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ACTIVIDADES DE LA ORGANIZACION

Objetivos y prioridades a plazo medio (incluido un resumen de las recomendaciones formuladas por las Conferencias Regionales)1

40. El Consejo apoyó las sugerencias del Comité del Programa expuestas en los párrafos 74 a 84 del informe del 21o período de sesiones 2y los párrafos 40 a 44 del informe del 22o período de sesiones 3.

41. El Consejo convino en que los “Objetivos a plazo medio” constituyen una descripción más apropiada del asunto que el “plan a plazo medio”.

42. El Consejo convino en que era esencial reconocer como base para el examen de este asunto los siguientes principios:

  1. Los niveles de los recursos y las prioridades detalladas sólo pueden establecerse definitivamente en los Programas de Labores y Presupuesto bienales;

  2. Conviene considerarlos en el contexto de los objetivos, prioridades y recursos previsibles para el plazo medio;

  3. Incumbe al Director General hacer propuestas respecto de los puntos (i) y (ii) y corresponde a los Organos Rectores la facultad de pronunciarse al respecto. Los Organos Rectores se ocuparán, naturalmente, de algunos detalles, pero deberán concentrar su atención en las necesidades, tendencias, capacidad y flexibilidad generales, especialmente en los diversos métodos de lograr una acción eficaz;

  4. Es muy difícil prever las tendencias de los recursos extrapresupuestarios, y la programación por países del PNUD atribuye a los propios países la decisión relativa a las asignaciones sectoriales de los recursos del PNUD. Así pues, las prioridades concretas de cada país deben encontrar normalmente puesto en sus planes nacionales de desarrollo o en sus programas nacionales del PNUD, y no en los objetivos de la FAO a plazo medio. Con respecto al Programa Ordinario, no debe esperarse de la FAO que se comprometa a atender todas las prioridades de los países, sino más bien a ayudar donde su acción sea más eficaz a nivel global o regional, y sólo a nivel nacional cuando ello sea posible y efectivo con los recursos de que se disponga;

  5. A este respecto, debe recordarse que el programa por países del PNUD es sólo una parte, muchas veces secundaria, de las actividades totales de desarrollo de los países. A esto último es a lo que la FAO debe tender mayormente a la hora de estructurar su estrategia y actividades.

43. El Consejo admitió que se había realizado mucho trabajo y se habían logrado resultados muy importantes en la delimitación de las prioridades de la Organización. Sin embargo, opinaba que aún podría hacerse más y que ello debería constituir un proceso continuo. El Consejo recordó que el 16o período de sesiones de la Conferencia había tendido a conceder la mayor prioridad a la movilización de los recursos humanos y a la planificación del desarrollo agrícola y que, a este respecto, se había insistido en la importancia de la investigación científica, nutrición y políticas alimentarias, enseñanza de todo tipo, extensión agrícola y estudios de proyección de las exportaciones agrícolas. También se sugirió que se preste especial atención a las necesidades de los 25 países menos desarrollados.

44. Al debatir estas y otras propuestas, el Consejo consideró si en su examen debiera hacer una distinción entre las funciones consultiva, asesora y ejecutiva de la Organización y, en especial, si habría que dedicar la mayor atención a los aspectos globales del programa al determinar las prioridades, pero se estimó que no se podría llegar a conclusiones claras sobre ello. El Consejo apoyó las recomendaciones de las conferencias regionales como uno de los fundamentos para determinar prioridades.

1 CL 59/PV/9, CL 59/PV/10 y CL 59/PV/20.
2 CL 59/7.
3 CL 59/22.

45. El Consejo reconoció que las prioridades eran distintas de región a región y de país a país, lo cual hace difícil obtener un consenso con respecto a cualquier conjunto de prioridades. En general se convino en que compete al Director General establecer las prioridades del Programa Ordinario dentro del marco de su presupuesto y que esta labor debe hacerla teniendo en cuenta las recomendaciones y sugerencias de los órganos rectores y sus diversos comités y de las conferencias regionales.

46. Como por regla general esas recomendaciones y sugerencias abarcan la mayor parte de las funciones y materias de la estructura y contenido del Programa de la Organización, el problema esencial es determinar el equilibrio justo en la asignación de recursos y su empleo de bienio a bienio, teniendo presentes los límites de recursos disponibles, la economía y la eficiencia de la acción.

47. El Director General está en la mejor posición para hacer la evaluación detallada que sea necesaria y para formular sus propuestas a los órganos rectores en los Programas de Labores y Presupuestos que presente. El concepto de un programa único esbozado por el Director General en su declaración 1 (y el cambio propuesto en la cuestión de los documentos del Programa y Presupuesto) debiera facilitar la ejecución más efectiva de las recomendaciones de las Conferencias Regionales.

48. El Consejo también respaldó las recomendaciones del Comité del Programa, relativas a la presentación de objetivos, prioridades y actividades en el Programa de Labores y Presupuesto y en la nueva forma del documento separado sobre objetivos a plazo medio, que podría tratar de cuestiones tales como la situación del desarrollo, tendencias futuras, opciones de estrategia y política, perspectivas de los recursos extrapresupuestarios, repercusiones generales del programa para la FAO, etc.

49. Con respecto al cambio propuesto en la estructura del programa, el Consejo convino en que representaba una mejora considerable en comparación con el anterior, y aprobó su empleo en la preparación del Programa de Labores y Presupuesto para 1974–75.

Actividades del programa

Examen de los programas de determinadas Direcciones de la Organización2

50. El Consejo señaló que su anterior ciclo de exámenes de seis años se había concluido en su 55o período de sesiones y que el examen actual era el comienzo de un nuevo ciclo de cuatro años, aprobado por el 57o período de sesiones del Consejo. En el examen presente las actividades del Departamento de Administración y Finanzas las había examinado detalladamente el Comité de Finanzas, según había solicitado el Consejo, y las otras actividades habían sido objeto de un examen análogo por parte del Comité del Programa.

a) Dirección de Servicios de Gestión

51. El Consejo se mostró de acuerdo con la opinión del Comité de Finanzas en cuanto a la importancia de las funciones de la Dirección de Servicios de Gestión, que guardan una estrecha relación con los objetivos del Comité sobre el aumento de la efectividad de la Organización. Compartió la opinión de que el Comité debe seguir prestando atención a la labor de la Dirección. Un miembro sugirió que el Comité debería también examinar los informes de la Dirección con objeto de garantizar el mejoramiento de la eficiencia de la Organización mediante la aplicación efectiva de las recomendaciones formuladas como consecuencia de ese examen. Un mayor recurso a los servicios de la Dirección evitaría también la necesidad de emplear consultores externos en las esferas de trabajo de la Organización que deben ser objeto de examen.

