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Capítulo 3: Estabilización del lugar y almacenamiento temporal


Estabilización del lugar
Confinamiento
Limpieza de derrames y de lugares de almacenamiento contaminados
Almacenamiento temporal seguro

Estabilización del lugar

Importancia de la estabilización del lugar

Es necesario estabilizar el lugar para reducir los riesgos y prevenir la contaminación del medio ambiente, así como accidentes durante la manipulación de los plaguicidas. Por lo general, la estabilización del lugar implica el confinamiento (reenvasado) de los productos cuyos envases pierden o están deteriorados, la limpieza de los derrames y el envasado de los materiales contaminados.

Nota: Si existe espacio suficiente para trabajar dentro del almacén, no se deberán sacar los plaguicidas fuera de éste antes de haberlos confinado debidamente.

¿Quién debe realizar la estabilización del lugar?

Siempre que sea posible, un especialista en manipulación de materiales peligrosos deberá coordinar las actividades de confinamiento. Si no puede conseguirse un especialista, se deberá solicitar asesoramiento técnico a la industria de los plaguicidas o a organismos de asistencia. Podrá examinarse la posibilidad de subcontratar la totalidad de las operaciones de confinamiento y eliminación a una empresa especializada. En ocasiones, la comodidad y la seguridad de una operación de eliminación efectuada por una empresa profesional justifican el gasto suplementario.

Antes de iniciar el trabajo, el personal deberá recibir una capacitación que habrá de incluir los siguientes aspectos:

· información básica sobre los peligros que entraña la manipulación de plaguicidas;
· uso de equipo protector;
· procedimientos de trabajo y medidas de seguridad para las diversas tareas;
· qué hay que hacer si algo falla;
· nociones de primeros auxilios.

Aspectos relativos a la salud y el medio ambiente

Todos los trabajadores que intervienen en la manipulación de plaguicidas en desuso deberán estar provistos del equipo protector necesario (véase el Recuadro 2) y estar capacitados para utilizarlo correctamente. El coordinador o supervisor deberá comprobar periódicamente que los trabajadores siguen utilizando el equipo con arreglo a las instrucciones (la experiencia demuestra que el cumplimiento de las normas de seguridad tiende a relajarse a medida que avanza el trabajo). Aun cuando no haya un peligro aparente, es necesario cumplir todas las instrucciones relativas a la seguridad, ya que los peligros no siempre saltan a la vista.

Es necesario establecer procedimientos claros de trabajo y seguridad para las diversas tareas, y explicarlos a los trabajadores. Estos procedimientos podrían incluir el uso de una zona de trabajo compartimentada, la utilización de un sitio para cambiarse de calzado con el fin de evitar la dispersión de material tóxico por medio de las botas contaminadas, la limpieza inmediata de los derrames antes de proseguir el trabajo y la interrupción inmediata de éste en caso de que se produzca una grave contaminación de la ropa o el más ligero contacto con la piel (por salpicaduras, rotura de guantes, etc.) con objeto de reemplazar la ropa o lavar la piel. No deberá permitirse fumar, comer y beber en la zona de trabajo.

RECUADRO 2
Equipo de protección personal necesario cuando se manipulan plaguicidas en desuso

· protección adecuada para la respiración (por ejemplo, mascarilla que cubra la mitad o la totalidad de la cara para proteger contra vapores tóxicos y/o polvo, o una mascarilla apropiada que proteja contra el polvo tóxico);

· cartuchos filtrantes que ofrezcan una protección apropiada contra el polvo tóxico (cartucho filtrante con el código P3) y/o contra los vapores orgánicos (cartucho filtrante con el código A1 o A2). Una simple indicación: si el producto puede olerse llevando la mascarilla, es probable que el filtro para los vapores no sea suficiente;

· protección ocular: gafas o pantalla que cubra la cara;

· guantes impermeables (de nitrilo o neopreno);

· botas impermeables;

· monos (preferiblemente desechables y resistentes a los líquidos).

