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Panel 6: Varios

Moderador: Fernando Riveros

ROEDORES PLAGAS, UN PELIGRO POTENCIAL PARA EL TAMARUGO (PROSOPIS TAMARUGO)

Jaime Rodríguez M.
Profesor - Manejo de Fauna Silvestre
Universidad de Chile
Santiago, Chile

El hombre moderno, ayudado por el desarrollo tecnológico, ha transformado y modificado grandes extensiones de terreno. Estas transformaciones a menudo no han sido armónicas con la naturaleza, produciéndose alteraciones profundas en los ecosistemas, cuya respuesta es conocida a largo plazo a través de la proliferación de malezas, de plagas o de problemas de ajuste de las especies al ecosistema alterado.

Las alteraciones ambientales modifican el equilibrio de la naturaleza de una manera en que los nuevos balances son generalmente poco deseados por el hombre.

Las plagas de fauna silvestre, según las percibe el hombre, son generalmente producto de desequilibrios ecológicos causados por alteraciones antrópicas al ecosistema.

Una especie de fauna silvestre considerada “plaga” es aquella que, siendo nativa o introducida, afecta negativamente los intereses del hombre, poniendo en peligro su salud, produciendo molestias generales o destruyendo alimentos, fibras o recursos deseados por el hombre (Howard, 1983).

Una especie de vertebrado es considerado plaga cuando llega a afectar los intereses o el bienestar del hombre (Elías & Valencia, 1983).

Los vertebrados plagas resultan cuando el hombre junta animales con vegetacìón o con otras especies de animales, con las que no ha tenido oportunidad de evolucionar.

Cuando el hombre modifica la forma física del medio ambiente, con frecuencia crea etapas tempranas en la sucesión vegetal. Estos cambios pueden afectar de manera impredecible la dinámica de la población de las especies presentes de fauna silvestre nativa (Howard, 1983).

Entre los vertebrados plagas, los roedores conforman el grupo más importante de América Latina. Por ejemplo, en Colombia, los roedores (ratas y ardillas) causaron daños que iban del 4% al 77% en las mayores áreas productoras de coco (Elías y Valencia, 1973).

En la agricultura latinoamericana, los cricétidos o ratas y ratones del “nuevo mundo” (familia Cricetidae), los roedores cosmopolitas (Rattus rattus, R. norvegicus y Mus musculus, familia Muridae) y los roedores de la familia Geomydae son los principales grupos causantes de daño.

Algunas especies de otras familias son reconocidas como plagas en áreas localizadas.

En Chile, en la zona central, en la estepa de espino (Acacia caven) es común encontrar daños en la corteza y hojas producidos por los roedores nativos Abrocoma bennetti y Octodon degus, los que se alimentan del floema y de hojas de esta leguminosa (Meserve, Martín y Rodríguez, 1983).

En cultivos de Atriplex repanda, arbusto forrajero de gran importancia para las zonas áridas y semiáridas, el degú (Octogon degus) ocasiona serios daños, tanto a las hojas como al tronco del arbusto, ya que no sólo lo consume, sino que además lo utiliza para construir sus madrigueras, aprovechando la protección que le brinda.

Durante los últimos tres años se ha detectado una de las plagas más serias en pino radiata (Pinus radiata), constituida por roedores nativos. El principal causante de daños es el Octodon bridgesi, roedor nativo cuya biología y ecología están siendo investigadas actualmente (Rodríguez y Murúa, 1984).

El daño ocasionado por estos roedores se manifiesta como heridas en el fuste o en las ramas. Estas heridas son producto de la introducción de los incisivos en la corteza, que el roedor realiza normalmente sentado en los verticilos o bien apoyado en el suelo.

El daño puede ser producido desde la base del tronco hasta 4 metros sobre el suelo, aumentando en altura a medida que es mayor la edad del árbol (Rodríguez, 1983).

Bajo los árboles recién dañados es común encontrar gran cantidad de trocitos de corteza de tamaño bastante regular, que varía entre 0,6 y 1 cm de largo por 1,5 a 4,0 cm de ancho.