52. El Consejo señaló que, según se ha informado al Comité de Finanzas, la ejecución de las recomendaciones contenidas en los estudios efectuados por la Dirección incumbe sobre todo al Departamento o a la Dirección competente, y que son pocos los casos en que tales recomendaciones se hayan rechazado.

1 Véase el Apéndice D.
2 CL 59/5, CL 59/7, CL 59/22, CL 59/PV/12, CL 59/PV/13 y CL 59/PV/20.

53. El Consejo tomó nota de que, gracias a la labor de la Dirección, se han introducido diversas técnicas nuevas en materia de gestión, muchas de ellas con éxito. Señaló especialmente la creación de las Dependencias de Apoyo a la Gestión en Departamentos y Direcciones, que considera han contribuido a hacer más eficaz y rápido el proceso de la adopción de decisiones, y se manifestó de acuerdo con el Comité de Finanzas en que debería examinar la posibilidad de delegar una mayor autoridad a las Dependencias de Apoyo a la Gestión, asegurando al mismo tiempo que se evite la duplicación de actividades con respecto a las dependencias centrales.

54. El Consejo hizo observar que el sistema de registro del tiempo de trabajo preparado por la Dirección se aplica actualmente en aquellas esferas de la Organización en que constituye el método más adecuado para determinar el costo de los recursos de personal para los elementos de los programas y los subprogramas, y la distribución de esos costos según las fuentes de los fondos. Se le informó de que están en preparación para otras esferas métodos diferentes de cálculo de los costos adaptados al tipo de trabajo de que se trate, de forma que con estos métodos combinados se pueda calcular el costo de todo el trabajo de la Organización. También se le hizo saber que para el 29o período de sesiones del Comité de Finanzas se preparará un informe sobre el funcionamiento de este sistema, que tratará también de la medida en que se le utiliza ya efectivamente para perfeccionar el proceso presupuestario y la información relativa a la distribución de los gastos entre la FAO y otros organismos que proporcionan fondos.

b) Oficina del Interventor

55. El Consejo tomó nota de que el Comité de Finanzas había discutido las formas de simplificar las normas y procedimientos y de que se había informado al Comité que la Organización había presentado diversas sugerencias al Comité Especial encargado de examinar el régimen de sueldos de las Naciones Unidas (Comité de los Once).

56. Entre las demás cuestiones discutidas por el Comité de Finanzas figuran las relativas a los procedimientos de pago, el sistema de plantilla, los efectos en cuanto a la carga de trabajo de las medidas adoptadas para hacer frente al problema financiero, el control del presupuesto por capítulos de gastos, la revisión de este control por subprogramas en una fecha posterior, el personal financiado con cargo a fondos extrapresupuestarios y las funciones de los oficiales destacados de Presupuesto y Finanzas.

57. El Consejo se mostró de acuerdo en que el Comité de Finanzas debe seguir examinando con más detalle algunas cuestiones de las que trata su informe, cuando examine lo relativo a la Oficina del Interventor.

c) Dirección de Servicios Administrativos

58. El Consejo tomó nota del deseo del Comité de Finanzas de examinar la asignación de puestos al PNUD en esta Dirección. Aunque se convino que sería útil un examen de ese género, se informó al Consejo de que esta asignación, aparentemente desproporcionada, de puestos, puede haber resultado del hecho de que sólo se habían facilitado al Comité de Finanzas informaciones relativas a los puestos de categoría profesional. El Consejo tomó nota, asimismo, de que de las cuatro Subdirecciones de la Dirección, tres (a saber, la Subdirección de Contratos, la Subdirección de Compras e Intervención y la Subdirección de Servicios de Campo y de la Sede) se ocupan principalmente en los programas de campo.

59. El Consejo expresó la esperanza de que se conceda al personal de campo la facultad de efectuar compras por un valor superior al actual límite de 1 000 dólares, con objeto de facilitar las adquisiciones y facilitar a la Sede la labor en esta materia. A este propósito se señaló que, fijándose un límite más alto, los Asesores Agrícolas Principales/Representantes de la FAO en los Países podrían refrendar las órdenes de compra procedentes de los Directores de los Proyectos. El Consejo fue informado de que la delegación de la facultad de efectuar compras al personal de campo ha sido objeto de un estudio constante por parte de la Organización y que el pasado año se había aumentado de 500 a 1 000 dólares el límite de las compras. La Organización sigue estudiando la posibilidad de aumentar efectivamente la amplitud de esta delegación de facultades. El Consejo fue informado, sin embargo, de que en algunas ocasiones el personal de campo no dispone de la información indispensable para proceder a ciertas adquisiciones y que es esencial que la Sede facilite servicios en materia de adquisición, independientemente del grado de delegación de facultades al personal de campo.

60. El Consejo tomó nota de que el Comité de Finanzas emprenderá un examen de los procedimientos de extensión de contratos y de que al efectuar este examen dedicará atención particular a la cuestión de la máxima difusión de información en lo que respecta a los futuros contratos, a fin de que las empresas competentes e interesadas estén en condiciones de dar a conocer su interés en la adjudicación de esos contratos y que puedan competir en ella. 1

d) Otros Programas y Direcciones

61. En lo que se refiere al examen de los programas en los Capítulos 1, 3, 4 y 5, el Consejo reconoció la importancia del Programa Cooperativo de las Industrias para ayudar a conseguir la participación de la industria en el proceso de desarrollo, particularmente mediante misiones de industriales a los países que lo soliciten. El Consejo puso de relieve que tales medidas impulsaban a la industria a armonizar sus actividades con las metas del desarrollo fijadas por los gobiernos.

62. El Consejo estuvo de acuerdo con los cambios introducidos en materia de capacitación en idiomas y, a este propósito, estimó que la Organización debiera estimular la participación de aquellos candidatos que siguen cursos de idiomas y cuya lengua madre es distinta del español, el francés o el inglés. Sobre los demás asuntos examinados, el Consejo tomó nota de las observaciones y sugerencias del Comité del Programa y se mostró conforme con ellas.