Para más información de carácter general, véase FAO Guidelines for personal protection when working with pesticides in tropical climates (FAO, 1994).

Cuando se manipulen bidones en los que ha aumentado la presión, especialmente si ésta es tan alta que ha causado el abombamiento de la parte superior del bidón, deberán adoptarse precauciones especiales. No deberán abrirse nunca de golpe las tapas de esos bidones, sino desenroscarse lentamente hasta que escape el vapor. Cuando éste deje de escapar, deberá desenroscarse un poco más hasta que el vapor empiece a escapar otra vez, esperándose de nuevo hasta que no escape más vapor y repitiendo la operación hasta que la presión interna sea igual a la externa.

Se recomienda que los trabajadores se sometan a un reconocimiento médico antes de participar en operaciones de confinamiento y/o eliminación de gran envergadura. Deberán ser aptos para esta labor y no mostrar síntomas relacionados con una exposición anterior a plaguicidas. Puede que sea necesario adecuar la cobertura del seguro de los trabajadores (accidentes/incapacidad) durante el período en que participen en operaciones de este tipo.

Deberá informarse de las actividades previstas a un médico local con experiencia en diagnóstico y tratamiento de exposición a plaguicidas. En el caso de operaciones en gran escala, se deberán suministrar a dicho médico antídotos y medicamentos para tratar casos de envenenamiento, si no dispone ya de ellos.

Para más información médica sobre productos específicos, véanse las Guías de Salud y Seguridad (serie de la OMS) y las Fichas de seguridad (preparadas por el fabricante del producto), o consúltese con el centro nacional de control de productos tóxicos del país, si lo hay.

Materiales y equipo

Materiales y equipo necesarios para el confinamiento de las existencias de plaguicidas y la limpieza del lugar:

· material para primeros auxilios: botiquín de primeros auxilios (vendas, desinfectante, etc.), colirio y ducha de emergencia. Si no se dispone de una ducha fija, antes de iniciar el trabajo deberá instalarse una ducha temporal improvisada o un servicio para lavarse. Deberá haber agua y jabón suficientes para la limpieza personal y el lavado de la ropa contaminada;

· equipo protector en cantidades suficientes;

· palas y escobas;

· detergente para la limpieza del lugar; grandes cantidades de materiales absorbentes, como por ejemplo productos específicos para controlar derrames, arena, serrín o carbón activado; agentes neutralizantes, como por ejemplo cal muerta o hipoclorito sódico; y paños para secar;

· planchas resistentes de polietileno para cubrir el piso durante el confinamiento de los derrames;

· bidones y sacos apropiados para reenvasar los plaguicidas cuyos envases se hayan deteriorado y para envasar suelo y materiales contaminados. A título de orientación, véanse las Recomendaciones sobre el transporte de mercaderías peligrosas (Naciones Unidas, 1995); véase también el Capítulo 4;

· etiquetas y/o marcadores para etiquetar de nuevo los envases;

· equipo de bombeo (resistente a los disolventes y con protección contra explosiones) para trasvasar grandes cantidades de líquidos, y un embudo de grandes dimensiones para cantidades menores;

· cables de toma de tierra para impedir que se acumule electricidad estática durante las operaciones de trasvase de productos;

· llaves de ajuste (para abrir bidones);

· extintores de incendios.

Puede que sea conveniente contar con el equipo adicional siguiente para operaciones de confinamiento en gran escala:

· equipo para prensar y cortar bidones y triturar envases;
· equipo para levantar bidones;
· aspiradora industrial;
· excavadora, perforadora de aire comprimido.

Deberá disponerse de vehículos suficientes para el transporte del personal, el equipo y los bidones. En el lugar deberá haber siempre por lo menos un vehículo para transportar personal al hospital en caso de accidentes o emergencias.

Confinamiento

Deberán inspeccionarse todos los envases para determinar si presentan daños o pérdidas. Los envases dañados deberán aislarse antes de volver a envasar el producto. Cuando manipulen envases que pierdan, los trabajadores deberán llevar mascarillas que les cubran toda la cara.

