Página precedente Indice Página siguiente


INFORME DE LAS SESIONES TECNICAS (Continued)

SESION III
Necesidades nutricionales de los organismos cultivados y tecnología para la preparación de piensos

Presidente:J.R. Brett
Relator:J.E. Stewart

Miembros de panel

J.R. Brett:Eficiencia de la producción de proteínas mediante la acuicultura
J.E. Halver:Necesidades nutricionales de las especies cultivadas
B. Hepher:Formulación de alimentos y aspectos económicos de la alimentación
H. Koops:Nuevas fuentes de proteínas para los alimentos

Documentos pertinentes:
FIR:AQ/Conf/76/R.17, R.23, R.31,
/E.5, E.6, E.11, E.12, E.23, E.24, E.25, E.30, E.32, E.33, E.36, E.40, E.42, E.43, E.47, E.53, E.66, E.70, E.72, E.79

Eficiencia de la producción de proteínas mediante la acuicultura

La expresión “eficiencia de la producción” se emplea en dos formas:

  1. el utilizado con más frecuencia en la industria de alimentos, en la piscicultura y en muchos estudios dietéticos, es decir, “eficiencia de los alimentos” o sea “razon o factor de conversión de los piensos” expresada como razón del peso del pienso “seco” (usualmente con un contenido de humedad entre 10–30 por ciento) respecto de la ganancia en peso neto del pez (usualmente con una humedad entre 72–80 por ciento); y

  2. el utilizado en muchos trabajos científicos, a saber: “eficiencia de conversión bruta de los alimentos” o simplemente: “eficiencia de conversión”, que es el porcentaje de la ganancia absoluta de peso seco respecto del peso del pienso en seco.

Cabe también la alternativa de expresar esta eficiencia en función del contenido de nitrógeno o contenido energético. La primera fórmula es recíproca de la segunda, una vez reajustada al contenido relativo de agua. Las máximas eficiencias naturales registradas se dan en la conversión de yema por el pez embriónico, que puede alcanzar un 73 por ciento en los arenques. Este valor de conversión desciende hasta el 5 por ciento y menos en reproductores de peces maduros.

El concepto en la producción acuícola, por ejemplo, producción de proteínas en estanques, es algo diferente. En este caso, el insumo de nitrógeno procedente de los fertilizantes y otros procedimientos naturales puede estimarse en relación con el contenido de nitrógeno del pescado recogido. De observaciones hechas con herbívoros como el sabalote se desprende que buena parte de la ingesta se pierde en las heces. Pero la productividad biológica de un sistema que recicla nitrógeno a través de las heces, sumada a la acción bacterial, puede elevar considerablemente su eficiencia de conversión proteínica. Cabe citar como ejemplo la referida eficiencia del pienso de un 2,7 por ciento de estiércol de vaca.

La mayoría de las ponencias presentadas a la Conferencia trataban de la eficiencia de los piensos en los peces carnívoros. Teniendo en cuenta los principios nutricionales y ambientales, se sugirió que era perfectamente alcanzable una eficiencia de un 20 por ciento. Como razones básicas para una baja eficiencia se apuntaron las siguientes: la pobreza de los alimentos y la dureza de orden fisiológico, ambiental y de explotación. En condiciones óptimas se ha obtenido hasta un 40 por ciento de eficiencia de conversión con salmones jóvenes. Se informó que en recientes experimentos multifactoriales realizados, los cuales comprendían combinaciones de una determinada ración en relación con la temperatura, la salinidad y el período de fotosíntesis en un medio bien oxigenado, se han logrado ingeniosas combinaciones óptimas que aceleran considerablemente el desarrollo, con una mejor eficiencia que llega al 35 por ciento y en un caso casi al 50 por ciento. Como el primer destino y exigencia en la ingestión de alimentos es el restablecimiento de energías, para poder lograr una alta eficiencia en la energía almacenada hay que evitar prudentemente los factores que inducen unos índices metabólicos elevados tal la actividad excesiva, el nado obligado, la agresión y la excitabilidad nerviosa. La consecución de la eficiencia pretendida puede resultar también limitada por un bajo contenido de oxígeno disuelto o la acumulación de productos excretorios nitrogenados, especialmente amoníaco y nitritos.