Programa Conjunto FAO/OIEA2

63. El Consejo aprobó el examen y las recomendaciones del Comité del Programa. 3 Acogió complacido la colaboración entre ambos organismos y reafirmó la conveniencia de la ya establecida División Mixta FAO/OIEA.

64. El Consejo tomó nota de que se habían obtenido buenos resultados, pero señaló la necesidad de que se examinen los méritos relativos de las técnicas nucleares respecto de las convencionales, según las condiciones existentes en cada país.

65. Reconociendo que sobre este programa se han expresado pareceres diversos, y que los dos organismos patrocinadores tienen objetivos diferentes, el Consejo recomendó que un pequeño grupo de expertos independientes efectúe un estudio de la cuestión, estudio cuyas conclusiones deberán someterse a la consideración del Comité del Programa y del Consejo. Este grupo habrá de estar formado no sólo de expertos en energía nuclear, sino también de expertos y dirigentes agronómicos familiarizados con el empleo de las técnicas tradicionales y con el de las de los isótopos y las radiaciones en el campo de los alimentos y la agricultura. Se sugirió que ambos organismos compartan equitativamente el costo de tal estudio. El Consejo fue informado de que tanto el Director General de la FAO como el del OIEA están de acuerdo en principio sobre la necesidad de dicho estudio.

66. Algunos miembros manifestaron que, mientras no se conozcan las conclusiones del estudio mencionado, se asigne prioridad baja al programa conjunto en el marco del programa de actividades de la FAO.

1 Véanse los párrafos 317 a 320 más adelante.
2 CL 59/16, CL 59/22, CL 59/PV/8 y CL 59/PV/20.
3 CL 59/22, párrafos 89 a 97.

Examen de las actividades extrapresupuestarias4

67. El Consejo recordó que en el informe de su 56o período de sesiones 5 “expresó su preocupación ante el hecho de que sus órganos rectores no tuviesen una oportunidad adecuada, dentro de las disposiciones vigentes de examen por parte del Consejo y de la Conferencia, para conocer debidamente estas actividades extrapresupuestarias, discutirlas y dar orientaciones cuando fuese preciso”. Del mismo modo, el Comité del Programa, en su 22o período de sesiones 1 había recomendado “que se concediera especial importancia a los programas de campo, con carácter regular, en los programas de los Comités del Programa y de Finanzas, del Consejo y de la Conferencia, así como del Comité de Montes, del Comité de Pesca, del Comité de Agricultura, y de las Conferencias Regionales, y que los programas de campo fueran objeto de exámenes exhaustivos por parte de dichos órganos”.

4 CL 59/3, CL 59/25, CL 59/25-Add. 1, CL 59/25-Add. 2, C 71/REP párrafo 137, CL 59/PV/10 y CL 59/PV/20.
5 CL 56/REP, párr. 232.

68. El Consejo convino en que las repercusiones financieras, las consecuencias sobre el Programa Ordinario y la calidad del trabajo, de las actividades extrapresupuestarias, eran factores que debieran ser examinados por los órganos rectores.

69. El Consejo convino además en que, vista especialmente la magnitud de los gastos en Programas de Campo, debían tomarse las medidas pertinentes para procurar que esos programas los examinen desde un punto de vista funcional los Comités del Programa y de Finanzas; desde un punto de vista vista técnico los Comités Técnicos de Montes, Pesca y Agricultura; y desde un punto de vista regional las Conferencias Regionales. Las conclusiones de todos estos órganos podrían presentarse al sucesivo período de sesiones del Consejo, el cual se hallaría entonces en situación de hacer recomendaciones generales a la Conferencia.

70. Se señaló que dos de los tres Comités Técnicos no se reunirían antes de principios de 1974, y que sólo por esas fechas podrían comenzar sus tareas.

71. El Comité del Programa había recomendado que La Labor de la FAO, que ha de prepararse para la Conferencia de 1973, no abarque el Programa Ordinario sino sólo las actividades extrapresupuestarias. Se dispondría así de un documento analítico completo como base para los correspondientes debates en la Conferencia, la cual estaría de ese modo en condiciones de ofrecer orientación acerca de la documentación que necesita cada uno de los tres grupos de órganos que entran en el ciclo. El Consejo solicitó del Director General que presente un documento a los Comités del Programa y de Finanzas en sus períodos de sesiones de la primavera de 1973, en el cual se exponga el ámbito y la índole de la información que debe facilitarse en La Labor de la FAO para la Conferencia de 1973. El Consejo estimó que La Labor de la FAO debe incluir, entre otras cosas, información acerca de las consecuencias tanto adversas como favorables de las labores extrapresupuestarias sobre las actividades del Programa Ordinario. Debería asimismo facilitarse información sobre aquellas actividades de preinversión emprendidas por la FAO que fueran seguidas por las correspondientes inversiones, así como información sobre la formulación y ejecución de proyectos y los problemas relativos a contrapartida.

72. El Consejo tomó nota de la información que sobre ejecución de proyectos del PNUD se ha presentado con la documentación sobre actividades extrapresupuestarias.

Política de la FAO sobre publicación de revistas (incluida CERES)2

73. En su 16o período de sesiones (1971) la Conferencia había pedido “al Consejo y a su Comité del Programa que revisen en 1972 la política de la Organización con respecto a las publicaciones periódicas, teniendo en cuenta… todos los factores pertinentes, como finalidad, difusión, periodicidad y costo de esas publicaciones”. 3

74. El Consejo tuvo ocasión de examinar los informes sobre esta cuestión de los Comités del Programa y de Finanzas, 4 junto con una nota del Director General en que se esbozaban las medidas que se proponía adoptar teniendo en cuenta dichos informes. 5

1 CL 59/22, párrafo 21.
2 CL 59/PV/13 y CL 59/PV/20.
3 C 71/REP, párrafo 243.
4 CL 59/22, párrafos 98–111 y párrafos 195–197.
5 CL 59/31.

75. Respecto a las 34 publicaciones periódicas y anuales de la FAO, tanto venales como gratuitas, el Comité del Programa destaca en su informe:

  1. la necesidad de una política coherente en cuanto a publicaciones periódicas, y que el número, el contenido y las características de esas publicaciones se racionalicen con arreglo a esta política;

  2. la necesidad de que se tenga en cuenta el número de publicaciones periódicas que la Organización podría sostener adecuadamente;

  3. que el contenido debe determinarse teniendo en cuenta los lectores a que se destine la publicación periódica o anual;

  4. que la Organización debe mantener el principio de paridad de sus idiomas de trabajo;

  5. que cada gobierno ha de recibir la parte a que tenga derecho sobre la base de la distribución de cupos establecida.

