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6. CONSIDERACIONES FINALES

Referente a la solicitud hecha a este consultor, con relación a la posible mejora del actual sistema de cultivo empleado en Cuba, se considera: que el método es original; aprovecha el nivel intermareal donde sólo hay fijación de ostión del mangle; evita el trasiego de la ostra durante todo el período de crecimiento y aprovecha materiales de fácil suministro y prácticamente gratuitos.

Uno de los inconvenientes es el período tan corto, de tan sólo dos días en que hay que cortar la rama, colectar y depositar en el agua; ello reduce considerablemente la posibilidad de emplear un número más elevado de colectores, aumentando la superficie en zonas de fijación abundante.

El empleo de colectores artificiales obviaría este problema, ya que serían de fácil manejo, almacenaje y rápida puesta a punto.

Otro de los inconvenientes, es que los colectores naturales - en zonas de abundante fijación - se encuentran prácticamente cubiertos de ostras y existe una competencia por espacio que podría evitarse con un despegue cuando el ostión es joven, utilizando colectores encalados, tal como se viene haciendo en Francia y España, y trasladarlos posteriormente a zones de crecimiento, en bandejas.

Se he sugerido la posibilidad de experimentar con colectores circulares para ostra y el empleo de cestos plásticos de la casa comercial Plásticos de Oalicia (Vigo), que serían fácilmente adaptables a las líneas de captación y engorde.

El hecho de que el ostión esté diariamente ocho horas en seco, reduce considerablemente el crecimiento que se aprecia fácilmente al observar el colector; el ostión situado en la parte baja es de mayor tamaño, que el de la parte más alta, sin embargo, no parece afectar a la mortalidad. La ventaja indudable es que se ahorra mano de obra para la limpieza, que con el colector de ramas de mangle se dificultaría, y que podría, causar el desprendimiento de ejemplares y la posible rotura del colector.

La sustitución gradual de los actuales postes de madera por los de hormigón observados en Matanzas, pudiera resolver el problema de la duración de la instalación. Sin embargo, las vigas entre postes se consideran excesivamente pesadas para lo que soportan, pudiéndose sustituir por cables de aluminio observados en Puerto Esperanza.

Se han visto también en la zona de Matanzas, las cajas flotantes, adaptables al sistema “long line”, apreciándose una ausencia total de “fouling” en el interior de las mismas, a pesar de llevar un mes sumergidas continuamente y en lugar de poca corriente. Es aconsejable que las experiencias de crecimiento con este tipo de cajas, se desarrollen en las zonas de engorde actuales de Punta Gorda, utilizando el sistema “long line” de suspensión de las líneas de cultivo.

En un futuro, pudiera ser recomendable reconvertir el sistema de cultivo actual en función de la producción obtenida en criadero, y si un estudio de rendimientos económicos de uno y otro sistema mostrara una clara ventaja de esta nueva técnica.

Es de destacar que a pesar de la buena organización de las granjas ostrícolas y la efectividad del método, se deja notar la ausencia de toma de datos físico-químicos como temperatura y salinidad, que pudieran contribuir a explicar más claramente fenómenos como el ocurrido el pasado año de retardo de tres meses en el desove.

Sería pues deseable, dotar adecuadamente de un material mínimo a los biólogos encargados de la asistencia técnica a las granjas ostrícolas, tales como refractómetros, o hidrómetros y termómetros.

En las zonas ostrícolas actualmente libres de contaminación, es preciso que se mantenga un control sobre vertidos evitando que pueda dañar a las poblaciones naturales. En áreas contaminadas es conveniente que se instalen sistemas apropiados de tratamiento de aguas residuales, de forma que pueda recuperarse la población inicial.

Las experiencias concretas propuestas por el MIP e iniciadas en los laboratorios de la Universidad de La Habana, se consideran fundamentales para una puesta a punto de técnicas de cultivos de semilla.

