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FO:LACFC/2002/15

COMISION FORESTAL PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE

Tema 10 del Programa Provisional

22a REUNION

Buenos Aires, Argentina, 7 - 11 de octubre del 2002

PANEL TECNICO EN SESION: LOS PROGRAMAS FORESTALES NACIONALES

Nota de la Secretaría

INTRODUCCION

1. Los conceptos que fundamentan los programas forestales nacionales, en especial los determinados por el PIB/FIB, son ampliamente conocidos tanto por los puntos focales de esos programas, por los representantes de países y por las organizaciones de cooperación internacional que participarán en este evento. Existen, además, antecedentes de un evento similar efectuado en septiembre de 2000, durante la anterior reunión de la Comisión, y muchos de los asistentes han analizado la situación de los programas forestales nacionales en algunos eventos recientes (II Congreso Forestal Latinoamericano, Guatemala, agosto 2002, y reunión de Puembo, Ecuador, febrero 2002). Dando por asumido ese conocimiento, durante la reunión se analizará la situación y el futuro de esos programas.

EL DESEMPEÑO DE LOS PROGRAMAS FORESTALES NACIONALES

2. El interés internacional por el desarrollo de los programas forestales nacionales sigue muy activo desde 1985 cuando se inició el Plan de Acción Forestal Tropical (PAFT) y posteriormente, en 1992, los Programas de Acción Forestales Nacionales (PAFN). Así lo demuestra la progresiva estructuración de mecanismos de orientación y apoyo global que en los últimos dos años se plasma especialmente en la creación del Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques (FNUB) en octubre de 2000, para facilitar la ejecución de las recomendaciones del Panel y del Foro Intergubernamental de Bosques (PIB y FIB) mediante un plan de acción quinquenal. La estructuración, en abril de 2001, de la Asociación de Colaboración sobre Bosques (ACB/CPF) y la implementación del Servicio de apoyo a los programas forestales nacionales desde el primer semestre de este año, son dos importantes eventos que indican el compromiso de la comunidad internacional para la puesta en marcha de los acuerdos asumidos.

3. Los estudios efectuados a los programas forestales nacionales de América Latina y el Caribe en los últimos dos años, los realizados por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, el ya mencionado de Puembo y el "Análisis del impacto de los programas forestales nacionales" efectuado en 2001 por el Programa de Cooperación FAO/Gobierno de los Países Bajos (FAO/Netherlands Partnership Programme-FNPP) en 17 países de América Latina, entre otros, muestran notables cambios positivos en muchos países con respecto a la situación anterior a la puesta en marcha del PAFT/PAFN, en cuanto al mejoramiento de la conciencia gubernamental y de la sociedad civil sobre la importancia de los recursos forestales, el conocimiento de esos recursos, la producción y difusión de información sobre los mismos, la estructura institucional y normativa del sector forestal, la práctica de consensos entre diversos actores sobre las políticas y sus instrumentos, la capacitación de esos actores, la ejecución de un número mayor de proyectos y la disposición de nuevos fondos de financiamiento.

4. Sin embargo, hay coincidencia en calificar como desigual y, en muchos países poco eficiente, la ejecución de los programas forestales nacionales, que sigue estando determinada en esos países por una visión predominantemente intrasectorial de la problemática y de sus soluciones y en la que prevalece la falta de inversión nacional acorde con la importancia del recurso forestal. Algunos países todavía carecen de un plan coherente que oriente su desarrollo forestal y muchos de los que lo elaboraron en décadas anteriores no han podido ajustarlos por varias razones de manera realmente participativa a las cambiantes realidades nacionales, mostrando un consecuente desánimo en su ejecución.

5. Por otra parte, los recientes mecanismos mundiales de la cooperación internacional aún no han podido mostrar el efecto esperado en la ejecución de esos programas, adicional al que tuvieron en la época de los PAFT/PAFN. En general, las expectativas creadas durante ese último proceso no fueron adecuadamente respondidas ni por la comunidad internacional ni por los gobiernos de los países directamente beneficiarios del manejo del recurso forestal.

6. Como resultado de la suma de esas deficiencias, el deterioro de los recursos naturales renovables y de las condiciones de la población que depende del buen manejo de los bosques, sigue avanzando aceleradamente en la Región, en tanto que la contribución del manejo forestal al desarrollo nacional es, en casi todos los países, una meta insatisfecha a pesar de su enorme potencial.