Un importante campo de estudio por lo que respecta a la eficiencia de conversión es el contenido energético de los alimentos, la llamada “densidad energética”. Como los peces pueden gastar mucho más de la mitad de su ingesta alimenticia en energía y desprenden fácilmente proteína como fuente de energía, para poder conseguir un eficiente aprovechamiento proteínico reviste primordial importancia un justo equilibrio de carbohidrato digestible y de grasas. Se logran elevados rendimientos en la conversión empleando proteínas de gran valor biológico. Son de esperar ulteriores adelantos en mejorar esa eficiencia con objeto de acoplar unos regímenes alimenticios a una combinación de hormonas favorecedoras del crecimiento, manipulación del medio y estrategia alimentaria, sobre la base de un profundo conocimiento fisiológico del tipo de digestión. Si se pudieran conjugar estos elementos con la promesa de una cría selectiva con miras a estirpes resistentes a las enfermedades, dóciles, domesticadas, de organismos acuáticos, cabría la posibilidad de rebasar considerablemente el objetivo mínimo propuesto de un 20 por ciento de eficiencia.

Necesidades nutricionales de especies cultivadas

Se ha comprobrado que todos los peces propiamente dichos necesitan para su desarrollo los mismos diez aminoácidos esenciales. El resto del componente proteínico puede consistir en aminoácidos de que se puede prescindir pero el conjunto debe reflejar la estructura aminoácida de los tejidos que se forman para un crecimiento lo más eficiente posible. Importa, con todo, señalar que sólo se conoce para un par de especies la cantidad de aminoácidos necesaria y que han resultado erróneas las proyecciones matemáticas hechas sobre dicha base para otras especies. Es evidente la necesidad de efectuar investigaciones para establecer los valores específicos de todas las especies cultivables.

Se ha estimado que las necesidades brutas de proteínas digestibles son de un 45–50 por ciento de la dieta para salmónidos jóvenes, 35–40 por ciento para ciprínidos, 35–45 por ciento para Anguilla y 50 por ciento para los crustáceos. Estas necesidades aumentan con el tamaño y disminuyen con la salinidad. Preciso es repetir que sólo se han estudiado unas pocas especies y fuentes de proteínas. La preparación de un catálogo de fuentes proteínicas y el valor nutricional de cada una de ellas para las especies cultivadas deben ser objeto de alta prioridad.

Las grasas son una fuente fácil de energía para los peces y de la mayoría de los estudios realizados resulta que los peces pueden utilizar un 20–30 por ciento de la dieta como grasa y pueden digerirla casi por completo. Pueden ahorrar así proteína, que puede aprovecharse en cambio para el costo de vida energético. Muchos peces parecen necesitar el enlace C22 ó C24 de grasas no saturadas tipo Omega-3 para su buen crecimiento y salud.

Para el metabolismo de otros nutrientes en los elementos de los tejidos se necesitan vitaminas solubles en agua y solubles en grasa. Las necesidades específicas son diferentes según especies y tienen que desarrollarse nuevas técnicas clínicas para determinar el estado de salud de las especies criadas. Con frecuencia se presume una suficiente ingesta vitamínica cuando la dieta se complementa con vitaminas, pero es cosa que sólo se puede garantizar con un buen analísis clínico.

Aunque no se conoce bien el proceso, los minerales son indispensables para mantener el equilibrio de agua y sales en los tejidos, para el metabolismo de otros nutrientes y para los principales elementos, estructurales de los tejidos. Se han inventado nuevas técnicas rastreadoras y nuevos instrumentos para medir microcantidades de elementos, que pueden emplearse para esclarecer las funciones de los micronutrientes en los procesos normales de crecimiento y de la vida.

Los peces pueden utilizar grasa, proteína o carbohidrato para satisfacer sus exigencias energéticas, pero la fuente más económica es la de los carbohidratos. Aun cuando la mayoría de los carnívoros están mal dotados para metabolizar azúcares y almidones, un equilibrio específico y esmerado de las fuentes de carbohidratos puede hacer ahorrar proteínas costosas y, además, proporcionar cantidades óptimas de fibra para que otros nutrientes desciendan por el tracto gastrointestinal para su debida digestión y absorción.

La sesión admitió que se conocía muy poco sobre las necesidades y aprovechamiento de estos diversos componentes alimenticios de la mayoría de los animales criados y se insistió en que era menester investigar para adquirir los conocimientos básicos al respecto.