Un árbol puede ser atacado en diversas oportunidades entre los 2 y los 12 años, lo cual aumenta las posibilidades de muerte, ya que los roedores continúan sacando corteza de la zona inmediatamente adyacente a algún daño ya existente. De esta forma aumentan las posibilidades de producir un anillamiento completo del árbol, que le traerá como consecuencia la muerte debido a la interrupción del flujo de savia.

Si el anillamiento es causado sobre los primeros verticilos y éstos permanecen vivos, se produce la muerte de la copa, desde el lugar del anillamiento hacia arriba, formándose una nueva copa, perdiendo el individuo dañado su forma original. Esta pérdida de forma afecta principalmente a los árboles de diámetros inferiores (Rodríguez y Herrera, 1983).

Las heridas producidas por los roedores en el pino radiata son posibles de reconocer a distancia, gracias a que son cubiertas por una capa de resina de color blanquecino muy característico. Aquellas heridas que no son cubiertas totalmente con resina o por tejido calloso, pueden ser fácilmente infectadas por hongos destructores de la madera.

El daño general es considerable, y dentro de un rodal dañado de Pinus radiata, el porcentaje de árboles atacados llegó a 92,4% (Herrera, 1983).

Esta cifra puede variar dependiendo de la ubicación de las parcelas, ya que en general la distribución del daño es concéntrica. El porcentaje de daño en el rodal fue de 43,12%, indicando el porcentaje de árboles afectados en grado máximo. La mortalidad llegó a 15% y el déficit en volumen de los árboles afectados fue de 34,3%.

Los roedores atacan independientemente del diámetro del árbol. Un daño de ancho dado afecta más drásticamente a los árboles de mayor diámetro.

Durante el último año se ha descubierto un daño ocasionado por roedores en la corteza de tamarugo (Prosopis tamarugo) en el sector Refresco de la Pampa del Tamarugal. El daño consiste en un intenso descortezamiento provocado por roedores, principalmente en las ramas.

Este descortezamiento puede traducirse en un anillamiento completo, provocando la muerte de ramillas, ramas o incluso el árbol completo. Cabe destacar que, además, los roedores no sólo consumen los frutos de tamarugo en el árbol mismo, sino también los que caen al suelo, disminuyendo seriamente la disponibilidad de forraje para el ganado.

El bosque de tamarugo constituye un ecosistema muy inestable debido a su baja diversidad, lo cual favorece el aumento de vertebrados plagas, más aún si se considera el hecho de que existe una bajísima cantidad de predadores.

Lo anterior determina que los roedores representen una importante plaga actual y potencial del tamarugo, constituyendo uno de los principales factores limitantes para el incremento de este importante recurso forrajero del desierto.

REFERENCIAS

ELIAS D.J., VALENCIA G.D. (1973). Control de roedores en el cocotero. ICA Informe 8 : 5,6 – 13, 14.

ELIAS D.J., VALENCIA G.D. (1983). La agricultura Latinoamericana y los vertebrados plagas. Symposium: Zoología Económica y vertebrados como plagas de la Agricultura. IX Congreso Latinoamericano de Zoología. Arequipa, Perú. p. 24–28.

HERRERA G.L. (1983). Evaluación y control de daños producidos por roedores en plantaciones jóvenes de Pinus radiata D. Don, en la VII Región. Tesis Ing. Forestal, Universidad de Chile. 200 p.

HOWARD W.E. (1983). Aspectos ecológicos del control de plagas vertebrados. Symposium: Zoología Económica y vertebrados como plagas de la agricultura. IX Congreso Latinoamericano de Zoología. Arequipa, Perú.

MESERVE P., MARTIN R., RODRIGUEZ J. (1983). Feeding ecology of two Chilean caviomorphs in a central Mediterranean savanna. J. Mamm., 64 (2) p. 322–325.

RODRIGUEZ J. (1983). Evaluación preliminar del daño ocasionado por roedores en plantaciones de pino insigne. Curso de capacitación Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Agrarias, Veterinarias y Forestales. Escuela de Ciencias Forestales 14 pp.

RODRIGUEZ J., HERRERA L. (1983). Evaluación del daño ocasionado por Octodon bridgesi en plantaciones de Pinus radiata. Resúmenes IX Congreso Latinoamericano de Zoología. Arequipa, Perú.