FORTALECIMIENTO DE LOS PROGRAMAS FORESTALES NACIONALES

7. La situación que se presenta en la generalidad de la Región hace necesario plantear a los puntos focales de los programas forestales nacionales la conveniencia de formulación de una estrategia de acción que se realice al interior de los países y en el conjunto de ellos en forma de red interactiva, para superar los principales obstáculos a la implementación de los programas. Podría aprovecharse la oportunidad que brinda este evento para acordar tal estrategia, proponiendo el apoyo de la Comisión para su ejecución. Un plazo prudente para alcanzar sus objetivos inmediatos podría fijarse en dos años, cuando vuelva a reunirse la Comisión.

8. Para contribuir con el perfil de una iniciativa en este sentido, parece indicado sugerir algunos de los temas que han sido identificados en los análisis hechos sobre esta problemática.

9. El arduo trabajo de promoción permanente de cada programa forestal nacional, que implica impulsar el interés nacional e internacional en participar y apoyar su actualización, ejecución y seguimiento, supera la capacidad normal del punto focal. Sería recomendable la organización de comités nacionales interinstitucionales de coordinación o concertación, de tamaño reducido y alta eficacia, integrados por personas de los sectores público y privado con influencia en las decisiones inmediatas y estratégicas de las diversas áreas socioeconómicas y ambientales, para mantener el programa forestal nacional en alto nivel de consideración nacional y cumplimiento. Además, considerando algunas necesidades supranacionales del proceso nacional, es recomendable que el punto focal y los miembros de ese comité se integren sistemáticamente con sus pares en otros países, lo que podría suponer una estructura articuladora regional funcional.

10. Los programas forestales nacionales como procesos políticos y técnicos que orientan el desarrollo forestal sostenido, deben tener vigencia y pertinencia en su conceptualización y en el diseño de estrategias, instrumentos y acciones, de acuerdo con el contexto actual y la perspectiva a largo plazo de cada país, siguiendo los principios operacionales acordados durante el diálogo forestal internacional que guían estos programas. El logro de ese nivel de actualidad y credibilidad podría basarse en un análisis ágil pero profundo de las restricciones que impiden el logro de los objetivos del programa, a partir del cual se trace una estrategia transectorial para removerlas. La rapidez y profundidad de esta etapa de trabajo puede asegurarse por la gran abundancia de diagnósticos que existen sobre estos asuntos.

11. El análisis comprendería, también, el cumplimiento de los compromisos surgidos dentro del régimen forestal internacional y las dificultades que retardan el efecto de los mecanismos internacionales de apoyo a los programas forestales nacionales, para plantear las correcciones pertinentes.

12. Sería muy útil efectuar un examen conjunto, a nivel regional, de las estrategias y las propuestas de medidas y acciones determinadas para cada programa forestal nacional, para enriquecerlo con las experiencias análogas de los otros países. Este examen podría tener mayor efecto al hacerse en un evento presencial y contar con expertos de fuera de la Región, y haría necesaria la fijación de un plazo para completar los análisis y definiciones en cada país.

13. Los resultados obtenidos en este examen podrían motivar ajustes al interior de los planteamientos nacionales, por ejemplo en su adecuación al futuro escenario forestal mundial, e inducir una estrategia regional o varias subregionales, armonizadoras y complementarias de los enfoques nacionales. Así, el producto de tal examen debería estar disponible de manera que al cumplirse el plazo de dos años para el cumplimiento del plan de acción rápida ya se hayan iniciado las acciones determinadas para cada país y para la Región.

14. El sustento económico para la realización de este plan de acción rápida debería buscarse en el co-financiamiento de sus costos con recursos de cada país y fondos internacionales, por ejemplo los que pudieran obtenerse del Servicio de apoyo a los programas forestales nacionales que está comenzando a implementarse. Esta búsqueda podría ser el objetivo de una propuesta que se presente al Servicio de Apoyo a los Programas Forestales Nacionales, además de las que le planteen los países con el fin de incrementar su capacidad para actualizar y promover la implementación de los programas y para contar con un mecanismo regional de acompañamiento político, técnico e informativo a la ejecución y seguimiento de los mismos.

15. La Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, como Secretaría de la Comisión, ejecutora del FNPP y parte de la estructura funcional del Servicio de Apoyo a los Programas Forestales Nacionales para la Región, servirá como instancia de ayuda a la coordinación de la ejecución del plan estratégico y de acción.

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