Composición de alimentos y aspectos económicos de la alimentación

En muchas formas de acuicultura, la alimentación constituye un importante costo de la producción, que con frecuencia asciende al 40–70 por ciento de los gastos de funcionamiento. Cuanto más se intensifica la acuicultura, tanto más elevados son los costos en concepto de piensos en relación con otros gastos de funcionamiento. Sin embargo, hay que distinguir entre sistemas como el cultivo en estanques de agua estancada y sistemas de cultivo en agua corriente y cultivo en jaulas. En la cría en estanques puede lograrse reducir el costo aumentando la productividad natural del estanque mediante fertilización puesto que el alimento natural constituye un importante recurso alimenticio. En los otros sistemas el pez aprovecha muy poco del alimento natural en el mejor de los casos, por lo que casi depende por entero de los piensos añadidos. Los elementos principales que afectan el costo de la alimentación son la composición de la dieta y el coeficiente de conversión de piensos. Ya se han realizado algunos estudios para determinar si puede reducirse el contenido proteínico de los piensos sin pérdida de la eficacia de conversión de los alimentos. Los resultados no son todavía definitivos y hay motivos para seguir trabajando en ese sentido. De todas formas, ha comenzado ya la búsqueda de fuentes nuevas y menos costosas de proteínas. Entre todos los piensos que se producen comercialmente para peces, la harina de pescado constituye una fuente importante de proteínas y representa una buena proporción de los gastos en concepto de piensos. Aunque es lógico elevar la baja calidad del pescado de esta forma convirtiéndolo en pescado de un alto valor comercial, no goza semejante propósito de aceptación general en una campaña por la producción de alimentos para nutrir a la gente que padece hambre en el mundo. Por otra parte, se ha hecho necesario reducir los costos de los piensos para hacer económicamente viables algunos sistemas acuícolas. Se informó a la sesión que en los experimentos realizados en la República Federal de Alemania se ha demostrado que la harina de pescado en los piensos para truchas se puede substituir satisfactoriamente del todo por una mezcla de harina de subproductos avícolas con harina hidrolizada de hojas cuando todo ello se complementa con pequeñas cantidades de lisina, triptofán y metionina. Distinta es la experiencia que se tiene con los piensos para cerdos y aves de corral, donde su substitución en un 5–10 por ciento inclusive con harina de plumas ha provocado una importante depresión en el crecimiento. Pueden hacerse también substituciones parciales con la harina de gluten de maíz, una mezcla de carne y harina de huesos, harina de sangre, levadura alcánica o concentrado de soja.

Hace falta efectuar estudios más concentrados sobre nuevas fuentes de proteínas para piensos de peces y crustáceos. Como fuentes posibles de proteínas animales por estudiar se sugirieron diferentes tipos de “krill” y larvas planctónicas y animales acuáticos cultivados. Las proteínas unicelulares, como levaduras, bacterias y algas pueden ser otras fuentes interesantes cuando se complementan con aminoácidos. Las hierbas, hojas y malezas acuáticas constituyen otras fuentes posibles, pero tienen que solucionarse antes los problemas de los fragmentos aromáticos o contenido fenólico en las hierbas. En muchas regiones se encontrarán posiblemente desechos agrícolas sin utilizar que pueden constituir ingredientes muy propios para los piensos.

Al discutir sobre la labor que debe desarrollarse en lo futuro para evaluar las necesidades nutricionales de las especies cultivadas y la composición de los piensos, se insistió en la escasez de nutricionistas y bromatólogos experimentados. Para cubrir esta necesidad es menester organizar buenos centros de investigación y capacitación integradas, asignando a esto carácter prioritario. Hay que formarse una idea cabal de las necesidades nutricionales de cada especie prioritaria en diversas fases de su ciclo vital. A este respecto se recalcó la conveniencia de crear un banco central de datos con medios para la recuperación de información, y la utilidad también de constituir una junta internacional de expertos.

