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V. ESTADO ACTUAL DE LA INFORMACION SOBRE MADERA PARA ENERGIA
(LUS STELLA DE LA TORRE, CONSULTOR FAO)

Para la elaboración de este informe se tomaron datos del estudio "Determinación del consumo energético en el sector agropecuario el cual se en los diferentes departamentos colombianos, en este estudio se analiza la cantidad de energía consumida en cada uno de los sectores.

Otra de las fuentes consultada fue la Unidad de Planeación Minero energética del Ministerio de Minas y Energía, además del documento FAO- Departamento montes, Terminología dendroenergética unificada.

Generalidades

De los combustibles vegetales el de mayor demanda a nivel mundial es la leña, es así como en 1980 casi la mitad de la población mundial dependía para la satisfacción de sus necesidades energéticas de un solo combustible: la madera, la madera es la fuente de energía más utilizada en el mundo. Para los habitantes de los países en desarrollo es mucho más que eso es el recurso energético fundamental de las tres cuatas partes de su población.

Aunque en 1981 solo el 6.2% del total mundial de energía provenía de la leña y el carbón de vegetal, casi toda la madera de origen forestal fue utilizada como fuente de energía: el 59% en el mundo considerado en conjunto y el 85% en los países en desarrollo, en estos últimos cada persona consumió en promedio 0.45m3 de madera ya fuera leña o carbón vegetal esta cantidad de energía equivale a 4.2 gigajulios o 1.200 kilovatios/hora/año. Alrededor de 220 millones de latinoamericanos dependían de la leña y del carbón vegetal para sus necesidades energéticas domesticas. De ellos, 160 millones enfrentaban un déficit de leña el equivalente de 12 millones de toneladas de petróleo, déficit que podría triplicarse para el año 2000.

La FAO siguiendo su programa ordinario, se esfuerza por mejorar la situación de aprovechamiento de leña y por ayudar a los países en desarrollo a explotar mayores superficies de su biomasa forestal con el fin de obtener energía bienes y servicios para el desarrollo rural

Como parte de estas actividades, el departamento de montes de la FAO sigue las variaciones de la oferta y la demanda de leña en los países en desarrollo, y se encuentra así en condiciones de saber cuales zonas padecen actualmente una grave escasez, y cuales pueden padecerla e el futuro. y recomendar los tipos de proyectos aptos para remediarla.

En teoría no debería haber secases de leña ya que el crecimiento potencial anual teórico de todos los bosque del mundo se calcula en 110x10-9 terajulios (un terajulio = 1012 julios) es decir varios centenares de veces el consumo mundial de energía. Sin embargo uno de los problemas es que, a pesar de seta abundancia general pueden sucederse varia penuria locales; otro problema es que rara vez se utiliza óptimamente los recursos; mejorar la productividad de los recursos actuales es indudablemente más barato que hacer nuevas plantaciones.

Un quinto del consumo energético regional de América latina se satisface con la madera, la sustitución de leña por derivados del petróleo representaría un desembolso anual a US$ 8.000 millones. La leña abastece gran cantidad de industrias rurales pequeñas y medianas. Abastece también las necesidades energéticas de algunas industrias de gran envergadura, como la siderúrgica. La madera es la fuente fundamental, renovable disponible localmente y prácticamente la única accesible para satisfacer las necesidades de los estratos más pobre de las sociedades latinoamericanas. Alrededor del 60% de todas las poblaciones regionales, o sea cerca de 250 millones de personas, dependen preferentemente de la leña como fuente de energía para cocinar los alimentos y calentar los hogares.

En muchas partes de América latina hay escasez de leña: zonas áridas o semiáridas, altiplanos, áreas o países fuertemente deforestados con alta densidad demográfica, y en el entorno de los grandes centros de población. Se encuentra en segundo lugar ciertas zonas con recursos forestales muy escasos debido a la aridez del clima o a su destrucción por una población local relativamente importantes destacan las zonas desérticas y subdesérticas de la costa del Perú y norte de Chile, El Salvador, Haití y Jamaica.

Hay otras situaciones donde se observa un déficit de leña creciente. Se incluye aquí en primer lugar ciertas zonas con recursos forestales limitados y de baja productividad y con poblaciones relativamente importantes. Esto sucede en partes de América Central y el Caribe (centro de México, Guatemala, Cuba, República Dominicana, Trinidad y Tobago), en las zonas pobladas del centro de Colombia, Perú y Chile con recursos forestales más abundantes pero difícilmente accesibles y en el este del Brasil. En conjunto estas zonas comprenden más de 1490 millones de habitantes que dependen de la leña, y que pueden extraer anualmente de los bosques accesibles unos 0.6 m3 de leña por habitante lo que sumado con otros recursos energéticos de bosques artificiales, árboles en terreno agrícolas y residuos de la agricultura dan un total de 0.8 m3 /hab/año.

