Página precedente Indice Página siguiente


TERCERA PARTE
ESTUDIO DE CASO EN EL MUNICIPIO DE BARRANCABERMEJA (COLOMBIA)

1. DIAGNOSTICO DEL MUNICIPIO DE BARRANCABERMEJA (COLOMBIA) EN FUNCION DE UN POSIBLE DESARROLLO DE LA ACUICULTURA RURAL TIPO II

1.1 Distribución político-administrativa de Barrancabermeja

El Municipio de Barrancabermeja está distribuido en un área urbana y un área rural.

El área urbana está conformada por siete comunas en donde se agrupa el 80% de la población del municipio. El área rural está conformada por los corregimientos de El Centro, Ciénaga del Opón, San Rafael de Chucurí, La Fortuna, Meseta de San Rafael y el Llanito.

Respecto a la organización social, la Acción Comunal aparece como una de las principales organizaciones comunitarias existentes. Si bien un alto porcentaje de la población parece tener conocimiento de la existencia de estas organizaciones, el nivel de participación en ellas es limitado, lo que puede ser reflejo de las complejas condiciones sociopolíticas de la región (Figura III.1).

1.2 Aspectos socioeconómicos generales de la región

El desarrollo que caracterizó la formación de la región generó una alta dependencia de la producción petrolera. La exploración y explotación de hidrocarburos por su carácter de enclave, no ha propiciado el desarrollo de otras actividades productivas acordes con los potenciales agrícolas y mineros de la región. Las oportunidades de acceder a los beneficios del desarrollo se concentraron en pocos sectores de la población y del territorio. La situación se vio agravada con la suspensión del servicio férreo y la declinación de la navegación por el río Magdalena, que desarticuló la región de la vida nacional, convirtiéndola en escenario de graves conflictos sociales y políticos.

Lo anterior ha generado importantes migraciones poblacionales de las zonas rurales, hacia Barrancabermeja. La atracción de un flujo elevado de inmigrantes ha superado la capacidad del centro urbano para proveer servicios, vivienda y empleo. Últimamente esa inmigración se ha acelerado por la presión que ejercen los procesos de violencia, asocidos a los fenómenos guerrilla y narcotráfico, de particular incidencia en la región, y las precarias condiciones socioeconómicas del campesinado en esas zonas.

La población de la subregión del Magdalena Medio ascendía en 1992 a 350,000 habitantes. Barrancabermeja con 171,700 habitantes posee el 11% de su población en la zona rural. En los demás municipios la población rural varía entre 50% y 90%. Los municipios petroleros de Barrancabermeja y Sabana de Torres presentaron tasas de crecimiento en el período 1985–1990 de 2.1 y 5% respectivamente, superiores al promedio nacional que es del 1.9%. Los demás municipios crecen muy poco (1.7%) o presentan tasas negativas de crecimiento (-0.25%). La densidad de la población rural ubicada en los alrededores de pequeños centros poblados como el Centro, Lanito, Lizama, San Rafael, se estima cerca de 6.5 hab/km2.

Con el Plan de Acción para Barrancabermeja y su Área de Influencia, el Gobierno Nacional dirige sus acciones a mejorar la articulación vial de la región con el resto del país y con el exterior, y a crear oportunidades productivas para generar una economía diversificada que le permita a mediano plazo alcanzar niveles de desarrollo acordes con su potencial. En el corto plazo se apoyará a Barrancabermeja y los municipios del área en la realización de programas que actúen sobre los factores de violencia. Para esto, se propone un plan de empleo, mediante el apoyo a la microempresa, y una estrategia de apoyo a la inversión social que permita mejorar la prestación de servicios públicos.

1.3. Características naturales

1.3.1 Fisiogeografía

El área de Barrancabermeja presenta dos zonas, una plana y una zona ondulada (colinas). La zona plana está formada por la llanura o planicie aluvial y las terrazas del nivel alto. La zona ondulada está representada por colinas bajas y escarpadas donde el suelo tiende a compactarse dificultando la infiltración del agua, favoreciendo la escorrentía y propiciando la erosión.

Figura III.1. Mapa político-administrativo del Municipio de Barrancabermeja

Figura III.1.

El municipio presenta además las siguientes características agroecológicas (Figura III.2):

Figura III.2. Mapa agroecológico del Municipio de Barrancabermeja

Figura III.2.

1.3.2 Suelos

Los suelos del municipio se pueden clasificar de topografía ondulada y de zonas planas.

Topografía ondulada: colinas bajas, colinas onduladas y escarpadas cuyas características principales son:

Zona plana: la conforman los suelos de terrazas y suelos de planicie aluvial, las características principales son:

1.3.3 Clima

Los principales datos climáticos del municipio de Barrancabermeja son:

1.3.4 Vegetación

La zona de Barrancabermeja se encuentra dentro del bosque húmedo tropical. A grandes rasgos, se puede decir que la flora encontrada en los seis corregimientos hace parte de la composición florística existente en el Magdalena Medio, representada por especies arbustivas, herbáceas y arbóreas.

1.3.5 Hidrografía

El principal río en el municipio es el Magdalena, el cual tiene como pricipales afluentes en la zona a los ríos Sogamoso y Opón, donde el patrón predominante de drenaje es el dendrítico, con afluentes de drenajes variables. En épocas de invierno los ríos y quebradas aumentan el caudal ocasionando inundaciones que limitan el uso de sus llanuras aluviales.

Existen varios caños y quebradas que conforman básicamente tres cuencas:

Adicionalmente, en el área de Meseta de San Rafael se encuentran los caños de Guarumo, El Estanco, Río Viejo, Caño de la Muerte.

Existen otras ciénagas importantes como son las del Opón y San Rafael de Chucurí.

1.4. Utilización de los recursos

1.4.1 Recursos suelos y bosques

Los suelos del municipio presentan un bajo valor agropecuario, debido a limitantes químicos y físicos. Entre los primeros, los más importantes son alta acidez, baja saturación de bases, baja capacidad catiónica de cambio, bajo contenido de nutrientes y baja fertilidad natural. Entre los limitantes físicos los más importantes son las fuertes pendientes del terreno en la zona quebrada, y en la mayor parte de las colinas, y la propensión a las inundaciones en los valles y en la planicie aluvial.

La utilización del suelo en el área rural corresponde en orden descendente a pastos, agricultura, rastrojos y bosques.

Los cultivos más tradicionales son maíz, yuca, plátano y cacao. Las técnicas de manejo de estos cultivos son a menudo antiecológicos y casi siempre el proceso de cultivo se inicia con la tumba y la quema. En la ganadería, las técnicas de mantenimiento de potreros se reducen prácticamente al control de malezas y a la rotación. La fertilización periódica es poco frecuente.

A los problemas causados por el inadecuado manejo del suelo se suman los efectos de la erosión, producto de los procesos de deforestación en las diferentes cuencas hidrográficas.

