Actualmente se cuenta con 352 ha de estanques construídos de una talla promedio de 10 ha, con un mínimo de 3,3 ha y un máximo de 13,7 ha. La calidad constructiva de los estanques puede criticarse a tres niveles :
-- de la compactación del suelo,
-- de la nivelación de los estanques,
-- de la pendiente reducida de los muros.
En la etapa número 2, en particular, la mala compactación de la tierra de los estanques o la mala calidad de la tierra del sitio condujeron a una rápida erosión y acumulación de tierra en las compuertas de salida. Eso obliga, en algunos casos, a trabajar con una altura de agua insuficiente (con una altura promedio inferior a 80 cm) y presentando durante la pesca serios problemas en el momento del vaciado debido a que algunos estanques perdieron su pendiente natural. La pendiente de algunos estanques puede ser nula o en ciertos casos incluso puede ser negativa.
La nivelación del fondo de la mayoría de los estanques es muy insuficiente, se puede reconocer en su fondo importantes relieves y huecos. Eso conduce a la formación de charcos de agua donde se refugian los camarones en el momento de la pesca y presentando serias dificultades para el secado de los estanques entre dos crías. Frecuentemente, es a nivel de esos huecos que no pueden secarse bien que las materias orgánicas se acumulan conduciendo a una reducción de las zonas importantes que afecta al rendimiento de las crías.
La pendiente de los muros de los estanques es muy reducida, y trae como consecuencia una utilización limitada del espacio para las crías. La parte de muro que se encuentra sumergido puede representar en estos casos muchos metros que no pueden ser ocupados por los animales debido a que la altura del agua es muy reducida en este nivel. Por esta misma razón, existe un desarrollo bastante importante de las algas bénticas en las pendientes inclinadas de los muros lo que conduce a lo largo de la cría a una degradación rápida de la calidad del suelo. Este problema es más agudo en lo que concierne a los precriaderos cuyas superficies pequeñas (entre 0,5 y 1 ha) asociadas a unos muros de pendiente muy suave no permiten que se trabaje con una altura suficiente de agua, limitadas en este caso a una altura promedio de 50 cm.
La traída del agua se realiza por canales de tierra de secciones reducidas. No es necesario aquí hacer hincapié sobre los límites de este sistema para una camaronera de una superficie semejante, se hace solamente recordar que sobre este punto se efectuó una discusión detallada en el informe anterior. Las nuevas etapas por construir dispondrán de un canal reservorio lo que debiera representar una respuesta muy satisfactoria a los problemas observados en el sistema actual.
Se ha previsto para cada etapa de 130 ha cada una, una estación de bombeo independiente. Para la etapa No2, la estación de bombeo definitiva se compone de 11 bombas eléctricas ITUR con flujo axial. Esta estación parece ser sobredimensionada en relación a la capacidad del canal receptor y a la necesidad en agua de 130 ha de estanques.