Implicaciones de las políticas económicas en la seguridad alimentaria : Manual de capacitación



Anexo 2b : El mecanismo tipo de cambio-precio-mercado

1. Introducción

El tipo de cambio representa el principal vínculo entre la economía nacional y el mundo externo, y las políticas cambiarias desempeñan un papel destacado en la mayoría de los programas de ajuste. Al influir sobre los precios internos de los bienes comercializables, el tipo de cambio afecta directa o indirectamente la oferta y la demanda de casi todos los bienes y servicios producidos en una economía nacional y, además, tiene efectos importantes en la situación general de cuenta corriente y balanza de pagos.

2. Tipo de cambio y precios de los bienes comercializables

El tipo de cambio determina el precio que los exportadores obtienen en moneda local por los bienes (y servicios) que se exportan, y el precio que los importadores tienen que pagar, siempre en moneda local, por los bienes (y servicios) que se importan. Esto puede expresarse mediante la siguiente ecuación:

1) Px/m,lc = ER * Px/m,fc

Px/m,lc indica el precio de los bienes exportados e importados expresado en moneda local, ER el tipo de cambio, y Px/m,fc el precio en divisas de un bien exportado o importado. Esta última expresión se refiere al precio en la frontera de los bienes exportados/importados, es decir, el precio del mercado mundial, aumentado por los costos internacionales de manipulación y transporte hasta la frontera en el caso de las importaciones (conocido normalmente como precio c.i.f.), o disminuido por los costos internacionales de manipulación y transporte en el caso de las exportaciones (conocido normalmente como precio f.o.b.). Si el precio en la frontera de un producto importado/exportado fuese 100 dólares EE.UU. y el tipo de cambio 50 (50 unidades monetarias locales se intercambian por 1 dólar EE.UU.), el precio en moneda local (llamado también precio de paridad adquisitiva de las importaciones/exportaciones) ascendería a 500 unidades monetarias locales. El mercado nacional de bienes comercializables, importables y exportables, se vincula con el mercado mundial por medio del mecanismo tipo de cambio-precio. En condiciones de comercio liberales (véase la sección relativa a la reforma de las políticas comerciales), es probable que un bien se importe si el precio de paridad de las importaciones es inferior a los precios internos, y que un bien se exporte si el precio de paridad de las exportaciones es superior a los niveles de los precios internos. La condición que determina si un bien es exportable, importable o no comercializable viene dada por:

W3736S149

Donde, Px es el precio de los bienes exportables, Pw el precio del mercado mundial, q los costos de transporte, Pn el precio de los no comercializables, y Pm el precio de los importables. Pw y q se expresan en divisas, las demás variables en moneda local.

Esta ecuación señala claramente los factores que determinan, en principio, si un bien es comercializado o no, a saber:

    precio del mercado mundial
    tipo de cambio
    costos de transporte internacional
    precios internos

Otros factores que influyen en los niveles de precios de las importaciones o exportaciones (por ejemplo, impuestos a las exportaciones e importaciones, o subvenciones comerciales) pueden incluirse fácilmente en la ecuación anterior. Un cambio en uno de los factores comerciales supone un cambio en las condiciones comerciales y afecta el grado de comerciabilidad del bien en cuestión. En el cuadro B2-1 se muestran las posibles consecuencias de los diferentes parámetros comerciales en el número de productos básicos y las cantidades comercializadas en las dos categorías de bienes comercializables.

Un bien no se comercia si su precio interno es demasiado alto para exportarse (al precio del mercado mundial, el tipo de cambio, los costos de transporte internacional y los demás factores dados) pero demasiado bajo para importarse. (En el Anexo B1 anterior se mencionan otros motivos para que los bienes no sean comercializables).

Cuadro B2-1: Repercusión del cambio de los parámetros comerciales en las categorías de bienes comercializables

Cuadro B2-1 (W3736S150)