Un segundo tipo de situación de escasez creciente de leña se presenta en lagunas zonas con recursos forestales accesibles limitados y de baja productividad, con baja densidad actual de población pero en rápido aumento. Esto sucede en el interior de Venezuela y ecuador, en la parte central del brasil, el este de Paraguay y el Uruguay y el nordeste de argentina. En su conjunto estas zonas cuentan con 0.5 a 12 m3 /hab/año de combustible leñoso. Gran parte de esta zona, unos 300 millones de hectáreas, están cubiertas de formaciones arbóreas y arbustivas de poca densidad y baja productividad de leña. Los bosques densos y productivos ocupan sólo 10 millones de hectáreas y los barbechos de bosque 9 millones de hectáreas. La disponibilidad de leña accesible es de 1.7 m3/hab/año, lo que satisface las necesidades. Son zonas en general sin problema de leña como ciertas zonas del altiplano andino del Ecuador. En el futuro no se prevé un déficit global, pero si una considerable disminución de recursos procedentes de formaciones naturales.

La necesidad de cocinar o calentar la vivienda no puede ser satisfecha adecuadamente por grandes sectores de la población pobre en le altiplano de Perú, Bolivia, Haití y Jamaica, en las áreas desérticas de Chile y perú y en zonas subtropicales secas densamente pobladas en México, Centroamérica, República Dominicana, Trinidad y Tobago, la parte central de Colombia y el este del brasil. La situación social más grave corresponde a las necesidades domésticas de las poblaciones pobres.

La crisis energética y el consecuente aumento de los precios de los combustibles han motivado el empleo creciente de los recursos forestales como fuente de energía. Cuando la leña escasea, las poblaciones rurales tienden a usar residuos agrícolas y estiércol privando al suelo de elementos esenciales para sostener la producción agrícola. La escasez de leña tiene así un impacto directo sobre la producción alimenticia.

Los bosques densos tropicales y subtropicales que en su mayor parte se encuentran en la cuenca del Amazonas y del Orinoco y los bosques densos de coníferas de América central, el caribe y México constituyen grandes recursos de biomasa para la energía. Por su parte los bosques abiertos ocupan áreas secas de Paraguay, Bolivia, sur del Brasil, Venezuela y Colombia y centro de México.

También se puede obtener leña de las sabanas arbóreas como el Chaco de Paraguay y Bolivia y el cerrado del brasil. Los matorrales como vegetación leñosa de poco porte (inferior a 5 m), ocupan zonas del sur del brasil, norte de México y sur de Bolivia. Los bosques alterados por la agricultura y barbechos se ubican especialmente en la zona andina en Brasil México y la América central.

Durante los últimos años se han acelerado las plantaciones forestales con fines energéticos en algunos países Americanos sobretodo en eucaliptos en Brasil destinados a carbón vegetal para la industria siderúrgica.

Combustibles vegetales (Dendrocombustibles)

En este grupo se incluyen todos los tipos de combustibles derivados directa o indirectamente de los árboles o arbustivos que crecen en los bosques o áreas no forestales. De acuerdo ala clasificación original los dendrocombustibles se dividen en tres grupos: dendrocombustibles directos, denddrocombustibles indirectos, y dendrocombustibles recuperados.

1. Dendrocombustibles directos: son los combustibles derivados de la madera extraída directamente del bosque ( ya sea de áreas naturales o de plantaciones forestales).

2. Dendrocombustibles indirectos: por lo general se incluyen en este grupo los subproductos madereros industriales, derivados de procesos primarios tales como aserrado, tableros de partículas o industrias de la pulpa y el papel o derivados de procesos secundarios. Estos combustibles pueden ser explícitamente quemados o transformados en otros productos, tales como carbón vegetal, gases pirolíticos, pellets, etanol, metanol.

3. Dendrocombustibles recuperados: se refiere a la combinación de biomasa maderera derivada de todas las actividades económicas y sociales que no se incluyen en le sector forestal, residuos tales como restos de obras de construcción que pueden ser quemados o transformados en astillas(chips), pellets, briquetas, etc.

En relación a los combustibles dendroenergéticos considerados se pueden clasificar en 4 tipos de productos principales: leña, carbón vegetal, licor negro, y otros.

• Leña: Es la madera en bruto o madera con corteza, generalmente en pequeños trozos, también en astillas, pellets, es un derivado del bosque o de árboles aislados, así como también pueden ser madera de los subproductos de las industrias forestales o de productos forestales recuperados.

