La cría de animales silvestres en fincas es una actividad económica que produce beneficios derivados de la carne y de los subproductos de la caza, así como de los servicios de alojamiento y comidas ofrecidos a los turistas, y de las tarifas que se cobran por los servicios prestados. Para muchos de los países interesados' estos beneficios tienen la ventaja adicional de obtenerse en su mayor parte en divisas. En Kenya, la industria turística es una importante fuente de ingresos de divisas, y el país no sería lo que es sin la riqueza de su fauna y la infraestructura de sus parques. La carne de la caza constituye un producto secundario de los recursos faunísticos de Kenya. Tras la prohibición absoluta de la caza de animales silvestres en 1976, la explotación de la fauna se ha limitado a una sola finca con licencia de caza, y que es además de carácter experimental. Recientemente se ha propuesto una nueva política en materia de fauna que supondría una liberalización de la concesión de licencias para operaciones de explotación comercial. Este cambio normativo podría abrir el camino a una evolución que ya se ha registrado en países con una mayor experiencia en la producción controlada de carne de caza. En el presente artículo se exponen los resultados de un estudio realizado en la única explotación de animales silvestres existente hasta ahora con licencia en Kenya, y en el cual se evalúan los diversos componentes de la productividad de cinco especies de animales silvestres importantes. El estudio se basó en el recuento de los hatos durante un período de nueve años y en observaciones de su estructura. Mediante cálculos estadísticos se establecieron los parámetros (variables de funcionamiento) para la aplicación de un sistema informatizado de dinámica y productividad de los hatos, obteniéndose resultados que no se hubieran podido conseguir de manera empírica en el campo, debido a limitaciones de tiempo y de recursos.