De acuerdo con las zonas agroecológicas definidas, se han determinado las Unidades Agrícolas Familiares (UAF). En el caso de la zona Kr, colinas pendientes moderadas, que comprenden los corregimientos del Centro, el Llanito y la Fortuna excepto las veredas de Tenerife, Oponcito, la Lejía, Unión y Berlín, de acuerdo con la información obtenida en el diagnóstico agropecuario municipal, la finca promedio modelo para esta zona es de 32 hectáreas, determinándose una UAF de 20 hectáreas. Para la zona Kb, planicies aluviales, predominantes en el corregimiento de San Rafael y Veredas de Oponcito, Lejía, Tenerife, la finca modelo es de 49 hectáreas y se determinó una UAF de 22 hectáreas. En la zona agroecológica W, planicies aluviales de inundación, que comprenden los corregimientos de San Rafael de Chucurí, ciénaga del Opón y vereda Berlín, la finca modelo es de 38 hectáreas y la UAF se determinó en 22 hectáreas.

Existe una presión considerable sobre las áreas boscosas o de rastrojos de las cuencas hidrográficas de la región, producto del consumo generalizado de leña como combustible doméstico y para los hornos en la fabricación de ladrillos, en pequeñas explotaciones artesanales denominadas chircales y ubicadas en los barrios Nororientales de la ciudad. El consumo mensual promedio de leña se estima en 10,000 m3, para un total anual de 120,000 m3/año.

Existen algunas reservas boscosas en las áreas de la Vizcaina, Ciénaga del Opón, Llanito que pueden ser manejadas con adecuados programas de educación y divulgación. De igual forma, hay una disposición general a reforestar, pero se requiere la estructuración de programas de mediano y largo plazo, que garanticen la recuperación de esas zonas y su ulterior mantenimiento.

1.4.2 Recursos hídricos

La utilización del recurso agua en el área rural, es básicamente para el consumo humano. El acueducto existe en pocas zonas, siendo el pozo artesiano la fuente de agua más común para el uso doméstico.

Hay carencia de alcantarillado y las soluciones sanitarias en forma de letrinas o pozos sépticos abarcan menos del 20% de las viviendas existentes. Las aguas negras caen generalmente a las fuentes de agua, con lo que se aumentan los niveles de contaminación.

La utilización de los recursos hídricos en actividades agrícolas es muy limitada y aún no está proyectado ningún distrito de riego.

Toda la zona está ubicada dentro del área de extracción, transporte, almacenamiento y refinación petrolera, siendo ésta una actividad de alto riesgo que afecta directa o indirectamente los recursos hídricos. Los mayores daños reportados son, en el área rural, la deforestación y el derrame de hidrocarburos y, en el área urbana, la contaminación por refinación y el vertimiento desordenado de aguas servidas y basura. Lo anterior genera efectos negativos en las fuentes de agua destinadas para el consumo humano y en los recursos biológicos asociados a la actividad acuícola y pesquera.

La baja cobertura del servicio de alcantarillado ha generado problemas de contaminación en las ciénagas de Miramar, Juan Esteban y, en especial, San Silvestre que es la que abastece de agua a la ciudad.

1.5. Caracterización de los productores piscícolas

Barrancabermeja presenta una serie de características socioeconómicas y agroecológicas, que ya fueron expuestas, y que determinan el desarrollo de la actividad piscícola y su potencial futuro.

Desde algunos años se inició un programa de piscicultura con el objetivo básico del autoconsumo, como vía para solucionar los agudos problemas nutricionales de las comunidades menos favorecidas asentadas en la región. Tras el corregimiento del Centro, el programa se extendió posteriormente hacia los barrios suburbanos de Barrancabermeja, con el apoyo de la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol).

Aunque con un alto grado de dependencia de la acción estatal, este programa logró levantar el interés de los pequeños productores hacia la piscicultura en cuanto posible fuente de ingresos adicionales.

Este despertar de la actividad en la región llevó a que el Comité Piscícola de Barrancabermeja decidiera hacer un censo de productores, con el fin de diagnosticar el estado de la acuicultura en la región y medir sus posibilidades futuras.

Se encontró que existen, tanto en el área urbana como en el área rural, un total de 498 productores, con un área de producción de 485,600 m2.

Los productores fueron clasificados en tres categorías de acuerdo al objetivo del cultivo:

  1. Autoconsumo.
  2. Autoconsumo y comercialización.
  3. Comercialización.

1.5.1 Área de producción

De la categoría (a) existen 243 usuarios, con un área total de 19,400 m2 de cultivo, y un área promedio por usuario de 80 m2. El número de usuarios corresponde al 49% del total de productores, pero su área de cultivo ocupa sólo el 4% del área total dedicada a la acuicultura.

De la categoría (b) existen 166 usuarios, con un área de explotación de 110,000 m2, para un promedio de 663 m2 por usuario, lo cual corresponde al 33% del total de productores y al 23% del área total explotada.

De la categoría (c) existen 89 usuarios con un área total de explotación de 356,200 m2, para un promedio de 4,003 m2 por usuario, lo cual corresponde al 18% del total de productores y al 73% del área explotada.

Se observa una relación inversa entre el número de usuarios y el área total explotada. La categoría (a) posee el mayor número de usuarios (49%), pero un porcentaje muy bajo (4%) del área total explotada, en comparación con la categoría (c) que tiene el menor número de usuarios (18%) pero un área de producción substancialmente mayor (73%).

1.5.2 Especies

De las principales especies cultivadas, la cachama representa el 66%, la mojarra el 21% y el bocachico el 10%. Esto es resultado de la orientación hacia la cachama de los programas de cría de alevines llevados a cabo en el pasado.

1.5.3 Tipo de explotación

En el sector rural se encuentran ubicados 307 productores, que representan el 62% del total. La distribución de los productores de acuerdo a la categoría de explotación es la siguiente: 47% de la categoría (a), 34% de la categoría (b) y 19% de la categoría (c). Las áreas de cultivo son de 15,900 m2 para la categoría (a), 94,400 m2 para la categoría (b) y 323,000 m2 para la categoría (c), siendo el promedio por usuario de 110 m2, 916 m2 y 5,475 m2 respectivamente.

En el sector urbano, se encuentran ubicados 191 usuarios, que representan el 38% del total. La distribución de los productores de acuerdo al tipo de explotación es: 53% de la categoría (a), 32% de la categoría (b), 15% de la categoría (c). El promedio por usuario es de 36 m2, 248 m2 y 1,107 m2 respectivamente.

Estas cifras nos permiten inferir que un 38% del total de los cultivadores de Barrancabermeja, que corresponderían a las categorías (b) y (c) del área rural y a la categoría (c) del área urbana, es decir 189 productores, es el potencial existente para el desarrollo de la Acuicultura Rural tipo II. Las acciones se concentrarían, en este caso concreto, en los corregimientos del Centro, Llanito y Comunas.

1.5.4 Características técnicas de la producción

El 64% de los estanques son excavados, el 20% semiexcavados, el 14% de tipo represa y el 2% elevados. Una 4/5 parte de los estanques tipo represa se ubican en el área rural, lo cual es un reflejo del aprovechamiento de la to pografía del suelo tipo Kb. Respecto al drenaje de fondo, 75% lo posee observándose un mayor porcentaje en el área urbana (84%) que en el área rural (71%). La utilización de maquinaria para la construcción de los estanques es más alta en el área rural (37%) que en el área urbana (14%).