• Carbón vegetal: se refiere a los residuos sólidos derivados de la carbonización destilación y pirólisis de la madera(del tronco y las ramas de los árboles) y los productos madereros.

• Licor negro: se trata del licor alcalino apagado de los digestores en la producción de pulpa al sulfato o pulpa a la soda (sosa), durante los procesos de la elaboración de la pulpa celulósica para el papel, la energía contenida en el mismo proviene principalmente de la lignina removida de la madera en los procesos de pulpado.

• Otros dendrocombustibles: se incluye en este grupo el conjunto de los combustibles líquidos y gaseosos derivados de la leña y del carbón vegetal basados en los procesos enzimáticos y pirolíticos, tales como pirólisis de gases etanol metanol productos de interés cada vez mayor,

La dendro energía la formulación del plan de acción forestal para Colombia

En 1987 el seminario relacionado con el plan de acción forestal para Colombia propone el diagnostico sobre las características particulares de la oferta y demanda de leña y carbón de vegetal que distingue a Colombia de otros países, pues no puede caracterizarse como homogéneamente deficitario ni con exceso de leña en todo el país. Se planteó que existen problemas de abastecimiento de leña y de carbón vegetal en ciertas zonas o para ciertos tipos específicos de usuarios y que las acciones del PAFC en esta materia deberían dirigirse prioritariamente hacia la planificación y aprovechamiento racional de la biomasa leñosa para satisfacer los requerimientos de los sectores críticos como podrías ser:

• Hogares rurales en zonas de escasez (no en todo el país)

• Agroindustrias específicas (especialmente trapiches paneleros)

• Industrias rurales en zonas sin acceso a carbón mineral u otros combustibles alternos más económicos de uso térmico.

• Usuarios comerciales urbanos de leña y carbón vegetal (asaderos, restaurantes, panaderías)

• Industrias usuarias de carbón vegetal.

Los problemas detectados en cada uno de estos ámbitos potenciales de acción tienen que ver especialmente con concentraciones intensas de la demanda dendroenergética o con localizaciones muy especificas (microregiones) donde la cobertura arbustiva no alcanza a satisfacer las necesidades de los pobladores rurales y urbanos. En estos casos, la precisión sobre biomasa leñosa para la obtención de combustible incide negativamente tanto sobre el equilibrio ambiental como sobre el bienestar social y económico de los usuarios dependientes de estas fuentes.

Si bien la preocupación centra de los participantes de la comisión de la Leña y Energía (PAFC,1987) fue la de detectar, prevenir y corregir situaciones de desequilibrio entre oferta y demanda de leña, también sugirió ampliar la cobertura temática para incluir el tema del carbón vegetal y las tecnologías de conversión de la madera a electricidad vía gasificación o generación a vapor, así como la producción de gases combustibles sustitutos de los derivados del petróleo en motores estacionarios, tractores o lanchas, adoptando el término dendroenergía ya introducido en el ámbito energético y forestal latinoamericano.

Patrones de consumo de leña y carbón vegetal en Colombia

Los impactos que sufrió Colombia a raíz de la crisis petrolera internacional entre los años 1976 y 1981 motivó a realizar un importante número de investigaciones de planeación energética orientadas a establecer un conocimientos más preciso sobre los verdaderos patrones de oferta, consumo y requerimientos energéticos como base para la formulación y fundamentación de políticas y estrategias capaces de revertir el deterioro de la situación energética nacional.

En términos de leña y energía rural se realizaron en 1981 dos investigaciones de base que es han constituido en las fuentes principales de referencia sobre el tema:

- El balance energético Rural (VER) de Colombia y su contexto socio económico 1981 (J.E. Torres, Universidad de los Andes)

- Encuesta de energías no comerciales en el sector residencial, Rural y Pequeño Urbano de Colombia (J.L Calabrese, Estudio Nacional de Energía -ENE.)

El volumen de información generada por estos estudios es enorme, pero difícil de integrar y compatibilizar por cuanto cada uno de estos tenia sus propios objetivos diseños muéstrales y metodológicas de cálculo, toda esta información debería bastar para conocer con alto grado de certidumbre tanto la magnitud como la naturaleza del consumo nacional de leña y carbón vegetal por lo menos a nivel departamental y sectorial.

Los obstáculos que se presentaron en la realización de estos proyectos no opacan los logros adquiridos en esta década sobre cual es la población consumidora, en que actividades se utiliza, donde y cuando se consume leña, con que tecnologías, con que consecuencias sociales, económicas, ambientales y en que contexto sociocultural.