RODRIGUEZ J., MURUA R. (1983). Evaluación y alternativas de control del daño ocasionado por roedores en plantaciones de pino insigne (Pinus radiata D. Don.) en la VII y VIII Región. Primer informe de Avance 56 pp.

UNA ALTERNATIVA DE UTILIZACION PARA LA PAMPA DEL TAMARUGAL

Mauricio Meyer
Fundación Chile
Santiago, Chile

1. ANTECEDENTES GENERALES

El presente análisis pretende, desde un punto de vista privado, el uso de la Pampa del Tamarugal con una explotación ovina.

Este perfil económico se realizó en un estudio que llevó a cabo Fundación Chile en julio de 1978, dirigido por el Dr. Edmundo Acevedo, cuyo título es: Estudio de Prefactibilidad de Desarrollo del Desierto.

En esa oportunidad se tuvieron en cuenta las experiencias y ensayos llevados a cabo por CORFO en el Fundo Refresco, y se recogieron las opiniones y experiencias de todos los especialistas que habían tenido participación en la materia.

Especial relevancia tuvieron las observaciones hechas por el Ing. Agrónomo Sr. Italo Lanino, quien trabajaba en la Universidad del Norte, sede Iquique.

El análisis que se hizo consideraba el aprovechamiento de 20.000 hectáreas plantadas con tamarugo utilizando ovinos de doble propósito de raza Corridale.

La utilización de la plantación se hacía habilitándola en módulos de 400 hectáreas, manejados por un pastor, con un total de 1.612 cabezas, que se abastecían de agua en un pozo ubicado en el centro del módulo.

Se estima también una central de servicios y administración para realizar tareas como esquila y otras, que coordina y apoya en las normas de manejo de cada módulo.

Conforme a esta situación, se producen costos e inversiones directos del módulo, e indirectos, propios de la central, tales como veterinario, vehículos, galpones de esquila, abastecimiento de insumos, etc.

En esta presentación se han reactualizado los costos e inversiones, considerando las relaciones de precios entre insumos y productos existentes a mayo de 1984. Se realizó esta vez un flujo de fondos para obtener indicadores económicos más relevantes que permitan comparaciones, en el cual no se incluye el valor de la tierra ni de las plantaciones en las inversiones.

2. INFORMACION TECNICA

La alternativa toma como base la raza de ovinos Corridale de carne y lana, con una carga animal de 4,03 cabezas por hectárea, lo que hace aproximadamente 0,4 U.A. por hectárea. Esto significa 1.612 cabezas en 400 hectáreas, con un porcentaje de parición de 80 por ciento y mortalidad promedio de 5 por ciento. El encaste se hace con 12 carneros de un valor de US$ 113,6 c/u, los cuales se renuevan todos los años.

La producción estimada es de 28 kilos para borregas y corderos, 45 kilos para ovejas y 60 kilos para los carneros. La producción de lana se considera de 2 kilos promedio por animal.

Los precios estimados para la carne son en general castigados en un 40 por ciento, en relación a los precios por animal en pie pagados durante la temporada 83–84 puestos feria. Esta disminución corresponde a una posible sobreoferta, a mermas y costos de comercialización.

La lana también se ha considerado a un precio 25 por ciento inferior a los precios pagados en 1984, teniendo presente que es una lana de inferior calidad.

3. INGRESOS POR VENTA

La base de los cálculos es la siguiente:

Tipo animalNo animaleskg/cabezakg-totalUS$/kgUS$ Total
Lechones5482815.3440,355.370
Ovejas17045  7.6500,241.836
Carneros 1260     7200,20   144
Total730  32,523.7140,317.350

El precio promedio ponderado es de US$ 0,31 por kilo, y el precio de la lana se estimó en US$ 1,30/kilo, correspondiéndole un ingreso total de US$ 4.160 para los 3.200 kilos producidos.