En la preparación de estanques, el 67% seca los estanques, el 40% los encala y el 63% utiliza bovinaza como abono.

En el manejo que se le da al cultivo, un 24% utiliza concentrados y un 53% utiliza concentrado con suplementos o desechos de cocina. El recambio de agua es del 16% en el área rural y de un 41% en el área urbana, explicándose esto por el uso de agua potable en el corregimiento del Centro de Ecopetrol y del Municipio en la zona urbana.

1.5.5 Características de la comercialización

A pesar de que existe un porcentaje elevado de usuarios cuyo propósito es comercializar la producción, el 80% de los productores no lleva ningún tipo de registros, lo que dificulta la realización de balances de costos de producción. Esta situación es, en gran medida, el reflejo del nivel técnico relativamente bajo con que se ha venido desarrollando la actividad en la región y de las características de los usuarios. El muestreo de los productores indica que un 68% no posee ningún nivel educativo o lo posee tan sólo a nivel de primaria. Por otro lado, apenas el 14% tiene como objetivo específico del cultivo la comercialización de la producción, en tanto que el 26% tiene como finalidad mejorar la alimentación y el 24% combinan los dos anteriores propósitos.

La encuesta realizada revela qúe el 50% de los productores no tiene suficiente conocimiento de los canales de comercialización. Esto lleva a que, periódicamente, se presenten represamientos de producciones, en especial de la cachama que es la especie más cultivada. Esto amerita explorar estrategias de mercado, basadas en la búsqueda de poblaciones-objeto, rutas de comercialización y diversificación de las especies cultivadas. Resulta llamativa la opción de cultivar la cachama blanca y especialmente la tilapia roja, especies que cuentan con mayor aceptación que la cachama negra.

1.6. Alternativas de extensión-asistencia técnica-capacitación

El Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura (INPA), en conjunto con otras entidades de orden nacional y en cumplimiento de la ejecución de las políticas de descentralización, debe establecer una estrategia de capacitación y transferencia de tecnología en el campo de la acuicultura, dentro de los parámetros del Sistema Nacional de Transferencia de Tecnología Agropecuaria (Sintap) y del Programa Nacional de Transferencia de Tecnología Agropecuaria (Pronatta). Se aspira que tanto pequeños como medianos productores tengan acceso a nuevas y eficientes tecnologías, que mejoren su capacidad de respuesta a los retos que impone la producción acuícola en las nuevas condiciones del mercado nacional e internacional.

En la Ley 13, reglamentada por el Decreto 2256 de 1991, se definen diversos aspectos de la actividad acuícola. Entre otros, se determina quién puede prestar la asistencia técnica, a quién le compete la coordinación interinstitucional y el mantenimiento de un sistema de estadísticas, y ubica la actividad pesquera como un proceso que comprende las fases de investigación, extracción, cultivo, procesamiento y comercialización.

Dentro de las normas que regulan la actividad acuícola también debe integrarse el decreto 501 de 1989, que organizó el sector agropecuario y creó, dentro del Ministerio de Agricultura, la Sub-dirección de Producción Pesquera. Esta Subdirección cuenta con las divisiones de acuicultura, pesca artesanal y pesca industrial.

Mediante el decreto 1946 del 30 de agosto de 1989, el Ministerio de Agricultura crea y organiza el Sintap, a través del cual se pretende mejorar y ampliar los servicios de extensión agropecuaria en todos sus aspectos. Sobre su base surge el Pronatta, cuyo objetivo principal es contribuir a la modernización y diversificación de las explotaciones agropecuarias, pesqueras, piscícolas y forestales. En el Pronatta se trazan las políticas que orientan las actividades de diversos organismos ejecutores, entre ellos las de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata), que hacen parte de la actual estructura administrativa de los municipios y tienen la obligación de prestar sus servicios al pequeño productor. Los medianos y grandes productores asumirán los costos de la asistencia técnica y de las transferencias tecnológicas que se decidan introducir, apoyándose, de ser necesario, en las acciones de las Umata.

1.6.1 Limitantes en la asistencia técnica

El crecimiento relativamente rápido de la acuicultura ha generado una creciente demanda de programas de capacitación y divulgación. En respuesta a esta necesidad, las entidades del Estado y algunas privadas han diseñado cursos de capacitación y pasantías de corta duración, en los cuales se enseñan nociones generales a los extensionistas. Estos cursos, por su naturaleza, no dan suficiente formación técnica para resolver los problemas encontrados en el campo.

El mismo caso se da en algunas entidades, sin ninguna vinculación al sector, que incluyen programas de capacitación en acuicultura para el mismo personal asignado a otras áreas. De esta forma, la asistencia técnica se viene prestando por personal no adecuadamente calificado y en tiempos que no corresponden con las necesidades de una actividad con el potencial que muestra la acuicultura.

Cabe señalar que los programas de extensión se adelantan sin un perfil preciso, no contando el país con un programa para formar extensionistas capacitados en acuicultura. En las labores de extensión se siguen básicamente los procedimientos utilizados para la difusión de técnicas agropecuarias, sin considerar que en el caso de las técnicas agrícolas o pecuarias el campesino ya cuenta con una tradición empírica importante que le permite asimilar, rechazar o reevaluar las prácticas difundidas, situación que no se da en la piscicultura, por tratarse de una actividad nueva en el medio rural.

1.7. Servicios

En el caso de la acuicultura, como en otros subsectores de la actividad agropecuaria, los componentes de servicio son: asistencia técnica y transferencia tecnológica, abastecimiento de insumos, y comercialización.

El desarrollo de la Acuicultura Rural tipo II, en el área de Barrancabermeja, requiere del establecimiento de los servicios acuícolas antes mencionados, como parte integral del Plan de Desarrollo. Es oportuno señalar que las entidades deberán expresar su compromiso a cooperar en la estructuración y prestación de estos servicios.

1.8. Análisis de la demanda de productos pesqueros

Los alimentos siguen siendo uno de los principales rubros de consumo en los hogares de Colombia, estimándose en un 40%. El abastecimiento de proteínas demanda cerca del 42% del rubro alimentos y, de este porcentaje, tan sólo un 2% se dedica al consumo de pescado, en contraste con carnes de res, cerdo y aves (30%) y con leche y huevos (10%). Colombia definitivamente no es un consumidor de productos pesqueros, debido a hábitos culturales atávicos al igual que a los altos costos del producto (Tabla III.1.).

El consumo aparente per cápita en el país ha venido disminuyendo, como producto de varias causas que confluyen; la disminución de la oferta natural en determinadas regiones, la tendencia creciente de los precios de estos productos, los escasos canales de comercialización y la baja calidad del aquellos productos que se comercializan por canales no regularizados (Tabla III.2.).

El consumo aparente per cápita era en el lustro 1976–1980 de 5.52 kg/año; en el siguiente lustro 1981–1985 bajó a 4.16 kg/año y, en el último lustro 1985–1990, fue tan sólo de 3.31 kg/año, consumo que se sitúa bien por debajo del promedio mundial que supera los 13 kg/año.