Los dos grandes sectores consumidores de leña y carbón vegetal en el país son el residencial y el agroindustrial (trapiches paneleros), seguidos del comercial (negocios alimenticios). Con la información municipal del Censo de 1985, se estableció que en el país un total de 8.030.362 habitantes (15% urbano) depende de la leña como fuente única o principal de cocción. Adicionalmente, 1.791.300habitantes emplean la leña como combustible secundario o alterno, principalmente a nivel urbano donde las alternativas energéticas y los tipos de actividades económicas han desplazado la leña del papel primordial que tiene en el campo. Esto significa que el 35% de toda la población nacional de 1985 aún dependía en mayor o menor grado de la leña para la preparación de sus alimentos.

Además del consumo residencial de leña, se estimo un consumo de 1.223.000 toneladas en trapiche panelero, casi 80.000 toneladas en panaderías rurales y el orden de 40.000 toneladas en ladrilleras, para un consumo total entre 9.819.452 (ENE, 1985) y 12.697.100 toneladas (BER, 1985) excluyendo la leña para la elaboración de carbón vegetal. En el balance energético nacional figura un consumo estimado en 9.957.000 toneladas para 1985 incrementado levemente a 10.141.000toneladas para 1986. La serie histórica había comenzado en 1975 con un consumo estimado de 9.115.400 toneladas.

Esta última cifra nos permite ubicar la participación la leña en el contexto energético nacional. Aunque a veces se comenta que la leña participa con un 45% de la energía primaria de la país, esta magnitud realmente se refiere a la participación de la leña en el consumo final directo de la energía primaria no transformada (el resto es básicamente carbón mireral, gas natural, bagazo de caña y otros residuos agropecuarios). Sinembargo, si tenemos en cuenta que los diferentes sectores consumidores emplean no solamente recursos primarios sino energía secundaria (derivados del petróleo, electricidad, carbón vegetal, la participación real de la leña ene el consumo final de todos los recursos energéticos se sitúa al rededor del 21%.

Esto significa que de cada 100 calorías consumidas en Colombia, unos 21 todavía corresponde a leña sin incluir otras 0,35 de carbón vegetal.

Patrones de oferta

Los diferentes sectores han considerado la leña básicamente como un "bien libre" ajeno a su ámbito de atención y acción. Por lo tanto, se ha encontrado mucho menos sobre la oferta y disponibilidad anual de leña y carbón vegetal y sobre las implicaciones y posibilidades de su uso sostenido de lo que inicialmente se esperaba.

No obstante las limitaciones que se han presentado en los diferentes estudios y proyectos existen datos que nos pueden dar una aproximación sobre la oferta y demanda de los combustibles vegetales en Colombia.

Percepciones regionales de la problemática dendroenergética

En el año de 1985 era notoria la falta de conocimiento e interés institucional sobre la situación dendroenergética y los retos que a corto mediano y largo plazo pueden afrontarse en diferentes zonas y para diferentes usuarios del país. Para establecer el grado de conocimiento o por lo menos percepción de la situación y problemática dendroenergética en las diferentes regiones del país se tomaron datos en Antioquia, La Guajira, Nariño Santander valle y Viejo Caldas, la zona con mayor problema dentroenergético es la región andina sur , por su alta población, presión sobre la tierra y la falta de sustitutos energéticos accesibles a los sectores de consumo.

En la zona andina de Nariño por ejemplo, se han agotado los bosques naturales, el ritmo de deforestación es muy bajo y los niveles de consumos dendroenergeticos muy alto, sin existir sustitutos económicos. Por ello, se ha desarrollado un mercado comercial de leña y carbón vegetal en las ciudades y aún en áreas rurales, persibiéndose una situación de déficit creciente en la zona.

Para esta misma época en la Costa Atlántica se perciben problemas en los departamentos donde se logró respuesta, y algunos de ellos caracterizan a otras zonas de la región de donde no se recibieron respuestas pero que se habían consultado en años anteriores. Es así como en la Alta guajira, que en el prediagnostico se pensó que presentaría los problemas más agudos, la evidencia no indica la existencia de una "crisis" entre consumo y disponibilidad de leña dada la relativa baja densidad demográfica. Más bien, existe un problema de tipo social por el excesivo tiempo y costo de transporte involucrados en la obtención de la leña especialmente para los caseríos. Un segundo problema en el departamento es el de suministro de carbón vegetal para áreas urbanas tanto para uso residencial como comercial, que actualmente se realiza mediante prácticas altamente depredadoras.

En CORPOCESAR hay una alta demanda enfrentada a una creciente estrechez de oferta de leña. Los problemas de abastecimiento son permanentes tanto a nivel rural como urbano y se traducen en altos precios y especulaciones para los consumidores. La disponibilidad en rastrojos es insuficiente para satisfacer la demanda, y se acude cada vez más a la tala depredatoria de bosques más alejados. El consumo de leña es alto en las ladrilleras de los centros urbanos, absorbiendo el 80% del consumo no residencial del recurso. En este sector el impacto ambiental de la explotación de la leña es latamente negativo.

