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Anexo IV
DISCURSO

del
Sr. S. Abe
Ministro de Agricultura y Montes Japón

Señor Presidente, Doctor Kasahara de la FAO, Distinguidos Huéspedes, Señoras y Señores,

Es para mí un gran placer tener esta oportunidad de darles la bienvenida en nombre del país anfitrión con motivo de la inauguración de la Conferencia Técnica de la FAO sobre Acuicultura.

Es un auténtico placer para nosotros ver que a esta importante Conferencia asisten un gran número de expertos, unos 500, representando a muchos países.

Como todos ustedes bien saben, por varios años ha venido cambiando considerablemente el régimen de los mares del mundo. Al mismo tiempo que se despliegan internacionalmente esfuerzos por establecer un nuevo derecho del mar, la gente ha llegado a reconocer la importancia de la acuicultura y está demostrando un interés creciente por ella. Por lo tanto pienso que es muy oportuno, dada la actual situación mundial, celebrar esta Conferencia a escala global gracias al prominente liderato de la FAO. Nosotros, como país anfitrión, consideramos un gran privilegio brindar nuestra muy sincera cooperación a este maravilloso evento.

Como ustedes pueden percatarse, Japón tiene sólo escasas tierras cultivadas y está circundado por el mar. De ahí que su población se haya aficionado singularmente a los alimentos marinos desde antaño. En efecto, el pescado y los mariscos son indispensables para nuestro régimen de alimentación diaria. Además de nuestros platos favoritos como sashimi o tempura, que ustedes tendrán ocasión de probar en algunas partes durante su estancia aquí, de ordinario encontrarán en nuestro menú cotidiano pescado, mariscos o algas bajo forma asada, cocida u otras formas de elaboración. La demanda de estos productos sigue predominando en todas las edades de nuestra población, aunque la juventud tiende a preferir la carne al pescado. Debido a esa gran demanda de productos pesqueros, Japón se ha convertido en uno de los principales países pesqueros del mundo.

La industria acuícola se ha venido desarrollando hasta ahora a base de criar varios tipos de peces con el fin de suplir a la escasez en las capturas totales de pescado. Por ejemplo, la producción total en 1974 obtenida de la piscicultura marina ascendió a 880 000 toneladas, lo que significó un gran aumento, más del doble respecto de las 380 000 toneladas de 1965. Del mismo modo, la producción obtenida con la piscicultura de agua dulce se ha duplicado en la última década. Los peces que se cultivan ahora son de varias clases, como el pez limón, pargo colorado, ostras y escalope en aguas marinas, y la carpa, la trucha, el ayú y la anguila en aguas dulces.

Junto con los peces y los mariscos también se cultivan en gran escala plantas marinas como algas marinas grandes, “wakame” y la alga marina Porphyra sp., “laver”. Tal los emparedados, son tan apetecidos en el extranjero, lo mismo sucede en el Japón con las bolas de arroz envueltas de “laver”, desecada y reducida a una lámina de papel, son muy del gusto de nosotros los japoneses cuando salimos de excursión o gira al campo.

En el Japón se mira actualmente a la piscicultura con gran atención e interés como una forma de futuro desarrollo de la acuicultura. Hace 13 años creó el Gobierno japonés el Centro Nacional de Acuicultura en el Mar Interior de Seto, que figura en vuestro programa de excursiones al término de la Conferencia, lo que constituye una piedra miliaria para el ulterior desarrollo de la industria acuícola. Las actividades del Centro consisten principalmente en reproducir alevines de camarones y besugos mediante propagación artificial y repoblar con ellos los mares en provecho de los pescadores. Además, se imparte un curso de capacitación para pescadores en el que se les provee conocimientos sobre como conservar los recursos marinos.

La idea que se persigue con ello es que se considere todo este mar interior como una granja piscícola colectiva, poblarlo todos los años con alevines para su captura luego de que hayan crecido en el mar. Hasta ahora se ha hecho hincapié en esta iniciativa como el sistema más ideal de producción pesquera mediante el aprovechamiento del poder productivo de la naturaleza. Aunque es mucho todavía lo que queda por resolver en este nuevo empeño, me enorgullece mucho el hecho de que esta idea de las “pesquerías piscícolas” esta cobrando constantemente auge ahora y se estan creando otros centros análogos con ese mismo fin en todas las partes de este país.

Con tantas experiencias de este tipo en el campo de la acuicultura estamos confiados plenamente en que podamos hacer algo para contribuir al desarrollo ulterior de la acuicultura en el resto del mundo, especialmente a través de esta Conferencia internacional. Es también nuestro deseo sincero el poder aprender mucho de la tecnología acuícola avanzada de otros países del mundo. Se darán cuenta cabalmente de cuán ansiosamente está interesada nuestra gente en este campo cuando miren en torno y vean cuantos japoneses asisten a la Conferencia.

Hablando francamente, he de señalar al mismo tiempo varios problemas que entrañan el desarrollo futuro de la pesquería derivada de la acuicultura. Ante todo, la zona de pesca resultará afectada por la contaminación producida por las descargas de aguas residuales o de desechos industriales en el mar debido a la rápida expansión urbana e industrial. El siguiente problema es lo que llamamos empeoramiento de la pesquería, que puede surgir en los bancos piscícolas a lo largo del tiempo por razón de una excesiva repoblación de peces. El tercer problema es el relativo a los aumentos de costos de los piensos, del personal y otros elementos necesarios para la piscicultura. Y el último es el de las enfermedades epidémicas y su prevención, que según tengo oído se está afrontando en todo el mundo como un problema vital. Para ayudar a resolver estos problemas los gobiernos y los sectores privados interesados estan desplegando en estos momentos esfuerzos aunados. Todo país puede tropezar con problemas análogos cuando pretenda desarrollar la acuicultura. Quisiera recalcar a este fin que es absolutamente indispensable resolver todos estos problemas para poder proseguir en una base a largo plazo la producción y explotación de los recursos marinos conforme a los planes para el futuro. Para lograr esos objetivos, no cabe duda que esta Conferencia desempeñará un rol muy significativo.

Para concluir mi discurso, yo espero sinceramente que la Conferencia resulte una muy fructífera como resultado de los animados debates que habrá entre ustedes todos, que son expertos destacados en esta materia. También les deseo una estancia sumamente agradable en el Japón.

Muchas gracias.


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