Tabla III.1. Consumo final de los hogares por tipo de gasto a precios constantes de 1975 (miles de Pesos)
 19841985198619871988
1. Alimentos bebidas y tabaco164,559169,767174,805178,345185,185
• alimentos142,072146,034150,794153,633161,354
• • carnes48,86950,70651,27451,77556,192
• • pescados3,3373,4513,7503,6543,738
• • leche, queso y huevos15,54916,08317,15517,66118,508
2. Vestido y calzado27,14326,37626,99327,72728,331
3. Alquileres, combustible y energía eléc- trica50,64252,45254,35156,85858,867
4. Muebles, accesorios domésticos y repa- raciones23,25023,87123,81925,21926,085
5. Gastos en médicos y salud21,85422,72923,30925,42125,381
6. Transportes y comunicaciones55,61355,24556,25758,49160,706
7. Esparcimientos, diversiones y cultura25,31824,85126,78728,94729,926
8. Otros bienes y servicios46,74948,64650,27952,07154,231
Consumo final en el territorio nacional415,121422,917436,600453,079468,712
Más compras directas en el exterior por re- sidentes8,2017,79815,52815,88212,400
Menos compras directas en el país por los no residentes(4,773)(4,241)(7,490)(7,393)(7,918)
Consumo final de los hogares residentes418,549426,474444,638461,568473,194

Fuente: DANE.


Tabla III.2. Consumo aparente de productos pesqueros, 1981–1992
AñoPoblaciónProducción
(t)
Exportación
(t)
Importación
(t)
Disponibilidad
(t)
Consumo aparente
(kg/hab./año)
198127,153,63494,6903,66653,681144,7055.33
198227,684,05771,4354,02756,229123,6374.46
198328,213,12857,5373,46825,72279,7912.83
198428,740,37878,5243,48357,618132,6594.61
198529,265,49971,0044,87238,852104,9843.59
198629,800,21183,5395,43737,331115,4333.87
198730,344,69085,5396,99820,87099,7363.29
198830,899,11585,86419,49427,30997,8283.17
198931,463,67090,01333,66717,14581,7612.60
199032,299,78898,28339,76228,586116,8623.62
199132,623,912128,03872,318n.d.n.d.n.d.
199233,219,973133,58578,831n.d.n.d.n.d.

Fuentes: población, DANE; estadísticas pesqueras, INPA 1980–1992.

Colombia ha regresado a los niveles de consumo de 1977, los cuales, según las estimaciones del estudio “Proyecto de mercadeo de productos pesqueros, fase II” (OPSA 1977), estaban en 3.6 kg/persona/año. Sin embargo, esta tendencia a la baja en el consumo nacional no se observa en la ciudad de Bogotá, cuyo consumo en 1977 ya era de 5.56 kg y el cual ha aumentado en los últimos años.

También, la reciente apertura económica y la paulatina consolidación de la mediana empresa en el sector industrial alimenticio han obligado a la aplicación de estrategias de mercado mucho más agresivas, generando resultados positivos a partir de 1990. Esto se refleja en la comercialización masiva de productos pesqueros a través de supermercados y en la diversificación de las presentaciones ofrecidas al consumidor.

El aumento de la producción pesquera nacional y la mayor importación en los últimos años, no necesariamente han estado orientados hacia el consumo humano directo, sino a las exportaciones y al proceso de otro tipo de productos que tienen como base los aceites y harinas de pescado.

1.9. Mercadeo y distribución

Los principales mercados tradicionales para los productos pesqueros en Colombia siguen siendo en orden de importancia las ciudades de Santa Fe de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.

Uno de los problemas que ha afrontado el mercado nacional es él relacionado con la estacionalidad de las capturas principalmente continentales y las costumbres religiosas en la temporada de Semana Santa, cuando el consumo, en ciudades como Bogotá, es de tres veces mayor al de otros meses o como Medellín, donde llega a ser de cuatro a seis veces mayor (Min. Agricultura, 1977).

El aumento de la producción obtenida en los últimos años a través del cultivo de peces, a pesar de que una importante parte sea destinada al mercado internacional, ha permitido que el consumidor nacional reciba una oferta más equitativa durante todo el año.

A través de algunos estudios adelantados por Emcoper y el Ministerio de Agricultura, se ha establecido que el consumo nacional de productos pesqueros se incrementaría considerablemente de contarse con varios factores que conjuntamente incidieran directamente en este cambio como son, un precio relativamente similar al de otras fuentes de proteína animal, la disponibilidad permanente en los mercados, la constante calidad del producto, la variedad en la presentación del mismo, etc… Los resultados de los últimos años permiten prever un panorama más positivo para el mercado nacional si tenemos en cuenta que los productores y distribuidores han empezado a tomar mayor conciencia sobre la calidad del producto y la diversificación del mismo, aunado al paulatino crecimiento y consolidación de la acuicultura.

Los hábitos de consumo en las ciudades principales de Colombia están relacionados con el nivel social del consumidor siendo las especies de río en forma entera las más consumidas por los estra tos medios y bajos y las especies de mar enteras y en filetes por los estratos altos.

La estrategia de la Acuicultura Rural tipo ll se deberá probar, entre otros, a la luz de la demanda en los mercados urbanos de mayor peso (Bogotá Medellín, Cali, Ibague, etc…).

1.9.1 Proyeciones de comercialización

La producción nacional de carne de cultivo tanto de cachama como de tilapia roja ha evoluciondo de la manera que se expresa en la Tabla III.3.

Tabla III.3. Producción nacional de tilapia y cachama, 1985–1993.
AñoTilapia roja (A)Cachama (B)Prod, pesquera total (C)(A+B)/C
Producción
(t)
Indice de increm. %Producción
(t)
Indice de increm. %
19851003.4501.470,4350.2%
19863009.13008.483,5410.7%
198760018.360016.985,8641.4%
198870021.370019.789,9941.6%
19891,00030.480022.598,3001.8%
19902,04062.01,50942.4127,9542.8%
19913,04092.43,04085.5109,7115.5%
1992(est.)3,16196.13,42096.2n.d.n.d.
1993(est.)3,288100.03,556100.0n.d.n.d.

Como se observa, la producción de cultivo va ganando peso en el conjunto de la producción pesquera nacional. El producto pesquero por excesiva sobrepesca y deterioro del medio ambiente natural ha tendido a escasear y se ha vuelto un producto costoso.

La producción acuícola de la región tiene todavía muy poco en el conjunto de la producción nacional. para el año 1993 la producción de carne de cachama y tilapia en la región era de aproximademente 100 toneladas, la gran mayoría distribuida localmente.

La producción del medio natural ha venido perdiendo peso en la región como se desprende de las cifras de movilización de pescado desde Barrancabermeja (Tabla III.4.). Se identificó como principal receptor a la ciudad de Cali con el 34% en promedio de lo movilizado en el período 1988– 1992; le siguen en importancia la ciudad de Santa Fe de Bogotá con el 15%, la ciudad de Neiva con el 14% e Ibague con el 11%.

