuales generan el llamado “vómito negro” y que es atribuido a la presencia del tóxico L-Mollerosina, formado debido a una reacción entre la histidina o la histamina (compuesto derivado de la histidina que se forma por la acción de microorganismos al perder frescura el pescado) con la lisina, reacción favorecida por el sobrecalentamiento (135°C) de la harina en el secador; sus efectos se han estudiado principalmente en aves, y se recomienda que el alimento terminado no tenga más de 0.2 ppm de mollerosina como máximo permisible para dietas para pollos (Osuna, 1988). En peces hay evidencias de que la L-Mollerosina puede provocar alteraciones a la mucosa intestinal (hemorragias, necrosis) y atrofia de la capa muscular del estómago, reduciendo en consecuencia el crecimiento de los peces. Se ignora su efecto en otras especies como los crustáceos (Com. Pers. Emilio Castro).

Por lo general, los países de América Latina que cuentan con costas mantienen una industria de fabricación de harina de pescado, sin embargo, la cantidad y calidad del material producido varía grandemente entre ellos, debido a los métodos de fabricación y las especies que sirven de materia prima. La tecnología de fabricación afectará la calidad de la harina, influyendo sobre su contenido de humedad y proteína, digestibilidad, contenido de lípidos y antinutrientes, así como su granulometría; las especies utilizadas influirán sobre el contenido de aceite de la harina, minerales y granulometría (huesos), principalmente. La mejor manera de asegurarse de la calidad de la harina utilizada, es conocer el tipo de proceso de su fabricación y los controles de calidad aplicados en la fábrica y país de origen, además de los análisis que se deben de realizar por el usuario para confirmar que el alto precio pagado por la harina corresponda con la calidad esperada.

En las costas del Pacífico de Sudamérica, se haya establecida la industria elaboradora de harina de pescado más importante de la región, produciendo harinas de alta calidad para exportación a partir de anchoveta y sardinas principalmente. Los países más importantes por volúmenes de producción son Perú, Chile y Ecuador, que satisfacen su propia demanda y exportan grandes cantidades. En los últimos años su producción se ha visto afectada por fenómenos ecológicos y climáticos, particularmente el del “Niño”, reduciéndose la producción de harina y las exportaciones, lo cual ha afectado significativamente a la industria elaboradora de alimentos balanceados.

En esta sección se pretendió hacer una evaluación real de la situación que guarda la producción de harina de pescado en los diferentes países del área, y determinar de que manera afecta a la producción de alimentos balanceados para usarse en la acuicultura, para lo cual se realizaron una serie de cuestionarios que deberían ser resueltos por expertos de los distintos países. Sin embargo, la baja respuesta limitó la capacidad para evaluar el problema, por lo que solamente se hacen algunas observaciones basadas en los cuestionarios resueltos y los atlas de productos agropecuarios e industriales realizados previamente por algunos países:

7.3.1. Argentina.

produce harina de pescado con diferentes grados de calidad sin especificar la problemática (Luis M. Chiodo, Com. Per., cuestionario).

7.3.2. Chile.

Es un importante productor de harina de pescado de alta calidad para exportación, elaborada a base de sardina, jurel, anchoveta y caballa. Produce tres tipos principales (según el IFOP, 1989):

  1. Standard FAQ-65, con un mínimo de 65% de proteína y un máximo de 14% de lípidos y 10% de humedad. Recomendada para usarse en alimentación de aves, cerdos y rumiantes.

  2. Alta Calidad-68, a base de especies seleccionadas, con un contenido mínimo de proteína de 68%, digestibilidad mínima de 92%, recomendada para alimentar cualquier organismo incluyendo su uso en la acuicultura.

  3. Prime o Especial, elaborada con pescado fresco seleccionado, procesada a bajas temperaturas principalmente en el secado, para garantizar una digestibilidad mínima de 94%, un contenido de proteína mínimo de 68% y un máximo de 12% de lípidos y 10% de humedad. Se recomienda especialmente para usarse en acuicultura, para lechones en destete y animales de piel.

7.3.3. México.

Produce harina de pescado en los principales puertos pesqueros del país, sin embargo, su calidad por lo general es baja y muy variable debido a deficiencias en los sistemas de producción y el tipo de especies utilizadas para su elaboración. Se identifica a los estados de la región del Pacífico Norte, particularmente a Baja California norte, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa como a los únicos productores de harina de calidad adecuada para usarse en la alimentación animal y particularmente para la acuicultura. Sin embargo, esta calidad es variable con las estaciones del año y las especies utilizadas para la elaboración de la harina, básicamente sardinas y en menor grado anchoveta. En las demás regiones del país se produce a partir de múltiples especies sin una selección previa, lo que redunda en una gran variabilidad en la calidad, por lo común deficiente e inadecuada para usarse en la acuicultura y otras zootecnias como la avicultura.

Esta regionalización y estacionalidad de la harina de calidad provoca que los productores de alimentos no puedan cubrir la fuerte demanda, de manera que los pequeños fabricantes de alimentos balanceados se ven orillados a utilizar harinas de mala calidad, mientras que los principales productores, utilizan la poca harina de buena calidad disponible e importan harinas de otros países como Perú, Chile y Ecuador, en niveles superiores al 60% de sus requerimientos anuales, aun cuando la tendencia actual es importar el 100% de la harina que ocupan, debido a que además de mantener una calidad estable durante el año, se puede conseguir a precios más bajos que la nacional cuando se compra en grandes volúmenes.