Resumen Ingresos por Venta

Itemkg/cabezatotal kgUS$
Precio/kg
US$ total
Carne32,523.7140,317.350
Lana  2,0  3.2001,304.160
Total   11.510 

4. ESTRUCTURA DE INVERSIONES Y COSTOS

La estructura de inversiones y costos en año de plena producción es la siguiente:

4.1 Inversiones    
  US$% 
 Animales34.163   76   
 Habilitaciones1.0482 
 Agua de bebida3.2387 
 Construcciones3.7738 
 Equipos y Vehículos2.4896 
 Total44.711  100     
4.2 Costos    
  US$ % Total
 Directos:   
 Mano de Obra1.363 28
 Medicamentos e Insumos1.391 29
 Conservación: Equipos, Construcc. y Habilitación   971 20
 Agua de bebida   479 10
 Combustibles   100   2
 Sub Total4.304 89
 Indirectos:   
 Administrativos   330   7
 Imprevistos   215   4
 Sub Total   545 11
 Total4.849 100 

5. INDICADORES ECONOMICOS
  US$
 ItemPor cabezaPor kg carne
 Ingreso por venta total7,140,49
 Costo Total3,010,20
 Ingreso Neto4,130,29
Ingreso por venta/costo total = US$ 2,37  
Ingreso neto/costo total = US$ 1,37  

6. SENSIBILIDAD

La sensibilidad se hace disminuyendo en un 20% los precios de los productos carne y lana, como también la productividad de estos ítem. Por otra parte, se aumentan en un 20% las inversiones y los costos totales.

Análisis de Sensibilidad

Precios carne
US$/kg
Precios lana
US$/kg
Costos totales
US$
Produc. carne
kg/cab.
Produc. lana
kg/cab.
Inversión
US$
TIR %
 
VAN al 12%
US$
Identificación
0,311,304.84932,52,044.71116,1 8.873Normal
0,251,044.84932,52,044.71110,0-4.480-Precio
0,311,304.84926,01,644.711  8,8-7.050-Producción
0,311,304.84932,52,053.65312,7 1.840+ Inversión
0,311,305.81832,52,044.71112,9 2.150+ Costo

Se observa que la alternativa es muy sensible a precios de los productos y a productividad de los animales, puesto que al disminuir cualquiera de ellos en un 20% los VAN al 12% son negativos. No ocurre lo mismo al aumentar en un 20% las inversiones y/o los costos de producción.

Otra sensibilidad calculada fue disminuir la carga animal a dos cabezas por hectárea, bajando en consecuencia los ingresos por venta en un 50%, la inversión en animales en igual monto y los costos de alimentos e insumos. El resto de los costos disminuye en una pequeña medida. La tasa interna obtenida fue de 5,5%.

FLUJO DE CAJA OVINOS EN PAMPA DEL TAMARUGAL US$

Item/años123456789101112
Inversiones            
Animales34.1631.3631.3631.3631.363       
Habilitación1.048           
Agua de bebida3.238           
Construcciones3.773           
Equipo y vehículos2.489           
Total44.7111.3631.3631.3631.363       
             
Costos Directos            
             
Agua de bebida479479479         
Combustibles100100100         
Mantención equipos657657657         
Mantención construc.            
y habilitaciones314314314         
Mano de obra1.3631.3631.363         
Medicamentos e            
Insumos1.3911.3911.391         
Subtotal4.3044.3044.304         
             
Costos indirectos            
             
Administrativos330330330         
Imprevistos215215215         
Subtotal545545545         
Total Costos4.8494.8494.8494.8494.849       
             
Ingresos por venta            
             
Lechones5.370           
Ovejas1.836           
Carneros144           
Lana4.160           
Total11.51011.51011.51011.51011.510       
            
Depreciaciones870870870870870       
Recuperaciones           32.800
Ingresos netos6.6616.6616.6616.6616.661       
Flujos de fondos(37.180)6.1686.1686.1686.168      38.968

UNICEF, SUS ACCIONES Y SUS ALCANCES

María Rosa Duhart
UNICEF
Santiago, Chile

Según los historiadores modernos, Toynbee entre otros, el origen de las civilizaciones de los valles del Nilo, del Indo y del Tigris-Eufrates se debería a la aridez creciente de las tierras circundantes, aridez que obligó a los pastores de las estepas y sabanas a trasladarse a los valles, donde posteriormente tuvieron que regar y cultivar la tierra. Desde los albores de la prehistoria los cambios climáticos han traído consigo grandes innovaciones sociales, cuando no verdaderas convulsiones.