La CVS de Córdoba las encuestas realizadas coinciden en la existencia de problemas estacionales (invierno) en las zonas rurales y estacionales o permanentes en áreas urbanas, dependiendo de la localización. En todas hay un déficit entre requerimiento y disponibilidad, con tendencia a agudizarse los desequilibrios. La fuente principal de oferta es la roza/quema de áreas en descanso y los desmontes en nuevas áreas. No se percibe ningún control estatal a la leña y al carbón vegetal que se comercializa en los centros urbanos.

En Santander los niveles de consumo son altos pero no se presentan problemas de disponibilidad sino en zonas específicas (cuenca del río Suárez, San José de Pare). En el resto de áreas rurales y urbanas hay equilibrio pero se perciben tendencias al déficit, particularmente en la medida en que una fuente importante de leña como ha sido el cafetal se tumba para sembrar caña y tiende a desaparecer el sombrío con al sustitución de cultivos cafeteros.

En las zonas de Cucuta y Tibú en norte de Santander no se perciben mayores problemas de suministro dendroenergético sino más bien un desplazamiento de estos combustibles tradicionales por carbón mineral, la leña casi no se usa a nivel doméstico. Sinembargo en la zona andina alta sur del departamento, las condiciones son muy diferentes y las comunidades han aceptado concienzudamente los programas de reforestación y manejo forestal participativo con dos finalidades básicas: protección ambiental y para asegurar el suministro sostenible de leña.

En CUNDINAMARCA se presentan problemas de abastecimiento de leña permanentemente a nivel rural, así como en algunas zonas urbanas específicas. En Bogotá y en las demás cabeceras específicas del departamento el consumo de carbón vegetal es alto, y en las zonas rurales el consumo de leña en trapiches también lo es, causando serios problemas de abastecimiento y alto costo a la industria panelera regional. (ICA, 1985). La leña y el carbón para estos fines proviene del bosque principalmente, pero se percibe un déficit crecientemente agudo y un impacto ambiental altamente negativo de tal aprovechamiento. Para este momento los controles estatales sobre la leña y el carbón comercializados a nivel urbano son simbólicos o inexistentes,

En ANTIOQUIA, fue difícil detectar interés en estos temas y sus corporaciones regionales no prestaron una adecuada colaboración. Sin embargo se estableció contacto con el proyecto dendroenergético del PAFC, se pudo establecer que Antioquía ocupa el primer lugar en el consumo departamental de la leña con más de 1.000.000 de toneladas anuales . este consumo se concentra en el sector residencial rural , pero el departamento también resulta ser un alto e ineficiente consumidor de leña en trapiches panelero, concentrando un 26.5% del consumo sectorial de 1980, que disminuyó al 12.75 1985 por el descenso en la producción de caña. Siendo un departamento cafetero , también se estimo una disponibilidad aparente de leña por renovación y manejo de cafetales del orden de 300.000 toneladas anuales, insuficientes por si solas para satisfacer los consumos de estos sectores.

En el Valle del Cauca, se perciben problemas de abastecimiento de leña en zonas rurales de ladera especialmente en los municipios de Yumbo, Vijes, Yotoco y Jamundí. En la Cordillera Occidental y Palmira, Cerrito, Ginebra, Buga y Tulua. Las áreas urbanas y semiurbanas de C Cali, Yumbo, Vijes y Yotoco también enfrentan problemas de abastecimiento de leña para ladrilleras y consumo doméstico.

El déficit de disponibilidad accesible de leña se agudiza a mediano y largo plazo. Por otra parte, en las áreas rurales de municipio de Buenaventura, se han desarrollado experiencias piloto de electrificación con gasificadores a base de carbón vegetal, con buenos resultados técnicos hasta el momento.

En el QUINDIO, el 95% de leña proviene de la renovación de cafetales tradicionales de arábigo con sombrío, de guano macheto, santafereño y bejuco, así como de cafetales al sol de variedad caturra: este aprovechamiento deben estar legalizados por resolución de las Corporación Regional del Quindio para todas las fincas y predios del departamento.

Durante el primer semestre de 1988. El volumen total de carbón vegetal procedente de café y guamo almacenado en depósitos ascendió a 5274,8 m3 a precios de venta fluctuantes entre $7000 y $8000 (m3). La leña autorizada para la elaboración de carbón en las fincas fue de 601,3 m3.

En CALDAS se perciben problemas de abastecimiento en zonas urbanas y rurales específicamente. A nivel urbano, el consumo de leña y carbón vegetal sigue siendo alto. La leña proviene principalmente de las podas y renovación de cafetales, de cercas vivas y en algunos casos de bosques naturales o plantaciones forestales y no se percibe un impacto ambiental negativo.