El Consejo se mostró de acuerdo con estos cinco puntos.

76. En su 55o período de sesiones (1970) el Consejo había adoptado unas normas rectoras en cuanto a las publicaciones y documentos, según las cuales todo el material (publicaciones destinadas a la venta y documentos principales y de trabajo) publicado por la FAO o con su asistencia debía tener relación directa y específica con los proyectos y actividades del Programa de Labores aprobado. El Consejo confirmó que esas normas se aplican igualmente a las publicaciones periódicas y anuales y a los documentos de la FAO.

77. El Consejo tomó nota de que la Organización se sirve de sus publicaciones periódicas técnicas y estadísticas para alcanzar los objetivos enunciados en el Artículo I de su Constitución y convino en que cualquier plan que tenga por objeto la reducción radical del número de esas publicaciones debía considerarse con precaución. Por otra parte, el Consejo reconoció que era necesario examinar atentamente el número de publicaciones periódicas que la Organización podía sostener adecuadamente. Por tanto, se mostró de acuerdo con la propuesta del Director General de realizar una vasta encuesta sobre el número de lectores y otros factores de importancia relativos a esas publicaciones periódicas, con objeto de obtener una idea objetiva y global de su utilidad. La encuesta acerca del número de lectores incluirá, naturalmente, a los gobiernos que reciben las publicaciones, y tendrá presentes las observaciones y sugerencias concretas hechas por miembros del Consejo en el curso del debate. Los resultados de la encuesta se presentarán al Consejo antes del 17o período de sesiones de la Conferencia, junto con las recomendaciones pertinentes.

78. Teniendo en cuenta la encuesta sobre los lectores y las supresiones o refundiciones que puedan resultar de ella, el Director General estudiará la viabilidad de transformar en publicaciones para la venta las publicaciones gratuitas que eventualmente queden.

79. El Consejo se mostró de acuerdo con la decisión de suspender la publicación de la revista trimestral Extractos de la Pesca Mundial y de la revista anual La situación del coco.

80. Aunque se consideró, en general, que Unasylva es una publicación periódica útil, que debía seguirse publicando, el Consejo convino en aplazar la decisión definitiva hasta que se haya fijado la política general de publicaciones periódicas. Entre tanto, el Consejo se mostró conforme con la publicación de un número “puente” de Unasylva cada año del presente bienio.

81. Como el sistema actual de programación y preparación del presupuesto de publicaciones y documentos podría obstaculizar la aplicación uniforme de las normas rectoras, el Consejo consideró que era esencial disponer de controles objetivos adecuados para seleccionar lo que se ha de publicar y asegurar una lista equilibrada de publicaciones. El Consejo convino en que todas las publicaciones propuestas en el Programa de Labores y todas las publicaciones periódicas que hayan de mantenerse deben identificarse con subprogramas específicos y que los fondos correspondientes deben utilizarse para los fines para los cuales se asignaron.

82. Por lo que se refiere al reforzamiento del apoyo editorial en las dependencias de origen y en la Dirección de Publicaciones, recomendado por el Comité del Programa, el Consejo tomó nota de que el Director General estudia actualmente la cuestión y comunicará sus resultados al Consejo en 1973.

83. El Consejo reconoció que la distribución del material de la FAO dentro de los Estados Miembros para conseguir una difusión apropiada en todos los sectores a que aquél pueda ser útil -instituciones y servicios, incluidas bibliotecas, universidades, institutos de investigación y científicos, servicios de extensión y capacitación agrícolas, organismos económicos y legislativos- corresponde primordialmente a los gobiernos mismos, por conducto de los Comités Nacionales de la FAO o de otras vías que determinen los gobiernos. Recomendó a los gobiernos de los Estados Miembros que presten atención a este aspecto importante, para elevar al máximo el valor de las publicaciones de la FAO que, reconoció, son en general de elevada calidad y constituyen un medio importante para el logro de los objetivos de la Organización. Por su parte, la Organización debería seguir esforzándose por conseguir una difusión adecuada de sus publicaciones, por medio de sus agentes de ventas, del personal de campo, y de los institutos, especialistas y técnicos nacionales.

84. A reserva del examen general de la política de publicaciones que el Director General trae entre manos, el Consejo se mostró favorable a Ceres: revista de la FAO, y acogió complacido su éxito y su impacto como publicación que ofrece artículos originales sobre los amplios problemas del desarrollo rural y constituye una tribuna para el intercambio de opiniones sobre esta cuestión. Reconoció que la orientación actual y la política editorial de la revista están de acuerdo con su mandato original. Se convino en general en que el contenido editorial de Ceres debe seguir sirviendo a los objetivos de desarrollo de la FAO, sin convertirse en ningún modo en un órgano interno de información. Se sugirió también que se dediquen números especiales a las regiones y subregiones del mundo que hasta la fecha han recibido poca atención, ocupándose en diversos sistemas económicos y sociales.

85. Por lo que respecta a la periodicidad de Ceres, el Comité tomó nota de que, aunque la reducción de la frecuencia de aparición de seis números por año a cuatro determinaría una economía de unos 90 000 dólares por bienio, ello originaría en cambio una pérdida de ingresos estimada en unos 100 000 dólares. El Consejo apoyó la continuación de la actual frecuencia de aparición.

86. Se expresó preocupación por la cuantía de los costos de Ceres. Sin embargo, el Consejo tomó nota de que con las medidas de ahorro ya aplicadas por el Director General los costos de Ceres con cargo al Programa Ordinario se reducirán de 677 000 dólares a 622 000 dólares en 1972–73, absorbiendo al mismo tiempo el aumento de los costos. El Consejo confiaba en que el Director General pueda realizar nuevos ahorros por otros medios, por ejemplo recurriendo más aún a servicios por contrata para la edición, ilustración y composición.

87. El Consejo manifestó la esperanza de que sea posible encontrar medios para publicar y distribuir a los gobiernos y otros organismos interesados, a intervalos regulares, una publicación, en que el lector avisado pueda ver fácilmente cuál es la labor de la FAO en las diversas esferas de su competencia, de la índole de la publicación mensual Crónica de la OMS o de la Unesco, el Observer de la OCDE y el Boletín Mensual de la UNCTAD. El Director General aceptó estudiar la viabilidad y las implicaciones económicas de la cuestión e informar sobre el asunto al Consejo en su próximo período de sesiones.