El arte rupestre de los desiertos muestra que las sequías que los conformaron son muy recientes, y el denominador común de este arte, tanto de las imágenes descubiertas en el Sahara como aquí, en el desierto de Atacama, es el reflejo de una vida abundante en ganado y, por lo tanto, en vegetación para poder sustentarlos.

Actualmente, entre el 36 y 43% de la superficie terrestre es considerada desértica. En este porcentaje están consideradas vastas áreas de América del Sur, como la Costa del Pacífico, compartida por Perú y Chile, y el noreste brasileño.

El proceso dinámico que experimentan los desiertos —su crecimiento y el desplazamiento a que someten a la población local— reclama la atención de UNICEF por los efectos trágicos que a menudo tienen estos procesos, como en el caso del Sahel africano.

Fuera de los desiertos propiamente tales, zonas muy extendidas corren riesgo de desertificación, desde moderado hasta muy alto, como vastas regiones de la pampa argentina y del noreste de Brasil.

Según los cálculos más conservadores, las zonas áridas y su extensión afectan directa o indirectamente a 384 millones de personas. Ellos representan aproximadamente el 12% de la población mundial, y en su mayoría se encuentran en los países del Tercer Mundo, lo que hace presuponer que a lo precario de su ambiente natural se agrega una carencia de medios.

Los procesos de desertificación representan una lucha en la que se enfrentan el hombre y la tierra. Hay que reconocer que muchas veces el hombre, o el aumento de su población o el de sus ganados, contribuyen a la expansión de los desiertos. Sin embargo, las peores consecuencias las sufre el mismo hombre, cuando tiene que conformarse, para su sobrevivencia, con los restos que le deja el desierto.

Desde su nacimiento y a través de su historia, UNICEF ha ayudado a buscar soluciones cuando el hombre se ha visto asolado por guerras, catástrofes, enfermedades, crisis ecológicas y económicas.

En 1946, como un fondo de emergencia, UNICEF aportó alimentos y medicinas a la niñez europea que había logrado sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial. Una vez solucionada esta emergencia, el Fondo volcó su atención hacia la niñez del Tercer Mundo, que vive una emergencia permanente, en que su calidad de vida es la catástrofe diaria que la asuela.

En la periferia de las rutilantes ciudades de América Latina, en los campos, en los hacinamientos urbanos asiáticos, en los desiertos africanos, en las aldeas perdidas en las montañas del Asia Central y de los Andes, los que más sufren las consecuencias del subdesarrollo, los que más se ven afectados por cualquier tipo de crisis, son las mujeres y los niños.

Por esto es que el UNICEF, cuyo principal interés es el niño, se preocupa también de quienes lo rodean, y de allí su interés en la mujer —la madre—, la familia y la comunidad toda. Aunque ahora la gran batalla es contra la mortalidad infantil, aún escandalosamente alta en muchas partes del mundo, UNICEF se preocupa de que el niño de hoy tenga, el día de mañana, oportunidades de llevar una vida digna para poder, a su vez, contribuir a solucionar los problemas que enfrentará nuestro planeta en una generación más, y que ahora se están solamente esbozando.

Para ello UNICEF ha usado todos los recursos, todos los métodos, especialmente aquellos que requieren de imaginación y creatividad. Ambos “ingredientes” son esenciales para solucionar los complejísimos problemas que hay que enfrentar, a pesar de la escasez de fondos.

Estas soluciones, que caen dentro de las denominadas tecnologías sencillas, que usan abundante obra de mano y poco capital, son tal vez la respuesta del Tercer Mundo al problema del subdesarrollo.

Aunque UNICEF no ha participado en los proyectos relacionados con el tamarugo, éste es un buen ejemplo del tipo de soluciones que propicia el Fondo para la Infancia: algo tan simple como un árbol que posee las características de contener el avance de los desiertos, de aumentar la posibilidad de cría de ganado —por lo tanto de proporcionar leche a los niños en aquellos lugares en que el agua es escasa— y, finalmente, y como resultado de todo aquello, elevar la calidad de vida. Estas experiencias presentan, además, un claro potencial para la cooperación horizontal y dan un nuevo enfoque a la transferencia de tecnologías.