Referente al cultivo de microalgas se podría simplificar el proceso de inóculos que actualmente es de tubo de ensayo, matraz de 250 cc, 1 litro, 3 litros, 5 litros y 20 litros, pasando directamente de 250 cc a 5 litros y a partir de 5 litros a 20 litros.

También se podría aumentar el número de especies a Tetraselmis suecica, Monochrysis lutheri, Skeletonema costatum y Phaeodactylum tricornutum, que podrían ser enviadas desde España.

Es fundamental que se inicien desoves de C. rizophorae, utilizando las técnicas habituales ya descritas para el género Crassotrea, dado la escasez de datos sobre esta especie en cuanto a cultivo en laboratorio, aprovechando la época de desove natural, determinando temperatura óptima de crecimiento larvario, duración de vida larvaria, concentración óptima de larvas, utilizando como base la publicación que se ha facilitado al Lcdo Pedro Luis Herrera sobre cultivo de larvas de O. edulis, V. pullastra y V. decussatus.

La inducción de desove podría ampliarse a C. virainica, existente en el mismo laboratorio, poniendo los ejemplares a circuito abierto según la forma descrita anteriormente, adicionando el alimento por goteo de forma que se mantuvieran a la misma concentración durante las 24 horas. Se lograría más efectividad empleando agua de mar cruda, sin filtrar.

En base a la producción limitada de ostión del mangle (C. rizophorae) en Cuba, en condiciones naturales, y el escaso tamaño que alcanza, es aconsejable de cara a aumentar la producción ostrícola, el utilizar otras especies foráneas que han tenido éxito en su introducción en otros países, como el caso de México, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, si bien debe evitarse el hacer importaciones masivas de ejemplares adultos que puedan ocasionar problemas de desarrollo de enfermedades, aparición de competidores, parásitos, etc.

Es por esa razón que la estrategia a seguir, propuesta por el MIP, de importación de larvas y semilla de Crassotrea gigas es la correcta, ya que de esta forma se reduce en gran medida el riesgo de transmisión de plagas.

Otra consecuencia positiva, es la formación de personal que se vaya preparando en el tratamiento de la semilla y se vaya creando una tecnología adecuada de cultivo de esta especie, que difiere sustancialmente a la adoptada para C. rizophorae en Cuba. Además, sería un complemento para la planta piloto, ya que definiría los tamaños mínimos de salida de la planta y se podrían evaluar rendimientos en cuanto a producción final, supervivencia, velocidad de crecimiento y rentabilidad.

En cuanto a la introducción de C. gigas y posibles problemas de competencia con C. rizophorae, estas dos especies se encuentran en biotopos distintos, por lo que no cabe esperar que se presente un desplazamiento de una con respecto a otra.

Otra especie de interés en propagar es C. virginica; si bien se encuentra en un área limitada de la costa cubana y no se ha conseguido propagar a otras áreas, un primer paso sería estimar el stock existente, presencia de individuos jóvenes, áreas de fijación más abundantes y determinar si la biomasa está estancada o va en progreso o desminución y si los fondos en el área del banco son consistentes. Se podrían adaptar estos bancos para fijación de semilla de esta especie, utilizando concha de ostión u otro tipo de colectores.

En el área que se da esta especie, introducida artificialmente, según información recibida, existe una contaminación industrial creciente, que aconseja su introducción a otras zones de similares características dentro de la costa cubana, en que su propagación natural pueda ser factible.

En cuanto a la formación y entrenamiento del personal encargado del criadero y posterior engorde, sería recomendable enviarlo a instalaciones comerciales por un período de dos a tres meses. Se sugiere la posibilidad de visitar y trabajar en algunos de estos centros en España, Inglaterra o Francia, si bien hay que gestionar los permisos oportunos y el financiamiento necesario.

Se sugiere repetir este tipo de consultoría en el período de montaje final y puesta en marcha de la Planta Piloto para un asesoramiento directo en esta etapa crítica, y para la elaboración de manuales.


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