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APENDICE V
DECLARACION DE LA DELEGACION DE AUSTRIA

Señor Presidente, señoras y señores, estimados colegas:

Es un privilegio hablar hoy en esta reunión del centenario del Codex austríaco, el Codex Alimentarius Austriacus, y de su importancia posterior para nuestra Comisión del Codex Alimentarius mundial.

En Austria, los esfuerzos para formular unos principios uniformes aplicables a la comprobación y evaluación de los productos alimenticios se remontan a 1891. Con ocasión de una exposición internacional sobre los alimentos y las necesidades de los hogares desde el punto de vista higiénico, organizada en Viena, se reunieron especialistas en microscopia y química de los alimentos, los cuales decidieron crear una Comisión científica para establecer un Codex Alimentarius Austriacus. La primera reunión de esta Comisión, que dio origen al Codex, se celebró el 13 de octubre de 1891. Fue de hecho una iniciativa estrictamente privada, que demostró la preocupación por el hecho de que el establecimiento de una legislación austriaca sobre alimentación no estuviera muy avanzada en aquella época. Otros países contaban ya con leyes en este sector: Italia desde 1860, Alemania desde 1879, Francia desde 1875, por no hablar de Inglaterra, donde existían reglamentaciones similares desde hacía mucho tiempo.

La elaboración de la ley austríaca sobre alimentación duró de hecho de 1880 a 1896. La idea del Codex y la base que proporcionó aceleraron esta elaboración, y dos años después, en 1893, el Gobierno reconocía ya con gratitud la labor del Codex. Al cabo de siete años se habían ultimado 21 capítulos, que incluían temas como “grasas y aceites”, “pan”, “leche”, “queso”, “carne y productos cárnicos” y “cereales”.

Por esa época se establecieron conceptos básicos para la definición de “fraude”, “adulteración”, “peligro para la salud humana”. Si se tienen en cuenta las resoluciones de la última conferencia sobre alimentación (Conferencia FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, Roma, 18–27 de marzo de 1991) se podrá juzgar la prudencia y perspicacia con que inició sus labores el Codex Alementarius Austriacus.

Puede que merezca la pena señalar que la elección del término “codex” fue criticada con arreglo a los criterios semánticos puristas y muy estrictos de finales del siglo XIX; en un debate parlamentario se dijo que “codex” significaba algo acabado, mientras que ese codex alimentarius había de ser flexible para adaptarse no sólo a los nuevos productos sino también a uncs métodos analíticos en constante perfeccionamiento.

En 1907, la Comisión adquirió un carácter oficial tras haber actuado a título privado hasta ese momento.

Hay que subrayar en especial que los distintos capítulos se compilaron teniendo en cuenta a todos los grupos que pudieran estar interesados en el tema. Esto significa que el trabajo se realizó íntegramente en régimen de cooperación. Los registros de esta época muestran claramente que las directrices y principios aplicables a los alimentos se elaboraron velando por los legítimos intereses de los consumidores sin menoscabo de los intereses de los productores o del comercio. Se procuró también tener en cuenta las condiciones y tradiciones regionales, que en algunos casos diferían mucho entre sí en la comunidad multinacional de la Europa central de aquellos tiempos.

Tras la publicación de la primera edición del Codex Alimentarius Austriacus en 1910, la Comisión no se disolvió sino que continuó complementando y modernizando su labor en lo referente a la evolución de la tecnología y al rápido cambio de las condiciones de producción.

El Codex siguió siguió cumpliendo sus objetivos hasta mucho después de 1918, no sólo en Austria, sino también en otros de los Estados recientemente fundados en Europa central, como Hungría, Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia. En Austria se publicó una segunda edición del Codex, con 48 capítulos, hasta 1938.

A pesar de su carácter oficial, la Comisión no se incorporó reglamentariamente a la ley sobre alimentación hasta la enmienda de esta última en 1950. El Ministro Federal Frenzel fue el impulsor de esta medida y presidió la Comisión a partir de entonces. La composición de esta Comisión, estipulada por la ley, refleja claramente el principio de lo que en Austria llamamos “colaboración social”; los productores agrícolas e industriales están representados en igual número que los sindicatos, los empleados y la organización nacional de consumidores. También participan en ella ministerios y científicos.

Por razones fáciles de comprender, después de la guerra surgió un fuerte deseo de cooperación y colaboración internacional que contribuyó a la concepción de un Codex internacional. En una reunión de especialistas en ciencias de la alimentación, celebrada en 1953 en la República Federal de Alemania, el Ministro austríaco Frenzel presentó por vez primera la idea de un Codex europeo. El nombre del Codex Alimentarius Europeaus era de hecho alentador, y los debates prosiguieron a lo largo de muchas reuniones, en particular las celebradas en 1954 en Berna, en 1956 en Amstermam, en 1957 en Maguncia y, finalmente, en 1958 en París, en la que participaron 15 países invitados por el Ministerio francés de Agricultura y la Comisión Internacional de las Industrias Agrícolas y Alimentarias y se eligió al Sr. Frenzel primer presidente del Consejo Europeo del Codex Alimentarius. La primera reunión de este Consejo tuvo lugar el 12 de junio de 1958 en Viena. En los años siguientes, el número de países participantes aumentó a 21. Hay que señalar que Polonia fue un miembro muy activo, que contribuyó a mejorar las comunicaciones entre el este y el oeste. También hay que mencionar que a aquellas reuniones asistieron representantes de la FAO y la OMS.

Con el debido respeto por la satisfactoria labor desarrollada por el Codex Europeo, pronto resultó evidente que las actividades de cooperación en el sector alimentario no debían limitarse a un solo continente. Miembros del Codex Europeo y representantes de la FAO y de la OMS entablaron conversaciones que dieron como resultado el establecimiento por las dos organizaciones de las Naciones Unidas de un organismo internacional, la Comisión del Codex Alimentarius. La conferencia fundacional se celebró en Ginebra en octubre de 1962, con la participación de 40 países.

Concluyo aquí porque algunos de estedes sabrán mucho más que yo de la historia del Codex desde 1962. En cualquier caso, el término Codex Alimentarius simbiliza aún lo que pretendía en sus inicios, hace 100 años, a saber cooperación entre expertos y flexibilidad ante el progreso científico y los cambios en la tecnología.

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