Debido a que en muchas especies el grosor u opacidad de los otolitos dificulta sumamente la lectura de dichas estructuras, se han desarrollado tratamientos especiales que permiten mejorar notoriamente la observación.
A modo de ejemplo, se puede pulir una o ambas caras del otolito, efectuar el corte transversal, extraer secciones delgadas, someterlos a la acción del calor, o bien llevar a cabo tinciones “in vivo” o “in vitro”.
Para llevar a cabo este procedimiento se pueden utilizar varios tipos de pulidoras, las cuales constan básicamente de un motor eléctrico con eje directo (o polea de transmisión) y una piedra de pulir de grano fino. Pueden trabajar con agua circulante o sin ella. Cuando se trabaja con pulidoras que no poseen circuito de agua circulante (Figuras 7A y 7B), se debe humedecer la piedra de pulir con agua, en repetidas ocasiones, para la limpieza y mejor pulido del otolito.
Si bien la utilización de este método mejora la lectura, se debe prestar especial atención a la profundidad del pulido, ya que durante el mismo se pueden borrar uno o más anillos con la consiguiente subestimación de la edad.
El pulido se puede aplicar también a la superficie de corte en otolitos que han sido convenientemente seccionados.
La lectura de los otolitos de especies tales como bacalao, merluza y rouget puede verse facilitada mediante el corte transversal de los mismos. Para ello se procede de la siguiente manera:
Se toma el otolito y se observa alguna característica de la morfología que indique el centro del núcleo. Es particularmente útil observar el surco acústico, el cual atraviesa una de las caras del otolito en el sentido longitudinal al eje mayor.
Una vez que se ha determinado la localización del núcleo se efectúa un corte transversal al eje mayor, de modo que la superficie de corte forme un ángulo recto con éste. Dicho corte debe hacerse en forma lenta con ayuda de una gota de alcohol, apoyando el otolito sobre una superficie blanda (por ejemplo, una base de goma gruesa) (Figuras 8A y 8B). Esto evita que se fracture el otolito fuera del núcleo o en un ángulo no deseado, con la consiguiente pérdida del material de trabajo, o haciendo dificultosa su lectura.
Figura 7. Pulidora de otolitos
![]() | Figura 7A. Aspecto general de la pulidora. P: piedra de pulir. |
![]() | Figura 7B. Motor y mecanismo de transmisión. |
Los otolitos de las especies demersales -dada su particular morfología- permiten ser cortados con una sierra circular de baja velocidad con el fin de obtener secciones delgadas. Esta sierra consta básicamente de una hoja de corte circular con filo de diamante que gira por la acción de un motor eléctrico (Figura 9A: 1). La hoja trabaja parcialmente sumergida en un baño de agua con detergentes a efecto de estar siempre libre de impurezas a la vez de lubricada. Por detrás de la hoja se encuentra un brazo de metal de sección rectangular, móvil (Figura 9A:2), un tornillo que gradúa la profundidad del corte y que acciona el mecanismo de detención automática del motor cuando el corte se ha efectuado (Figura 9A:3); un vástago que se encuentra en el extremo del brazo que se utiliza para colocar en él contrapesos, a los fines de balancear el brazo y efectuar una presión constante y controlada sobre la hoja durante el corte (Figura 9A:4); una platina de metal rectangular (Figuras 9A:5 y 9C) la cual posee un marco y una ranura por donde se introduce el otolito montado a ser cortado la cual se encuentra inmediatamente por encima de la hoja (Figura 9A:6), y un control de velocidad regulable manualmente (Figura 9B:1).
Para obtener secciones delgadas de otolitos mediante el uso de esta sierra se debe proceder como sigue:
Se cortan trozos de cartulina del tamaño del interior de la platina. Se toman los puntos medios en cada lado de cada trozo de cartulina y se trazan con un lápiz líneas perpendiculares de modo de formar una cruz. Estos trozos de cartulina constituyen el medio sobre el cual se montan los otolitos.
Se funde a baño maría (Figura 9B:2) una mezcla de parafina y carbón animal en una proporción de 5 a 1 respectivamente. La parafina se emplea para adherir y cubrir el otolito sobre la cartulina, mientras que el carbón animal se emplea como abrasivo.
Una vez fundida, la mezcla parafina-carbón animal, se vierte con un gotero sobre el punto de cruce de las líneas de la cartulina. Con una gota se adhiere el otolito, el cual debe ser centrado de modo que el eje mayor pase por el centro del núcleo (eje menor del otolito) y que el eje menor de la cartulina se alinee con el eje mayor del otolito, preferentemente sobre el surco aćustico.
A continuación se cubre el otolito con una película de parafina de mediano espesor (aproximadamente 3 mm). Una vez ésta se ha enfriado y solidificado se cortan con un bisturí los restos de parafina que hayan quedado sobre el borde de la cartulina y que pudieran dificultar el ajuste de la misma dentro de la ranura de la platina.
Luego de efectuar estas operaciones se debe ajustar el corte y regular el mismo en relación con el dispositivo de detención automática. Esto se logra colocando un trozo de cartulina (sin otolito) en la platina y moviendo el tornillo (Figuras 9A:3) de modo que éste accione el interruptor (Figuras 7 y 9A) en el momento que la sierra toque la cartulina.
Una vez efectuada esta operación, se coloca la cartulina con el otolito montado en parafina en la platina.
Se alinean la línea vertical que pasa por el centro del núcleo con la hoja de la sierra mediante el tornillo micrométrico.
Se selecciona la velocidad a utilizarse para el corte, la cual debe estar en relación directa con el tamaño y espesor del otolito. Esto tiene como propósito evitar que la velocidad excesiva de la sierra desprenda la sección del otolito y se pierda dentro del recipiente que contiene el baño de limpieza; esto suce de frecuentemente con los otolitos de pequeño tamaño.
Se pone en marcha el motor y se baja cuidados amente el brazo que lleva la platina con el otolito, de modo que la parafina apoye sobre la hoja en movimiento.
Una vez efectuado el corte, con el tornillo micrométrico se regula el espesor de la sección que se pretende obtener y se repite la operación precedente.
Se retira el otolito seccionado y con la punta de un bisturí se separa lentamente la sección.
La sección del otolito se limpia de restos de parafina sumergiéndola en un solvente (disán o nafta).
Una vez limpia de restos de parafina que pudieran interferir con su posterior lectura, la sección se seca con papel absorbente quedando pronta para su montaje.
Figura 8. Corte transversal de otolitos
![]() | Figura 8A. Corte sobre una base firme. |
![]() | Figura 8B. El corte se ha efectuado mostrándose las dos mitades del otolito. |
Figura 9. Secciones de otolitos.
![]() | Figura 9A. Distintas partes de la sierra circular (explicaciones en el texto). |
![]() | Figura 9B. Aspecto general de la sierra circular y baño de parafina (explicaciones en el texto). |
Figura 9C.
Detalle de la platina.