En el mundo entero, UNICEF está apoyando proyectos de tecnología apropiada. En Chile, a través de CIDERE: en la Región del Biobío, en conjunto con empresas locales, UNICEF ha respaldado proyectos tales como el uso de la pita, planta parecida al sisal y al yute, que sirve como materia prima para innumerables artesanías, pero que, además, impide el avance de las dunas; la recolección y posterior exportación de la rosa mosqueta, que, fuera de significar una entrada de alrededor de 4 millones de dólares anuales, da trabajo a unas 20 mil personas. A través de otros proyectos se busca el aprovechamiento forrajero de plantas acuáticas invasoras de lagunas; se fabrican muelles flotantes para descarga de pesca artesanal; se estudia el cultivo de champiñones en minas abandonadas y una bolsa comercial para el intercambio y reutilización de desechos industriales; se fabrican calefactores gravitacionales a aserrín para uso doméstico y hornos metálicos transportables para carbonizar madera, e incluso se ideó una microcentral hidroeléctrica prefabricada.

En el resto del mundo son innumerables los proyectos de esta índole que promueve UNICEF. El énfasis recae sobre aquellos que disminuyen el agobio de la mujer. Así, en Africa y en Asia, se están desarrollando cocinas de greda que reemplazan las tres piedras tradicionales en que las mujeres encendían una fogata. Bicicletas modificadas prestan sus engranajes para molinos de diversa índole; la energía eólica es aprovechada, sobre todo, para proporcionar el agua a poblaciones que carecen de ella, como las que viven en las zonas áridas.

El agua sucia continúa siendo el mayor azote de la humanidad, y contribuye a transmitir la mayoría de las enfermedades que afectan y matan a los niños del Tercer Mundo. Durante el año pasado UNICEF contribuyó para abastecer de agua potable y mejorar el saneamiento en 97 países, en los que se completaron unos 75 mil sistemas de abastecimiento de agua, con los que se benefició a casi trece millones de personas, 40% de ellas niños.

El sentido de la presencia y del respaldo de UNICEF a estas áreas, lo da la gran batalla a la que está abocado. La meta de UNICEF es lograr reducir a la mitad —a pesar de la crisis económica que ha reducido los fondos para el gasto social en la mayoría de los países en vías de desarrollo— los 40 millones de muertes infantiles anuales que serían perfectamente evitables.

Evitarlas significa una verdadera “revolución a favor de la infancia”, revolución que UNICEF propone pero de la que no se adueña. Ya otros organismos de las Naciones Unidas, como la OMS, están profundamente comprometidos con ella. Y esta revolución es factible por medio del uso de tecnologías apropiadas en el campo de la salud. Para que se haga efectiva se necesita de un profundo cambio cultural en el mundo entero. Y para que ello se realice, la colaboración de gobiernos, organismos de cooperación internacional, organizaciones no gubernamentales, de los medios de comunicación de masas y de individuos de buena voluntad se hace imprescindible.

Son cuatro medidas que, conjugadas, obtienen un efecto sinérgico capaz de salvar a 20 millones de niños todos los años y, al mismo tiempo, mantener bajo control el crecimiento mundial de la población.

Estas medidas se componen, en cierta forma, de una vuelta a lo tradicional, en el sentido de que la salud y el bienestar de los niños dependan de su familia y de su comunidad, y no de una organización hospitalaria que, desgraciadamente, en los países del Tercer Mundo no siempre existe ni está al servicio de los más pobres.

Con la terapia de rehidratación oral se reemplaza ventajosamente el costoso tratamiento de rehidratación intravenosa de los hospitales. Con una sencilla mezcla de sales y azúcar, que se puede hacer en casa o bien adquirirse a un costo muy módico envasado en bolsitas, una madre puede evitar la muerte por deshidratación de su hijo con diarrea.

