La alta tasa de mortalidad de las crías (50–55%) en nuestro experimento se debe probablemente a una densidad inicial demasiado elevada, - la cual agudizó la agresividad natural de las crías y favoreció el brote de enfermedades. Sin embargo, la supervivencia se estabilizó después de cinco meses de cultivo, con una densidad de 20 crías/m2.
En cuanto a las tortugas de mayor tamaño, cautivas a partir de finales del año 1980, no tuvimos ninguna mortalidad entre el mes de agosto de 1981 y el final del experimento, en mayo de 1982.
Los animales aprovecharon bien el alimento, suministrado a saturación diariamente a razón de un 5% de la biomasa total.
Los tratamientos que aplicamos para curar las lesiones externas - de los animales resultaron bastante eficaces, especialmente la solución Podal, y sanaron muchas heridas.
Tomando en consideración el carácter experimental del cultivo - “headstarting” de una especie raras veces criada, consideramos que los resultados conseguidos por el proyecto son muy satisfactorios, ya que nos permitieron perfeccionar nuestras técnicas y encontrar una densidad que nos hace esperar una reducción muy significativa de la tasa de mortalidad en el futuro.
El sistema de registro experimentado este ańo dio mejores resultados que aquel usado en la temporada anterior.
De acuerdo a los datos registrados, se estima en 600–900 el número de hembras de la especie Lepidochelys olivacea que vinieron a anidar en la temporada de 1982 (meses de junio a noviembre); es posible que esta cifra sea subestimada.
Los esfuerzos de DITEPESCA para lograr los objetivos del proyecto, gracias al incremento de personal y la construcción de ranchos adicionales, fueron parcialmente frustrados por el huracán “Paúl”, cuyos efectos sobre la tasa de eclosión de los huevos sólo se podrán estimar ulteriormente, cuando finalicen las actividades de la temporada y se analicen todos los datos conjunta y detenidamente.