Agricultura

Informe del primer período de sesiones del Comité de Agricultura (COAG)1

88. El informe del primer período de sesiones del Comité de Agricultura (Roma, abril de 1972) fue presentado por el Primer Vicepresidente del Comité en nombre del Presidente del mismo. El Consejo aprobó el informe y expresó su satisfacción por la labor realizada por el COAG, que fue establecido por la Conferencia en 1971. La experiencia del período de sesiones ha demostrado la necesidad de un comité que ayude al Consejo a desempeñar sus funciones relacionadas con el importante sector agrícola.

1 CL 59/9, CL 59/9-Sup. 1, CL 59/PV/3 y CL 59/PV/20.

89. El Consejo tomó nota de que los temas de programa correspondían a las tres funciones principales asignadas al nuevo Comité de Agricultura: en primer lugar, examen y evaluación periódicos, con carácter muy selectivo, de diversos problemas planteados por el desarrollo agrícola, en segundo lugar, prestación de asesoramiento al Consejo sobre el programa de actividades de la Organización a plazo medio y a largo plazo en determinados sectores de la agricultura y sobre la ejecución del mismo; y, en tercer lugar, examen de determinados asuntos remitidos al COAG por la Conferencia, el Consejo o el Director General.

90. El Consejo tomó nota de los asuntos que requerían su atención y que se resumían en los documentos CL 59/9 y CL 59/9 Sup. 1.

91. El Consejo respaldó la recomendación del COAG de que la FAO se concentre en el desarrollo de la industria de las semillas, con objeto de acelerar el fomento eficaz de los ensayos de variedades y la producción, control de la calidad y distribución de semillas, de conformidad con los programas bilaterales y multilaterales existentes. Debe darse prioridad a los trabajos sobre semillas previstos en el Plan a Plazo Medio de la FAO y es necesario proceder a una reasignación de recursos para reforzar los trabajos sobre desarrollo de la industria de semillas, especialmente el mejoramiento de la capacitación en tecnología de semillas. El Consejo encareció la conveniencia de hacer uso de los recursos y la competencia de la iniciativa nacional e internacional privada.

92. El Consejo reconoció la importancia del establecimiento de políticas de alimentación y nutrición e instó a que se atribuya mayor prioridad a este tema, tanto a nivel nacional como en las actividades de la FAO. El Consejo hizo suya la recomendación del COAG de que se refuercen a esos efectos los recursos de la Dirección de Nutrición de la FAO.

93. El Consejo sancionó la atención dedicada por el COAG a los problemas que plantea la mejora de la productividad en ambientes difíciles y a las posibles líneas de acción. Sin dejar de reconocer la necesidad de establecer un sistema de información y una estructura para el análisis en cada uno de los ambientes difíciles (por ejemplo, las áreas de pluviosidad escasa, los trópicos húmedos, las áreas de sabana con mala distribución de las lluvias y las regiones montañosas), el Consejo suscribió la recomendación del COAG de que la FAO debe comenzar con el estudio de un tipo particular de ambiente difícil, a saber, las áreas semiáridas y de escasas precipitaciones e informar sobre ello al Comité en su próximo período de sesiones. Este estudio deberá servir de modelo para el estudio de otras regiones en ulteriores fases. El Consejo insistió en la necesidad de tener en cuenta los factores demográficos y sociales, así como de mejorar las estructuras rurales. Debe darse prioridad a los 25 países menos desarrollados que tienen planteados a este respecto problemas particularmente urgentes y graves.

94. El Consejo convino con el COAG en la importancia fundamental de la reforma agraria como medio esencial para el desarrollo rural. Suscribió la recomendación de que se tenga en estudio la cuestión mediante un examen continuo y más amplio del informe del Comité Especial de la FAO sobre Reforma Agraria y sobre la continua necesidad de una acción integrada y completa a nivel nacional. El Consejo reconoció la alta prioridad de la reforma agraria, que implica una gran diversidad de cuestiones técnicas, económicas, sociales y jurídicas, especialmente en lo que se refiere al establecimiento de unidades viables y programas conexos, como servicios de mercadeo, crédito, etc. El Consejo tomó nota de la recomendación del COAG relativa a la inclusión de la reforma agraria como tema de política sustantiva en el programa de su próximo período de sesiones. Algunos miembros indicaron que habrían preferido la creación de un subcomité sobre reforma agraria.

95. El Consejo, reconociendo la importancia del tema EPDAM/Reajuste Agrícola, convino en que el COAG debe ocuparse principalmente en los cambios de la estructura de la producción, que son parte fundamental del proceso de desarrollo y reajuste, en lugar de en su relación con el comercio, cuestión que es de la incumbencia del CPPB.

96. El Consejo hizo suya la recomendación del COAG de que la FAO fomente las investigaciones agrícolas y estimule la coordinación y cooperación en las actividades de investigación a escala nacional, regional e internacional. Es necesario mejorar las comunicaciones para que los agricultores puedan aprovechar los resultados de esta investigación.

97. En lo que se refiere al Plan a Plazo Medio de la FAO, el Consejo tomó nota de que, dado el carácter complejo del problema, no fue posible armonizar en el primer período de sesiones los diferentes puntos de vista del COAG. El Consejo suscribió, pues, las recomendaciones del COAG de que se dedique atención cuidadosa a la cuestión de las prioridades dentro de las principales líneas de acción. Algunos miembros insistieron en la necesidad de una estructura financiera para el programa de actividades que ha de emprenderse dentro del período del plan a plazo medio.

98. El Consejo aceptó las propuestas del COAG de que en la preparación del próximo período de sesiones del Comité, el Director General (a) procure tener al COAG al corriente de los principales adelantos científicos y tecnológicos; (b) utilice la asistencia, en calidad de consultores, de eminentes autoridades mundiales para el análisis de determinados aspectos del desarrollo agrícola; (c) especifique en los documentos las medidas que ha de tomar el COAG en lo que respecta a los problemas de desarrollo escogidos para su examen y (d) facilite el diálogo técnico sobre la labor sustantiva de la FAO durante las reuniones del Comité, y la evaluación técnica de esa labor. Las recomendaciones y prioridades emanantes de la serie de Conferencias Regionales deben también tomarse en cuenta cuando se prepare el programa del COAG.