Según un reciente estudio del Instituto de Desarrollo Internacional de Harvard, en el que se analizaron varios centenares de programas de nutrición, “en los casos corrientes de desnutrición moderada de niños entre los 6 y los 24 meses de edad éstos parecen enteramente normales, pero presentan un tamaño demasiado reducido para su edad, tienen menos defensas, y, por consiguiente, sucumben fácilmente a la enfermedad. Un niño que ingiera solamente el 60% del aporte calórico necesario puede no presentar signos externos de hambre, aparte de su frecuente deseo de mamar”. Según indica el estudio relativo a Filipinas, el 58% de las madres de niños afectados por un segundo a tercer grado de desnutrición declaró que pensaba que sus hijos crecían y se desarrollaban bien. Al mismo tiempo, una serie de estudios indica que más de la mitad de los casos de desnutrición aparece en hogares en donde no existe una escasez absoluta de alimentos. La razón de que no se administren alimentos disponibles en cantidad suficiente al niño desnutrido se debe con frecuencia a que la madre desconoce que su hijo está realmente desnutrido, y no se da cuenta de que tiene necesidades especiales de alimentación. Por esta razón, el simple hecho de hacer visible el problema de la desnutrición a la madre —la persona que mejor puede prevenirla y tratarla— podría ser uno de los pasos más sencillos e importantes para avanzar en la protección y promoción del desarrollo sano y normal de muchos millones de niños durante los años más vulnerables de su vida. Se dispone ya de una técnica apropiada para hacer visible la desnutrición infantil a la madre.

Las gráficas de desarrollo, de un costo equivalente a 10 centavos de dólar, permiten mostrar a la madre si su hijo crece normalmente o no.

Otro puntal de esta revolución a favor de la infancia es la promoción de la lactancia materna. En las ciudades del Tercer Mundo se ha introducido la lactancia artificial, muchas veces estimulada por intereses comerciales, y sin tomar en cuenta el daño que puede provocar a los recién nacidos. Estudios recientes hechos tanto en la India como en Canadá, han comprobado que los lactantes alimentados con leche artificial tenían una probabilidad tres veces mayor de contraer infecciones diarreicas y una probabilidad doble de verse afectados por infecciones respiratorias (las dos causas principales de mortalidad infantil) que los que estaban alimentados con leche materna. En Chile se ha demostrado que los lactantes alimentados con leche artificial tenían dos a tres veces más probabilidades de muerte durante su primer año de vida. En Filipinas, la promoción de la lactancia materna en sustitución de la lactancia artificial entre los recién nacidos en el hospital General de Baguio redujo las infecciones clínicas en un 88%, las infecciones diarreicas en 93%, y la mortalidad infantil en un 95%. A veces es necesario pregonar que lo moderno no siempre es lo mejor. La lactancia materna, además de proporcionar la nutrición ideal en las mejores condiciones de higiene, a la temperatura justa, protege al lactante contra una serie de enfermedades infecciosas y también le proporciona el estímulo sensorial necesario para su buen desarrollo psicológico. Un efecto secundario importante de la lactancia materna es que actúa, mientras no se le dé ningún suplemento alimenticio al lactante, como un método anticonceptivo natural.

La alimentación del niño en el periodo del destete es igualmente importante, y la educación de la madre, en este sentido, es fundamental. A menudo hay que contrarrestar la inmensa barrera publicitaria que ofrece alimentos sin valor nutritivo alguno, a precios exuberantes.

Cada seis segundos muere un niño y otro queda incapacitado a causa de enfermedades susceptibles de inmunización. Muchos más padecen dolencias que les impiden un desarrollo sano y normal. Solamente entre un 10 y un 20% de los niños del mundo están inmunizados contra las seis enfermedades mortales susceptibles de prevención: sarampión, tétanos, tos ferina (o tos convulsiva), difteria, poliomielitis y tuberculosis. El costo total por niño, incluyendo transporte y servicio asistencial, es de 5 dólares. La inmunización de todos y cada uno de los 100 millones de niños que nacen cada año en el mundo en desarrollo costaría cerca de 500 millones de dólares, lo que equivale al costo de fabricación de sólo una docena de los más sofisticados cazabombarderos modernos.

Estas cuatro estrategias —vigilancia del desarrollo, promoción de la lactancia moderna, terapia de rehidratación oral e inmunización universal— tienen características comunes. Todas son de bajo costo, están disponibles y tienen una aplicación universal. Todas ellas, además, pueden dar resultados rápidos.

Constituyen, asimismo, los principales componentes de la atención primaria de la salud. En este sentido, invierten la interrelación habitual entre médico y paciente, utilizando los conocimientos y las técnicas para educar a los destinatarios. Estas medidas capacitan a las personas para convertirlas en actores informados, capaces de procurar su propio bienestar y el de sus familias, en vez de ser receptores pasivos y dependientes.

Lo más efectivo es que la combinación de estas cuatro medidas sencillas ataca al problema más importante de la salud infantil a escala mundial: la alianza sinérgica de la desnutrición y la infección que cobra actualmente millones de jóvenes víctimas, durante los años cruciales del desarrollo físico y mental.

Hasta ahora hemos visto estas cuatro medidas en forma separada. Pero en la medida en que se asocian entre sí, pueden actuar de manera concertada y sinérgica para atacar la alianza mortal de desnutrición e infección. Un niño alimentado con leche materna o un niño inmunizado, está menos expuesto a contraer infecciones diarreicas. Un niño con menor cantidad de episodios de diarrea tiene una probabilidad menor de encontrarse desnutrido. Un niño menos desnutrido está menos expuesto a contraer infecciones. Asimismo, cada vez que se evita una pérdida de peso o una infección —ya sea por medio de la inmunización, de la lactancia materna, de la terapia de rehidratación oral o mediante una vigilancia adecuada del crecimiento— se produce una ruptura en este ciclo mortal, se espacia más este tipo de reveses, se amplía el período de recuperación y, en definitiva, aumentan las defensas contra la infección o las pérdidas de peso y las hacen menos probables. En resumen, el potencial conjunto de estas cuatro estrategias principales puede tener un efecto considerablemente mayor que la simple suma de sus contribuciones individuales.

Dentro de lo posible, estas cuatro medidas básicas deben ir apoyadas por otras, para que la infancia logre sobrevivir.

La educación femenina es muy importante. El nivel de escolaridad de la madre es un factor determinante en la tasa de mortalidad infantil. Por ejemplo, en Pakistán e Indonesia la tasa de mortalidad infantil entre niños de madres que habían tenido cuatro años de escolaridad era 50% menor que entre los niños de madres analfabetas. En un estudio de CELADE, Centro Latinoamericano de Demografía, sobre once países, se comprobó que la influencia de la educación de la madre sobre las posibilidades de supervivencia de sus hijos era incluso más determinante que el nivel de ingreso familiar.

Los programas de alimentación suplementaria para aquellos grupos de alto riesgo, como son las mujeres embarazadas, las nodrizas y los niños durante el período de destete, son también una gran ayuda para el logro de las metas propuestas.

La capacitación de las madres con mayores conocimientos y disponibilidad de medios para que puedan espaciar los embarazos, supone una contribución esencial de la planificación familiar en favor de la salud.

Actualmente, a través de experimentos llevados a cabo en pequeña escala en todas las regiones del mundo, está comprobado que la combinación de estas medidas puede reducir a la mitad las muertes infantiles en nuestro planeta. Pero para que ello suceda, las medidas tienen que ser llevadas a cabo en los rincones más remotos del Tercer Mundo, alcanzando todos aquellos sectores que viven bajo la línea de la pobreza.

El potencial existe. La oportunidad puede y debe ser aprovechada. Para ello se necesita la voluntad política de todos los gobiernos, el poder catalizador de todas las agencias internacionales, el aporte generoso de todas las organizaciones no gubernamentales, todos los conocimientos que pueda aportar la comunidad científica, y los infinitos granos de arena que pueden aportar los individuos de buena voluntad. Es importante comprender que la revolución en favor de la infancia no es propiedad de UNICEF, ni de ninguna institución o gobierno en particular. Si ha de pertenecer a alguien, será de las generaciones futuras, que podrán, gracias a un gigantesco esfuerzo actual, vivir en otra cultura, tal como aquellas tribus nómadas que al acercarse al Nilo, al Indo y al Tigris-Eufrates, sentaron las bases de nuestra civilización.


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