La gran mayoría de los productos pesqueros de Barrancabermeja se comercializa en fresco. El tranporte se hace en camiones enhielados. Barrancabermeja cuenta con una adecuada infraestructura de frí o, cuya capacidad de unas 160 toneladas se reparte de la siguiente forma: Frigorífico de Emcoper (90 t, 6 cavas y un túnel de congelamiento), Apecmag(10 t), Asohielos(30 t) y otros (30 t).

El producto del medio natural, por lo general, se comercializa mediante la asociación entre pescador y acopiador (camionero) y mayoristas en los centros de consumo, siendo el medio de conservación más frecuente el enhielado. El producto de la acuicultura lo vende el productor por lo general directamente al consumidor, en mercados locales.

Es necesario señalar la importancia de los mercados institucionales, tanto a nivel de centros urbanos, como mercados locales, tal es el caso de instituciones como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que en la Costa Atlántica demandan regularmente pescado; o del complejo petrolero de Ecopetrol en la zona del Magdalena Medio cuya demanda mensual se estima en 3.5 toneladas.

Tabla III.4. Movilización de productos pesqueros desde Barrancabermeja, 1979–1992.
AñoTotal movilizado (toneladas)
19798,659
19805,828
19814,427
19822,568
19832,503
19842,112
19853,225
19863,280
19872,249
19882,485
19891,627
19901,708
19911,178
1992724

Fuente: Vásquez Consueloet al. Análisis de la pesca artesanal en Barrancabermeja. Proyecto COL/91/019 INPA/PNUD/FAO. Bogotáseptiembre 1993.

El mercadeo de productos pesqueros en la ciudad de Santa Fe de Bogotá, y en general en el país, se caracteriza por su diferención social y estratificación social y productiva. Como ya se ha señalado, origen y calidad del producto determinan en gran medida los canales de comercialización. Se destacan, por lo tanto dos mercados claramente difernciados: primero, el mercado orientado al consumo popular, de niveles de ingresos medio-bajos y bajos; segundo el mercado dirigido a los estratos de ingresos medio, medio-alto y alto. Estos mercados presentan diferentes formas de integración entre productores, intermediarios y consumidores, con distintos de elaboración, manejo, procesamiento y, en ocasiones, calidad del producto.

El mercado destinado al consumo popular, por lo general, es abstecido por los numerosos pesadores artesanales, tanto de mar como de río, que no cuentan con niveles de organización, ni medios técnicos y económicos para integrar los processos de intermediación del producto. Por lo tanto estos, en general, queden a cargo de pequeños y medianos acopiadores locales relacionados con mayoristas de las áreas urbanas quienes, a su vez, abastecen distribuidores minoristas los cuales, finalmente, aprovisionan familias, restaurantes y otros expendios de comidas. Hay que señalar la incidencia que tiene el modelo de acopio y mercadeo de las centrales de abasto. Si bien estos entes juegan un importante papel de institcionalición en el mercadeo de alimentos, el fenómeno de concentración de productos en un reducido número de comerciantes, los que representan la única opción para los oferentes (camioneros-comerciantes-acopiadres), genera distorsiones en el proceso de formación del precio y lo aleja del libre juego de la oferta y la demanda.

La presencia del intermediario-acopiador de las centrales de abastos explica, en buena parte, el alto costo de los productos de consumo popular que con bajo valor agregado, mal manejo y Presentación usualmente al fresco y enhielado, resultan en ocasiones mucho más costosos que productos con presentación especial, mayor incorporación de valor agregado, manejo adecuado y de excelente calidad asequibles en canales institucionales de mercadeo. Por lo general el acopiador mayorista distribuye en los centros de abastos y a través de múltiples intermediarios que se desplazan a través de los barrios populares en pequeños camiones o carretas.

En la producción industrial se dan tanto integraciones horizontales como verticales con los agentes comercialidores, se mantienen flujos regulares del producto y el manejo se realiza con técnicas modernas de conservación y presentación. Opera la entrega por comisión, a través de relaciones comerciales plenamente definidas, con sistemas de compra a 30 y 60 días, Los puntos terminales de venta lo constituyen los supermercados o pescaderías que pueden ser puntos de venta de la empresa Productora como sucede con medianas firmas de producción acuicola o empresas pesqueras industriales.

1.10. Crédito Finagro

Como se indicó en el caso de la comercialización de los productos pesqueros y acuícolas el crédito juega un papel determinante en el futuro de la actividad acuícola. Es preciso que se garanticen los mecanismos que no sólo hagan accesibles las diferentes modalidades de préstamo, sino que contemplen el establecimiento de garantías y de condiciones de pago acordes con las posibilidades de los acuicultores.

Los usuarios de la Acuicultura Rural tipo II, para el financiamiento de sus unidades acuícolas, podrían contar, entre otros, con el crédito del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro).

El Fondo, constituido en 1991 como sociedad de econmía mixta vinculada al Ministerio de Agricultura, genera, canaliza y administra los recursos financieros para proveer capital de trabajo e inversión para el desarrollo de proyectos pesqueros y acuícolas, permitiendo de esta manera atender los requeimientos de los pequeños prouctores, los cuales se clasifican como aquellos cuyos activos son inferiores a $ ll' 673,240. Los usuarios pueden tener acceso a un monto inferior a los $9'000,000. En el caso de que los pequeños productores no posean prenda hipotecaria, el acceso al ceédito se hará mediante elFordo Agropecuario de Garantías (FAG) que es una cuenta especial vigilada y controlada por la Superintendencia Bancaria y administrada por Finagro.

Finagro provee los recursos necesarios para capital de trabajo o inversión en activida des agrícolas, pecuarias, forestales y acuícolas, mediante doce líneas de crédito. La utilización de una de ellas o la combinación de varias, perias, permiten la financiación integral de los proyectos.

Las líneas de crédito se distribuyen para capital de trabajo e inversión (en cursivo, las lineas de crédito que financian proyectos acuícolas).

En la Tabla III.5. se indican el objeto de cada una de las líneas de crédito disponibles, los plazos de pago y los montos de los préstamos en relación con el costo de los proyectos.

