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2 ANTECEDENTES GENERALES


2.1 Localización del área de estudio
2.2 Regulaciones al sector forestal en Chile
2.3 Recurso forestal nativo de la X Región
2.4 Producción del bosque nativo de la X Región


2.1 Localización del área de estudio

El área de estudio comprende los bosques siempreverdes que se distribuyen por toda la X Región de Chile, la que se extiende entre 39° y 42°30' latitud Sur a lo largo de unos 230 kilómetros, entre el océano Pacifico y la cordillera de Los Andes, ocupando una superficie de 7,3 millones de hectáreas, figura 2.1. Si bien las observaciones de terreno se concentran en nueve sitios principales, con la ayuda de la revisión de literatura se intenta cubrir las situaciones más comunes y representativas de la cosecha de este tipo forestal en la X Región, cuadro 2.1.

Figura 2.1 Ubicación del bosque del tipo forestal siempreverde en la X Región de Chile. Fuente: Donoso (1989).

Cuadro 2.1 Identificación de las áreas de muestreo en la X Región

Lugar

Comuna

Ubicación

Altitud m.s.n.m.

Microregión climática

Coordenadas geográficas

Pilmaiquén

Panguipulli

CAN

1100

1007

71°53'-39°48' (*)

Putraique

Los Lagos

CAN

600

1007

72°28'-39°53'

San Juan

Los Lagos

CAN

600

1007

72°26'-39°55'

Chaihuín

Corral

CCO

300

1023

73°24'-39°57'

La Esperanza

Futrono

CAN

600

1007

72°07'-40°05'

Rucatayo

Entrelagos

CAN

600

1007

72°24'-40°35'

Rupanco

Puerto Octay

DI

150

1008

72°30'-41°02'

Llahuecha

Puerto Montt

DI/CAN

200

1007

72°39'-41°24'

Tepuhueico

Chonchi

CCO/TM

300

1026

74°00'-42°50'

CAN = Cordillera de Los Andes; DI = Depresión Intermedia; CCO = Cordillera de la Costa; TM = Terrazas marinas; m.s.n.m = metros sobre nivel del Bar

(*) se incluye aunque corresponde al tipo forestal Coigüe-Raulí-Tepa, dado que el tipo de corta de protección y sistema de cosecha es similar al siempreverde

2.2 Regulaciones al sector forestal en Chile


2.2.1 Legislación forestal actual en relación a bosques nativos
2.2.2 Nueva Ley de Bosque Nativo
2.2.3 La ley sobre Bases del Medio Ambiente


En los párrafos siguientes se anotan sólo aquellos aspectos que se consideran esenciales para la comprensión de las prácticas actuales de cosecha en los bosques naturales siempreverdes de la X Región de Chile.

2.2.1 Legislación forestal actual en relación a bosques nativos

La legislación forestal en Chile comprende dos leyes, la Ley de Bosques de 1931 y la Ley de Fomento Forestal de 1974.

i) Ley de Bosques

Esta Ley prohibe la corta o destrucción de bosques nativos que cumplan una función de protección de suelos y aguas, esto es en las proximidades de vertientes, cursos de agua y terrenos con pendientes superiores a 45 por ciento. Por ejemplo, prohibe la corta de árboles y arbustos nativos situados a menos de 200 metros a lo largo de las orillas de cursos de agua permanentes desde su origen hasta el plano. Sin embargo, estas prohibiciones no son absolutas ya que puede solicitarse cortas en dichos sectores por causa justificada y previa aprobación de un Plan de Manejo. De hecho en la práctica actual no se hacen exigibles y la nueva legislación reducirá la prohibición de corta de bosques y matorrales nativos a sólo 30 ó 60 metros a cada lado de los cursos de agua permanentes atendiendo a la fragilidad de los suelos.

ii) Ley de Fomento Forestal

El manejo del bosque nativo chileno se rige según el Decreto Ley No 701, de 1974, y el reglamento, el D.S.N°259 de 1980 (CONAF, 1981). Este cuerpo legal define los tipos forestales nativos y las intervenciones lícitas para cada uno de éstos. En lo fundamental, obliga al propietario forestal a presentar a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) planes de manejo para cualquier acción que signifique la corta de bosques. La aprobación y el control de los planes de manejo y las actividades forestales allí detalladas, el cumplimiento de la legislación actual forestal y la aplicación de sanciones y multas corresponde a CONAF. El plan de manejo comprende diferentes programas, en el caso de la corta de bosque incluye el programa de corta acompañado del correspondiente programa de protección. Desde otra perspectiva, esta es la misma ley que posibilitó un impulso a las plantaciones y a la industria forestal bonificando 800 mil hectáreas con un total de US$136 millones. Hoy se discute en el Parlamento modificaciones a este cuerpo legal, con la finalidad de facilitar el acceso al subsidio a los pequeños propietarios forestales, a fomentar la protección y recuperación de suelos erosionados y forestación en suelos frágiles (Chile, 1995; CONAF, 1995a).