99. Teniendo presentes los puntos de vista expresados por algunos miembros de que el COAG debe ocuparse principalmente en cuestiones técnicas, más que en cuestiones de política, el Comité encareció de nuevo la necesidad de un completo examen interdisciplinal de todos los aspectos técnicos, económicos, sociales, institucionales y estructurales de un determinado problema de interés para el desarrollo agrícola rural. El Consejo confirmó de nuevo asimismo la decisión de la Conferencia de que el mandato del COAG debe mencionar solamente los programas a plazo medio y a largo plazo y excluir el examen de las actividades a corto plazo.

100. En cuanto a la frecuencia de los períodos de sesiones el Consejo convino en que el COAG siga celebrando un período de sesiones cada bienio, de preferencia a comienzo de los años en que no hay Conferencia, y que, de ser posible, dure más de una semana.

101. El Consejo convino en que, de conformidad con el Reglamento del Comité, el programa provisional del próximo período de sesiones lo prepare el Director General en consulta con el Presidente del Comité, con antelación suficiente para que pueda ser aprobado en el período de sesiones del Consejo de junio de 1973. En relación con el programa, un miembro propuso un tema relativo a los efectos de los reajustes agrícolas en el plano de las explotaciones y otro, sobre los fertilizantes, especialmente las cuestiones relacionadas con su aplicación y su producción y comercio.

102. El Consejo insistió en que los miembros del COAG deben, en la medida de lo posible, estar representados por delegaciones compuestas de altos funcionarios técnicamente calificados para contribuir eficazmente al examen multidisplinal de los temas del Programa.

Estudio de las medidas encaminadas a reforzar la estructura de la FAO en la esfera del desarrollo rural, especialmente de la reforma agraria1

103. Con respecto al párrafo 7 de la Resolución 3/71 aprobada por el 16o período de sesiones de la Conferencia de la FAO, el Consejo tomó nota de la simplificación de las actividades de la FAO en la esfera de los recursos humanos y de las instituciones mediante el establecimiento de una Dirección especial, la Dirección de Recursos Humanos e Instituciones, que abarca todos los programas generales de la FAO en la esfera del desarrollo de los recursos humanos, es decir, las actividades y políticas orientadas primordialmente a los seres humanos y las instituciones populares. Esta decisión se ha considerado como una medida adoptada por el Director General para reorientar la política y los métodos de trabajo de la FAO en este sentido. El Consejo aprobó este nuevo concepto que pone de relieve que el desarrollo no constituye básicamente un problema técnico, sino que implica también un cambio de las estructuras sociales que presenta aspectos políticos. Se recalcó el valor de la función de la FAO en esta importante esfera y se expresó la esperanza de que la nueva orientación de esta Dirección suponga una mayor participación de la Organización en materias que hasta ahora se consideraban más bien marginales con respecto a su trabajo.

1 CL 59/25, CL 59/PV/17, CL 59/PV/18 y CL 59/PV/20.

104. El Consejo acogió favorablemente la importancia otorgada al desarrollo rural integrado, con la reforma agraria como uno de sus elementos importantes, debido a que la mayoría de los países en desarrollo sólo disponen de dos recursos fundamentales: la tierra y la población. Se señaló que el desarrollo rural integrado implica un planteamiento interdisciplinal y que la importancia otorgada al crecimiento y a la productividad agrícolas tiene que ser complementada con una mayor atención al empleo, problema que se está haciendo cada vez más agudo y en algunos casos explosivo. Por otra parte, como la agricultura es un problema de sistemas, el desarrollo rural integrado exige que sus aspectos institucionales puedan disponer de un punto central. Por todo ello, este concepto general debe ser claramente definido y como consecuencia de esta consideración la FAO quizás tenga que efectuar una reorientación en su organización y en los actuales métodos de trabajo.

105. El Consejo atribuyó también importancia a la necesidad de vincular el desarrollo rural integrado con el nuevo planteamiento centrado en los países que ha adoptado la FAO. La participación directa de los países interesados en cualquier estudio de las perspectivas se ha considerado esencial con objeto de evitar el riesgo de preparar modelos teóricos remotamente apartados de las realidades de los países de que se trate. Se estimó, sin embargo, que en relación con este aspecto el concepto del desarrollo rural y sus consecuencias también tiene que perfeccionarse y aclararse más, y que los programas y los métodos utilizados deben adaptarse a las necesidades y condiciones especiales de cada uno de los países. Se tomó nota de que este concepto ha sido ya desarrollado por la FAO en el Plan Indicativo Mundial y en diversos simposios y grupos especiales de trabajo dedicados a regiones específicas, pero se admitió que la Dirección de Recursos Humanos e Instituciones tiene aún mucho por hacer.

106. Si bien el Consejo expresó su aprecio por las medidas hasta ahora aplicadas por el Director General que se consideran un importante paso adelante, algunos miembros estimaron que sería de desear un nuevo reforzamiento de la estructura de la Organización en la esfera del desarrollo rural y especialmente en lo que respecta a la reforma agraria. El Consejo se mostró de acuerdo en recomendar al Director General que en la preparación de su Programa de Labores y Presupuesto para 1974–75, asigne el máximo posible de fondos a la movilización y fomento de recursos humanos y actividades afines, con objeto de que la FAO pueda prestar un mejor servicio a los Estados Miembros.

107. Algunos miembros lamentaron el hecho de que el Comité de Agricultura en su primer período de sesiones no hubiera podido llegar a un acuerdo acerca del establecimiento de un subcomité permanente sobre reforma agraria y estimaron que el propio Consejo debe decidir la creación de un órgano de este tipo. Otros, expresaron el parecer de que la cuestión del desarrollo rural integrado, incluida la reforma agraria, constituye uno de los mandatos básicos del COAG. El Consejo convino en que su próximo período de sesiones debe examinar la necesidad de adoptar ulteriores medidas en relación con la reforma agraria, teniendo presente las propuestas pertinentes del Director General formuladas en el Programa de Labores y Presupuesto para 1974–75 y los medios de que se disponga para actuar en estas esferas.