En la realización de este proyecto no fue posible obtener información de todos los departamentos.

La leña en el contexto institucional

Desde el punto de vista del sector energético oficial, la preocupación central en términos de leña y carbón vegetal ha sido básicamente estadístico: en que magnitud participan estos combustibles en el balance energético nacional? No ha habido una preocupación por conocer las fuentes de oferta, las modalidades de aprovechamiento, las disponibilidades anuales ni la situación real de los mercados dendroenergéticos, suponiendo simplemente que la oferta deberá ser igual al consumo. La razón para ello es sencilla y no se trata simplemente de una convención metodológica en la elaboración del balance ; el sector energético simplemente no contempla la necesidad ni la posibilidad de formular acciones de política o gestión, como si se le exige para los demás recursos energéticos convencionales bajo su responsabilidad constitucional: petróleo, gas natural carbón, electricidad.

En las instituciones del sector energético, por lo tanto, no se ha detectado mayor interés en ampliar la cobertura temática ni descender a niveles regionales más detallados del contexto dendroenergético en todas sus dimensiones: oferta y disponibilidad, comercialización y mercadeo, tecnologías involucradas, patrones de sustitución perspectivas de electrificación a partir de la madera y otros posibles ámbitos de acción.

Por su parte en el sector forestal y de manejo de los recursos forestales, tampoco se tiene una percepción integral de los problemas y perspectivas dendroenergéticas en sus áreas de influencia. Como se manifiesta en la mayoría de las encuestas regionales e institucionales realizadas, limitan su intervención a expedir algunas licencias de extracción y comercialización de leña y carbón vegetal. La mayoría de las instituciones del sector consideran la leña como un subproducto marginal del bosque o como un remanente del aprovechamiento de bosques y plantaciones forestales o en contadas ocasiones, de la incorporación de áreas con rastrojo a la explotación agropecuaria.

Además del débil papel de control y vigilancia sobre a los aprovechamientos comerciales de la leña y el carbón vegetal, el sector forestal ha orientado sus acciones más hacia el establecimiento y manejo de plantaciones protectoras y de uso múltiple , donde el abastecimiento de leña para las poblaciones rurales se incorpora marginalmente como un componente social para resolver problemas de la cocina doméstica, pero no configura una política activa o explícita de acción dendroenergética.

En el sector agropecuario, la leña se percibe como un problema social donde el campesino debe invertir tiempo y esfuerzos para su recolección, pero sin llegar a concebir o priorizar los problemas dendroenergéticos asociados con los usos de la tierra en una manera más concreta. No se tiene en cuenta que las actividades agropecuarias generan una oferta significativa de leña, como en los casos de manejo y renovación de cafetales o cacaotales ni en las practicas de rotación de rastrojos o potreros; por otra parte apenas empieza a tomar conciencia de la generación de una demanda concentrada o estacional por leña en actividades agroindustriales como la elaboración de la panela.

Finalmente, es notoria la falta de una percepción ambiental de los problemas derivados del suministro y abastecimiento de la leña y el carbón vegetal por parte de los sectores mencionados. Ninguno de los tres sectores (energético, forestal y agropecuario) se dan cuenta del impacto ambiental que implican los desequilibrios entre requerimientos disponibilidades en términos de la sobre-explotación de los recursos forestales y el medio ambiente.

Balance energético consolidado par la laña y el carbón de leña en los últimos 5 años

Según el UPME (Unidad de Planeación Minero Energética) los datos de producción oferta y demanda interna de la leña en los últimos cinco años son: ver tabla 1y 2, no existen datos de importación y exportación así como de licor negro

Tabla 1. Balance energético consolidado de leña

ACTIVIDAD

BALANCE ENERGETICO CONSOLIDADO

CONSUMO DE LEÑA (KTON)

 

1995

1996

1997

1998

1999

Producción

11831,5

12033,6

7700,0

6936,0

6936

1 .OFERTA INTERNA

Ajuste

11891,5

12033,6

7700,0

718,1

6936,0

6.936

2. DEMANDA INTERNA

2.1. Transf/Reciclo/Perd. Trans

Carboneras

2.2. Consumo final

Residencial

Industrial

Agropecuario y minero

Construcción

2.2.1. Consumo Util

Residencial

Industrial

Agropecuario y minero

2.2.2. Pérdida consumo

11891,5

491,7

491,7

11399,8

9635,9

60,3

1703,7

1097,4

653,2

18,2

423,1

1028,4

12033,6

498,6

498,6

11535,0

215,8

61,0

1723,9

0

1110,4

660,9

18,4

431,1

104124,6

6981,9

550,0

550,0

6431,9

4918,9

55,0

1458,9

725,5

344,3

16,5

364,7

5706,4

6936,0

576

576

6360,0

4975,1

55,6

1475,8

717,4

348,4

16,7

369,3

5642,6

6.936

576

576

6.360

CONSUMO DESAGREGADO

1. CONSUMO INDUSTRIAL

    Alimentos, Bebidas y tabaco

    Piedras, vidrios y cerámicas

2. CONSUMO AGRICOLA Y MINERO

    Procesamiento agrícola

3. CONSUMO RESIDENCIAL

    Cocción

Total Urbano

Total Rural

11,0

48,3

1703,7

9635,99919,0

919,0

8716,9

61,0

11,1

48,9

1723,9

1723,9

9750,2

929,9

929,9

8820,3

55,0

9,9

43,2

1458,9

1458,9

4818,0

818,0

818,0

4100,0

54,4

9,8

43,6

1442,6

1442,6

4.863,0

808,9

808,9

4.054,2

 

Tabla 2. Producción y consumo de carbón de leña

ACTIVIDAD

CONSUMO ENERGETICO CONSOLIDADO UPME

CONSUMO CARBON DE LEÑA (KTON)

 

1995

1996

1997

1998

1999

Producción

108,9

110,5

220,0

230,4

 

1. OFERTA INTERNA

Ajuste

108,9

110,5

220,0

20,0

230,4

 

2. DEMANDA INTERNA

2.1. Transf/Reciclo/Perd. Trans

Carboneras

2.2. Consumo final

Residencial

Industrial

Agropecuario y minero

Construcción

2.2.1. Consumo Util

Residencial

Industrial

108,9

00

108,9

108,9

93,7

15,2

24,9

9,7

15,2

110,5

110,5

110,5

95,1

15,4

25,3

9,9

15,4

220,0

220,0

200,0

172,1

27,9

45,1

17,2

15.5

230,4

110.8

110.8

1288,7

208,9

230,4

198,3

32,1

 

Agropecuario y minero

2.2.3.Pérdida consumo

27,5

85,2

154,9

178,4

 

CONSUMO DESAGREGADO

1. CONSUMO INDUSTRIAL

    Alimentos, Bebidas y tabaco

    Químico

3. CONSUMO AGRICOLA Y MINERO

    Procesamiento agrícola

3. CONSUMO RESIDENCIAL

    Cocción

Total Urbano

Total Rural

15,2

15,2

93,7

7,1

7,1

86,6

15,4

15,4

95,1

7,2

7,2

87,8

15,2

15,2

93,7

7,1

7,1

86,6

208,9

208,7

198,2

15,0

183,2

 

Evolución del consumo final de energía

Según datos del UPME en el consumo final de energía se tiene una mayor participación de los derivados del petróleo, la electricidad y la biomasa. El consumo final de energía se concentra en los sectores transporte, industrial y residencial.

Consumo de leña

En cuanto a leña se refiere, se estima que para el consumo energético en el país se destinan del orden de los 10 millones de toneladas. A nivel de energía primaria este volumen equivale a 43300 teracalorias y es similar al consumo de gas natural. El uso de biomasa como energía se concentra en el sector residencial, rural y de pequeñas poblaciones en la autogeneración de energía y en industrias rurales como trapiches en el Valle del Cauca. En el gráfico 1 se presenta el consumo de energía final.

El gráfico muestra que a pesar de existir penetración del gas natural en la canasta energética nacional y un bajo crecimiento del consumo de leña, la estructura del consumo de energía final (1996 vs 2010) no varia drásticamente, pues el carbón y los derivados mantiene su participación, la participación de la electricidad crece levemente, mientras aumenta el gas natural como era de esperarse.

La oferta de biomasa leñosa, particularmente en lo que a leña comercial se refiere, tiene incidencia en la deforestación, aunque las principales causas de esta última están más ligadas a la expansión de la frontera agrícola. Cuando se incluye la demanda de leña en el caso base la energía final muestra un decrecimiento medio anual del 3.4% la penetración del (GLP) rural reduce este crecimiento a tan solo 3.3%.

En Colombia, la estructura de consumo de energía en el sector residencial continua siendo atípica con una alta incidencia de la leña o de le electricidad según se analice en términos de energía final o de energía útil, el consumo de leña en el sector residencial en términos de energía final para el año de 1996 era del 61% con relación al consumo de carbón, petróleo y sus derivados electricidad y gas natural y en términos de energía útil era del 17%.

Sector residencial

El sector residencial rural es el principal consumidor de leña, con las consecuentes implicaciones de índole ambiental, económica y social. Es necesario, sin embrago distinguir entre la leña autoapropiada y la leña comercial. Esta última es susceptible de sustituir por otras fuentes comerciales pero para la primera, la percepción de que es "gratuita" dificulta de manera apreciable la comercialización de sustitutos, en el gráfico 2 se presenta la distribución del consumo de leña por sectores para el año de 1995.

Gráfico 2 Consumo de leña por sectores -1995.

El consumo de leña crece a una medida anual del 1.7%, el otro componente de la biomasa el bagazo muestra un lento crecimiento como insumo energético (0.55%) debido a la introducción del gas natural en la industria, así como la competencia del carbón mineral, reflejada en la actualidad transacciones del bagazo por carbón ofrecida por la industria papelera.

De acuerdo a los datos existe una tendencia al menor uso de combustibles vegetales en Colombia este consumo que en su mayoría era residencial, fue reemplazado por el gas natural, por el petróleo y su derivados.

No se habla sobre el licor negro porque Colombia no consume este combustible

Con relación a los datos proporcionados por la UPME (Unidad de Planeación Minero energética) y la FAO no existen grandes discrepancia, podaría decirse que son iguales.

Perspectivas energéticas (1997-2010)

La demanda de energía final, entendida como la suma de las ventas de los diferentes energéticos a los usuarios finales (no se tienen en cuenta las demandas de combustibles para la generación termoeléctrica).

De manera global, la demanda final de energía (sin considerar la leña) crecerá a una medida anual del 3.69%, presentando una mayor celeridad durante la década 2000-2010 (3.8%). Para el periodo 1996-2000, se tendrá un crecimiento de solo el 3.45.

En el año 2010, el país estará consumiendo (sin considerar la leña) 272.8 MBEP cerca de 110 millones más que en la actualidad. Cuando se suma la leña, el consumo parte de 194 MBEP y se incrementa hasta 31.4 MBEP.

A pesar de no impulsar ninguna política, la biomasa (sumando leña y bagazo) disminuye desde el 25% hasta 19% debido al lento crecimiento de la leña en cocción residencial rural y al bajo crecimiento del bagazo en el sector industrial.

El uso de la leña, además de conformar un patrón ineficiente de consumo energético, ocasiona un impacto significativo al medio ambiente, principalmente por la practica predadora de la leña comercial. El PEN (Plan energético Nacional) propone la implantación de programas de sustitución de leña comercial por briquetas de carbón y GLP.

Un estudio llevado a cabo por la UPME, para establecer posibilidades de sustitución de energéticos en el sector residencial, encontró que, de acuerdo con las condicione económicas, sociales, culturales, geográficas y tecnológicas, existen condiciones favorables para que 281 municipios usen leña, 177 carbón, 268 GLP y311 gas natural.

ECOCARBÓN pretende sustituir hasta el 50% del consumo de leña comercial en el sector residencial rural por cerca de 265000 toneladas de carbón en el año 2005. Sin embargo, esta ambiciosa meta esta sujeta a que el desarrollo de las briquetas les confiere las suficientes ventajas técnicas económicas y comerciales sobre otros energéticos.

El mejoramiento de los procesos de almacenamiento y combustión del bagazo utilizado en trapiches significaría un incremento considerable de la eficiencia energética de la industria panelera. Los trapiches pueden llegar a ser prácticamente autosuficientes y podría reducirse o eliminar el uso de leña como fuente complementaria de energía. Se propone que CORPOICA a través del CIMPA (Centro de investigación de la Industria panelera) adelante labores de demostración, promoción y difusión de las tecnologías desarrolladas para este efecto.

Como acciones complementaria a un programa de trapiches autosuficientes, ECOCARBON desarrollará programas de sustitución paulatina de leña con la mezcla bagazo-carbon en hornillas y de instalación de calderas de carbón económicamente rentables. De acuerdo con las metas de largo plazo podría sustituirse hasta un 30% de los trapiches medianos (1000) y grandes (100) lo que equivaldría a un consumo esperado de 500000 ton/año el 2005.

Bibliografía

Departamento de Relaciones Internacionales sobre asuntos Económicos y sociales, Estadística sobre energía: definiciones, unidades de medida y factores de conversión, Estudios metodológicos, serie F, No 44 Naciones Unidas, 1987.

FAO, Dendroenergía de hoy para mañana, parte B: Background overview of available data on wood energy in Europe/OECD/FAO/FOPW, 1997

FAO, Anuario de los productos forestales, FAO/FONP,1994.

TORRES,J.E. 1988. Lineamientos de política para un programa nacional de planificación y acción dendroenergética. Proyecto No 11 Dendroenergía, informe final. Bogotá. 65p.

MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA, Unidad de Planeación Minero Energética UPME. Balance energético consolidado, 1999.

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