El objetivo esencial de los planes de manejo es fomentar el uso racional del recurso y asegurar la reposición del bosque. Para ello, estos planes exigen un estudio técnico que debe describir las siguientes acciones: el tipo de intervención a realizar, los métodos de regeneración contemplados, las medidas de protección contra plagas, incendios, deterioro de cuencas, tratamiento de residuos y mantenimiento de caminos (CONAF, 1981).

Existe además para el caso específico del tipo forestal siempreverde normas de adhesión (voluntarias) para la corta final y de ordenación de la regeneración de los bosques adultos. Estas cortas finales tienen los siguientes objetivos: poder intervenir sin alterar significativamente las condiciones de sitio, permitir cosechar un volumen de madera atractivo desde un punto de vista financiero y generar condiciones adecuadas para que se establezca un bosque nuevo, posible de manejar desde temprana edad. Estas normas permiten la tala rasa en fajas alternas de 30 metros de ancho o en fajas sucesivas cuando se haya establecido la regeneración. Alternativamente es posible la corta de protección uniforme, permitiéndose la extracción máxima de un 70% del área basal o cobertura total (CONAF, 1994b).

2.2.2 Nueva Ley de Bosque Nativo

Una nueva Ley del Bosque Nativo se encuentra en discusión en el Parlamento desde abril de 1992 y cuya promulgación se espera para 1995, donde han surgido divergencias entre la visión empresarial y, otra más ambiental ecologista. Este proyecto de fomento y recuperación del bosque nativo tiene como objetivo fundamental incentivar el ordenamiento de los bosques nativos y la forestación con especies autóctonas, a fin que éstos alcancen un rendimiento sostenido y cumplan plenamente sus múltiples funciones. Así, el Estado de Chile bonificará acciones de manejo y forestación, según se sometan a determinadas reglas (CONAF, 1995b).

2.2.3 La ley sobre Bases del Medio Ambiente

La Ley N° 19300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, promulgada en marzo de 1994, es una ley marco que norma el sistema de evaluación de impacto ambiental (EIA), define las responsabilidades administrativas de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) y establece los proyectos o actividades que obligadamente deben realizar estudios o declaraciones de impacto ambiental (Chile, 1994). Establece además los procedimientos y contenidos de los estudios de impacto ambiental (EsIA), la participación de la comunidad, procedimiento para la dictación de las normas de calidad ambiental, así como las responsabilidades y sanciones en casos de daño ambiental. Esta ley se espera entre en vigencia a fines de 1995 con la promulgación de los reglamentos respectivos.

De acuerdo con esta normativa, los proyectos de explotación forestal en suelos frágiles, en terrenos cubiertos de bosque nativo, industrias de celulosa, pasta de papel y papel, plantas astilladoras, elaboradoras de madera y aserraderos, todos de dimensiones industriales, requieren someterse al sistema de evaluación de impacto ambiental.

2.3 Recurso forestal nativo de la X Región

El recurso forestal en Chile alcanza a 23 millones de hectáreas, de las cuales 7,5 son bosques nativos potencialmente productivos, 1,7 corresponden a plantaciones y el resto a áreas silvestres protegidas, figura 2.2 (INFOR et al, s.f.b). De la superficie de bosques nativos se estima que 4,8 millones de hectáreas corresponden al tipo siempreverde (Donoso, 1989) y casi la mitad son bosques de protección (Cabrera, 1992).

Figura 2.2 Recurso forestal de Chile 1993 (INFOR et al, s.f.)

La X Región de Chile con una extensión de 7,3 millones de hectáreas posee una importante parte de este recurso forestal con 4,3 millones de hectáreas, de las cuales un 83% corresponde a bosque nativo potencialmente productivo, 3% a plantaciones y el restante 14% a áreas protegidas, figura 2.3. Dentro del bosque nativo de la X Región, se encuentra la mayor concentración del tipo forestal siempreverde con aproximadamente 1,3 millones de hectáreas (González, 1991).

El actual volumen en pie de los bosques nativos productivos de Chile se estima en aproximadamente 915 millones de m3 (INFOR, 1991) y en base a manejo de tipo sostenido se podría producir anualmente 18 millones de metros cúbicos. Siendo los incrementos medios anuales de aproximadamente 0,2 a 0,8 m3 por hectárea, cero incremento para bosques sobre maduros y entre 3 y 5 m3 por hectárea en bosques nativos de segundo crecimiento, significaría rotaciones de 150 a 200 años (Cabrera, 1992). En bosques del tipo siempreverde, bajo un sistema de extracción selectivo se obtienen aproximadamente 50 m3 de madera en trozos por hectárea destinado a uso industrial.

