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PREFACIO

A partir de 1990, la definición y la promoción activa de la ordenación forestal sostenible han representado el centro de un amplio debate de carácter científico, político, social y económico. En las comunidades internacionales, hoy día se discute de conceptos como sostenibilidad, ecosistemas y beneficios sociales y ambientales. Por ello, la mayor conciencia que actualmente se tiene respecto de la fragilidad de nuestros ecosistemas forestales es tanto apropiada como oportuna.

En correspondencia con el actual interés en las cuestiones forestales en los planos local, nacional e internacional, la Comisión de las Naciones Unidades sobre el Desarrollo Sostenible ha abrazado la ordenación forestal sostenible como: "una ordenación que atiende las necesidades sociales, económicas, ecológicas, culturales y espirituales de las generaciones presente y futuras". A lo largo de la década de los noventa, los gobiernos han discutido programas y planes para conseguir una ordenación forestal sostenible. El interés en los bosques, su conservación y su utilización han dado origen a una vasta gama de información, desde la preparación de modelos altamente tecnológicos de ecosistemas forestales hasta la publicación de opiniones sobre lo que debía hacerse en el futuro.

Sobre la base de estos antecedentes, en 1998 la FAO y el Banco Mundial convinieron en que la FAO preparase un resumen conciso del estado de los conocimientos y la experiencia relacionados con la ordenación forestal sostenible, como una fuente de datos para el Examen y la estrategia de la ejecución de la política forestal del Banco Mundial. El resumen preveía tres objetivos generales:

A fin de emprender esta iniciativa, la FAO encargó una serie de estudios que involucraron a muchos profesionales. Los estudios específicos, que constituyeron un instrumento fundamental para las conclusiones que se presentan en este documento, incluyen:

Además, la FAO actuó como huésped de una consulta de expertos que se reunieron con objeto de debatir sobre muchas de estas cuestiones (Consulta técnica sobre la ordenación del patrimonio forestal: temas y oportunidades de acción internacional por el Banco Mundial y la FAO (Technical consultation on management of the forest estate: issues and opportunities for international action by the World Bank and FAO), 28 y 29 de abril de 1999, Roma, Italia).

En el presente documento se proporciona una síntesis de las conclusiones más importantes extraídas de esos estudios, de la consulta de expertos y de la base de conocimientos y experiencias del Departamento de Montes de la FAO. Asimismo, se presenta un resumen de diversos puntos de vista sobre distintos aspectos de la ordenación forestal sostenible y, quizá aún más importante, da origen a algunos interrogantes fundamentales acerca del futuro de la ordenación forestal sostenible.

El documento está estructurado como sigue. La primera sección ofrece un esbozo en el que se describen las conclusiones más relevantes de los diversos estudios y se presentan de manera resumida posibles medidas. Luego, en las seis secciones sucesivas, se explican en detalle cada una de las cuestiones principales examinadas como parte del estudio.

En la segunda sección se examina qué se entiende por ordenación forestal sostenible y cómo este concepto varía acorde con las diversas sociedades y el paso del tiempo. En la tercera sección se describe una serie de experiencias regionales conexas con la ejecución de prácticas mejoradas de ordenación forestal bajo una variedad de condiciones ecológicas, institucionales y económicas. En la cuarta sección se sintetizan las perspectivas por lo que concierne a los recursos forestales y a los mercados, el comercio y la tecnología en materia de productos forestales, y se examina asimismo cómo estas fuerzas determinan actualmente las opciones de las que disponen los ordenadores forestales. En la quinta sección se analizan las razones por las que al presente los mercados, las políticas y las instituciones no logran apoyar la ejecución de una ordenación forestal sostenible. Es preciso señalar que este documento se centra fundamentalmente en la ordenación de aquellos bosques que se aprovechan para la producción maderera. Por ello, se aborda tan sólo de forma parcial el problema de qué debería hacerse, si es que cabe, en el amplio sector relativo a los bosques que no se destinan a la producción maderera.

En las dos últimas secciones se identifican algunas respuestas a estos problemas así como opciones que la FAO, el Banco Mundial y otros podrían tomar en consideración al elaborar estrategias dirigidas a estimular una mejor ordenación del patrimonio forestal mundial.

