La crianza del camarón a nivel comercial es una actividad reciente en Cuba. Y solamente en cuatro años, este país ha sabido dotarse de infraestructuras modernas y formar especialistas de alto nivel para asegurar una producción comercial de los camarones Penaeides.
La producción que fué de 500 T. en 1988, deberá ser cerca de 1000 T. en 1989 por casi 1000 ha. en producción.
Esta actividad deberá en el futuro evolucionar hacia una aumentación importante de la superficie y una intensificación de criaderos. En esta evolución existe un cierto defasaje, entre la aumentación de las facilidades de producción (superficie de los estanques etc...) y la organización de la producción.
El aumento de las superficies de cría no son seguidos de una aumentación aquivalente en número de personal calificado, en material de producción (vehículos, balanzas, etc...) y en organización del trabajo. Si esta situación se mantiene, conducirá a una baja de productividad de las camaroneras y a una aumentación paralela del costo de producción.
Existe un problema real de organización del trabajo dentro de las dos empresas acuícolas visitadas. El origen de este problema hay que buscarlo a nivel de la Administración ya que ella no aprecia claramente la relación que existe entre los costos de producción y la rentabilidad de la empresa. Sólo se preocupa de “cumplir con el plan” o “meta de producción” que es más justo, sin tomar en cuenta la eficacia, lo que conduce a una subutilización del medio de producción.
Esto ha sido acentuado a partir del hecho que las “metas de producción” definidas por la dirección de la Habana hasta en 1988 eran significativamente inferiores al potencial de producción de esas granjas, y que para responder a esas “metas” no había necesidad de una buena organización de la producción.
Es evidente que las Administraciones de las granjas se preocuparán de racionalizar la producción, cuando comprenderán que teniendo una producción más barata, habrán más recursos para. garantizar nuevas inversiones.
La incorporación de un economista en la Administración de las camaroneras debería permitir de alcanzar más rápidamente una toma de conciencia sobre este asunto y representaría un primer paso hacia una producción racionalisada y rentable de las granjas.
Los biólogos de las camaroneras visitadas poseen un muy buen conocimiento teórico de la crianza de los camarones. Sin embargo, existe una diferencia muy importante entre conocimiento y trabajo práctico de producción.
La formación de jóvenes biólogos en el transcurso de estos años no le ha dado bastante importancia al aspecto práctico. Por otra parte el funcionamiento, muy directivo, de la Administración no ha responsabilizado suficientemente los biólogos en sus trabajos.
El desarrollo de la crianza del camarón en Cuba, se ha realizado muy rápidamente en el transcurso de estos últimos cuatro años. Habituados inicialmente a trabajar en pequeña escala que no necesitaban una organización compleja del trabajo, el personal no ha sabido adaptarse a una producción mucho más grande. Una racionalización de la producción con las superficies existentes permitirá una aumentación de la preparará además, al personal a una intensificación de la crianza y funciones con superficies más grandes.
La aumentación de las superficies cultivables sin una racionalización de la producción de las camaroneras existentes corre el riesgo de traer una baja en rendimiento y una aumentación considerable de los costos de producción.
