A fin de controlar los insectos es necesario conocer, lo mejor posible, sus ciclos vitales para actuar las medidas de control en los momentos que coincidan con sus fases más vulnerables. Además, debería también conocerse la cantidad y tipo de daño que ellos provocan, así como los efectos de sus propios enemigos naturales. Por lo tanto, el autor cree que debería darse máxima prioridad a la investigación que estudie a fondo la historia vital y la ecología de los insectos que comen las semillas de Prosopis (Cuadro 8, pág 53). Estudios modelo para esta investigación son los de Glendening y Paulsen (1955), Swier (1974), Pfaffenberger y Johnson (1976), Koch y Campos (1978) y Conway (1980). Algunas de las técnicas empleadas y factores ecológicos que se han descubierto ser de valor, y que deberían ser tomados en cuenta al examinar las relaciones entre los insectos que comen las semillas y Prosopis, son: recolectar muchas muestras de semillas de los árboles de Prosopis y del suelo al pie de los mismos; recolectar en amplias áreas geográficas; colocar las muestras de semillas en el laboratorio, dentro de envases apropiados sin escape para los insectos; hacer que los brúcides adultos y otros insectos emerjan; seccionar la semilla y la vaina para determinar la ubicación de la cámara pupal; determinar el recorrido de la larva a través de la semilla y de la vaina; la cantidad de semillas de las que se alimenta; el punto de entrada de las larvas a través de la vaina y del tegumento de la semilla; los sitios donde se depositaron los huevos; los medios con los que el huevo se liga sobre la vaina; tamaño de las semillas y tamaño de los insectos; porcentaje de semillas que han sido comidas por cada especie de brúcide; cantidad de huéspedes para cada especie de brúcide; la cantidad de generaciones de brúcides o de sus parásitos por año; la cantidad total de días durante los cuales los gorgojos emergen del cultivo; los diferentes esquemas de comportamiento de los brúcides (por ejemplo, si las larvas entran directamente en una vaina o se arrastran hasta una grieta o hendidura, antes de penetrar; si la larva teje un capullo o pega las semillas juntas para que sea una cámara pupal; si las hembras depositan los huevos en vainas sobre los árboles, o sobre vainas o semillas expuestas en el suelo, etc.). Las características de las plantas que deberían ser anotadas son, si las vainas son parcialmente dehiscentes o indehiscentes, espesor de las ventallas de las vainas, tamaño y forma de vainas y semillas, cantidad de semillas por fruto, y cualquier otra característica específica de las semillas o frutos (por ejemplo, pelos sobre las ventallas de las válvulas, ventallas leñosas; si hay una pulpa pegajosa entre las semillas y las ventallas de las vainas, etc.).
En las regiones áridas y semiáridas del Nuevo Mundo, debería posiblemente asignarse la máxima prioridad a estudios en México, Perú y Chile.
Otra labor de investigación de gran prioridad es la de establecer métodos que controlen los insectos que infestan la semilla, durante las fases de precosecha y de almacenamiento (Cuadro 8). Al principio, esto hubiera muy probablemente incluido sólo los estudios con insecticidas sintéticos orgánicos, pero estudios a largo plazo deberán incluir el control tradicional (Cuadro 6) y el control biológico (Cuadro 7).
En una prioridad algo inferior está la de establecer las preferencias que tienen los insectos que infestan las semillas de Prosopis sobre huéspedes; de determinar su capacidad de trasladarse de una especie de Prosopis a otra (o de otra especie vegetal a Prosopis); y de clasificar los insectos (números 3,4,5 en el Cuadro 8); ello deberá hacerse en conjunción con los estudios sobre los ciclos vitales (Cuadro 8 (1)).
Los estudios a largo plazo deberían incluir el desarrollo de programas de control biológico, métodos tradicionales de control y Manejo Integral de las Pestes.