SESION IV
Reclutamiento artificial y trasplante

Presidente:W.J. McNeil
Relator:K. Sandercock

Miembros de panel

W.J. McNeil:Reclutamiento artifical y trasplante de especies anádromas
V.G. Jhingran:Mejora de los recursos pesqueros en aguas interiores
N. Hanamura:Mejora de los recursos pesqueros del mar
M.A. Afinowi:Trasplante de moluscos para formar poblaciones de desove

Documentos pertinentes:
FIR:AQ/Conf/76/R.5, R.16, R.17, R.18, R.24,
/E.20, E.31, E.50, E.67, E.71, E.75

En diversas partes del mundo y por distintas razones se han intentado los trasplantes y el reclutamiento artificial. Estos intentos han tenido una historia más o menos análoga, lo mismo cuando se han realizado con miras a aumentar las poblaciones de determinadas especies, restablecer las poblaciones en cuerpos de agua excesivamente explotados o alterados ambientalmente, llenar un nicho ecológico o cuando se ha tratado de aprovechar más cabalmente un determinado recurso biológico. Han tropezado con un gran escepticismo y, debido a las deficiencias tecnológicas y a la falta de apoyo a la hora de emprender actividades en la escala necesaria para conseguir resultados interesantes, muchos de ellos se consideraron inicialmente un fracaso. Pero con el perfeccionamiento de las técnicas y la realización de operaciones sostenidas y en gran escala se han ido reconociendo cada vez más los beneficios que derivan de reclutamientos artificiales y trasplantes bien organizados.

La cría extensiva de especies anádromas en el mar

Los resultados más espectaculares hasta ahora han sido los conseguidos con la “cría extensiva en el mar” de especies anádromas, especialmente los salmones. Su fuerte hábito de retornar al lugar de origen durante la migración para el desove brinda un mecanismo de autogregarismo que favorece su captura. Algunas de las especies anádromas, mientras están en el mar, emprenden migraciones transoceánicas para alimentarse. Transforman el plancton, que suele estar diseminado en enormes volúmenes de agua, en un tipo de proteína que puede recogerse fácilmente y elaborarse para el consumo humano. Se halla en un estadio muy avanzado la tecnología para el reclutamiento artificial de una serie de especies anádromas, y experimentan, además, mejoras constantemente. Tienen también otra ventaja: la de ser especies por lo general altamente apreciados.

Experimentos recientemente efectuados en cría extensiva marina del salmón en Alaska han arrojado resultados de entre 15 y 30 adultos por desovador, lo que demuestra que el reclutamiento artificial puede ser de 5 á 10 veces más eficiente que el reclutamiento natural. En el Japón también se ha demostrado muy bien la rentabilidad de la cría extensiva del salmón en el mar. El confinamiento progresivo del salmón chum (Oncorhynchus keta) al sistema de criaderos ha eliminado la necesidad de zonas de desove en aguas libres; ha incrementado las capturas al reducir a un mínimo el número de peces necesarios para sostener el ciclo siguiente y ha resultado al mismo tiempo una duplicación del índice de supervivencia. Se ha calculado que si se diera paso en el Pacífico septentrional a la cría extensiva de 500 millones de jaramugos propagados artificialmente y producidos a un costo de Yen 500 millones, en tres o cuatro años el rendimiento previsto sería de unos 10 millones de salmones, por un valor de más de Yen 10 000 millones. Si se consigue mejorar la tasa de retorno, cabe esperar mayores aumentos de rendimiento. Aunque gran parte de los avances logrados se refieren a los salmones, en la U.R.S.S. y en el Irán está creciendo rápidamente la cría extensiva en el mar del esturión.

Se expresó la opinión de que la cría extensiva en el mar de salmón del Pacífico y tal vez de otras especies anádromas se halla en una fase de crecimiento exponencial. En algunos estados de los EE.UU. se ha legalizado la cría extensiva en el mar por particulares. Hay en curso planes para la expansión de las instalaciones piscícolas públicas, y países como Japón y la U.R.S.S. proyectan constituir empresas conjuntas de participación para el reclutamiento artificial. Países del Hemisferio Sur como Chile favorecen las iniciativas para la introducción del salmón en sus aguas. Al aumentar la contribución aportada por el reclutamiento artificial, los derechos de recolección de esas poblaciones se convertirán en una cuestión cada vez más importante.

No es demasiado pronto para estudiar la capacidad de aguas marinas como criaderos para cultivar especies anádromas. Muchos estados rivalizarán por ejercer derechos para apacentar peces anádromos en “campo abierto”, que tiene una capacidad limitada para la cría de peces. Tendrán que solucionarse los problemas de establecer los derechos de aprovechamiento y protegerlos.

