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Documento No. 1
Tendencias principales en la producción, la demanda y el comercio mundiales de productos agropecuarios y la seguridad alimentaria

En el presente documento se examinan las tendencias principales registradas en la producción, la demanda y el comercio mundiales de productos agropecuarios y la seguridad alimentaria en los dos últimos decenios, y se destacan los cambios que se han producido en los indicadores correspondientes a nivel mundial y regional.

I. Tendencias mundiales en la producción y la demanda

Desde los años sesenta la producción agrícola mundial ha ido aumentando constantemente, superando el crecimiento demográfico mundial por un margen amplio. Sin embargo, el crecimiento agrícola mundial (de todos los productos) en realidad ha ido disminuyendo: desde el 3 por ciento anual en los años sesenta al 2 por ciento anual a mediados de los años noventa (véase la figura 1). Pero la desaceleración del crecimiento demográfico mundial durante el mismo período fue incluso mayor, con un descenso desde 2,07 por ciento anual hasta su nivel actual de 1,34 por ciento en 1995-2000. Ha habido notables diferencias de una región a otra en cuanto al crecimiento de la producción y los perfiles demográficos, que subrayan la distribución geográfica de la demanda mundial.

El crecimiento de la producción y demanda mundiales de los productos agropecuarios ha mostrado una tendencia descendente desde los años setenta (véanse los cuadros 1 y 2). Mientras la producción creció en un promedio de 2,28 por ciento al año durante los años setenta y el consumo en un 2,3 por ciento, sus tasas de expansión disminuyeron durante los años ochenta hasta situarse en los ocho años que van hasta 1997 en 1,97 por ciento y 1,91 por ciento, respectivamente. El cuadro varía según los productos. Las tasas del crecimiento de la producción aumentaron significativamente para las hortalizas, las grasas y los aceites, las frutas tropicales, las raíces y los huevos, y, desde los años ochenta, también para el mijo y sorgo; descendieron notablemente para la mayoría de los productos alimenticios básicos (cereales, carnes y productos lácteos); y para otros productos agropecuarios disminuyeron de forma pronunciada durante los años ochenta, pero desde entonces - 1990-97 - han aumentado (no siempre a las tasas anteriores a los años ochenta).

En los países en desarrollo (tomados como grupo), la producción y el consumo han ido aumentando a tasas mucho más altas (y cada vez más) que en los países desarrollados o las economías en transición. De hecho, en 1990-1997 tanto la producción como el consumo de las economías en transición disminuyeron de forma pronunciada en términos absolutos debido a los trastornos económicos relacionados con los cambios sistémicos producidos en dichos países. La demanda de los países en desarrollo en su conjunto se aceleró, pasando de un crecimiento anual de alrededor del 3 por ciento en 1970-79 a alrededor del 4,1 por ciento en 1990-971. El crecimiento de la producción fue algo menor, pero así y todo pasó del 2,8 por ciento a alrededor del 3,9 por ciento en el mismo período. En cambio, la tasa de crecimiento de la producción de los países desarrollados se desaceleró a 0,68 por ciento respecto al 1,8 por ciento de los años setenta, y se recuperó algo en los años noventa. También disminuyó el crecimiento de su consumo de productos agropecuarios, de 1,5 por ciento a alrededor del 0,5 por ciento.

A los países en desarrollo correspondió una gran parte del crecimiento de la demanda total de productos desde los años setenta a causa del aumento de su crecimiento demográfico, de una expansión del PIB per cápita comparativamente intensa, y de una mayor sensibilidad de su demanda al crecimiento de los ingresos. En cambio, en los países desarrollados se produjo un crecimiento más lento de la demanda porque ya su elevado consumo per cápita y el crecimiento lento de la población habían atenuado la demanda de muchos productos. Como consecuencia de estas tasas de crecimiento relativo, los países en desarrollo han ido incrementado constantemente su parte en la producción y el consumo mundiales de casi todos los principales productos agropecuarios. Ello no obstante, su producción per cápita y, particularmente, su consumo (en kilogramos por persona) son muy inferiores tanto a los de los países desarrollados como a los de las economías en transición.

Entre los países en desarrollo, Asia oriental y Asia meridional son las que han registrado aumentos más notables en la producción desde 1970, duplicando con creces su producción de cereales y aumentando de 31 a 38 por ciento su participación en la producción mundial de cereales. Quintuplicaron sobradamente la producción de aceites vegetales y aumentó de 25 a 44 por ciento su participación en la producción mundial. Su producción se triplicó ampliamente aumentando su parte en la producción mundial de 25 a 45 por ciento. Sin embargo, su producción todavía va a la zaga del consumo, de manera que dichas regiones no han aumentado su presencia en los mercados mundiales de exportación, salvo de aceites vegetales. Han tendido más bien a incrementar las importaciones, así como la producción, para abastecer a los mercados internos en rápido crecimiento. A diferencia de los otros productos, las exportaciones de aceite vegetal de Asia oriental y Asia meridional han pasado del 19 al 44 por ciento del mercado mundial.

Los países en desarrollo de América Latina y el Caribe también aumentaron la producción a un ritmo superior al promedio mundial, y acrecentaron sus partes en la producción, el consumo y el comercio de algunos productos. Su participación en la producción mundial de aceites vegetales pasó de 9 a 13 por ciento y las exportaciones de 11 a 15 por ciento. Aunque su parte en la producción mundial de frutas y hortalizas se mantuvo inalterada durante el período, las exportaciones de esos productos pasaron del 20 al 32 por ciento de las exportaciones mundiales. Sin embargo, los países de América Latina y el Caribe aumentaron su consumo a un ritmo más rápido que el promedio mundial, incrementando su parte en el consumo mundial de todas las categorías de productos, si se exceptúan las frutas y las hortalizas.

Los países del Norte de África y el Cercano Oriente han aumentado poco la producción (o las exportaciones) de productos agropecuarios en relación con los totales mundiales. Sin embargo, alguna expansión de la producción y un aumento notable de las importaciones determinaron un crecimiento considerable, entre 1970 y 1997, del consumo interno de cereales, aceites vegetales, productos pecuarios, y frutas y hortalizas.

Los países del África subsahariana han logrado aumentar poco su parte en la producción, el consumo, las importaciones o las exportaciones mundiales de productos agropecuarios. En algunos casos, su ya pequeña parte del consumo mundial ha disminuido ulteriormente. Entre 1970 y 1997, su producción de cereales y productos pecuarios creció a un ritmo marginalmente más rápido que el promedio mundial, aumentando su parte en la producción mundial de cereales y productos pecuarios en menos de un punto porcentual. También su participación en el consumo mundial de cereales y productos pecuarios aumentó en menos de un punto porcentual. La producción de aceites vegetales y frutas y hortalizas creció mucho más lentamente, contrayéndose la parte de la producción mundial correspondiente a la región de 9 a 5 por ciento en el caso de los aceites vegetales y de 7 a 5 en el de las frutas y hortalizas. El consumo regional de estos productos creció a un ritmo más lento que el promedio mundial y, por consiguiente, se contrajo su parte en el consumo mundial.

II. Tendencias en el comercio

Las tendencias principales en el comercio de alimentos y productos agropecuarios de los últimos decenios se relacionan con los siguientes factores: su permanente importancia tanto para los países desarrollados como para los países en desarrollo; su crecimiento irregular durante el período, con una rápida expansión en los años setenta seguida prácticamente de un estancamiento a mediados de los años ochenta y de una lenta recuperación a partir de entonces; la caída vertical de los precios de los productos durante este último decenio; las orientaciones y composición variables del comercio; y las recientes reformas normativas relacionadas con el Acuerdo sobre la Agricultura (AsA) de la Ronda Uruguay (RU) que deberían determinar cambios en los mercados mundiales.