Investigación agrícola1

108. El Vicepresidente del Comité del Programa hizo saber al Consejo que el Comité recomienda se apoye la propuesta del Director General de establecer un Centro de Desarrollo de la Investigación dependiente del Departamento de Desarrollo. El Comité estimó que la FAO ha realizado progresos alentadores en la aplicación de la Resolución 9/71 de la Conferencia, y que la creación de este centro favorecería los objetivos de armonización de las actividades de investigación en los planos nacional, regional e internacional, y de movilización de los recursos en apoyo de las investigaciones como lo solicitó la Conferencia. Sin embargo, la FAO misma no debe verse envuelta en investigaciones, excepto eventualmente en la esfera socioeconómica.

1 CL 59/22, CL 59/30, CL 59/PV/18 y CL 59/PV/20.

109. Recalcó que, aunque la creación del Grupo Consultivo acarreará un aumento de los fondos para la investigación, este aumento no será aún suficiente en términos mundiales. Existe por tanto la necesidad no sólo de identificar más exactamente las prioridades sino también de mantener la flexibilidad mediante una labor de vigilancia de los programas, suprimiendo gradualmente el apoyo a las actividades concluidas o no prometedoras y pasando a nuevas líneas de actividad.

110. El Consejo reconoció que el Director General ha cumplimentado la Resolución de la Conferencia y se mostró conforme con su decisión de concentrar los recursos de la Secretaría en el propuesto Centro de Desarrollo de la Investigación. Consciente de que la investigación constituye un elemento fundamental e integrante del proceso de desarrollo, acogió de un modo especialmente favorable la inclusión de este Centro en el Departamento de Desarrollo.

111. Se manifestó también una firme coincidencia de puntos de vista en cuanto a los objetivos del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional y al papel desempeñado por la FAO al ayudar a crearlo y al proporcionar una Secretaría a su Comité Asesor Técnico. Algunos miembros expresaron su satisfacción por la contribución prestada al progreso agrícola de los países en desarrollo con la labor de los centros internacionales de investigación financiados por el Grupo Consultivo. Se acogieron con agrado las decisiones de establecer nuevos centros para realizar trabajos sobre las papas y sobre los problemas de las zonas tropicales semiáridas. Esta última labor ayudará a colmar un vacío especialmente importante, aun cuando el Consejo hizo observar que la investigación acerca del uso del agua en la agricultura es otro considerable vacío que hay que llenar todavía. Los representantes de algunos países africanos pidieron que el próximo paso consista en dirigir la atención a reforzar la investigación sobre producción y sanidad animal, y se sugirió que además de a la fiebre de la costa oriental y a la tripanosomiasis, debería prestarse urgente atención a la fiebre aftosa como grave obstáculo para la producción y las exportaciones ganaderas.

112. El Consejo recalcó la importancia de que se ayude a los países a crear su capacidad nacional de investigación, y pidió a la FAO que dé relieve en su Programa de Labores al apoyo a las actividades nacionales de investigación. En este contexto se hizo saber al Consejo que éste ha sido siempre el principal objetivo de la labor de la FAO en materia de investigación y que seguirá disfrutando de alta prioridad. El documento CL 59/30 otorgaba cierta preeminencia a las actividades internacionales en el campo de la investigación, porque se tenía intención de describir la evolución registrada en esta esfera desde la última Conferencia, pero ello no reflejaba ningún cambio de política en cuanto al compromiso de la FAO de ayudar las iniciativas nacionales. El Director General ha tomado nota del deseo del Comité del Programa y del Consejo de que se publique un informe sobre las actividades de la FAO en el campo de la investigación.

113. El Consejo expresó su preocupación por la diferencia existente entre los conocimientos y la aplicación de los mismos, particularmente por los pequeños agricultores, y exhortó a la FAO a estudiar con más detenimiento las razones de esa disparidad y los medios de vincular las investigaciones al desarrollo en forma que permita la aplicación inmediata de la nueva tecnología. Ello exigirá investigaciones socioeconómicas, las cuales son también necesarias para evitar problemas que plantee la institución de la nueva tecnología comprendido el efecto sobre el empleo y la distribución de la renta.

114. Se señaló que las investigaciones socioeconómicas emprendidas en relación con determinados productos y tecnologías podrían tener poca utilidad en razón de las interrelaciones existentes y además originar un derroche de recursos. Subsisten importantes problemas técnicos de investigación, en relación con productos tales como el trigo, el maíz y el arroz, a propósito de los cuales la Revolución Verde se ha propagado todavía muy poco, y con otros alimentos importantes y poco atendidos, especialmente las leguminosas de grano, los mijos, los tubérculos y las hortalizas. El Consejo encareció también las propuestas de las Conferencias Regionales referentes a la necesidad de intensificar las investigaciones sobre los problemas de la agricultura de secano.

115. El Consejo reconoció las dificultades y los posibles conflictos que se plantean cuando se trata de determinar las prioridades de la investigación a escala nacional, regional o internacional. Las actividades nacionales de investigación deben ajustarse bien a las políticas de desarrollo, mientras que los programas que reciben apoyo internacional deben responder a necesidades de interés nacional y regional. La FAO debe desempeñar un papel activo para contribuir al establecimiento de una perspectiva a largo plazo de prioridades de las investigaciones internacionales y regionales, al fomento de la acción cooperativa para atender esas necesidades y a la utilización de los recursos para realizar esa acción, de manera que garantice el empleo más eficaz de los escasos recursos, especialmente los de las instituciones existentes.

116. El Consejo destacó la necesidad de mejorar la información sobre los trabajos de investigación en curso y sobre los centros de investigaciones en los países en desarrollo, con objeto de evitar duplicaciones inútiles, reforzar los vínculos científicos y determinar las necesidades de mano de obra especializada para los sectores prioritarios identificados de la investigación. Se felicitó en consecuencia de que la FAO haya emprendido el proyecto piloto CARIS, pero se abstuvo de juzgar sobre la propuesta de ampliación de CARIS, en espera de una evaluación de los resultados y de la determinación de los costos del proyecto piloto. Se exhortó también a la FAO a que emprenda un estudio de las necesidades de formación como parte del programa del nuevo Centro de Desarrollo de Investigaciones, a fin de colaborar con los países en desarrollo en la formación de sus cuadros nacionales de investigadores.

117. Fue objeto de un apoyo considerable la propuesta de creación de una red internacional de centros de recursos fitogenéticos. Se sugirió que el centro coordinador de la red internacional se adscriba a la FAO y que a este propósito se fije la oportuna asignación en el Programa de Labores y Presupuesto.