El trasplante de especies anádromas ofrece unas ventajas virtualmente interesantes, pero lleva consigo riesgos que no hay que perder de vista en absoluto. El mantenimiento de la diversidad genética en poblaciones que se propagan artificialmente es una cuestión que pudiera ser muy importante para el éxito a la larga de la cría extensiva en el mar. Por desgracia, esta cuestión ha sido ignorada prácticamente por las agencias de investigación. Las decisiones de realizar la reproducción selectiva deben basarse en un conocimiento exhaustivo de la pérdida potencial de diversidad genética y de las consecuencias de dicha pérdida para el crecimiento y la supervivencia de los peces liberados en aguas naturales.

La conservación de las poblaciones silvestras pudiera resultar más difícil cuando los peces de aguas libres y los reclutados artificalmente se entremezclen en un banco pesquero común. Las poblaciones silvestres de salmón en Alaska, por ejemplo, pueden sostener un promedio de explotación del 60–70 por ciento, pero existen indicios de que las poblaciones reclutadas artificalmente pueden sostener un índice de explotación del 90–95 por ciento. Una pesquería orientada a capturar poblaciones reclutadas artificalmente daría pie, en esas circunstancias, a la destrucción rápida de las poblaciones reclutadas naturalmente. Habrá que afrontar estos y otros muchísimos problemas de carácter técnico y socioeconómico.

Gran parte del debate habido en la sesión se centró en torno a la cría marina extensiva del salmón en zonas templadas y subárticas del mundo. Hay que estudiar la posibilidad de organizar operaciones análogas de cría extensiva en los trópicos. Se sugirió que la FAO emprenda la preparación de un inventario de especies anádromas tropicales, algunas de las cuales pudieran prestarse a una actividad piscícola de segunda generación.

Mejora de los recursos pesqueros en aguas continentales y del mar

El trasplante y el reclutamiento artifical en aguas interiores se han efectuado en la inmensa mayoría de los casos respondiendo a las necesidades y oportunidades creadas por alteraciones artificiales por parte del hombre al medio ambiente, tales como el aprovechamiento de cuencas fluviales y la construcción de presas y cuerpos de agua artificiales. Se recurre al trasplante o a la repoblación para substituir o aumentar las poblaciones de peces afectadas, como ocurre con las especies migratorias, o para explotar los recursos pesqueros de embalses formados por la construcción de presas. Son muchos los ejemplos exitosos de trasplante y repoblaciones de aguas interiores. En algunos países se ha convertido en una práctica común el tratamiento químico de los lagos para eliminar especies indeseables, seguido de una repoblación con especies de importancia comercial. La U.R.S.S. está llevando a cabo un intenso programa de trasplantes, que comprende la introducción de organismos para alimentos de los peces. En las pesquerías que se llevan a cabo en los embalses asiáticos, las actividades de repoblación han cobrado un auge notable.

Por lo que toca al medio ambiente marino, ha habido a gran escala mundial el trasplante de moluscos, especialmente de ostras. Por razón del carácter sedentario de estos organismos, son mucho mayores las probabilidades de éxito. En la Sesión II (Sección 2) se han analizado ya los intentos que actualmente se llevan a cabo en el Japón para el reclutamiento artificial de camarones. En el Japón se hallan en camino grandes campañas para desarrollar diversos tipos de pesquerías basadas en el cultivo.

En los debates generales sobre el tema de los trasplantes, se reconoció que muchos de ellos estaban motivados por el deseo de hacerse con especies comerciales conocidas. Con frecuencia se ha hecho así a costa de especies indígenas que hubieran podido resultar igualmente adecuadas. Se recomendó que la FAO y otros organismos fomenten el desarrollo y empleo de poblaciones indígenes y desalienten el enfoque ocasional a trasplantes con sus riesgos concurrentes. La introducción de poblaciones y los trasplantes se hacen muchas veces con el propósito de llenar los llamados “nichos vacantes”. Se sugirió que tal vez se crea que esos nichos están libres sólo por nuestro desconocimiento.

Los trasplantes pueden originar amplios beneficios sociales y económicos, pero para esto debe procederse con cautela y analizando debidamente el impacto que puedan tener las especies introducidas en las poblaciones naturales. En la sesión se insistió reiteradamente en los peligros de la introducción fortuita de plagas, parásitos y enfermedades con trasplantes descuidados y se hizo referencia a las directrices formuladas por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) en materia de trasplantes. Se sugirió que la FAO estudie la difusión a escala mundial de este documento para que sirva de base con miras al establecimiento de códigos de prácticas aceptables. Se sugirió también la creación de una junta independiente encargada de analizar todos los trasplantes propuestos y asesorar sobre su aceptabilidad.

SESION V
Aspectos jurídicos, sociales y económicos de la acuicultura

Presidente:T.J. Cracknell
Relator:W. Krone

Miembros de panel

T.J. Cracknell:Problemas jurídicos de la expansión de las industrias acuícolas
G.M. Gerhardsen:Aspectos sociales y económicos de la acuicultura en programas de desarrollo rural integrado
Y.C. Shang:Aspectos económicos comparativos de diversos tipos de acuicultura
V.R. Pantulu:Conflictos y comparación económica de la acuicultura con otras formas de aprovechamiento de tierras y aguas
R.Ramírez Granados:Aspectos jurídicos, sociales y económicos de la acuicultura

Documentos pertinentes:
FIR:AQ/Conf/76/R.3, R.6, R.8, R.16, R.17, R.21, R.22, R.27, R.33, R.36, R.37,
/E.10, E.20, E.21, E.53, E.54, E.56, E.58, E.64, E.71, E.75, E.80, E.82

Aspectos jurídicos e institucionales

Son cinco los grupos principales de cuestiones jurídicas que afectan al desarrollo de la acuicultura, a saber:

  1. demanda competitiva por terreno y agua,
  2. contaminación de las aguas,
  3. problemas de jurisdicción administrativa,
  4. transporte intranacional e internacional de peces vivos y el control de las enfermedades, y
  5. respaldo financiero.

Tan pronto se inició el debate de este tema, se reconoció que en el marco jurídico se producirían sólo cambios si existe un respaldo del público y del sistema, lo que únicamente se puede conseguir mediante los esfuerzos persistentes y organizados de aquellos concernidos con la acuicultura. Con frecuencia puede haber demandas conflictivas sobre que lugares dedicar a la acuicultura frente a otros usos como agricultura, centrales hidroeléctricas, minería, pesquerías de captura, industrias, lugares de recreo, etc. Tiene que ser posible conciliar estas demandas, pero son muchas las consideraciones que hay que tener en cuenta. A la hora de adoptar decisiones puede ser un elemento importante la economía comparada, aunque la escasez de datos básicos comparables sobre los aspectos económicos de la acuicultura hace muchas veces esta tarea sumamente difícil. Se apuntó que pudiera ser un método de enfoque más apropiado el de los costos de oportunidad. De los datos disponibles sobre resultados netos en piscicultura, que se presentaron en la sesión, se desprendía que, al menos en las circunstancias expuestas respecto de la Cuenca hidrográfica del Mekong en Asia, la acuicultura era mucho más rentable que los tipos de cultivo agrícola factibles en el lugar. Existen otros factores dominantes, como los beneficios sociales, nutriconales e incluso políticos que podrían derivarse de la forma de desarrollo propuesta, los cuales muestran claramente la necesidad de una planificación integrada para lograr los beneficios nacionales máximos.

En la sesión se reconoció la necesidad de concentrar la responsabilidad administrativa en un organismo al objeto de favorecer el fomento acuícola individualmente en los países. Se instó a los gobiernos a crear organismos para evitar los retrasos que en los programas de desarrollo produce la intervención de una multiplicidad de autoridades. La planificación y ejecución bien coordinadas de los programas harían posible a la acuicultura desempeñar una función notable en el desarrollo rural integrado, sobre todo en zonas de ingresos bajos. Hay que resolver las ambigüedades respecto a la posición que debe ocupar la acuicultura en la maquinaria administrativa nacional. Aunque pudiera no haber leyes específicas sobre acuicultura en un país, se hacen aplicables a la acuicultura muchas otras leyes vigentes. Las incertidumbres administrativas han producido gran frustación en empresarios que quieren invertir en la acuicultura y en la sesión se estimó de urgente necesidad el eliminar esas anomalías.

Las estructuras jurídicas e institucionales habrán de ajustarse a las condiciones políticas y socioeconómicas en cada caso y habrán de tenerse debidamente en cuenta las situaciones concretas y los objetivos políticos en los países en desarrollo. Los organismos internacionales como la FAO deben alentar a los gobiernos a que destinen recursos de aguas a la acuicultura dentro del ámbito de los planes comprensivos de aprovechamiento de las costas y de las aguas y a que procuren que estén representados los intereses acuícolas en los órganos de planificación de los recursos de agua.