7.3.4. Panamá.

De acuerdo con lo señalado en el atlas (sección 4.3), el país produce harina de buena calidad en volúmenes que permiten sostener una importante industria de exportación. Las especies utilizadas para su elaboración incluyen anchoveta y arenques entre otras.

7.3.5. Perú.

Es uno de los productores más importantes de harina de pescado de alta calidad para consumo interno y exportación (José Vera, Com. Per., cuestionario), sin embargo, de acuerdo con lo señalado en los atlas, la calidad sanitaria del material para consumo interno es variable durante el año.

7.3.6. Uruguay.

Este país produce harina de pescado de buena calidad que satisface las necesidades de la acuicultura que ahí se practica (Rolando Mazzoni, Com. Per., cuestionario).

Desafortunadamente no se cuenta con información confiable de todos los países del área, sin embargo, se considera que la problemática es similar entre los países que no cuentan con una industria harinera altamente desarrollada como los ya mencionados, particularmente en la subregión centroamericana, que tienen que importar grandes cantidades de este insumo para satisfacer sus necesidades.

En este sentido es fundamental mejorar los métodos de producción en los distintos países para la obtención de materiales con una calidad estándar mínima que satisfaga los requerimientos de la industria alimentaria.

7.4. PROBLEMATICA DE LA PRODUCCION DE ALIMENTOS PARA LA ACUICULTURA.

De los informes sobre las industrias que producen alimentos para la acuicultura en los países antes mencionados, de los perfiles de alimentación de peces y crustáceos de México, Perú y Brasil, así como de las visitas realizadas a varios países, se evidencían los siguientes problemas, los cuales unos son ligados a los anteriores:

  1. La acuicultura de tipo semi intensivo e intensivo en la mayoría de los países de América Latina es reciente.

  2. Debido a lo anterior, la industria de los alimentos balanceados para la acuicultura es incipiente en la región, de tal manera que no existe una industria preparada para la producción específica de alimentos para animales acuáticos.

  3. Por lo tanto, en muchos países los acuacultores utilizan para alimentar peces y crustáceos, los alimentos que son elaborados para alimentar pollos, cerdos, vacas, conejos, etc.

  4. En la mayoría de las fábricas de alimentos para animales terrestres, no hay personal especializado en la preparación de alimentos para animales acuáticos.

  5. Debido al interés y al creciente aumento en el número de granjas de diversas especies acuícolas, los alimentos se preparan usando las instalaciones de las industrias para alimentos de animales terrestres. Debido a lo anterior los alimentos son elaborados con muchas deficiencias, entre las cuales se mencionan las siguientes:

7.4.1. Conclusiones y Recomendaciones.

  1. El personal técnico al frente de esta industria en la mayor parte de los casos requiere información y un adecuado entrenamiento en cuanto a alimentos para organismos acuáticos.

  2. La industria de la alimentación requiere establecer vínculos con los sectores de investigación, tanto gubernamentales como de educación superior, para optimizar a través de la investigación, los alimentos ofrecidos a las diferentes especies de animales cultivados y generar en lo posible nuevas dietas basadas en insumos regionales, optimizar los componentes y las formulaciones en función de una producción más eficiente.

  3. Es fundamental la utilización de pulverizadores para la elaboración de los alimentos, con el fin de eliminar los problemas generados por la deficiente homogeneidad de los componentes en las dietas.

  4. En general, las formulaciones disponibles para las diferentes especies estan dirigidas al crecimiento o engorda y no consideran dietas para las etapas iniciales (contenido de grasa, proteína, vitaminas y tamaño de partícula). De la misma manera, los alimentos ofrecidos a los reproductores no son producidos considerando los requerimientos de estos animales, además de que no se usan en los períodos adecuados, como por ejemplo en las truchas que deben de proporcionar casi con un año de antelación al desove, para tener un efecto adecuado en el desarrollo de huevecillos sanos. Por lo tanto, es necesario que se elaboren dietas específicas no sólo para cada especie, sino para cada fase de su cultivo.

  5. Aun cuando algunas fábricas de alimentos ofrecen tablas de alimentación (salmón y trucha), ésta no es una práctica común, por lo que se recomienda que se elaboren para cada especie y región con el fin de hacer más eficiente la utilización de las raciones.

  6. Es fundamental reconocer que mientras mayor sea la calidad de los alimentos producidos por la industria, mejores serán los resultados en el cultivo en términos de eficiencia y volúmenes de producción. El incremento en la calidad y la confianza en la formulación ofrecida ayudaría a terminar con la ineficiencia que se observa actualmente en el cultivo de muchas especies.

  7. Debido a la problemática de disponibilidad y calidad de la harina de pescado para la industria de la alimentación animal, en términos de acuicultura, se recomienda enfáticamente apoyar la identificación de materiales no convencionales que la substituyan al menos parcialmente. Se recomienda que se continúe con la elaboración de los atlas de productos y subproductos agropecuarios e industriales por país, con el fin de obtener la base para iniciar investigación aplicada sobre el uso de los materiales alternativos más apropiados para ser utilizados en la elaboración de alimentos acuícolas.


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