Para controlar los derrames y prevenir una contaminación ulterior del suelo durante el reenvasado, podrá crearse una zona temporal de confinamiento (llamada también zona compartimentada) mediante una plancha de polietileno con los bordes levantados (por ejemplo, con ayuda de sacos de arena).

Los productos cuyos envases presenten daños o pérdidas deberán manipularse del siguiente modo:

· Sacos de papel o plástico rasgados que contienen formulaciones sólidas. Colocar el saco dañado dentro de un saco de plástico de polietileno resistente y transparente de manera que queden visibles tanto el contenido como la etiqueta; etiquetar el nuevo saco si no se dispone de sacos transparentes. Cerrar herméticamente el saco de plástico.

· Envases que pierden su contenido de formulaciones líquidas. Se puede optar entre los métodos de reenvasado siguientes:

a) trasvasar el contenido a un envase intacto que contuviera anteriormente el mismo producto. Si la etiqueta está incompleta, deberá etiquetarse de nuevo el envase;

b) trasvasar el contenido a un nuevo envase, o a un envase vacío limpiado concienzudamente, y etiquetar de nuevo el envase;

c) colocar el bidón en otro mayor o en un recipiente mayor especialmente proyectado, y etiquetarlo de nuevo.

En caso de grandes envases con un gran volumen (más de 25 litros), el contenido deberá bombearse. En caso de pequeños envases con un pequeño volumen, el contenido podrá verterse en el nuevo envase sirviéndose de un embudo de grandes dimensiones.

Aunque los bidones para reenvasado son mucho más costosos que los bidones ordinarios, son preferibles cuando el bidón original se ha deteriorado hasta tal punto que su manipulación resulta fastidiosa. También son útiles para el confinamiento temporal en situaciones de urgencia (pérdida repentina, bidones completamente deteriorados). Sin embargo, los bidones para reenvasado que se encuentran con más frecuencia no se ajustan al modelo aprobado por las Naciones Unidas para el transporte internacional de líquidos. Cuando el bidón original introducido en el bidón para reenvasado pierda, se considerará que éste último contiene un líquido.

Todos los productos deben envasarse y transportarse de conformidad con la legislación nacional, o con las Recomendaciones sobre el transporte de mercaderías peligrosas de las Naciones Unidas si son más rigurosas. Es probable que casi la mayor parte de las existencias antiguas de plaguicidas no cumplan las normas de las Naciones Unidas sobre envasado y etiquetado para el transporte internacional, por lo que deberán ser envasadas y/o etiquetadas de nuevo antes de ser objeto de un transporte internacional. Si se utilizan recipientes que no se ajusten al modelo aprobado por las Naciones Unidas, será necesario reenvasar las existencias antes de transportarlas.

RECUADRO 3
Instrucciones para limpiar derrames y plaguicidas provenientes de envases que pierden

1. Antes de nada, deberán leerse las instrucciones que figuran en la etiqueta del producto o las fichas de seguridad.

2. Deberá impedirse la entrada de personas no autorizadas a la zona contaminada.

3. El almacén deberá ventilarse inmediatamente todo lo posible.

4. Deberá trabajarse en equipos de dos personas como mínimo. Todas las personas que intervengan en la limpieza deberán llevar ropa protectora apropiada. Deberá tenerse a mano colirio, jabón y agua en abundancia.

5. En caso de pérdida, se colocará el bidón que pierde en un bidón mayor o se bombeará su contenido en otro bidón. Como medida urgente de carácter temporal, a menudo es posible detener la pérdida colocando el bidón en una posición en que el lugar por donde pierde queda en la parte superior.

6. El producto proveniente de la pérdida deberá ser enjugado con material absorbente (material especial para controlar derrames, serrín, tierra o cal muerta), recogido y envasado. Se formará un cerco (a modo de pequeño dique) con material absorbente alrededor de la zona contaminada, que se humedecerá con una solución detergente (por ejemplo, una solución de carbonato sódico saturada al 10 por ciento, o una solución de sosa cáustica al 5 por ciento). Después de fregar el piso, se empujará la solución hacia el cerco de material absorbente, el cual se retirará una vez que haya absorbido todo el líquido, repitiéndose la operación si es necesario. El equipo se limpiará con solución detergente.

7. El material contaminado (por ejemplo suelo, material blando del piso, material absorbente) se considerará un desecho peligroso, debiendo envasarse cuidadosamente y etiquetarse de modo apropiado con miras a su eliminación o a su almacenamiento temporal hasta que pueda ser eliminado.

Limpieza de derrames y de lugares de almacenamiento contaminados

Deberá procederse a la limpieza del material perdido o derramado y del piso contaminado por cualquier otro motivo (véase el Recuadro 3).

Dependiendo el tipo de contaminación, los suelos fuertemente contaminados deberán ser excavados o sometidos a un tratamiento químico. Todos los residuos sólidos tóxicos y materiales contaminados, así como el suelo contaminado de modo significativo deberán ser envasados en recipientes idóneos, etiquetados y eliminados de la misma manera ecológicamente racional que los plaguicidas en desuso.

Las antiguas instalaciones de almacenamiento no deberán utilizarse nunca para almacenar alimentos o piensos o para alojar animales, ni siquiera después de haber sido limpiadas a fondo.

Almacenamiento temporal seguro

Lo ideal sería que los plaguicidas en desuso se trasladaran para ser eliminados inmediatamente después de su reenvasado. Sin embargo, puede que esto no sea posible porque no se dispone todavía de fondos para la eliminación, aun cuando sea necesario reenvasar urgentemente los envases que pierden. En tal caso, es preciso almacenar los plaguicidas reenvasados hasta que se hayan conseguido fondos para su eliminación.

Puede que sea conveniente centralizar en la medida de lo posible los productos en desuso en un solo almacén, siempre que su transporte no presente riesgos. Un almacén centralizado es más fácil de inspeccionar y facilita las operaciones de eliminación. Los productos en desuso deberán mantenerse separados de las existencias en buen estado.

Los plaguicidas en desuso deberán almacenarse y manejarse del mismo modo que las existencias ordinarias. Para más detalles sobre el almacenamiento seguro de plaguicidas, véanse Pesticide storage and stock control manual (FAO, 1996) y Provisional guidelines on prevention of accumulation of obsolete pesticide stocks (FAO, 1995a), Los principios básicos son los siguientes:

· los almacenes deberán estar bien ventilados;

· los pisos deberán estar hechos de material impermeable;

· las entradas deberán tener rampas para contener cualquier pérdida importante dentro del almacén;

· las puertas deberán poder cerrarse y estar provistas de señales de peligro, y las ventanas de rejas;

· los pisos deberán estar dispuestos en bloques separados, con pasillos entre ellos en los que haya espacio suficiente para desplazar libremente los envases, permitir la inspección de éstos y poner remedio a las pérdidas;

· los bidones deberán apilarse de tal modo que cada uno de ellos pueda ser inspeccionado desde los pasillos entre los bloques;

· los bidones y sacos deberán almacenarse sobre plataformas de carga;

· deberán respetarse las recomendaciones sobre apilamiento;

· en cada almacén deberá haber los materiales y el equipo necesarios para hacer frente a emergencias.

Los envases que se hayan deteriorado no deberán transportarse mientras no hayan sido reenvasados. Los envases antiguos que estén todavía en buen estado podrán ser transportados dentro del país, siempre que se adopten las medidas de seguridad necesarias. Los bidones deberán colocarse sobre cubetas de goteo con capacidad suficiente para contener todo el material en caso de que un envase se rompa o empiece a perder. Deberá determinarse la ruta más segura (se buscarán carreteras con buen firme y se evitarán en la medida de lo posible las zonas protegidas o densamente pobladas).


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