118. Se pidieron aclaraciones sobre la representación de los países en desarrollo en el Grupo Consultivo, y sobre si esta representación es adecuada para reflejar la enorme diversidad de condiciones ecológicas y sociales existente dentro de cada región en desarrollo. Se recordó que en su 58o período de sesiones el Consejo designó, para asistir a las reuniones del Grupo Consultivo, dos representantes de cada región, para posibilitar una representación acorde con la diversidad de zonas ecológicas.

119. Se informó al Consejo de que el Grupo Consultivo es un organismo extraoficial, y que se había llegado a un acuerdo que parecía funcionar satisfactoriamente en la práctica, en virtud del cual pueden asistir a las reuniones dos representantes de cada región en desarrollo. Estos pueden alternarse como portavoces de su región, sin perjuicio de que el que no haga de portavoz actúe de suplente en cuestiones que conozca o le interesen especialmente. Otra posibilidad de que los países en desarrollo participen en las actividades del grupo es que pertenezcan al Comité Asesor Técnico y sean miembros de los subcomités especializados o de las misiones de evaluación relacionadas con su trabajo.

120. El Consejo convino en que, en vista de esta explicación, no era necesario modificar la posición que había adoptado en su 58o período de sesiones a propósito de la representación.

Pesca: Informe del séptimo período de sesiones del Comité de Pesca, incluido el examen de las funciones del COFI1

121. El Informe del séptimo período de sesiones del Comité de Pesca (COFI) fue presentado por el Subdirector General encargado del Departamento de Pesca, en nombre del Presidente del Comité, que no pudo asistir a la sesión.

1 CL 59/13, CL 59/PV/4 y CL 59/PV/20.

122. El Consejo aprobó el Informe y se mostró satisfecho por la manera en que el COFI, al que en la actualidad tienen acceso todos los Estados Miembros de la FAO, seguía desempeñando su misión de examen de los problemas pesqueros para la solución de los mismos, además de facilitar orientación valiosa para la formulación y ejecución del programa de labores de la FAO en el sector de la pesca.

123. El Consejo examinó los tres asuntos que el COFI había señalado a su atención, y acerca de ellos decidió lo siguiente:

  1. Aprobó la participación de la U.R.S.S. en el Subcomité del COFI de Fomento de la Cooperación con las Organizaciones Internacionales Interesadas en la Pesca;

  2. Autorizó al Director General a que convoque la Conferencia Técnica sobre Ordenación y Desarrollo Pesquero propuesta en los párrafos 38 a 42 del Informe. Agradeció al Gobierno del Canadá el haberse ofrecido a hospedar la Conferencia en Vancouver del 13 al 23 de febrero de 1973 y a sufragar los costos correspondientes, incluida ayuda para la asistencia de expertos en pesca de países en desarrollo. Tomó nota de que algunos otros países se habían declarado dispuestos a facilitar la participación de tales expertos de países en desarrollo. Convino en que dicha Conferencia sería oportuna y contribuiría notablemente a la difusión de conocimientos y experiencia en materia de ordenación y desarrollo pesqueros, en beneficio especialmente de los países en desarrollo, y ayudaría a todos los países a aprovechar en forma óptima los valiosos recursos vivos de los océanos y las aguas continentales;

  3. Autorizó al Director General a que tome las medidas necesarias para que la Comisión Internacional de Pesquerías del Atlántico Sudoriental (CIPASO) participe en las actividades del Grupo Coordinador de las Estadísticas de Pesca del Atlántico (CWP).

124. El Consejo examinó también varias otras cuestiones dimanantes del Informe del séptimo período de sesiones del COFI, a propósito de las cuales consideró que podía ofrecer orientaciones al COFI para el examen ulterior de las mismas.

125. El Consejo tomó nota de la recomendación del 16o período de sesiones de la Conferencia de que el COFI estudie si le es posible desempeñar todas las misiones que probablemente se le confiarán, incluidas las que puedan derivarse de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano y de la próxima Conferencia sobre el Derecho del Mar. Tomó nota también de los diversos puntos de vista expresados por el COFI en su séptimo período de sesiones y de su decisión de remitir el asunto a su Subcomité de Fomento de la Cooperación con las Organizaciones Internacionales interesadas en la Pesca. El Consejo opinó que, dado que el COFI había abierto recientemente sus puertas a todos los Estados Miembros interesados de la FAO, por un período de prueba de cuatro años, no se debía introducir ningún cambio en su estructura básica ni en su condición jurídica hasta que termine dicho período de pruebas.

126. El Consejo se mostró satisfecho por la manera en que el COFI había examinado el Plan a Plazo Medio para el sector pesquero. Dándose perfecta cuenta de las dificultades que implica el llegar a un acuerdo absoluto sobre un orden de prioridades, opinó que el método adoptado por el COFI de examinar las prioridades relativas entre los diversos subprogramas en conjunto, permite ofrecer orientaciones adecuadas y útiles al Director General. Aprobó el punto de vista del COFI de que la ordenación y el desarrollo de las pesquerías, con vistas a ayudar a los países en desarrollo, debe ser el principal objetivo de la FAO en el sector pesquero. Varios miembros hicieron notar la especial importancia que a su entender tienen las actividades de estadística pesquera, los reconocimientos y evaluaciones acuáticos, el desarrollo de la acuicultura y de la pesca continental, la mejora del medio ambiente acuático y la lucha contra la contaminación de las aguas. Insistieron también en la importancia de la colaboración de la FAO con la Organización Consultiva Marítima Intergubernamental (OCMI) y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) en las cuestiones relativas a la contaminación de las aguas y reconocieron la función de la FAO en lo relativo a los efectos de la contaminación en los recursos pesqueros.

127. El Consejo tomó nota con interés de la continua expansión de las actividades prácticas de la FAO en el sector pesquero. Observó con agrado que los proyectos de campo se evalúan periódicamente para asegurar que las actividades sean pertinentes y que las actividades iniciadas prosigan rápidamente mediante inversiones para aumentar la producción y aprovechamiento de pescado. Consideró que sería adecuado que el COFI examinara en su próximo período de sesiones las repercusiones de la realización de las actividades de campo en el programa general del Departamento.

128. El Consejo se mostró satisfecho por el apoyo prestado por el COFI y el Departamento de Pesca a la Comisión sobre los Fondos Marinos en la preparación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar e instó a que se siga apoyando a la Comisión con la misma competencia científica y técnica y con la misma objetividad con que se ha hecho hasta la fecha.


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