Tabla III.5. Líneas de crédito Finagro para la acuicltura.
Linea de créditoObjetoPlazo máximoCrédito máximo
1. Sostenimiento (capital de trabajo)Comprende la financiación de los costos directos para el sostenimiento de las explotaciones acuícolasHasta un año; pueden otorgarse a mediano o largo plazo, cuando estén asociados a proyectos integrales de inversión.80% C.F.P.
2. Compra de animalesComprende la financiación para compra de animales en proyectos de mediana y larga maduración, tanto para explotación comercial como para el establecimiento de centros de reproducción.El plazo y período de gracia se pactará libremente entre el beneficiario del crédito y el intermediario financiero, y deberá ajustarse al flujo de fondos del proyecto.80% C.F.P.
3. Maquinaria y equipoComprende la financiación para la adquisición de maquinaria y equipo de uso acuícola, bien sean nuevos o usa dos únicamente si son importados, y para la reparación de embarcaciones pesqueras.El plazo y período de gracia se pactarálibremente con el beneficiario y el intermediario financiero, y deberá ajustarse al flujo de fondos del proyecto.80% C.P.
4. Obras de infraestructuraComprende la financiación de las obras de infraestructura que se realicen dentro de los predios para mejorar la producción y productividad de la explotación, e incluye las obras, instalaciones, adecuaciones y construcciones directamente relacionadas con los procesos productivos.El plazo y período de gracia se pactará libremente entre el beneficiario y el intermediario financiero.80% C.P.
5. Adecuación de tierrasComprende la financiación de todas las actividades relacionadas con el mejoramiento de los predios tales como adecuación de tierras pozos profundos, obras de protección, conservación, etc…El plazo y período de gracia se pactará libremente entre el beneficiario y el intermediario financiero.80% C.P.
6. Servicio de apoyo (capital de trabajo)Comprende la financiación de los costos directos tales como insumos, mano de obra directa, etc…, en proyectos que apoyen directamente la producción o comercialización acuícola.Para la prestación del servicio, hasta un año, de acuerdo al flujo de fon dos del proyecto.80% C.F.P.
6a. Servicios de apoyo (inversión)También son financiables la maquinaria y equipos, así como la infraestruc tura y adecuación necesarias para la prestación de los servicios de apoyo en las fases de producción y comercialización.Para la maquinaria, equipo e infraestructura. El plazo y período de gracia se pactará libremente entre el beneficiario y el intermediario financiero.80% C.P.
7. Comercialización (capital de tra bajo)Comprende la financiación de los costos directos tales como insumos, mano de obra directa, etc…, generados en los procesos de aco pio, clasificación, secamiento, preservación, em paque y distribución de productos acuícolas.Hasta un año, de acuerdo al flujo de fondos del proyecto.80% C.P.
7a. Comercialización (inversión)Son financiables la maquinaria y equipo, obras de infraestructura y adecuación necesaria para los procesos de comercialización.El plazo y período de gracia se pactará libremente entre el beneficiario y el intermediario financiero.80% C.P.

C.P.: costo total del proyecto;

C.F.P.: costo financiable del proyecto.

1.11. Alevines

La producción de alevines constituye la primera fase de la cadena productiva y resulta fundamental al momento de concretar cualquier programa de acuicultura.

Como se ha mencionado anteriormente, la especie más cultivada en Barrancabermeja es la cachama negra. Un análisis de la procedencia de la semilla en la zona indica que el 68% es suministrado por la Estación San Silvestre y el 32% restante se cubre con semilla proveniente de los Llanos Orientales y de otras zonas del departamento de Santander.

En el área de Barrancabermeja existen además dos pequeños productores dedicados a la producción de alevines de mojarra roja. La misma Estación San Silvestre está substituyendo, en sus programas de producción de alevines, la cachama negra por la cachama blanca y tilapia roja, debido a la mayor aceptación de las últimas.

De acuerdo a la encuesta elaborada, existe una superficie para cultivo de 45 hectáreas apta para el desarrollo de la Acuicultura Rural tipo II, lo cual implica una demanda anual potecial de unos 900,000 alevines.

1.12. Alimento

El alimento constituye uno de los principales rubros en los costos de producción de la unidades acuícolas. Esto determina la necesidad de concretar políticas de manejo que permitan que la incidencia de este componente se reduzca. La base para lograr este propósito es de carácter tecnológico y está estrechamente ligada al desarrollo de procesos de investigación, que si bien pueden no ser ejecutados por las unidades de producción, si deben ser propiciados por éstas. La investigación debe cubrir los aspectos de sustitución de insumos para la fabricación de concentrados o de raciones alimenticias y, por otra parte, estudiar los requerimientos nutricionales de las especies que se cultivan. Existe aquí un enorme potencial de interacción con los centros académicos de la región y de orden nacional, proceso que podría ser orientado y organizado, desde la región con el apoyo de instituciones como el INPA.

Uno de los problemas que enfrenta la industria de los concentrados es el alto costo de las materias primas, que representan entre el 80 y el 85% del total de los costos de producción de estos alimentos.

A nivel local, se requiere un mejor control de calidad de los alimentos. También se requiere que los extensionistas cápaciten a los productores en el manejo de estanques y de la alimentación, con el objeto de aumentar su aprovechamiento.

1.13. Aspectos legales

La reciente promulgación de nuevas normas (Ley 13/90; Decreto 2256/91 y la Resolución No0316/93) facilita la tramitología para la obtención de licencias y se acopla a la política de descentralización para el fomento y el desarrollo de la actividad a nivel local.

Mediante la Resolución No0316 de mayo 1993, el INPA define el perfil de los profesionales y técnicos de las UMATA que pueden prestar asistencia técnica en acuicultura en los municipios respectivos. A éstos se les expide un carné con una vigencia de tres años para lo cual, además de los otros requisitos se exige una experiencia práctica y teórica no menor de dos años.

Dentro del marco legal que debe regir a la Acuicultura Rural tipo II y en concordancia con los requisitos reglamentados en el Decreto 2256/91, para la obtención del permiso de cultivo debe definirse la entidad que expedirá la concesión de agua ya que, debido a la reciente creación del Ministerio del Medio Ambiente, el instituto que estaba encargado de realizar esta labor en el Departamento de Santander, el INDERENA, desapareció del plano nacional.

2. ANALISIS DE LA SITUACION

La acuicultura, en la región del Magdalena Medio, se inició en la década de los años '80, debido a la disminución de la oferta pesquera proveniente de las pesquerías artesanales. La reducción de las capturas se debe fundamentalmente a dos factores que son:

El desarrollo del programa de piscicultura rural y de repoblamiento del río Magdalena y ciénagas adyacentes con especies nativas, ha sido una preocupación de las entidades del Estado y en los últimos años de las comunidades de pescadores artesanales. En el anterior contexto, se creó la Estación de San Silvestre, en 1984, como una unidad de apoyo a los programas de fomento de la acuicultura en la región, en materia de suministro de alevines, asistencia técnica y capacitación de recursos humanos.

El programa piscícola ha recibido en los últimos diez años, el apoyo de entidades nacionales, regionales y locales, tanto en inversiones como en gastos operativos, que superan los 2,500 millones de pesos. Sin embargo, es difícil cuantificar el aporte de la acuicultura a la producción pesquera de la región, debido a que la mayor parte de los cultivos es para autoconsumo.

El número total de personas o núcleos familares que poseen uno o más estanques de cultivo en la zona asciende a 498. Sin embargo, sólo 189 de ellos (38%) tienen una superficie de 1,000 m2 o más y pueden por lo tanto considerarse idóneos para convertirse en productores acuícolas del tipo II.

La producción de río en la zona no superó en 1993 las 718 toneladas, respresentando esto el nivel más bajo de la última década. De esta producción el 54% fue comercializado en otras ciudades. El consumo local de productos pesqueros (bocachico y bagre) fue de 333 toneladas y el consumo per cápita se estimó en 1.9 kg/año, registro que se sitúa muy por debajo del promedio nacional.

