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EL MUNDO FORESTAL

El cuarto período de sesiones del Foro Intergubernamental sobre los Bosques (FIB) acuerda un arreglo internacional sobre los bosques

El cuarto período de sesiones del Foro Intergubernamental sobre los Bosques (FIB-4) se celebró del 31 de enero al 11 de febrero de 2000 en la Sede de las Naciones en Nueva York . Esta última reunión del FIB tenía una doble finalidad: ultimar las cuestiones pendientes relativas a los elementos programáticos que se habían abordado en los tres períodos de sesiones anteriores y decidir un texto para la Categoría III, «Arreglos y mecanismos internacionales para promover el manejo, conservación y desarrollo sostenible de todos los tipos de bosques». Los delegados estaban firmemente decididos a concluir todos los asuntos planteados y elaborar un informe final, sin dejar pendiente ninguno de los puntos, para presentarlo en el octavo período de sesiones de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS-8) en abril de 2000. Con ese objeto trabajaron muchas horas cada día y mantuvieron un alto nivel de asistencia, para que siempre hubiera quórum.

La presidencia del FIB-4 la desempeñaron conjuntamente el Embajador de la República Islámica del Irán, Bagher Asadi y el Embajador de Finlandia, Ilkka Ristimaki. Se encargaron de pronunciar los discursos de apertura David Harcharik, Subdirector General de la FAO y Presidente del Equipo de Tareas Interinstitucional sobre los Bosques (ETIB), Klaus Töpfer, Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA), Louise Fréchette, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas, Eimi Watanabe, Administrador Auxiliar del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y Juan Mayr, Ministro del Medio Ambiente de Colombia y Presidente de la CDS-8. Harcharik expresó la gran preocupación de todos los presentes cuando señaló la necesidad de establecer unos objetivos claros, la importancia de pasar de las palabras a la acción y la necesidad de evitar la duplicación de esfuerzos y de conseguir sinergias.

Con respecto a los elementos programáticos (véase el recuadro), los delegados establecieron conclusiones y propuestas de acción en todas las cuestiones pendientes, propuestas que se presentarán a la CDS-8. No obstante, fue la Categoría III, referente a los arreglos internacionales, la que recibió mayor atención. Los aspectos que ocuparon un lugar destacado en el debate fueron la de si un arreglo internacional sobre los bosques debería incluir un instrumento jurídicamente vinculante; la financiación de la ordenación forestal sostenible; y la transferencia de tecnología ecológicamente racional. Aunque no fue fácil alcanzar un acuerdo, la reunión aprobó finalmente a las 6 de la mañana del sábado 12 de febrero un texto titulado «Arreglo Internacional sobre los Bosques», que se presentará a la CDS para su adopción.

El texto acordado reseña los objetivos, finalidad, funciones, estructura, modalidades de trabajo y mecanismos de coordinación y aplicación del arreglo internacional propuesto, cuyas metas serían «promover el manejo, conservación y desarrollo sostenible de todos los tipos de bosques y reforzar el compromiso político a largo plazo a estos efectos».

La finalidad de este arreglo sería «fomentar la realización de acciones sobre los bosques convenidas internacionalmente, a nivel nacional, regional y mundial, a fin de elaborar un marco mundial coherente, transparente y participativo para la formulación, coordinación y aplicación de las políticas y desempeñar funciones esenciales, sobre la base de la Declaración de Rio, los principios forestales, el capítulo 11 del Programa 21 y los resultados del proceso GIB/FIB, de forma coherente y complementaria con los instrumentos internacionales jurídicamente vinculantes ya existentes que son pertinentes para los bosques».

A tales efectos, se propuso crear un nuevo órgano intergubernamental, que podría denominarse Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (FNUB). Este organismo de alto nivel lo establecerían el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y la Asamblea General de las Naciones Unidas. Estaría abierto a todos los Estados, organismos de las Naciones Unidas y otro tipo de organizaciones, instituciones e instrumentos internacionales y regionales, así como grupos importantes, según se determina en el Programa 21. Inicialmente se reuniría una vez al año, durante un período de dos semanas (sujeto a una posible revisión) y comprendería dos o tres días de sesiones ministeriales de alto nivel y una reunión entre los ministros y los jefes de otras organizaciones miembro.

El FNUB funcionaría con arreglo a un programa plurianual de trabajo, tomando elementos de la Declaración de Rio, los principios forestales, el capítulo 11 del Programa 21 y las propuestas de acción del Grupo Intergubernamental sobre los Bosques (GIB) y el FIB.

Se acordó que en un plazo de cinco años, el FNUB consideraría la posibilidad de recomendar los parámetros de un mandato para elaborar un marco legal para todos los tipos de bosques; y que este organismo elaboraría mecanismos para conseguir apoyo suficiente en materia financiera y de transferencia de la tecnología para poner en práctica la ordenación forestal sostenible, con arreglo a las recomendaciones de los procesos del GIB y el FIB.

La financiación del arreglo internacional debería proceder del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas, dentro de los recursos existentes, de las organizaciones participantes en la asociación y de los recursos extrapresupuestarios provenientes de donantes interesados. Se acordó que el arreglo internacional sobre los bosques sería dinámico y debería adaptarse a las condiciones cambiantes. Por consiguiente, cada cinco años se examinaría la eficacia del arreglo.

Aunque el paisaje urbano de la ciudad de Nueva York que sirvió como telón de fondo a la reunión del FIB pueda parecer muy alejado de los bosques y los árboles, el resultado de la reunión -la probable creación del FNUB de alto nivel- podría tener profundas repercusiones para la ordenación forestal y, por añadidura, para cuantos dependen de los bosques.

La cooperación internacional sobre la certificación y el etiquetado

Del 22 al 24 de noviembre de 1999 se celebró en Nueva York una reunión sobre cooperación internacional referente a la certificación de la ordenación forestal sostenible y el etiquetado de productos forestales, organizada por el Gobierno de Australia. Asistieron a ella funcionarios de 17 países (Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos, Finlandia, Japón, Corea, Malasia, México, Países Bajos, Nueva Zelandia, la Federación de Rusia, Suecia, Reino Unido y Uruguay), así como representantes de la Comisión Europea, la FAO, la Secretaría del Foro Intergubernamental sobre los Bosques (FIB) y la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT).

Asuntos que fueron objeto de debate y que se ultimaron en el FIB-4

· Promover y facilitar la aplicación (elemento programático I.a)

· Seguimiento del proceso de aplicación (elemento programático I.b)

· Asuntos pendientes sobre la necesidad de recursos financieros (elemento programático II.a)

· Comercio y medio ambiente (elemento programático II.b)

· Transferencia de tecnologías ecológicamente racionales en apoyo de la ordenación forestal sostenible (elemento programático II.c)

· Cuestiones que deben ser objeto de clarificación (elemento programático II.d)

- causas subyacentes de la deforestación
- conocimientos tradicionales relacionados con los bosques
- conservación de los bosques y espacios protegidos
- investigación forestal
- valoración de bienes y servicios forestales
- instrumentos económicos, política fiscal y tenencia de la tierra
- oferta y demanda futuras de productos y servicios madereros y no madereros
- evaluación, vigilancia y rehabilitación de la cubierta forestal en zonas críticas desde el punto de vista ambiental

· Labor desarrollada por organizaciones internacionales y regionales relacionadas con los bosques y en el marco de instrumentos existentes (elemento programático II.e)

· Arreglos y mecanismos internacionales para promover el manejo, conservación y desarrollo sostenible de todos los tipos de bosques (categoría III)

El objetivo de la reunión era estudiar las posibilidades de cooperación entre los gobiernos y aprovechar las experiencias de los países y secretarías internacionales participantes, examinando en particular:

Tras la alocución inicial de Wilson Tuckey, Ministro de Asuntos Forestales y de Conservación de Australia, los delegados del Canadá, Finlandia, Malasia, los Países Bajos, Suecia, el Reino Unido y los Estados Unidos hicieron una exposición acerca del grado de certificación conseguida en sus países, la trayectoria que habían seguido, la función del Gobierno y la medida en que se habían adoptado los conceptos de certificación del GIB/FIB. Se señalan a continuación algunos de los aspectos básicos que se resaltaron:

Los participantes en la reunión reconocieron los elementos positivos de la certificación y el etiquetado como instrumento que puede ser de utilidad para fomentar la ordenación forestal sostenible y para comprobar las prácticas de ordenación forestal. Sin embargo, muchos de ellos expresaron una cierta inquietud respecto de la complejidad de los sistemas de certificación, los posibles costos e ineficiencias resultantes de la proliferación de sistemas, los obstáculos que dificultan el acceso de los países en desarrollo a los principales mercados de consumo, y la posibilidad de que se origine confusión y discriminación. Se señaló que la mitad de la producción de madera se utiliza como leña y es probable que quede fuera de los sistemas de certificación.

Se reconoció que el grado de intervención de los gobiernos en la certificación y etiquetado es muy variable, tanto a nivel nacional como internacional, lo que refleja la diversidad de las condiciones nacionales. Una de las razones de peso de la participación de los gobiernos es la de asegurarse de que los sistemas de certificación se elaboran y aplican de forma transparente, justa, equitativa y no discriminatoria, y de conformidad con la legislación y las políticas nacionales y con las normas que rigen el comercio internacional.

La reunión subrayó la importancia de considerar la certificación de la ordenación forestal sostenible por separado del etiquetado y comercialización de productos forestales procedentes de bosques certificados, distinción que se establece en algunos sistemas nacionales. No obstante, algunos participantes señalaron que la existencia de múltiples sistemas puede resultar ineficaz y costoso, especialmente para los países en desarrollo. También se plantearon los problemas relativos al acceso a los mercados, los prejuicios de los consumidores y la competencia con productos sustitutivos. Se mencionaron también las perspectivas diferentes de los países en desarrollo productores y consumidores. A muchos países en desarrollo consumidores les preocupa el alza de precios que pueda derivarse de la certificación y el etiquetado.

En la reunión se mencionaron varios problemas relacionados con la certificación y el etiquetado de importancia internacional que aún están por resolver:

El seguimiento de todas estas cuestiones debería comportar un proceso de consulta e intercambio de información con todos los interesados, con el fin de reducir al mínimo la duplicación de esfuerzos, conseguir apoyo colectivo y contribuir a clarificar las esferas en la que podrían contribuir los gobiernos. 


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