Entre los efectos sobre los rumiantes de un suministro desequilibrado de nutrientes, en particular de nitrógeno fermentable y de proteínas, cabe citar una tasa de partos baja, peso escaso al nacer, mortalidad elevada de los terneros, poso bajo en el momento del destete y producción reducida de leche. Para aumentar la productividad de los vacunos de los pequeños productores de los países en desarrollo, hay que buscar nuevas prácticas nutricionales. Entre éstas está la suplementación de los piensos mediante el uso de bloques de nutrientes con nitrógeno fermentable y otros factores del crecimiento microbianos y el aumento de la digestibilidad de los residuos de las cosechas y el de la paja mediante la manipulación de la función del rumen.
La introducción de tales técnicas es especialmente apropiada para los pequeños propietarios que no tienen fácil acceso a servicios de extensión.