Es importante mencionar que existe en la zona una demanda insatisfecha de productos pesqueros, pues como se anotó anteriormente la oferta del medio natural es cada vez menor. Asimismo, es de interés anotar que el margen de comercialización entre el precio pagado al pescador y el precio de venta al público para la principal especie comercializada (bocachico) es del 43%. Sin embargo, existe una tradición muy arraigada de consumon de las especies nativas, lo que dificulta severamente la introducción de la cachama en el mercado local.

Como resultado del análisis diagnóstico de la situación de la acuicultura y a fin de orientar la toma de decisiones y la formulación de un plan de desarrollo, se señalan a continuación las fortalezas, debilidades y perspectivas del sector.

2.1. Fortalezas

Sobre este particular es importante señalar:

2.2. Debilidades

El desarrollo de la acuicultura en la región ha sido frenado por una serie de limitantes que deberán ser removidos para lograr el éxito de un proyecto de Acuicultura Rural tipo II. Entre las principales debilidades identificadas se pueden citar:

2.3. Perspectivas

3. PERFIL DE PROYECTO PILOTO DE ACUICULTURA RURAL TIPO II

El sector acuícola en la región de Barrancabermeja se caracteriza por una mayoría de campesinos o haciendados que se dedica a cultivos de tipo extensivo, destinados para autoconsumo y con espejos de agua muy pequeños. Existe, sin embargo, un grupo (38%) con áreas de cultivo entre 1,000 y 5,000 m2, los cuales producen también con el objeto de comercializar.

En la práctica, y en base a los recursos de que se dispuso para llevar a cabo este ejercicio, ha habido dificultades insalvables para llegar a tener la información adecuada para llevar a cabo análisis estrictos de costo/beneficio. Aún sin llegar a disponer de esta información, no es aventurado concluir a esta altura del análisis que, para el caso específico de este área, conviene llevar a cabo un Proyecto piloto basado en dos tipos de productores, los que utilizan aproximadamente 1,000 m2 de espejo de agua y los que utilizan áreas mayores. Dicho Proyecto deberá también responder preguntas relativas a las tecnologías empleadas y evaluar la efectividad de la organización de los servicios de apoyo que ponga a disposición de los productores.

La propuesta es intrínsecamente la misma que la formulada en Venezuela (ver Segunda Parte, capítulo 3). Las diferencias se originan principalmente en los hechos comentados en el párrafo anterior referidas a los grupos-objeto y a la información disponible (en especial de tipo económico).

Las especies que se cultivarán serán la tilapia roja (mojarra roja) y la cachama sobre las cuales se ha basado hasta la fecha la actividad piscícola en la zona.

Los criterios de selección de los productores piloto y el alcance de los convenios que se celebren entre estos y el Proyecto son también los mismos que en el capítulo referido.

Aun cuando el Proyecto trate de encontrar soluciones válidas para resolver el problema del mercadeo, se considera necesario, al igual que en el caso venezolano, llevar a cabo un estudio que analice las posibles alternativas que puedan llegarse a adoptar. Esto caerá totalmente bajo la responsabilidad del proyecto.

A continuación se comentan aquellos aspectos que son peculiares para este área.

3.1. Algunas consideraciones de tipo económico

Existe alguna información sobre costos e ingresos de la actividad acuícola en Barrancabermeja pero no puede considerarse suficientemente consistente para la realización de un estudio de flujo de fondos. Aun así, y teniendo en cuenta estas limitaciones se ha hecho un estudio aproximativo del cual se han derivado las siguientes conclusiones preliminares:

Una estrategia para este tipo de explotación podría comprender:

Un aspecto importante deberá tenerse en cuenta: la factibilidad económica de la etapa de producción puede revelarse positivia. Sin embargo, ello no significará mucho sin una adecuada factibilidad comercial del producto. El análisis del mercado debería ser profundizado antes de la implementación del Proyecto piloto. Se debería intentar definir con la mayor precisión, la magnitud y características de la franja de mercado que el productor intentará abordar. También deberá elaborarse un plan de trabajo en el que se prevean con cierto detalle los instrumentos o mecanismos que apoyarán la acción del productor en la tarea de adjudicarse efectivamente la demanda potencial identificada. Es revelador que en la actual situación de insatisfacción de la demanda en Barrancabermeja, existan cachama y tilapia represadas sin posibilidades de venta en tanto la región importa tilapia desde Venezuela. Ello denuncia una escasa organización productiva y una carente situación en la comercialización del producto.

3.2. Propuesta de esquema de organización

El organismo que sea designado como unidad rectora (Dirección Ejecutiva) para la ejecución del Proyecto piloto tendrá la función administrativa y de supervisión. Con este fin contratará al personal necesario para la dirección y operación de las acciones que se lleven a cabo. Un Ente Coordinador conformado por representantes de los organismos vinculados al proyecto (supervisores, ejecutores y financiadores) se reunirá periódicamente para evaluar y supervisar el cumplimiento de las metas y planes de trabajo establecidos.

Una vez analizadas las características del Proyecto Piloto y de las diferentes instituciones locales, se concluyó que la Fundación para el Desarrollo del Magadalena Medio (Fundesmag), es la entidad que reúne las condiciones idóneas para ser la Dirección Ejecutiva del Proyecto Piloto.

Los demás organismos llamados a participar constituirán el Ente Coordinador y están en su mayoría representados en el Comité Piscícola de Barrancabermeja. Son entre otros: INPA, Ecopetrol, Alcaldía de Barrancabermeja, Umata local, Secretaría de Agricultura del Dpto. de Santander, SENA e Inupaz, con los cuales se celebrarán los convenios o contratos que sean necessarios.

El Comité Piscícola deriva su representatividad institucional en un 30% de entidades de orden nacional (INPA, SENA, Caja Agraria e Inderena) y en un 70% de entidades de orden regional (Fundesmag, Cafaba, Copcentral, Copesmag, Apecmag, Gremio de Acuicultores, Cepim, Umata, Inupaz y Oficina Municipal del Medio Ambiente). De estas últimas, seis son privadas y representan en gran medida a los usuarios de la actividad; las otras (Umata, Oficina Municipal del Medio Ambiente y Inupaz), a pesar de su carácter oficial, son instancias que representan la nueva política de descentralización institucional.

Esta conformación, que busca viabilizar los planes regionales, se ve reforzada por la integración con las acciones del gobierno central a través del Comité Seccional de Desarrollo Agropecuario (Consea), como eslabón entre el Municipio de Barrancabermeja y el Ministerio de Agricultura.

El Plan de Desarrollo de la Acuicultura Rural tipo II no debe ser ajeno a los cambios institucionales para el Desarrollo Rural (DR) que se han iniciado en Colombia.

La actual concepción institucional del DR en el país se basa en la descentralización de las acciones del Estado (Ley 12 de 1986), que promueve el empleo de mecanismos idóneos, como son los Fondos de Cofinanciación (Decreto 77 de 1987), para financiar parcialmente con recursos nacionales obras de naturaleza local y regional, siempre que éstas tengan concordancia con los planes y estrategias de carácter nacional.