3. Tipo de cambio y balanza por cuenta corriente

El tipo de cambio no es otra cosa que un precio, a saber, el precio de las divisas. Las divisas se necesitan para sufragar las importaciones y se consiguen mediante las exportaciones. Si el mercado de divisas fuese libre (cosa que no sucede en muchos países en desarrollo, véase más abajo), el tipo de cambio vendría determinado por los factores de la oferta y la demanda, como sucede con cualquier otro producto. Si el valor de las exportaciones es igual al valor de las importaciones, la cuenta corriente se halla en una situación de equilibrio y el tipo de cambio se mantiene inalterado (haciendo abstracción de otros factores que influyen en la situación general de la balanza de pagos y el tipo de cambio, como importaciones de capital, créditos externos, otras transferencias de capital externo). Si el valor de las importaciones supera las exportaciones, se produce un déficit por cuenta corriente y la demanda de divisas (para sufragar las importaciones) supera la oferta (ingresos de exportación en divisas intercambiadas por los exportadores por moneda local). En esta situación, el precio de las divisas, y, por tanto, el tipo de cambio, tiende a aumentar (si no se adoptan medidas en contra), lo que significa una depreciación de la moneda local en relación con las divisas. Como consecuencia del aumento del tipo de cambio, los precios internos de los bienes importables y exportables se incrementarán. Como reacción a esta modificación de los precios, es probable que la demanda de bienes importados y las importaciones totales disminuyan, mientras que la producción de bienes exportables y el volumen de las exportaciones aumenten. Ambos efectos, disminución de las importaciones y aumento de las exportaciones, tienden a establecer un nuevo equilibrio en el mercado de divisas y una cuenta corriente equilibrada.

La condición para una cuenta corriente equilibrada, expresada en moneda local, se expresa con la siguiente ecuación:

3) (W3736S151)

Donde, Qx/m indica la cantidad de artículos exportados/importados, y Px/m,lc los precios internos de los bienes comercializables (determinados por el precio del mercado mundial, en equivalentes en moneda local al tipo de cambio vigente aplicado).

Utilizando la ecuación 1) mencionada anteriormente, la condición para una cuenta corriente equilibrada también puede expresarse en equivalentes en divisas:

3a) (W3736S152)

Si las dos partes de la ecuación no son iguales, se tiene un excedente en cuenta corriente (izquierda>derecha) o un déficit en cuenta corriente (izqder), el tipo de cambio descenderá (valorización de la moneda local) y los precios internos de los bienes comercializables disminuirán en consecuencia. Como reacción a estos cambios de precios internos, es probable que la producción nacional de bienes comercializables disminuya (véase el recuadroA-1 en el Anexo 1), y, por tanto, también las exportaciones, mientras que las importaciones aumentarán (la bajada de la producción de bienes importables se sustituye con un aumento de las importaciones, y el efecto sobre el lado de la producción se asocia con el aumento de la demanda determinado por la baja de los precios, véase A-2 en el Anexo 1). Estos movimientos se dirigen hacia el restablecimiento de una balanza por cuenta corriente equilibrada.

Como ya se mencionó, en el caso de un déficit en cuenta corriente (izq La ecuación 3a) indica un tercer factor importante (distinto del tipo de cambio fijo y una insuficiente producción interna de bienes comercializables), causante de un desequilibrio de la oferta y la demanda de divisas y, por tanto, de un déficit por cuenta corriente: Los precios del mercado mundial de bienes importables y exportables. Muchos países en desarrollo han resultado afectados por un empeoramiento de sus relaciones de intercambio, es decir, un deterioro de sus precios de exportación en relación con los precios de las importaciones. De la ecuación 3a) se puede deducir fácilmente que los déficit por cuenta corriente son una consecuencia inevitable de esta situación. El ajuste colectivo, es decir, los esfuerzos de varios países por promover las exportaciones de los mismos productos básicos, probablemente acentúe esta tendencia.

4. Efectos de un tipo de cambio fijo sobrevalorado

Contrariamente al ideal de una economía de mercado libre (véase el Anexo 2A), los gobiernos de muchos países han optado por no dejar que el tipo de cambio oscile libremente de acuerdo con las fuerzas de la oferta y la demanda del mercado, sino por mantener un tipo de cambio fijo, por lo general a una tasa inferior al tipo de cambio real, lo que quiere decir una sobrevaloración efectiva de la moneda nacional. Un motivo importante que justifica esta política es la lucha contra la inflación que se aceleraría con el alza de los precios de las importaciones resultante de una devaluación. Otro motivo puede ser el interés de los grupos dominantes por tener acceso a importaciones a bajo costo o a divisas en condiciones favorables.

La sobrevaloración del tipo de cambio tiene varias consecuencias fundamentales en el nivel macro-meso-micro de la economía:

  • Contribuye a perpetuar el déficit comercial y de balanza de pagos (véase el modelo Salter-Swan en el Anexo 2A).
  • Supone una divergencia entre el tipo de cambio nominal y de equilibrio, y entre el tipo de cambio nominal y real. El tipo de cambio de equilibrio y el real se relacionan estrechamente pero se definen de manera diferente: el primero es el nivel de tipo de cambio que determina un equilibrio comercial (véase más arriba), mientras que el segundo es una medida del tipo de cambio de un país en comparación con las monedas de otros países a lo largo del tiempo, ajustada por la diferencia de las tasas de inflación entre los países. Si la tasa de inflación de otros países es menor que en el país en cuestión, el tipo de cambio de equilibrio y el tipo de cambio real tienden a situarse por encima del tipo nominal inicial fijo (lo que significa una sobrevaloración efectiva de la moneda local).
  • Tienen efectos a la baja sobre los precios internos de los bienes comercializables (importables y exportables), lo que trae consigo una distorsión de las estructuras de precios y una inadecuada señal de precios a los productores y los consumidores. A menudo al efecto de una moneda sobrevalorada sobre el precio se le conoce con el nombre de coeficiente de protección indirecta negativo (véase el Anexo 2D).
  • Como el tipo de cambio nominal no determina un equilibrio de la oferta y la demanda de divisas, exige regulaciones y restricciones oficiales del mercado de divisas y da lugar a la aparición de mercados paralelos, con costos administrativos extras y riesgos de corrupción y de distorsión del mercado (véase más abajo).
La Figura B2-1 describe la forma característica de las funciones de la oferta (S) y la demanda (D) de divisas ($), con el tipo de cambio (precio del $) como variable independiente y las cantidades de divisas demandadas y ofrecidas como variable dependiente. El punto E indica la situación de equilibrio con el tipo de cambio de equilibrio pe. Aquí, la demanda y la oferta de divisas son iguales. Si el tipo de cambio nominal (pn) se fija por debajo de pe (lo que significa una sobrevaloración efectiva de la moneda local), la demanda de divisas superará la oferta, en cuanto el precio interno de los bienes comercializables será relativamente bajo y estimulará la demanda pero desalentará la producción (véase el análisis del modelo Salter-Swan en el Anexo 2A). Se obtendrán menos divisas con las exportaciones mientras que aumentará la demanda de divisas para las importaciones.

Figura B2-1: Mercado de divisas equilibrado y desequilibrado

3a) Figura B2-1 (W3736S153)

Para mantener el tipo de cambio nominal por debajo de la tasa de equilibrio, se deberán conseguir más divisas mediante créditos externos o la utilización de las reservas de divisas del país. Si estas posibilidades se agotaran, habrá que adoptar medidas administrativas para restringir las importaciones (por ejemplo, mediante concesión de licencias) y controlar los ingresos en divisas procedentes de las exportaciones (a fin de garantizar que los ingresos en divisas de las exportaciones se ofrezcan a la tasa nominal en el mercado oficial).

En una situación de desequilibrio de la oferta y la demanda, es probable que aparezca un mercado paralelo de divisas, con tipos de cambio muy superiores a la tasa nominal. Como el tipo de cambio del mercado paralelo resulta más atrayente para los exportadores (y los poseedores de divisas que desean cambiarlas en moneda local), la cantidad de divisas ofrecidas a la tasa oficial se reducirá aún más (desplazamiento de la curva de la oferta de divisas disponibles en el mercado oficial de S a S'), y el desequilibrio entre la oferta y la demanda de divisas se incrementará en mayor medida. Por otro lado, los importadores que no consigan obtener licencias de importación se verán forzados a comprar divisas a las tasas más elevadas del mercado paralelo.

Como consecuencia de un sistema de tipo de cambio múltiple con tasas del mercado oficial y del mercado paralelo, se produce una estructura de precios y mercado sumamente distorsionada:

  • precios relativamente bajos de los productos importados con la tasa oficial, en comparación con los precios de los productos importados con la tasa del mercado paralelo (incluso para el mismo tipo de bienes);
  • ganancias extras para los importadores que logran obtener licencias de importación y conseguir divisas a la tasa oficial favorable (que tal vez tengan que compartir con los oficiales encargados de conceder los permisos de importación);
  • precios más elevados y ganancias extras para los exportadores que eluden los canales oficiales.
Este fenómeno tiene graves consecuencias en los precios de los insumos y los precios al productor y el consumidor, con posibles efectos adversos sobre la asignación de recursos, la eficacia de la producción y la distribución del ingreso.