Desde principios de los años setenta hasta 1997, el volumen del comercio de productos agropecuarios, incluidos los de zonas templadas, tropicales, y los productos pesqueros y forestales, ha crecido en alrededor del 75 por ciento, y su valor pasó de 148 mil millones de dólares EE.UU. a alrededor de 646 mil millones (en precios actuales). Debido a que el comercio de productos manufacturados creció más rápidamente, la parte de los productos agropecuarios en el comercio de mercancías descendió en el mismo período de alrededor del 20 por ciento a alrededor del 10 por ciento. Este promedio encubre, sin embargo, la dependencia mucho mayor que muchos países individuales, tanto exportadores como importadores, tienen respecto del comercio agrícola. En alrededor de una cuarta parte de los países en desarrollo, a mediados de los años noventa las exportaciones agropecuarias fueron más de dos terceras partes de las exportaciones totales, mientras que en otro 20 por ciento fueron más de una tercera parte. Los países de bajos ingresos son los que más dependen del comercio de productos agropecuarios, y con frecuencia para la mayor parte de sus ingresos de divisas siguen dependiendo de un solo artículo o de unos pocos artículos. El comercio agrícola es menos importante para los países de altos ingresos, pero para algunos de ellos, tales como Australia, Francia, Nueva Zelandia y los Estados Unidos, es una fuente apreciable de ingresos de exportación.

Alrededor de una tercera parte del comercio internacional de productos agropecuarios tiene lugar en los países de Europa occidental. Si se excluye el comercio en esos países, entonces América del Norte, Europa occidental y Asia tienen más o menos la misma participación en los mercados mundiales de exportación, mientras que Asia es con mucho el mercado de importación más importante. A lo largo del tiempo pueden observarse algunas tendencias significativas, a saber: una merma del otrora importante mercado de importación de Europa occidental y su desplazamiento hacia una posición neta de exportación de algunos productos (por ejemplo, cereales, azúcar, carne) debido principalmente a los resultados satisfactorios de la Política Agrícola Común; el crecimiento sostenido a lo largo del período de los mercados de importación en los países del arco del Pacífico debido a un aumento grande de los ingresos (gracias a los productos elaborados); la reorientación de los mercados de importación que pasaron de los países en desarrollo de alto ingreso a los países en desarrollo de ingreso mediano; la cantidad cada vez mayor de excedentes de mercado en algunos de los países exportadores de productos agropecuarios; y la proliferación de la utilización de subvenciones a la exportación por parte de los principales países industrializados. Entre las regiones de países en desarrollo, América Latina y el Caribe son un importante exportador neto de productos agropecuarios, mientras que Asia, el Cercano Oriente y África son ahora importadores netos, como lo son las economías en transición.

Cabe mencionar dos dimensiones del desglose del comercio agrícola por productos: la diversificación horizontal por productos, y la diversificación vertical por nivel de elaboración. Como el comercio agrícola ha crecido, también se ha producido un desplazamiento estructural en el desglose de este comercio por productos desde los productos a granel a los productos con valor añadido, como consecuencia del aumento de los ingresos. Para algunos países en desarrollo, la fuente del crecimiento de la exportación de productos agropecuarios ha sido el comercio de productos de gran valor, tales como las flores cortadas y las frutas tropicales.

La expansión del comercio agrícola no se ha producido a un ritmo parejo en los dos últimos decenios, sino que ha acusado la influencia de diversas crisis mundiales, tales como las alzas repentinas de los precios de los productos durante los años setenta; las crisis del precio del petróleo de 1973 y 1979; y los fuertes aumentos de las tasas de interés a comienzos de los años ochenta que desencadenaron la crisis de la deuda internacional y el consiguiente crecimiento lento y la recesión en los países desarrollados y en la mayoría de las regiones de países en desarrollo. Dos indicadores ponen de relieve la difícil coyuntura del comercio agropecuario de mediados de los años ochenta. Primero, fue el único período en el que el comercio de los productos agropecuarios no logró expandirse más rápidamente que la producción agropecuaria. Segundo, los precios de los productos, que habían seguido una tendencia descendente en los dos decenios anteriores, bajaron de forma pronunciada en los años ochenta (Figura 2). En valores reales, es decir deflactados por un índice de precios de exportación de las manufacturas de los países desarrollados, la disminución fue incluso más pronunciada.

El pronunciado descenso de los precios mundiales de los alimentos registrado en los años ochenta fue en parte un síntoma del estado de desorden de los mercados mundiales debido principalmente a las políticas de los países desarrollados, en los que los niveles nacionales de la producción y el consumo, y por consiguiente, del comercio, se vieron fuertemente influenciados por las políticas gubernamentales, y muchos países aislaron sus mercados internos de los cambios producidos en el mercado mundial. En la primera parte de los años noventa (1990-93) los precios agrícolas fueron relativamente bajos, pero subieron de forma pronunciada en la mitad del decenio (1994-97) antes de bajar en 1998.2

Desde comienzos de los años setenta, el comercio de los productos alimenticios ha manifestado las mismas tendencias que el comercio agrícola en conjunto. Situado en alrededor de 458 mil millones de dólares EE.UU., el valor del comercio de alimentos en 1997 fue más de cinco veces mayor que veinte años antes. Los países en desarrollo representaron alrededor del 37 por ciento de las importaciones totales de alimentos en 1997, frente al 28 por ciento de 1974. Sin embargo, en ese mismo año su participación en las exportaciones de alimentos había pasado de 30 a alrededor de 34 por ciento. En consecuencia, su balanza comercial de productos alimenticios, que hace veinte años era marginalmente positiva, se volvió negativa.3 En 1997, los países en desarrollo importaron productos alimenticios por un valor de alrededor de 168 mil millones de dólares EE.UU., frente a 155 mil millones de dólares EE.UU. de alimentos exportados. Estas tendencias destacan la importancia cada vez mayor del comercio para satisfacer las necesidades de consumo, especialmente en los países en desarrollo. Con respecto a los cereales, en 1997 las importaciones representaron alrededor de un 14 por ciento del consumo interno de los países en desarrollo, frente a menos del 10 por ciento de hace veinte años.

Durante los años ochenta, el comercio agrícola contribuyó considerablemente a mejorar la seguridad alimentaria mundial y familiar. Había grandes cantidades de existencias alimentarias en los mercados mundiales, a precios reales decrecientes. La inestabilidad de los precios mundiales fue menor. Las existencias mundiales de cereales descendieron sólo en contadas ocasiones por debajo del 17-18 por ciento del consumo mundial de cereales que la FAO considera el mínimo necesario para garantizar la seguridad alimentaria mundial (las excepciones más recientes fueron en 1995 y 1996. Los flujos de ayuda alimentaria aumentaron, particularmente para situaciones de urgencia. La situación de los años noventa (1990-97) en cierta medida ha sido diferente: menos existencias, precios más altos, y los flujos de ayuda alimentaria situados en 1995 en su nivel más bajo desde mediados de los años setenta.