En este esquema, la inversión rural está confinanciada por el FIR-DRI (Fondo de Inversión Rural - Programa de Desarrollo Rural Integrado) que, a través del sistema de fiducias, transfiere los recursos a los entes territoriales (municipios) para confinanciar los programas y proyectos formulados por estos últimos. Esto se realiza dentro de una concepción de integralidad y de complementariedad entre los intereses (planes y programas) de índole nacional y los de ámbito regional. Esta confluencia se refleja en los Planes de Desarrollo Municipal, en cuya elaboración participan los funcionarios de las oficinas de planeación departamental y de las diferentes entidades presentes en el municipio (Ley 09 de 1989 - Reforma Urbana).

Hace parte de la nueva institucionalidad del DR la creación de los Consejos Municipales de Desarrollo Rural (CDR), los cuales actuarán como foro de concertación entre las autoridades y comunidades rurales y locales, y las entidades públicas de carácter departamental, regional o nacional, y tienen como función principal la de coordinar y racionalizar las acciones y el uso de los recursos destinados al DR, y priorizar los proyectos que sean objeto de cofinanciación (ley 101 de diciembre 23 de 1993).

Las políticas de descentralización de acciones del Estado se desarrollan a través del Decreto 43 de 1990, que crea los Consea, los cuales concentran toda las actividades de coordinación, seguimiento y evaluación de la política agropecuaria, acuícola y pesquera de los departamentos. Estos Comités son presididos por el Gobernador y tienen, entre sus funciones, la de evaluar las tecnologías transferidas o desarrolladas endógenamente, y establecer que tan adecuadas resultan éstas frente a las condiciones de los productores, tanto desde una perspectiva técnica como socioeconómica de la producción.

Se parte entonces de que en los Consea se centrará toda labor de coordinación del sector agropecuario en el departamento. Bajo este concepto la promoción del DR queda como una función de índole departamental y municipal. De allí se infiere que existirá planificación del DR si los departamen tos y municipios elaboran programa s y proyectos municipales o regionales de forma articulada. Sólo de esta manera se podrá garantizar una búsqueda integral de los recursos que demanda la financiación de estos planes.

La responsabilidad del Estado a nivel central queda circunscrita a: aporte de recursos al fondo FIR-DRI, expedición de normas que agilicen los trámites y definición de criterios básicos para la cofinanciación y distribución presupuestal de las diferentes entidades de orden nacional, departamental y municipal.

Existe, sin embargo, un desfase en la conceptualización alrededor de la descentralización y regionalización institucional, entre el Gobierno Central y las instituciones que deben dar impulso a esos procesos a nivel nacional, regional y local. Esto muestra la necesidad de que en forma paralela a la búsqueda de la autonomía regional, se propenda por el fortalecimiento institucional, que garantice la integralidad de los procesos relacionados con el desarrollo rural.

Lo anterior conduce a afirmar que los municipios deberán buscar la asesoría y colaboración de las asociaciones de productores y gremios existentes en la localidad, con el fin de avanzar en el proceso de fortalecimiento institucional y definir un concepto de integralidad del DR, que permita articular proyectos y programas a nivel local y regional, buscando evitar la dispersión de acciones y la optimización del gasto público.

La acción del Proyecto Piloto para el Desarrollo de la Acuicultura Rural tipo II que aquí se propone, gerenciado por Fundesmag y apoyado por las demás instituciones representadas en su mayoría en el Comité Piscícola, se inserta plenamente en el proceso descrito.

En este sentido, el Proyecto tendrá funciones no sólo de ente organizador y de canal de expresión de los acuicultores, sino de organismo asesor del CDR. Es a partir del papel que logre jugar en este ámbito, que se inicia su incidencia sobre el proceso de planificación de los programas y proyectos de DR. En el paquete de proyectos y programas que se definan, deberá incluirse el Plan de Desarrollo de la Acuicultura Rural tipo II, en el Municipio de Barrancabermeja y su área de influencia.

Uno de los mecanismos que deberá adoptar el Proyecto piloto será la suscripción de convenios con las entidades identificadas en las diferentes áreas vinculadas a la acuicultura. En estos convenios se deberán establecer las normas de coordinación institucional, programación, ejecución, seguimiento y evaluación de proyectos, así como los aportes (financieros, humanos o en infraestructura) que cada entidad hará al plan.

En la formulación final del Proyecto se definirán, en forma clara y concreta, los compromisos que adquieran las entidades con el Proyecto. De esta manera, en el Proyecto quedarán manifiestos no sólo los compromisos técnicos que asumen las entidades, sino los aportes financieros, en efectivo o bienes y servicuios, que ellas aplicarán en la ejecución de los diferentes componentes del Proyecto mismo.

En la definición del presupuesto se deberá considerar que los proyectos pueden tener dos posibles fuentes de financiación, por un lado la apropiación presupuestal que cada entidad destine para su realización, y por otro, el dinero que provenga del Fondo de Cofinanciación FIR-DRI. En el segundo caso se requerirá que el Proyecto sea presentado por el municipio al FIR-DRI, a través de la Unidad Especializada Departamental.

3.3 Fuentes de financiamiento para la ejecución del Proyecto

El desarrollo de un programa orientado a la consolidación de la Acuicultura Rural tipo II demanda no sólo esfuerzos de carácter organizacional y ajustes de tipo estructural, sino que exige la definición de mecanismos de financiación que viabilicen las acciones que se planifiquen y dar impulso a las iniciativas de asociación, que sustenten su ulterior crecimiento.

Es claro que el complejo conjunto de aspectos que se encuentran involucrados en el inicio de este tipo de estrategias condiciona el tipo de fuentes de financiación a la que es posible recurrir. Este condicionamiento responde a factores no sólo técnicos sino de política económico social. En esencia es necesario combinar diferentes fuentes, modalidades y estrategias de financiamiento.

Las fuentes de financiamiento se pueden clasificar por su carácter en locales, regionales, nacionales e internacionales. Las primeras estarán representadas por la apropiación que el municipio pueda realizar de los recursos que reciba por cuenta de las regalías del petróleo, para el desarrollo de las actividades que se definan en el Proyecto y en el Consea. Las regionales pueden ser de dos órdenes, las que asignen los departamentos y las que resulten del desarrollo mismo de la actividad en el orden regional o las que sean aportadas por Ecopetrol, a través de su presupuesto de asistencia social. Las nacionales corresponden al los recursos que asigne la nación al desarrollo de estos programas a través de entes como el INPA, DRI o programas como el Plan Nacional de Rehabilitación. En este caso se deberán presentar los procesos de concertación y ajuste de compromisos a los que nos hemos referido anteriormente. Por último los aportes internacionales podrán provenir tanto del crédito externo, como de programas de cooperación internacional.

Es difícil precisar una distribución porcentual entre las diferentes fuentes. Lo importante es que el manejo y coordinación de las mismas deberá acompañarse de claras estrategias de autosostenibilidad y autosuficiencia local. Es decir los planes que se definan deberán contemplar el paso paulatino de una financiación de carácter preferentemente exógeno, en un comienzo, hacia una estructura de financiación que se apoye en los esfuerzos locales y en los mismos resultados de la actividad.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente