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2. ANTECEDENTES

Por intermedio de un proyecto FAO, Cuba obtuvo el asesoramiento técnico necesario para el desarrollo de una tecnología en la cría de ostras, puesta en marcha comercialmente a partir de 1975. Alrededor de 36 áreas con condiciones óptimas para desarrollar esta técnica fueron recomendadas para este proyecto.

Sin embargo, debido a efectos negativos de contaminación industrial, un 80 % de estas áreas no se encuentran aptas para la aplicación de esta tecnología, lo cual ha reducido considerablemente las posibilidades de desarrollo de la ostricultura en Cuba, utilizando esta técnica, por parte del Gobierno Cubano se está intentando paliar los efectos de la contaminación mediante el desarrollo de plantas depuradoras, si bien el proceso es lento y costoso.

Ejemplo de la gravedad de la situación es que el potencial estimado de producción de ostra se ha reducido de 7 500 t a menos de 2 700 t/año, por lo que la asignación de cuantiosos recursos, asignados por el Gobierno, no se ha visto correspondido por los resultados prácticos obtenidos.

Las zonas actualmente en desarrollo de la ostricultura, no permiten compensar la diferencia con la producción total esperada, pudiéndose afirmar que el factor limitante es la obtención de semilla que se encuentra restringida a zonas limitadas de captación.

A partir de aquí, surje la idea de buscar otros métodos de producción masiva de postlarvas en instalaciones en tierra, utilizando técnicas de efectividad comprobada en otros países.

Para lograr este objetivo, el MIP ha creado un Grupo de Trabajo, con la misión de elevar la producción de moluscos en el país a través de la utilización de modernas formas de cultivo de diferentes especies de Crassostrea, mediante su introducción de forma controlada.

Los objetivos básicos en que se trabajará de forma simultánea son:

  1. experimentar el crecimiento de C. gigas en aguas cubanas, a partir de semilla suelta y larvas fijadas en colectores procedentes de México, evitando la importación masive de ejemplares adultos que aumentarían considerablemente el riesgo de transmisión de enfermedades y parásitos;

  2. utilización de C. virginica, presente en un área restringida de las costas cubanas, para diseminar controladamente a otras zonas;

  3. montaje de una pequeña unidad de producción de microalgas (Isochrysis galbana y Tetraselmis suecica) hasta volúmenes de 20 litros, como entrenamiento previo en el manejo de sistemas de producción de plancton;

  4. montaje y puesta en marcha de una Planta Piloto de producción de semilla y larvas de moluscos;

  5. experimentar una nueva tecnología de cultivo en la producción de C. rizophorae, que permita manejar semillas de 1 mm hasta que alcancen el tamaño comercial;

  6. desarrollo futuro: cultivo de otros moluscos.

Trazar la estrategia y sentar las bases para el cultivo de los siguientes moluscos autóctonos y de interés comercial, a excepción del mejillón (Perna perna) que sería una especie a introducir siguiendo las técnicas de cultivo utilizadas en Venezuela: Pecten laurentis, Arca cebra, Tagelus tagelus.


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