Figura 2.3 Recurso forestal de la X Región

2.4 Producción del bosque nativo de la X Región

El consumo de madera en trozos de la industria forestal en Chile alcanzó a 18,8 millones de m3 en 1992 más otros 10 millones de m3 por consumo de leña (INFOR et al, s.f.a; CORMA, 1994b). La X Región en 1993 aportó con 5,6 millones de m3, de los cuales 5 millones correspondieron a bosque nativo y sólo 0,6 a plantaciones (INFOR et al, s.f.b). De la cosecha de nativo sólo el 14% estuvo destinado a la industria del aserrío, tableros y chapas, el 13% a la producción de astillas y el restante 73% a leña, figura 2.4.

El 41 % de la producción de astillas a nivel nacional corresponde a especies nativas y de éstas un 93% se exportan. En la X Región la exportación de astillas se inició recién en 1990 y desde esa fecha el volumen exportado ha crecido en forma sostenida. De los 50 a 60 millones de dólares que exporta la X Región en productos forestales, el 62% correspondió al producto astillas. Este crecimiento está asociado a la demanda internacional de astillas de madera, fundamentalmente desde Japón, lo que ha generado discusiones en relación a consideraciones de tipo ecológico y económico en el uso de los recursos y bosques nativos (Cabrera, 1992).

De las cifras anteriores se desprende que el consumo de madera nativa en la región es bajo y está orientado a productos de bajo valor agregado. Si bien se cuestiona la producción de astillas, muchas veces puede ser la única posibilidad para financiar el manejo del bosque nativo.

Figura 2.4 Consumo de madera en trozos en la X Región, Chile

A nivel nacional la corta de madera para leña representa una superficie equivalente a 48 mil hectáreas anuales, concentrándose el consumo en las regiones del sur de Chile. En la X Región del consumo de madera con fines energéticos, el 56% corresponde al uso residencial para cocción de alimentos y calefacción, estimándose en 3 m3/año el consumo per cápita (INFOR et al, s.f.b). Sin embargo, un estudio específico en la zona sur de la región, en la Isla Grande de Chiloé, logró determinar que el consumo de leña alcanza un valor medio de 6,4 m3/año per cápita y del orden de 25 a 30 m3/año por vivienda, constituyéndose en el principal energético (SINERGOS, 1993). Este consumo se considera elevado y puede estar asociado a una alta tasa de ruralidad, mala calidad energitérmica de las viviendas, rigurosidad del clima y a que la leña es el único energético local. Sin lugar a dudas esta situación produce una importante presión por los recursos nativos de la zona. El estudio "Evaluación del consumo de leña en Chile" señala que el consumo de leña en Chile ha ido aumentando en los últimos 17 años a razón de 3,2% anual, hecho que para el consumo residencial se encuentra asociado al incremento de la población (CORMA, 1994b). Como una forma de aliviar el problema, igual estudio sostiene que la utilización de los desechos forestales e industriales podrían lograr sustituir un 40% del consumo anual para leña.

Desde la perspectiva industrial, la X Región posee 538 aserraderos, de ellos sólo 7 son medianos con una producción individual entre 10000 y 20000 m3/año y el resto son pequeños o muy pequeños. Un 82% del total corresponde a aserraderos móviles y un 35% de estos últimos se encontraban paralizados en 1993. Los otros centros industriales corresponden a 9 plantas de tableros y chapas y 10 centrales de astillas.

De acuerdo con información de CONAF a 1991, en la X Región un 56% de las cosechas corresponderían al tipo forestal siempreverde y estarían autorizadas a explotarse con plan de manejo aprobado, 52609 hectáreas para el período 90-96, esto es el 3,9 % de la superficie de este tipo forestal (González, 1991). Cabe destacar que esta superficie se reparte en unas 800 unidades prediales, de las cuales el 65% son menores de 50 hectáreas y sólo el 3% son mayores de 500 hectáreas. En base a estadísticas de 1990 se obtuvo que un 61 % de la corta correspondió a corta selectiva, 13,5% habilitación terrenos agrícolas, 18% a corta de protección, 1,2% a tala rasa y el resto a cortas intermedias, figura 2.5.

Figura 2.5 Cosecha según tipo de corta, año 1990, X Región (González, 1991)

Se percibe como tendencia actual una transformación de las cortas selectivas hacia cortas de protección homogénea, mientras la tala rasa en fajas se realiza aún a nivel de ensayo y persiste la habilitación de terrenos agrícolas.


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