En la Sesión IV se han analizado ya los problemas jurídicos relacionados con la cría extensiva en el mar. Se expresó la esperanza de que se cree algún mecanismo internacional o interregional que vigile los efectos de la cría extensiva en alta mar y regule los derechos de pesca.

La inquietud mundial por la contaminación ambiental de estos últimos años had redundado ya en provecho de la acuicultura en muchas regiones. Habrá que luchar eficazmente contra la contaminación en aguas acuícolas y proteger las poblaciones acuícolas de la polución. Al propio tiempo habrá que dedicar suficiente atención a la posible contaminación del medio ambiente como resultado de la acuicultura. Se cuenta ya con técnicas para impedir que suceda tal cosa, por lo que conviene fomentar la adopción de las mismas.

Aspectos socioeconómicos

La sesión tomó en cuenta los cambios recientes en las políticas de desarrollo y de la importancia asignada a los aspectos cualitativos del crecimiento y a una distribución más equitativa de los ingresos. Esto ha determinado que se preste más atención a los problemas de desarrollo de las zonas rurales, donde vive parte de la población más pobre. A este respecto, la acuicultura ha sido objeto de gran atención en los últimos años. La acuicultura en las zonas rurales pudiera tener como objetivos principales los de:

  1. proporcionar alimentos ricos en proteínas a los campesinos a precios razonables, y
  2. generar empleo para los campesinos para que así puedan tener una fuente constante y segura de ingresos.

Estos objetivos no excluyen el de la creación de empresas orientadas a la exportación, ya que éstas sirven para mejorar los ingresos rurales y la economía del país en general se vería beneficiada por las entradas de divisas. Se observó también que algunos sistemas de acuicultura intensiva, que ya miran a satisfacer la demanda del mercado interior o a la exportación, suponen un elevado coeficiente de empleo de mano de obra y, por consiguiente, tienen un alto potencial de empleo. Los problemas del desempleo y del subempleo pudieran mitigarse en buena parte mediante la integración de la acuicultura en los planes de desarrollo rural. Ya se han estudiado en la Sesión II (Sección 4) los problemas y las perspectivas de combinar la acuicultura con la agricultura y la ganadería. Durante los debates sobre este tema se volvió a insistir en la importancia de unos servicios de extensión eficaces, ligados a un crédito suficiente y supervisado y a una asistencia en la distribución.

En la sesión se examinó la posibilidad de la coexistencia de operaciones a pequeña escala con empresas industriales. No hay soluciones a mano para los problemas encontrados pero con una planificación adecuada pueden reducirse a un mínimo los conflictos, en caso de haberlos. Organizando la acuicultura a base de asociaciones de productores o cooperativas, pueden obtenerse muchas veces beneficios propios de operaciones en gran escala. Por lo menos en algunos países esto ya ha quedado bien demostrado.

Debido a la falta de datos suficientes se dificultan las comparaciones económicas de las actividades acuícolas. El tipo intensivo de cultivo suele implicar mayores costos de producción, pero el que pueda contribuir, o no, a aumentar los ingresos de los cultivadores dependerá de los ingresos adicionales que resulten y de que éstos superen, o no, los costos adicionales incurridos. Se señaló que la acuicultura es en muchos casos más rentable que la agricultura. El policultivo aumenta por lo general la producción por superficie unitaria y rinde más que el monocultivo, y ello debido al costo fijo comparativamente bajo por unidad de producto. Para evaluar la rentabilidad habrán de aplicarse métodos económicos solventes. Se estimaron apropiados en la mayoría de los casos los estimados sobre “valor añadido” o “valores globales efectivos” que se utilizan corrientemente en el Japón. En otros casos, el criterio más importante seguido fue el de los costos que supone la producción de proteínas a base de carne de vaca o de pescado cultivado. En atención a la insuficiencia de los datos económicos disponibles sobre operaciones acuícolas, se recomendó que se reuniesen datos más actuales sobre costos de producción, características de la demanda y mercadeo. Se sugirió que con la representación mediante modelos se podrían obtener funciones y costos de producción, lo que permitiría conocer la combinación óptima de factores productivos. Esto consentiría también una mejor comparación con la agricultura y las pesquerías convencionales, cosa que serviría de base para la adopción de decisiones dentro de la planificación del desarrollo en el plano nacional.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente