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Introducción

El final del segundo milenio ha estado fuertemente influenciado por la "era de la comunicación", que ha aumentado la velocidad y el ámbito de difusión de la información a través de tecnologías de comunicación más potentes. La información se está convirtiendo en la base del desarrollo, y su ausencia o su circulación insuficiente puede a su vez llegar a constituir un nuevo aspecto de la pobreza. En los países en desarrollo, las zonas rurales quedan al margen de los canales de información principales, por lo que las autoridades del gobierno central no están suficientemente al tanto de sus condiciones.

Durante dos decenios, las cuestiones relativas al reconocimiento de la función de la mujer en el desarrollo económico y social y de la igualdad entre el hombre y la mujer han suscitado un creciente interés entre los miembros de la sociedad civil, organizaciones internacionales y gobiernos. Sin embargo, a pesar de la notable mejora de la sensibilidad a las cuestiones relacionadas con el género1 en todo el mundo, en la actualidad se observan dos fenómenos contradictorios. Por un lado, la información sobre las contribuciones de la mujer al desarrollo dista de ser exhaustiva. Lamentablemente, esta información, aun cuando existe, no es suficientemente utilizada por los planificadores y por quienes toman las decisiones como instrumento para formular planes nacionales de desarrollo. Esto es especialmente evidente en el caso de la información sobre la contribución de la mujer rural a la agricultura y el desarrollo rural. Por otro lado, a nivel nacional y regional, hay una creciente demanda de estadísticas desglosadas por sexo por parte de investigadores, académicos, grupos de mujeres y organizaciones no gubernamentales (ONG), todos los cuales están interesados en examinar diversas cuestiones relacionadas con el desarrollo socioeconómico y en participar más activamente en la adopción de decisiones sobre esos asuntos.

La FAO ha participado activamente en las labores internacionales destinadas a documentar, elaborar y difundir información y datos sobre las funciones y responsabilidades de la mujer rural en las esferas de la producción agrícola, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. El Plan de Acción de la FAO para la Mujer en el Desarrollo (1996-2001) (C 95/14-Sup.1, Rev.1) y el Informe sobre su aplicación (C 97/INF/18) subrayan que, para poder tomar decisiones fundamentadas, es imprescindible disponer de estadísticas desglosadas por sexo2, junto con información y datos precisos sobre las funciones y responsabilidades del hombre y la mujer y sus limitaciones y necesidades respectivas cuando tratan de desarrollar plenamente su capacidad potencial.

En los 20 últimos años, la información sobre la mujer rural ha aumentado considerablemente, pero todavía se expresan reservas sobre su validez y pertinencia, así como sobre su utilidad para la adopción de decisiones y la planificación. Esto se debe en parte al hecho de que la información no está a menudo suficientemente respaldada por estadísticas fiables. La ausencia de fuentes fidedignas, la falta de precisión y la precariedad del análisis son algunos de los defectos e inconvenientes más notorios de los datos sobre cuestiones de género. Muy a menudo, esas estadísticas tienen un ámbito y un alcance demasiado limitados y no permiten hacer generalizaciones.

La información relacionada con el género padece también las consecuencias de un sistema deficiente de difusión. Cuando hay datos disponibles, suelen intercambiarse sólo en parte y de manera selectiva, sin un conocimiento adecuado del público al que van dirigidos. Además, la generación y utilización de información sobre cuestiones de género en el medio rural compiten con otras prioridades. Hay que tener en cuenta que muchos de los organismos que producen, utilizan y difunden esa información son los que probablemente examinarán las cuestiones relativas al desarrollo mundial; puede que estos organismos tengan poco interés en desglosar los datos disponibles a nivel subnacional. De ese modo, importantes diferencias relacionadas con el medio rural/urbano, el género, la edad y otros factores pasan inadvertidas en la investigación y la evaluación. Esto hace que sea difícil abordar debidamente las cuestiones relativas a la equidad social y las necesidades específicas del hombre y la mujer como productores agrícolas. Ante los nuevos desafíos planteados por los procesos de liberalización política y económica, será extremadamente importante poner las estadísticas a disposición de una mayor variedad de usuarios. Este acceso más amplio a los datos contribuirá a potenciar el papel del hombre y la mujer en el medio rural gracias a un mejor conocimiento, la representación de sus intereses y el aumento de las oportunidades para una acción colectiva en favor del desarrollo.

La finalidad principal de esta publicación es sensibilizar a los responsables de la política acerca de las ventajas y beneficios que una información desglosada por sexo puede reportar a la formulación de políticas, e incitarlos a que actúen a nivel nacional en su condición de principales destinatarios y solicitantes de esa información. Es esta condición la que hace que los encargados de formular políticas puedan influir activamente tanto en el volumen como en la calidad de la información que se produce.

Al tiempo que subraya la necesidad de estadísticas pertinentes, esta publicación documenta la estructura demográfica y las características de las zonas rurales de los países en desarrollo, en muchas de las cuales la agricultura ocupa un lugar dominante. También presenta el tipo de datos de fácil acceso, aunque limitados, para abordar cuestiones de género en el desarrollo agrícola y rural y, posteriormente, cuestiones metodológicas y de medición. Se ponen de relieve las carencias de datos y las medidas necesarias para mejorar la situación actual. En los anexos pueden encontrarse cuadros y figuras que ilustran las disparidades por razón de género con arreglo a ciertos indicadores socioeconómicos fundamentales (por ejemplo, tasas de analfabetismo, esperanza de vida al nacer y matrícula escolar).


1 Las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer no cambian. Pero las funciones sociales que están obligados a desempeñar cambian de una sociedad a otra y según los diferentes períodos de la historia. El término "género" hace referencia a los atributos y oportunidades económicos, sociales, políticos y culturales asociados con el hecho de ser varón o mujer.

2 El desglose de datos por sexo guarda relación con la recopilación de datos por atributos físicos. Por el contrario, los datos desglosados por género son indicadores analíticos basados en datos desglosados por sexo sobre atributos sociales y económicos. En este contexto, el término "género" se refiere a un conjunto de estadísticas obtenidas a partir de los resultados de un análisis social y económico.

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