La primera experiencia de inducción con esta especie tuvo lugar el 9 de setiembre de 1980. En este caso se administró “Gonadyl” a razón de 1000 UI/kg, en dos veces, a tres hembras y un macho. Unicamente se observó respuesta positiva en el macho, el cual presentó una franca fluidificación del semen luego de 24 horas en la primera inyección. A la autopsia las hembras presentaban ovarios bien desarrollados pero sin indicios de maduración final. La temperatura del agua fue de 15°C.
Otra experiencia similar se repitió el 30 de setiembre con una temperatura de 19°C y con idénticos resultados.
Se consideró en ese momento, que una de las principales razones de estos fracasos era el mal estado general de los reproductores. Previamente a la inyección hormonal, los peces habían sido mantenidos en cautividad por espacio de una semana, tras la cual aparecía un gran número de lesiones en piel y branquias, debidas principalmente a Aeromonas sp.y a diversos hongos. Por lo tanto, se decidió realizar las próximas experiencias inmediatamente de llegados los reproductores al laboratorio, lo que permitió trabajar con ejemplares en buen estado general.
Las siguientes experiencias se resumen en los cuadros 1 al 14. El primer caso en el que se logró la ovulación fue en la tercera experiencia, utilizando extracto hipofisario de Bagre Negro. En este caso se obtuvieron 170 ml de huevos deshidratados, los cuales una vez fertilizados se desarrollaron normalmente hasta el estadio de cuatro células. En el momento de la inseminación, la temperatura fue de 15°C, pero durante la noche ésta bajó a 13°C, lo que se cree que puede haber determinado el cese del desarrollo y la total mortalidad de los huevos.
En la cuarta experiencia fue la primera oportunidad en que se logró la ovulación y posterior eclosión de los huevos fertilizados. La eclosión tuvo lugar en aproximadamente 60 horas desde la inseminación. Las larvas se desarrollaron normalmente, y en 6 días absorbieron totalmente el saco vitelino.
La novena experiencia se realizó utilizando únicamente DOCA, con resultados totalmente negativos.
En las novena y undécima experiencias se analizó la reducción de las dosis de gonadotrofina coriónica, de 2500 a 1000 UI por kilo de peso. La respuesta fue igualmente positiva a la dosis menor, por lo que a continuación se siguió utilizando ésta.
El resto de las experiencias se realizaron con gonadotrofina coriónica como única hormona, dada la facilidad de obtención, administración y regularidad de su poder.
A fines de abril, los ovarios de los ejemplares de la experiencia décimosexta aparecieron en franca regresión en la autopsia, así como los de otras hembras capturadas en la Laguna del Sauce, lo que explica el total fracaso de la última experiencia. A partir de este momento se decidió suspender las experiencias hasta la próxima primavera.
El máximo número de huevos se obtuvo en el mes de octubre, en la sexta experiencia, donde se constató una producción de 112.500 huevos por kilo de peso.
El número de huevos hidratados por unidad de volumen fue contado en diversas oportunidades en el correr del trabajo, presentándose los valores medios en el cuadro 15. No se pudo apreciar una correlación entre el número de huevos por cc y el peso de los peces. Se puede apreciar, por otra parte, un aumento en el número de huevos por unidad de volumen en el período comprendido entre octubre y abril.
Dado el largo lapso durante el cual se analizó el presente trabajo, se pudo operar dentro de un amplio rango de temperaturas del agua. Correlacionando las temperaturas con el período de inducción, o sea el tiempo comprendido entre la última inyección y la ovulación, se verificó que éste es función de la temperatura del agua, al igual que en otros peces (Sneed y Clemens, 1961). A medida que la temperatura aumenta, el período de inducción disminuye según la función P. inducción = 7638,28 × T°C -1,92 (figura 2). El conocer esta relación es de gran valor para el manejo futuro de la reproducción de esta especie, ya que permite calcular, de acuerdo a la temperatura del agua, en qué momento tendrá lugar la ovulación luego de la administración de la hormona. El conocer este momento en forma precisa, evita que haya una sobremaduración de los óvulos, lo que determinaría un descenso en la tasa de fertilización de los mismos.
Si bien en este trabajo no se pudo determinar el umbral mínimo, se considera que la dosis de hormona no influye en el resultado final de la ovulación ni en el período de inducción, siempre que se sobrepase dicho umbral, como ya fuera establecido por Clemens y Sneed (1962).
Relación Período de Inducción - Temperatura
FIGURA 2.-
