4. OBSERVACIONES FINALES

Casi todas las limitaciones a las que se enfrenta la mujer trabajadora se derivan de actitudes y valores culturales que asignan a la mujer una posición inferior en la sociedad y relegan a un segundo plano su trabajo y sus necesidades. Por tanto, las medidas prácticas para aumentar la productividad del trabajo de la mujer, crear oportunidades de empleo, mejorar las condiciones y reducir el volumen de trabajo y las disparidades salariales que sufre la mujer rural seguirán siendo en gran medida marginales si no se hace un gran esfuerzo para suprimir la desigualdad y la discriminación que son la clave del problema.

Para lograr que las decisiones en materia de políticas y planificación agrícolas tengan un enfoque de género, es esencial contar con una información exacta sobre las condiciones de la población rural. Por consiguiente, es necesario que los instrumentos y métodos utilizados para recolectar la información estén adecuados a la situación real y respaldados por enfoques participativos, de manera que las comunidades rurales intervengan en la planificación de su propio futuro. Con una información exacta sobre los hombres y las mujeres rurales , y en particular, el trabajo de la mujer rural podrá resaltarse, promover e incrementar su acceso a los recursos productivos básicos. La asignación de recursos productivos y el acceso a ellos siguen siendo pasos importantes hacia el desarrollo sostenible. La mujer rural produce una gran parte de los alimentos que se consumen en los hogares de todo el mundo, por lo tanto la seguridad alimentaria depende en gran medida del reconocimiento y la consideración de su trabajo.

Un cambio radical encaminado a institucionalizar una política y una planificación con perspectiva de género no se producirá de la noche a la mañana. Se aprende haciendo. Naturalmente, los nuevos métodos y planteamientos tropiezan con resistencia. Por ello es preferible avanzar de manera gradual, obteniendo y consolidando pequeños logros, que acometer bruscamente una labor de gran envergadura. Es más realista empezar actuando en pequeña escala, centrándose en acciones prácticas (y no en principios teóricos), para emprender un trabajo de colaboración en el campo, y pasar lentamente a programas más amplios, cuando las actitudes y las capacidades empiecen a cambiar en el curso del tiempo: éste es un proceso.

Dado que la planificación agrícola suele concebirse como una empresa de grandes proporciones que afecta a millones de agricultores, a varias zonas agroecológicas y a diversos sistemas agrícolas- el modelo general ha sido preparar planes nacionales o regionales que abarcan por lo general períodos de cinco a diez años. Estas actividades de planificación que producen planes a largo plazo son actualmente menos útiles. Por el contrario, una mentalidad estratégica, que se oriente al aprendizaje, a los conocimientos prácticos y a la creación de una capacidad de respuesta, es más importante que nunca.

El desafío consiste en tratar de ver cada elemento de cada explotación agrícola a través de los ojos de las agricultoras y agricultores para definir de nuevo y desde su punto de vista cada uno de los componentes de la planificación agrícola.

Ninguna mejora es insignificante. Acciones bien orientadas pueden producir mejoras importantes y duraderas si se realizan en el lugar adecuado. Este es el principio que los teóricos de los sistemas económicos denominan "efecto multiplicador". La solución de un problema difícil depende a menudo de que se comprenda dónde reside el efecto multiplicador, el cambio que, con un mínimo esfuerzo, dará lugar a una mejora duradera e importante. El único problema es que los cambios que tienen un efecto multiplicador son a menudo invisibles para los planificadores (aunque suelen ser obvios para los agricultores).

Es necesario que los gobiernos, en colaboración con el sector privado y la sociedad civil, elaboren estrategias para mejorar la calidad y el uso de información destinada a la formulación de políticas con una perspectiva de género. Es imprescindible escuchar, y luego dar una respuesta rápida a las necesidades específicas de grupos específicos de agricultoras y agricultores, en lugares específicos. Con el fin de reducir el ciclo de desarrollo, una estrategia de esta índole, podría incluir los siguientes elementos:

La planificación descentralizada en sus diversas formas representa una nueva esperanza para la población de las zonas rurales, al tener en cuenta los problemas y oportunidades de un grupo específico. En general, en este tipo de proceso de planificación existe una gran preocupación por la mitigación de la pobreza y la participación de la población local.

A tal efecto, es imprescindible aumentar la capacidad de los gobiernos y de sus colaboradores para recolectar datos primarios y analizar y utilizar datos desglosados por sexo, con miras a la formulación de políticas, estrategias y programas con un enfoque de género en el sector agrícola. La institucionalización de una planificación con perspectiva de genero mediante el uso sistemático del análisis socioeconómico y de género es un paso importante hacia el fortalecimiento de la capacidad de los interesados nivel nacional para comprender y responder a las nuevas tendencias mundiales y a los temas que surjan.

REFERENCIAS

El presente documento técnico para la Consulta de Alto Nivel sobre la Mujer Rural y la Información es una síntesis de los documentos siguientes.