III. Tendencias en la seguridad alimentaria mundial y regional

En los últimos tres decenios se han realizado progresos notables en el plano mundial en lo tocante al consumo de alimentos y las normas nutricionales.4 El promedio mundial de la disponibilidad de alimentos destinados al consumo humano directo (por persona) aumentó en un 19 por ciento entre 1960 y 1994-96, situándose en 2720 Kcal. diarias. El aumento registrado en los países en desarrollo (es decir, todos los países, excluidos los países de entonces de la OCDE, Europa oriental y la ex URSS) fue del 32 por ciento (22 por ciento si se excluye China. Pero los progresos han sido muy desparejos en las diversas regiones del mundo. Por ejemplo, el África subsahariana todavía cuenta con una disponibilidad de alimentos de sólo 2150 Kcal diarias, frente a las 2050 Kcal de hace 30 años. Las cifras comparables para Asia meridional son de 2350 Kcal y 2000 Kcal, respectivamente. La disponibilidad de alimentos por persona de las otras regiones en desarrollo (América Latina y el Caribe, Asia oriental y sudoriental, Cercano Oriente y Norte de África) oscila entre 2700 y 3000 Kcal, mientras que en Europa occidental y América del Norte es de 3370 Kcal y 3570 Kcal, respectivamente.

A causa de los niveles muy bajos de la disponibilidad de alimentos que todavía predominan en varios países en desarrollo, la desnutrición es un fenómeno generalizado. La FAO ha calculado que en 1994-1996 había más o menos 830 millones de personas desnutridas en los países en desarrollo (véase el cuadro 5), con grandes concentraciones en Asia meridional, oriental y sudoriental y en el África subsahariana (véase la figura 3)5. Los progresos realizados en la reducción de estos números han sido penosamente lentos, además de que las disminuciones registradas en Asia oriental y sudoriental se vieron contrarrestadas en gran medida por los aumentos verificados en el África subsahariana.

La mayor parte de los incrementos registrados en el consumo de los países en desarrollo (principalmente China y la India) fue cubierta por los aumentos de la producción interna que, en el caso de los cereales, creció en un 3 por ciento anual en los tres decenios hasta mediados de los años noventa, aportando el 87 por ciento del aumento del consumo. Sin embargo, en muchos países el aumento de la disponibilidad de alimentos se atribuía principalmente al aumento de las importaciones, particularmente durante los años setenta, debido al aumento de los ingresos en divisas, en el caso de los exportadores de petróleo, y al acceso a préstamos externos baratos y a la acumulación de la deuda, en el caso de muchos otros. En el Norte de África, por ejemplo, las importaciones de cereales per cápita casi se cuadruplicó. También influyó en el aumento de las importaciones de alimentos la ayuda alimentaria, posibilitada gracias a los excedentes estructurales de los países desarrollados.

En los años noventa, ha habido una desaceleración del crecimiento de la producción agrícola mundial. La producción mundial de cereales se estancó y fluctuó mucho en la primera mitad del decenio. Del nivel máximo de 342 kg per cápita alcanzado a mediados de los años ochenta descendió a un promedio de 311 kg en 1993/95, antes de recuperarse a un promedio de 323 kg en 1996-98.

Sin embargo, en los diez años que van hasta mediados de los años noventa no ha habido disminución sino más bien un aumento de la producción y el consumo per cápita de cereales en los países en desarrollo, mientras que en el caso de todos los otros productos alimenticios (raíces y tubérculos, legumbres, bananas y plátanos, productos pecuarios, azúcar, semillas oleaginosas, frutas y hortalizas, etc.) los niveles per cápita crecieron más rápidamente que en los diez años anteriores. El crecimiento de la producción influyó no sólo en los suministros totales sino también en las oportunidades para obtener ingresos y, por ende, en la demanda de alimentos, por parte de la mayoría de la población que depende de la agricultura como medio de vida. En el África subsahariana, por ejemplo, las importaciones representan una parte pequeña de los suministros totales de cereales, aunque es crucial para la nutrición. Pero las perspectivas de un aumento de los suministros de cereales dependen del crecimiento de la producción interna. No obstante, dados sus bajos niveles de ingresos y de alimentación, el problema de los países en desarrollo consiste en el nivel demasiado bajo de la producción y el consumo por persona.

La disminución de la producción mundial de cereales por persona se ha debido, en primer lugar y hasta hace bastante poco, a las reformas políticas y las regulaciones de la oferta que coincidieron con algunas crisis meteorológicas registradas en los principales países industriales exportadores. La desaceleración a más largo plazo del crecimiento de la producción de cereales de esos países (es decir, los países desarrollados) se explica principalmente por el insuficiente crecimiento de la demanda de sus productos y la consiguiente disminución de los precios reales. Esto último, a su vez, se debe tanto a la desaceleración del crecimiento demográfico mundial como a la falta de poder adquisitivo en muchos países y grupos de población que no tienen forma de expresar su necesidad de aumentar el consumo.

En los últimos años, la disminución se debió también a la contracción de la producción (así como del consumo y de las importaciones netas) en los países de Europa oriental y de la ex URSS, tras las drásticas reformas sistémicas de sus economías. Dichas reformas pueden llevar al cese de los excedentes estructurales casi permanentes y a la posesión, por parte del sector público de los principales países exportadores, de grandes cantidades de existencias que en el pasado se podían utilizar para intervenciones en el caso de déficit abruptos de suministros.

Las tendencias de la seguridad alimentaria de dos grupos de países en desarrollo que se enfrentan con déficit estructurales de alimentos - los países menos adelantados (MA) y los países en desarrollo importadores netos de alimentos (PEDINA) - son ilustrativas. El porcentaje de la población desnutrida ha cambiado muy poco desde comienzos de los años setenta en esos dos grupos, situándose en alrededor del 40 por ciento en los países MA y en un 20 por ciento en los PEDINA. Dada la gran extensión de la desnutrición, incluso las pequeñas variaciones anuales de los suministros pueden tener consecuencias considerables para la situación nutricional de esos países. Las tendencias registradas últimamente no han sido alentadoras. En el caso de los cereales, que representan el 52 por ciento de los suministros totales de energía alimentaria en los países MA y el 45 por ciento en los PEDINA, la producción per cápita siguió una tendencia descendente en el período de 1980-1996: descendió en 29 de los 42 países MA productores de cereales y en 13 de los 18 PEDINA. Además, el coeficiente de variación de la producción de cereales superó el 10 por ciento en 26 de los países MA y en 11 PEDINA. Por consiguiente, muchos de esos países son vulnerables a los cambios que se registren en los mercados mundiales de alimentos, particularmente de cereales.

Las importaciones totales de alimentos (incluidos los no cerealeros) de los países MA pasaron de 3,9 mil millones de dólares EE.UU. en 1980 a alrededor de 6 mil millones en 1995, lo que representa un incremento de más del 50 por ciento. En los PEDINA, el conjunto de las importaciones pasó de 8,5 mil millones a 12 mil millones de dólares EE.UU., lo que equivale a un aumento de más del 40 por ciento. Los cereales constituyen el producto mayor del conjunto de las importaciones de alimentos de esos países (más del 40 por ciento); los aceites vegetales y las semillas oleaginosas, otro 20 por ciento. Desde 1993-94 a 1995-96, ambos grupos de países experimentaron un aumento considerable de sus importaciones de cereales (83 por ciento para los países MA y 61 por ciento para los PEDINA) debido al aumento considerable de los precios mundiales de los cereales registrados en el último año. Sin embargo, pese a la consiguiente baja de los precios, las importaciones de cereales se mantuvieron en un nivel relativamente alto en ambos grupos de países en 1996-97 y 1997-986. La explicación hay que buscarla no sólo en el precio nominal de los cereales, sino también en el volumen de las importaciones y en otros dos componentes del conjunto de las importaciones de cereales que fueron relativamente importantes hasta ahora, a saber la ayuda alimentaria y las subvenciones a la exportación.

La ayuda alimentaria ha contribuido a aliviar la carga de las importaciones de alimentos, pero en forma cada vez menor. Durante 1997-98, la ayuda alimentaria en cereales representó el 23 por ciento del total de las importaciones de cereales de los países menos adelantados, frente al 36 por ciento en 1993-94 y el 64 por ciento a mediados de los años ochenta. La disminución de la contribución relativa de la ayuda alimentaria a las importaciones de cereales de los PEDINA es aun más abrupta, del 22 por ciento a mediados de los años ochenta al 7,6 por ciento en 1993-94, y al 2 por ciento en 1997-98. Por lo tanto, hasta 1997-98 se había importado comercialmente un volumen mucho mayor de cereales. Es probable que la capacidad de estos países para importar alimentos comercialmente sea limitada debido a unas perspectivas generales moderadas para el crecimiento de sus ingresos y a la carga onerosa de su deuda.

En resumen, y hablando en términos más generales, la balanza mundial de cereales muestra una tendencia inestable (Véanse los cuadros 6, 7 y 8)7. El déficit de todos los importadores netos arrojó un promedio de 37 millones de toneladas en 1964-66, pero se cuadruplicó treinta años después (1994-96), cuando alcanzó un saldo negativo anual de 146 millones de toneladas. El déficit de los países en desarrollo en su conjunto aumentó seis veces, pasando de 17 millones de toneladas a 104 millones de toneladas. Es improbable que esta tendencia cambie notablemente en los próximos años, a causa del aumento de la demanda en los países en desarrollo debido al crecimiento demográfico y al aumento de los ingresos. En cuanto a las tendencias de la seguridad alimentaria familiar, medida por el porcentaje de la población desnutrida, lo que aparece claro de los datos históricos examinados en este documento es que en el caso de los países en los que la mayor parte de los ingresos agrícolas o nacionales provienen de la producción agrícola interna, la seguridad alimentaria de los hogares ha estado estrechamente relacionada con ésta.

IV. Las perspectivas a plazo medio y más largo

Las perspectivas a plazo medio, hasta el 2005, para la producción y la demanda de los principales productos agropecuarios indican un crecimiento más rápido que en los años noventa. Pero la expansión debería ser lenta, con un aumento sólo moderado de la producción y el consumo anual (0,7 por ciento al año) después del estancamiento registrado en el decenio anterior8. Entre los factores que influyen en el aumento previsto de la demanda mundial figuran el crecimiento económico relativamente fuerte que todavía se espera en los países en desarrollo y la recuperación de la demanda prevista en algunos países en transición. En los países en desarrollo, las proyecciones indican un crecimiento del 1,4 por ciento anual de la producción y el consumo per cápita de los principales productos agropecuarios, lo que representa un ritmo más lento que en el decenio anterior (1,6 y 1,7 por ciento, respectivamente).

Pese a los efectos beneficiosos de las reformas políticas, se prevé que continuará la desaceleración del comercio mundial de productos agropecuarios indicada anteriormente; pero el cuadro es complejo, ya que se prevé un aumento de las tasas de crecimiento en el caso de los cereales, los productos lácteos, el té, el café, y algunas materias primas. La previsión de una disminución del ritmo de crecimiento del comercio se basa en los abruptos descensos previstos para las grasas, los aceites, las semillas oleaginosas, la carne, la fruta y el algodón. La desaceleración en los mercados de los principales productos agropecuarios podría, sin embargo, verse compensada por el crecimiento de algunos otros sectores, particularmente los productos alimenticios elaborados. En base a estas proyecciones, se prevé un empeoramiento de la posición neta del comercio de productos agropecuarios de los países en desarrollo, de suerte que es probable que en su conjunto sean en el futuro importadores netos de dichos productos. Por las mismas razones, se prevé también que las importaciones de las economías de transición aumentarán significativamente durante el período previsto. Como consecuencia, las tasas de crecimiento de las exportaciones de los países desarrollados deberían aumentar de forma pronunciada de forma pronunciada con respecto al decenio anterior.

Entre los factores que influyen en el comercio se cuentan los ajustes de las políticas internas que se realizarán para cumplir con el Acuerdo de la RU, y la tendencia, en los países productores, hacia un mayor consumo y elaboración de algunos productos, entre ellos las materias primas agrícolas.

A un plazo más largo, se prevé que los países en desarrollo serán cada vez más importadores netos de productos alimenticios por las siguientes razones: i) casi todo el incremento de la población mundial (actualmente a su nivel máximo de 80 millones de personas al año) se deberá a los países en desarrollo, la mayoría de las cuales tiene niveles bajos o muy bajos de consumo de alimentos per cápita y, por ende, un margen significativo para aumentar el consumo; ii) por consiguiente, su demanda efectiva de alimentos aumentará cada vez más a medida que más países en desarrollo vayan registrando un crecimiento económico sostenido; iii) muchos de estos países, particularmente los más poblados de Asia (China, India), tienen posibilidades limitadas de aumentar la producción interna, especialmente de aquellos productos alimenticios cuya demanda probablemente crecerá rápidamente, por ejemplo el trigo destinado al consumo humano directo y los cereales secundarios para piensos.9 Por consiguiente, para satisfacer su creciente demanda de alimentos será necesario que importen más alimentos del resto del mundo.

El análisis de las perspectivas alimentarias a más largo plazo resumidas anteriormente plantea las siguientes preguntas: ¿Puede el resto del mundo producir los excedentes exportables necesarios, y cómo afectará a estas perspectivas el nuevo marco normativo que rige la producción mundial de productos agropecuarios? Al mismo tiempo, ¿los ingresos de exportación de los países en desarrollo correrán parejos con su creciente dependencia de la importación de alimentos?

Cuadro 1 - Crecimiento en la producción de productos agropecuarios, 1970-97 (porcentaje anual)

  MUNDO DESARROLLADOS EN DESARROLLO EN TRANSICIÓN
                         
  1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97
                         
Todos los productos 2,28 2,13 1,97 1,83 0,68 0,99 2,80 3,50 3,88 1,92 1,02 -4,24
                         
Productos alimentarios básicos 2,15 2,03 1,54 1,90 0,83 1,10 2,60 3,32 3,50 1,73 1,17 -4,59
                         
Cereales 2,76 2,25 1,57 4,19 1,51 2,29 2,52 3,11 2,06 2,44 2,24 -0,87
Trigo 3,88 2,51 1,79 4,95 2,14 1,95 6,51 3,62 3,05 1,61 1,97 -0,02
Arroz, elaborado 2,01 3,26 1,50 0,85 0,11 2,18 2,08 3,49 1,55 6,55 0,20 -8,03
Cereales secundarios 2,89 1,44 1,71 4,45 2,15 3,05 1,61 2,03 2,59 3,53 2,77 -1,18
Maíz 5,35 2,33 3,08 7,48 4,48 4,96 3,25 3,54 3,32 4,22 0,52 4,02
Mijo y sorgo -0,19 0,65 1,16 3,31 2,69 5,88 -0,64 0,86 1,20 14,13 13,40 3,61
Otros cereales

secundarios

1,42 1,13 -0,04 0,61 0,33 1,03 2,48 -0,95 2,88 4,17 3,46 -1,41
                         
Raíces 0,91 1,29 1,35 -1,06 -0,26 0,49 1,43 2,03 1,78 0,15 -1,35 -1,52
Yuca 2,23 2,50 0,97 - - - 2,23 2,50 0,97 - - -
Grasas, aceites y harinas oleaginosas                         
Grasas y aceites 2,71 2,98 3,31 2,35 1,86 3,28 3,55 4,58 4,75 1,58 1,34 -5,30
Harinas oleaginosas 5,74 2,78 4,09 5,10 0,66 3,47 7,39 6,32 5,42 6,37 -0,08 -5,10
                         
Leguminosas -0,51 2,41 0,58 -1,10 8,62 3,76 0,51 1,15 1,19 -5,00 9,49 -8,20
                         
Total de carne 3,01 2,61 2,12 2,22 1,19 1,15 4,15 4,82 5,45 3,32 1,72 -6,17
Carne de bovino 2,02 1,33 0,65 1,38 0,20 0,58 2,50 2,70 3,51 3,13 1,65 -6,62
Carne de carnero y

oveja

0,35 2,89 1,99 -1,29 2,08 -0,47 2,21 3,78 4,39 -1,17 1,48 -5,82
Carne de cerdo 3,89 3,15 2,19 3,05 1,31 0,66 5,86 6,17 5,67 3,52 1,57 -5,57
Carne de ave 5,54 4,70 5,55 4,24 3,74 4,13 7,25 6,93 10,00 7,97 3,30 -7,53
                         
Productos lácteos 1,80 1,51 0,16 1,15 0,61 0,31 3,37 3,44 3,88 1,78 1,28 -5,33
Leche y prod. lácteos 1,78 1,53 0,25 1,16 0,67 0,37 3,38 3,46 3,83 1,69 1,22 -4,98
Mantequilla 2,08 1,12 -1,69 0,96 -0,35 -0,96 3,40 3,05 4,81 3,61 2,21 -12,40
                         
Huevos 3,00 3,19 4,70 0,86 0,25 0,77 5,49 7,01 9,28 5,13 1,82 -5,28
                         
Otros productos alimentarios 2,69 2,41 3,05 1,69 0,29 0,51 3,40 3,94 4,73 2,87 0,55 -2,51
                         
Azúcar 2,36 1,95 2,39 2,98 1,58 2,19 2,95 2,43 4,03 0,05 1,81 -5,30
                         
Hortalizas 3,10 3,35 3,40 1,71 1,36 0,56 3,96 5,04 5,14 3,58 0,37 -1,93
                         
Frutas 2,41 1,49 3,02 1,87 -0,48 0,31 3,16 3,37 5,46 2,82 0,77 -2,40
Frutas tropicales 2,06 2,10 2,77 - - - 2,17 2,14 2,87 - - -
Cítricos 3,77 3,75 3,16 2,57 0,94 1,80 4,95 5,94 3,91 24,08 14,37 10,77
                         
Bebidas tropicales 3,37 2,88 0,97 - - - 3,38 2,94 1,09 6,54 1,49 -10,28
3,73 3,47 2,33 1,37 0,19 -0,01 3,73 3,76 2,85 6,54 1,49 -10,28
Café 3,96 2,71 0,26 - - - 3,96 2,71 0,25 - - -
Cacao 1,53 4,54 1,69 - - - 1,53 4,54 1,69 - - -
                         
Materias primas agrícolas 1,89 2,45 2,30 6,35 3,53 6,05 1,23 3,33 2,63 1,89 1,12 -6,53
Algodón 1,88 2,59 2,26 6,36 3,53 6,05 0,96 3,93 2,75 1,89 1,12 -6,54
Yute 2,58 2,12 1,13 - - - 2,58 2,12 1,07 - - -
Abacá 3,02 -3,55 -1,03 - - - 3,02 -3,55 -1,03 - - -
Sisal -3,83 -2,07 -2,13 - - - -3,80 -2,11 -2,07 - - -
Caucho 2,88 3,20 3,13 - - - 2,88 3,20 3,13 - - -

Fuente: FAOSTAT 1999

Cuadro 2 - Crecimiento en la demanda de productos agropecuarios, 1970-97 (porcentaje anual)

  MUNDIAL   DESARROLLADOS   EN DESARROLLO   EN TRANSICIÓN  
  1970-79 1980-89 1990-97   1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97    
                                 
Todos los productos 2,30 2,09 1,91   1,52 0,73 0,54   3,03 3,42 4,08   2,14 1,06 -4,10  
                                 
Productos alimentarios básicos 2,18 2,00 1,47   1,56 0,80 0,56   2,80 3,19 3,72   2,02 1,26 -4,63  
                                 
Cereales 2,62 2,00 1,45   1,37 0,45 2,03   3,20 2,91 2,21   2,91 0,96 -2,82  
Trigo 3,02 2,24 1,23   0,55 1,62 2,76   5,38 3,91 2,38   2,22 0,07 -2,60  
Arroz , elaborado 2,70 2,59 1,78   -0,01 0,77 1,03   2,84 2,71 1,86   6,43 -0,04 -3,63  
Cereales secundarios 2,39 1,35 1,32   1,84 0,05 1,92   2,55 2,59 2,86   3,84 1,84 -2,89  
Maíz 4,33 1,90 2,58   3,65 0,85 2,94   4,77 3,90 3,71   6,54 -0,19 -2,97  
Miijo y sorgo -0,74 1,35 -0,35   -0,72 1,26 -0,80   -0,69 1,32 0,63   10,46 14,18 -7,56  
Otros cereales secundarios 1,30 0,57 -0,16   -0,12 -1,30 0,55   2,81 0,30 3,36   2,80 2,57 -2,17  
                                 
Raíces 0,96 1,24 1,36   3,86 1,55 -2,33   0,87 1,70 2,58   -0,87 -0,41 -2,32  
Yuca 2,46 2,25 0,94   16,27 4,12 -2,94   1,40 2,10 2,05   - - -  
Grasas, aceites y harinas                                
oleaginosas                                
Grasas y aceites 2,71 3,25 2,81   1,58 2,08 2,31   4,46 4,74 4,32   1,91 2,00 -3,05  
Harinas oleaginosas 5,83 2,69 4,04   5,40 1,40 2,57   7,01 5,35 9,45   7,62 4,78 -10,07  
                                 
Leguminosas -0,27 2,39 0,40   -1,90 7,52 1,98   0,76 1,39 1,16   -4,73 6,71 -6,98  
                                 
Total de carne 3,02 2,67 2,05   1,91 1,13 0,60   4,52 4,92 5,54   3,63 1,98 -5,03  
Carne de bovino 1,87 1,46 0,58   0,78 0,15 -0,06   3,05 3,00 3,72   3,25 2,01 -5,33  
Carne de carnero y oveja 0,45 2,88 1,97   -1,69 1,61 -0,42   2,51 3,89 4,31   -0,77 1,66 -6,18  
Carne de cerdo 4,04 3,19 2,15   3,01 1,27 0,37   5,91 6,17 5,72   4,09 1,85 -5,13  
Carne de ave 5,58 4,66 5,43   4,03 3,82 3,01   7,72 6,58 9,96   8,04 3,23 -2,30  
                                 
Productos lácteos 1,84 1,47 0,09   0,91 0,46 0,18   3,88 3,23 3,54   1,71 1,25 -5,49  
Leche y productos lácteos 1,86 1,47 0,21   1,02 0,50 0,25   3,85 3,27 3,54   1,60 1,13 -5,11  
Mantequilla 1,62 1,49 -2,31   -0,84 -0,39 -1,28   4,48 2,55 3,53   3,82 3,00 -11,99  
                                 
Huevos 3,02 3,17 4,69   0,78 0,24 0,77   5,60 6,90 9,20   5,24 1,86 -5,06  
                                 
Productos alimentarios básicos 2,68 2,37 3,01   1,57 0,61 0,45   3,56 3,94 4,84   2,97 0,42 -1,58  
                                 
Azúcar 2,73 1,76 1,56   0,20 -0,88 1,12   5,67 3,65 3,00   1,74 1,01 -2,99  
                                 
Hortalizas 3,12 3,33 3,39   1,58 1,58 0,42   4,04 4,96 5,12   3,64 0,08 -1,26  
                                 
Frutas 2,40 1,49 3,00   1,82 -0,21 0,33   3,21 3,24 5,44   2,62 0,61 -2,10  
Frutas tropicales 2,00 2,22 2,85   1,71 3,19 1,50   2,04 2,12 2,88   5,58 -0,71 30,04  
Cítricos 3,83 3,22 2,91   3,43 1,32 1,30   4,27 5,31 3,94   6,51 -1,61 12,50  
                                 
Bebidas tropicales 1,99 2,16 1,47   1,41 1,61 0,63   2,79 2,26 2,96   4,43 6,32 0,46  
3,62 3,42 2,35   -0,60 0,39 0,55   5,32 3,76 3,67   7,01 8,52 -0,11  
Café 1,44 1,40 0,74   2,07 1,30 0,47   0,41 1,08 1,36   3,56 6,13 2,86  
Cacao 2,47 3,54 3,04   0,35 4,19 1,95   14,28 3,76 7,46   3,54 4,39 3,47  
                                 
Materias primas agrícolas 1,95 2,44 2,40   0,78 1,39 2,14   4,33 4,19 4,60   -0,14 0,38 -8,30  
Algodón 1,99 2,52 2,30   1,19 2,11 3,00   4,33 4,23 4,60   0,08 1,06 -8,04  
Yute 1,85 1,67 1,64   -5,31 -11,45 -11,50   4,24 2,81 1,97   1,13 -4,06 6,31  
Abacá 2,51 -3,73 -0,73   0,80 -3,80 1,68   5,81 -3,28 -1,43   - - -  
Sisal -3,62 -2,39 -1,74   -9,32 -5,81 -6,02   3,52 0,28 0,82   1,88 -3,52 -25,14  
Caucho 0,00 0,00 0,00   1,98 2,00 1,29   7,23 7,74 6,07   -1,03 -3,95 -5,55  

Fuente: FAOSTAT 1999. Nota: La demanda se expresa en relación con el consumo aparente (e.d. producción, más importaciones menos exportaciones).

Cuadro 3 - Crecimiento en las exportaciones de productos agropecuarios, 1970-97 (porcentaje anual)

  MUNDIAL   DESARROLLADOS   EN DESARROLLO   EN TRANSICIÓN  
                                 
  1970-79 1980-89 1990-97   1970-79 1980-89 1990-97   1970-79 1980-89 1990-97   1970-79 1980-89 1990-97  
                                 
Todos los productos 5,12 3,56 2,26   6,24 2,71 3,05   4,15 5,25 0,63   1,65 1,46 8,31  
                                 
Productos alimentarios básicos 6,41 3,60 1,49   6,59 2,45 2,39   7,45 6,96 -1,25   2,57 1,78 8,71  
                                 
Cereales 6,23 2,15 1,32   7,98 2,53 -0,45   4,73 2,36 7,30   -0,46 -0,10 26,65  
Trigo 4,86 3,35 2,09   5,71 3,67 1,13   23,58 11,51 11,04   0,88 0,22 20,76  
Arroz, elaborado 4,51 3,38 4,05   3,72 2,37 1,42   5,20 4,08 5,27   55,31 31,12 20,43  
Cereales secundarios 8,97 1,15 -0,13   11,87 1,97 -1,97   3,89 3,55 16,49   -0,16 3,54 54,95  
Maíz 11,35 0,74 -0,13   15,91 2,01 -2,07   2,10 5,61 21,93   3,94 21,66 75,17  
Mijo y sorgo 7,94 0,79 -5,26   7,57 5,33 -4,84   21,41 0,73 -1,74   20,72 11,31 4,48  
Otros cereales

secundarios

4,36 3,93 1,75   5,65 4,48 0,48   6,64 12,19 8,58   6,48 0,91 54,75  
                                 
Raíces 13,89 9,52 -9,84   18,14 10,81 -0,37   13,92 10,22 -10,84   14,78 5,96 -12,18  
Yuca 15,93 10,01 -11,39   - - -   14,27 10,34 -11,06   - - -  
                                 
Grasas, aceites y

harinas oleaginosas

                               
Grasas y aceites 5,79 4,41 6,79   5,53 3,22 5,84   7,80 6,29 7,83   -0,47 1,67 7,37  
Harinas oleaginosas 9,02 5,76 2,30   8,58 0,84 3,63   11,75 9,75 1,63   -1,27 77,87 15,90  
                                 
Legumbres 3,61 9,56 3,51   5,06 14,89 3,73   4,20 6,45 6,18   -2,34 23,01 -0,45  
                                 
Total de carne 4,98 3,51 5,29   6,28 4,06 5,62   2,84 3,70 4,02   5,37 -0,09 7,72  
Carne de bovino 5,68 2,58 2,65   9,07 3,65 3,04   2,87 2,22 0,86   5,04 -2,88 18,61  
Carne de carnero y

oveja

1,93 0,82 0,02   1,58 0,98 1,17   4,19 1,71 -5,41   18,44 3,67 5,14  
Carne de cerdo 4,35 5,12 6,49   4,62 5,14 6,51   3,13 13,03 6,80   5,74 1,85 11,57  
Carne de ave 10,28 7,12 14,62   9,08 6,88 15,83   31,85 15,05 16,33   9,59 2,71 2,38  
                                 
                                 
                                 
Productos lácteos 6,21 1,51 2,89   6,19 1,21 2,13   13,63 12,60 12,21   8,17 6,49 11,32  
Leche y prod. lácteos 1,86 1,47 0,21   1,02 0,50 0,25   3,85 3,27 3,54   1,60 1,13 -5,11  
Mantequilla 1,62 1,49 -2,31   -0,84 -0,39 -1,28   4,48 2,55 3,53   3,82 3,00 -11,99  
                                 
Huevos 4,78 2,52 2,95   6,73 3,35 0,90   1,21 5,44 14,72   0,17 -4,41 6,35  
                                 
Otros productos alimentarios 3,27 3,66 4,48   4,73 3,85 5,55   2,87 3,78 3,72   -0,53 1,63 5,50  
                                 
Azúcar 2,76 1,43 3,24   7,36 5,56 1,73   2,48 -0,54 4,13   -5,81 4,00 17,05  
                                 
Hortalizas 4,47 4,74 4,95   5,49 4,22 5,65   4,40 7,99 5,27   2,04 0,65 1,90  
                                 
Frutas 3,72 4,06 5,86   4,28 3,48 5,48   5,06 6,12 7,29   -0,09 2,81 4,37  
Frutas tropicales 2,14 2,61 5,89   1,18 1,04 0,21   2,22 2,69 4,47   - - -  
Cítricos 6,34 6,63 5,87   3,22 3,02 6,32   12,46 10,82 5,56   7,60 -5,18 130,34  
                                 
Bebidas tropicales 2,21 3,18 2,25   8,38 4,82 7,94   1,73 2,97 0,88   7,74 0,97 44,82  
1,90 3,09 2,31   3,64 1,18 12,84   1,81 3,38 1,50   7,68 -4,19 437,65  
Café 2,79 2,42 1,60   11,38 - -   2,35 2,35 0,64   - - -  
Cacao 0,95 6,47 4,40   5,87 - -   -0,19 6,13 2,01   - - -  
                                 
Materias primas agrícolas 1,27 3,02 0,31   11,66 5,28 2,84   -0,95 3,45 -1,89   5,09 0,80 26,18  
Algodón 1,42 3,67 0,32   12,21 5,29 2,90   -2,41 5,49 -4,71   5,12 0,69 26,22  
Yute -2,38 -0,49 -2,23   -9,12 1,70 0,25   -1,77 -1,08 -1,14   - - -  
Abacá 1,68 -3,96 0,53   67,30 179,01 42,77   1,64 -3,96 0,50   - - -  
Sisal -8,36 -3,91 -8,64   5,17 11,86 -4,59   -8,36 -4,16 -8,73   - - -  
Caucho 2,25 2,64 0,84   3,38 11,34 8,37   2,25 2,51 0,82   - - -  

Fuente: FAOSTAT 1999

Cuadro 4 - Crecimiento en las importaciones de productos agropecuarios, 1970-97 (porcentaje anual)

  MUNDIAL DESARROLLADOS EN DESARROLLO EN TRANSICIÓN
                         
  1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97 1970-79 1980-89 1990-97
                         
Todos los productos 5,44 3,11 2,44 4,45 2,48 1,85 8,22 4,65 3,87 7,10 4,08 3,52
                         
Productos alimentarios básicos 6,89 3,16 1,85 5,88 2,13 1,30 8,59 5,09 3,51 13,09 5,90 1,00
                         
Cereales 6,61 1,95 1,17 2,62 -0,48 2,96 7,36 3,99 2,49 26,87 2,52 -4,35
Trigo 5,40 3,11 1,66 -0,18 1,61 5,93 6,64 4,04 0,80 22,51 3,91 3,17
Arrroz, elaborado 4,39 2,33 4,38 7,23 4,96 12,04 4,04 2,23 5,51 7,76 5,13 8,47
Cereales secundarios 9,05 1,14 -0,09 3,87 -1,74 0,49 16,19 5,92 4,83 47,41 8,01 -13,35
Maíz 11,53 0,78 -0,20 4,91 -2,56 0,58 20,24 6,72 6,65 70,57 11,02 -19,41
Mijo y sorgo 7,64 2,50 -5,41 4,50 -0,32 -4,51 25,04 8,86 -3,23 788,49 81,63 27,56
Otros cereales secundarios 5,15 2,65 2,40 1,83 0,96 2,23 10,15 9,01 5,20 29,15 8,89 1,58
Raíces 15,37 7,61 -4,48 15,81 4,65 -4,34 14,28 34,78 5,52 20,22 264,72 -20,50
Yuca 17,72 7,94 -5,21 17,75 4,66 -5,03 29,20 52,01 5,93 - - -
Grasas, aceites y harinas oleaginosas                      
Grasas y aceites 5,60 5,09 5,54 3,23 3,65 5,64 11,36 6,71 6,10 4,50 9,97 6,05
Harinas oleaginosas 9,27 5,34 1,96 8,45 3,04 0,72 23,81 12,68 13,44 10,28 13,81 -12,11
Legumbres 3,16 8,19 3,19 0,92 8,99 -0,95 6,88 8,84 8,03 7,75 5,34 24,75
Total de carne 4,56 3,31 5,51 3,47 2,80 3,50 14,39 6,28 6,62 20,32 4,88 16,28
Carne de bovino 4,76 2,59 3,15 3,94 1,67 1,43 15,47 7,02 4,45 29,94 7,70 9,86
Carne carnero/oveja 1,77 1,30 -0,29 -1,28 -0,31 2,01 15,23 4,61 -0,21 - 16,04 -6,97
Carne de cerdo 4,48 4,69 6,67 4,34 4,25 4,91 4,36 12,99 9,02 25,02 4,94 28,00
Carne de ave 11,08 5,89 14,29 5,20 8,45 8,93 25,82 4,28 13,85 25,22 3,71 45,38
Productos lácteos 6,81 1,71 2,45 6,06 1,61 2,48 8,69 2,30 1,79 21,24 5,47 9,95
Leche y productos

lácteos

7,07 1,75 2,71 6,72 1,68 2,64 8,68 2,46 2,10 9,83 5,82 15,91
Mantequilla 5,90 2,66 -0,10 1,44 2,55 0,97 9,34 0,78 -2,62 126,18 10,23 4,63
Huevos 5,05 1,72 2,34 4,51 3,25 1,22 9,24 -0,14 2,56 2,14 -9,60 38,94
                         
Otros productos alimentarios 3,41 3,22 4,13 2,78 3,56 3,21 7,38 2,74 5,90 2,71 2,11 12,11
                         
Azúcar 2,33 1,33 2,38 -0,47 -1,13 1,94 8,84 3,26 4,83 5,48 5,29 4,00
Hortalizas 4,92 4,71 4,79 4,17 5,22 3,80 9,45 4,50 4,28 4,63 0,21 64,46
Frutas 4,12 3,55 5,32 3,86 4,61 4,14 8,88 2,06 8,18 0,83 -0,86 18,90
Frutas tropicales 2,58 3,15 6,11 2,61 3,66 4,11 2,64 2,34 11,56 5,44 -0,39 30,65
Cítricos 5,48 4,89 4,49 4,86 6,18 3,20 14,59 1,32 8,12 4,82 -1,84 18,10
Bebidas tropicales 2,45 2,59 2,52 2,21 2,24 1,95 3,98 2,81 5,74 4,38 6,94 4,25
2,06 2,57 2,63 -0,12 0,60 2,43 5,20 2,27 4,04 8,96 13,45 5,12
Café 2,89 2,00 1,67 2,93 1,70 1,20 3,27 4,90 5,92 3,56 5,91 4,87
Cacao 1,69 5,14 4,99 1,34 5,31 4,17 3,18 8,47 14,02 4,78 4,51 7,97
                         
Materias primas agrícolas 1,35 2,58 0,69 -0,53 1,60 -1,68 7,76 5,75 3,64 -1,33 -1,38 5,89
                         
Algodón 1,60 3,02 0,51 -1,27 1,78 -4,69 9,00 6,10 4,07 -1,33 0,02 15,11
Yute -3,97 -2,07 3,21 -5,96 -9,47 -8,99 4,66 4,27 8,65 0,57 -1,17 -14,10
Abacá 0,09 -4,18 1,61 0,82 -3,81 1,71 -5,96 -5,72 17,82 - - -
Sisal -8,56 -3,62 -7,90 -9,27 -5,67 -5,91 -5,44 8,74 -4,92 1,88 -3,52 -25,01
Caucho 2,18 2,52 1,28 1,99 2,19 1,30 5,91 6,34 2,68 -1,03 -3,70 -5,41

Fuente: FAOSTAT 1999

Cuadro 5 - Cantidad y porcentaje de población desnutrida en los países en desarrollo
(porcentaje anual)

Región

Porcentaje de la población desnutrida

Número de personas desnutridas
(millones)

1990-92 1994-96 1990-92 1994-96
África subsahariana

Cercano Oriente y Norte de África

Asia oriental y sudoriental

Asia meridional

América Latina y el Caribe

Todas las regiones en desarrolloa/

40

11

17

21

15

20

39

12

15

21

13

19

196

34

289

237

64

822

210

42

258

254

63

828

a/ Incluida Oceanía, no indicada por separado.

Fuente: El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación (SOFA), 1998, FAO, Roma.

 

Fuente: FAO.

 

Cuadro 6 - Producción mundial de cereales y población a/

REGIÓN Producción

(millones de toneladas)

Tasas de crecimiento

(porcentaje)

Población

(millones)

Tasas de crecimiento

(porcentaje)

  Prom. 1994-96 1961-96 1986-96 1960 1995 1960-95 1995-2000c/
IMPORTADORES NETOS (en 94-96)b/              
Asia oriental y S.O. 486 3,4 2,3 1019 1911 1,81 1,05
Asia meridional 221 2,9 2,7 564 1225 2,24 1,76
Toda Asia 707 3,2 2,4 1583 3136 1,97 1,33
Cercano Oriente - Norte de África 86 2,5 2,6 142 367 2,75 2,44
América Latina/Caribe, excl. Argentina 90 3,1 1,8 197 442 2,34 1,57
África subsahariana 82 2,3 2,3 228 591 2,76 2,78
Total parcial (todos los importadores) 965 3,1 2,4 2150 4536 2,16 1,64
EXPORTADORES NETOS (en 94-96)       71.0 79.8    
Europa Occidental 190 2,0 0,3 325 384 0,47 0,21
América del Norte 373 1,9 1,6 204 297 1,07 0,80
Oceanía 27 2,6 2,3 13 21 1,52 1,07
Argentina 26 1,4 2,0 21 35 1,50 1,27
Total parcial (todos los exportadores) 616 2,0 1,2 563 736 0,77 0,52
Ex URSS y Europa Oriental 212 1,0 -3,3 314 415 0,80 0,04
MUNDIAL 1793 2,3 1,1 3027 5687 1,82 1,38

Fuente: Colección FAO: Estadística

a/ Los cereales incluyen el trigo, el arroz elaborado y los cereales secundarios. b/ Excluidas la ex URSS y Europa Oriental. c/ Proyección.

Cuadro 7 - Consumo mundial de cereales (todos los usos)

 

Kg per cápita

(promedio anual)

Tasas de crecimiento de la demanda (% p.a.)

Per cápita

Total

1963-65 1973-75 1983-85 1993-95 1965-95 1985-95 1965-95 1985-95
IMPORTADORES NETOS (en 94-96)                
Asia oriental y Sudoriental 179 213 266 279 1,6 0,7 3,3 2,1
Asia meridional 163 164 173 184 0,5 0,8 2,8 2,9
Toda Asia 173 195 231 242 1,2 0,7 3,2 2,3
Cercano Oriente - Norte de África 282 299 359 355 1,0 -0,5 3,8 2,1
América Latina/Caribe, excl. Argentina 188 217 255 272 1,3 0,5 3,6 2,4
África subsahariana 153 153 148 158 0,1 0,2 2,9 3,1
total parcial (todos los importadores) 180 200 233 243 1,1 0,5 3,3 2,4
EXPORTADORES NETOS(en 94-96)                
Europa occidental 401 464 474 421 0 -1,3 0,3 -1,0
América del Norte 729 744 825 868 0,4 0,1 1,4 1,1
Oceanía 334 351 421 411 0,6 0,4 1,9 1,7
Argentina 372 469 403 385 -0,8 -0,5 0,7 0,9
total parcial (todos los exportadores) 519 567 605 598 0,3 -0,4 1,0 0,3
ex URRS y Europa oriental 533 708 754 607 0,4 -2,9 1,2 -2,5
MUNDIAL 277 305 330 316 0,4 -0,6 2,2 1,0
Partida de memorando                
Mundial excl. Europa occidental, ex URSS y Europa oriental 228 243 275 283 0,8 0,3 2,8 2,1

Fuente: Colección FAO: Estadística. Los cereales incluyen el trigo, el arroz elaborado y los cereales secundarios.

Cuadro 8 - Balanzas mundiales de cereales
( millones de toneladas) a/

REGIÓN 1964-96 1974-96 1984-96 1989-91 1994-96
IMPORTADORES NETOS (en 94-96)          
Asia oriental y sudoriental -15,4 -29,4 -38,4 -53,2 -64,5
Asia meridional -10,4 -10,2 -3,1 -3,1 0,3
Toda Asia -25,8 -39,6 -41,5 -56,4 -64,2
Cercano Oriente - Norte de África -5,4 -15,2 -40,9 -41,7 -41,7
América Latina/Caribe, excl. Argentina -4,7 -11,4 -19,8 -20,4 -30,5
África subsahariana -1,6 -0,4 -9,9 -6,5 -9,4
Total parcial (todos los importadores netos) -37 -67 -112 -125 -146
EXPORTADORES NETOS (en 94-96)          
Europa occidental -27,5 -25,4 10,7 24,7 16,3
América del Norte 59,7 87,2 103,6 115,6 108,8
Oceanía 7,2 9,8 20,4 14,2 15,6
Argentina 10,0 9,8 17,1 9,6 11,9
Total parcial (todos los exportadores netos) 49,4 81,4 151,9 164,2 152,5
Ex URSS y Europa oriental -9,3 -15,8 -38,0 -36,8 -4,4
MUNDIAL 2,6 -0,9 1,8 2,4 2,3
Partida de memorando          
Países en desarrollo -17,0 -38,5 -65,9 -88,1 -103,8

Fuente: Colección FAO: Estadística.
a/ Promedio anual.



1 El papel de China es importante para explicar la aceleración del crecimiento de la demanda en los países en desarrollo.

2 Véase el documento No. 2 para más detalles sobre la evolución de los mercados agrícolas durante el período 1995-1998.

3 Evaluando las importaciones c.i.f. y las exportaciones f.o.b.

4 El criterio que se aplica es la disponibilidad de productos alimenticios para el consumo humano directo por persona como promedio nacional de cada país, expresado en Kcal/día. Nótese que esta medida se basa en el consumo aparente de alimentos que tiene en cuenta las importaciones y exportaciones de alimentos, pero no los cambios en las existencias de alimentos.

5 Véase FAO, El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación, Roma, 1998.

6 Hay indicios de que el conjunto de las importaciones podría descender en 1998/99 si se cumplen las previsiones actuales (por ejemplo, la demanda de importaciones, los precios mundiales).

7 Para una mayor profundización, véase: Alexandratos, N. y J. Bruinsma (1999), "Europe's Cereals Sector and World Trade Requirements to 2030", en Agriculture and World Trade Liberalisation: Socio-environmental perspectives on the Common Agricultural Policy, Redclift, M., J. Lekakis y G. Zanais (eds), en CAB International, Wallingford, R.U.

8 Para más detalles, véase FAO Medium-term Prospects forAgricultural Commodities. Projections to the year 2005 (Perspectivas a plazo medio para los productos agropecuarios. Proyecciones al año 2005), Roma, que se publicará próximamente.

9 Para un estudio ulterior, véase: N. Alexandratos (ed.), World Agriculture: Toward 2010 - An FAO Study (Agricultura mundial: hacia 2010 - Un estudio de la FAO), FAO y John Wiley & Sons, Reino Unido, 1995.

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