En el documento se propugna una nueva y cuidadosa consideración a los niveles técnico y político del porqué se habla de ordenación forestal sostenible y cuáles son los posibles logros que se pueden alcanzar con este debate. Así, se abordan diversos y oportunos interrogantes: ¿la ordenación forestal mejorada se ve obstaculizada por la falta de conocimientos sobre la ordenación silvícola y de los ecosistemas o por otros tipos de dudas?; ¿el logro de una definición unánime de ordenación forestal sostenible vale todos los esfuerzos y energía que se invierten en esta tarea?; y, ¿sabemos ya lo suficiente como para iniciar a mejorar con empeño la ordenación forestal en el terreno?

Gran parte del diálogo intergubernamental se ha centrado en los pasos de índole financiera, institucional y económica que son menester a fin de conseguir la ordenación forestal sostenible. En el presente documento se atribuye especial importancia a algunos pasos iniciales de orden práctico. ¿Podemos identificar impedimentos patentes para la mejora de la ordenación forestal? De ser así, ¿podemos hacer algo acerca de ellos? ¿Cuáles son algunas opciones de las que pueden disponer los países? Si el consenso sobre la ordenación forestal sostenible sigue siendo difícil de alcanzar, ¿deberíamos entonces adoptar en cambio un enfoque sistemático para mejorar las prácticas forestales, como un proceso que mejore constantemente la ordenación forestal? ¿Representa quizá esto una alternativa práctica en la espera que se consiga un consenso mundial sobre el significado de ordenación forestal sostenible y las medidas a tomar?

La FAO quisiera expresar su profundo agradecimiento a todos los que han contribuido a elaborar este documento y agradecer a los que brindaron sus comentarios sobre los borradores del presente trabajo. La FAO seguirá explorando, conjuntamente con sus Estados Miembros, formas de ejecutar una ordenación forestal sostenible más exitosa y prestar asistencia a la ejecución por medio de sus programas de trabajo técnicos y normativos. A este respecto, será bienvenido todo comentario de los lectores sobre cualquiera de los aspectos que aquí se examinan.

En conclusión, les insto a que lean esta síntesis, ya que constituye un desafío para algunas de nuestras actuales opiniones. Tratemos todos juntos de usar nuestra imaginación y reflexionar nuevamente sobre cómo podemos hacer progresar la ordenación forestal en el mundo con miras a mejorar las vidas de esta generación y las venideras.

Lennart Ljungman

Director

Dirección de Políticas y Planificación Forestales


 

SÍNTESIS DE LAS CONCLUSIONES

Recursos forestales

Los recursos forestales continúan disminuyendo, a la vez que se exige una producción cada vez mayor de bienes y servicios. Son muchas las causas de la deforestación y la degradación de los bosques, y varían según el tipo de bosque, su ubicación y las circunstancias sociales y económicas. Es probable que la prevista disminución de los recursos forestales no tenga un impacto significativo en el volumen total del suministro mundial de madera, pero puede dar lugar a escasez en algunos lugares y en relación con ciertas clases de madera en rollo (en especial la de mayor calidad procedente de los bosques naturales).

Mercados de productos forestales

Los mercados determinan la gama de opciones de ordenación forestal económicamente viables. Hay pocas oportunidades de que tenga lugar, ahora o en futuro, un aumento real y sostenido de los precios de los productos forestales procesados. Ello se debe a la fuerte competencia que se deriva de materiales sucedáneos y al desarrollo de nuevas tecnologías de elaboración de la madera en las que se utilizan papel recuperado y madera de diámetro pequeño.

Políticas e instituciones

El sector forestal debe presentar mejores argumentos que justifiquen un aumento de las asignaciones financieras. Al afrontar problemas de enorme magnitud como la pobreza, la inseguridad alimentaria y los bajos ingresos, con frecuencia se otorga al sector forestal una prioridad baja. Esto ocurre también en muchos países en que los bosques proporcionan importantes beneficios no comerciales e incluso es cierto en países donde el sector forestal podría ser potencialmente importante para la economía. Por esta razón, las propuestas de ejecución de una ordenación forestal sostenible deben ir acompañadas de unos beneficios reales para la nación que estén bien articulados y claramente demostrados.

Conocimientos e información

Los conocimientos técnicos por lo general no representan una restricción para la ejecución de una ordenación forestal sostenible. La ciencia relativa al manejo con rendimiento sostenible (esto es la ordenación para un flujo sostenido de madera a partir de los bosques) se ha desarrollado y experimentado con éxito en muchas regiones. Por otra parte, por lo que atañe a los bosques tropicales naturales aún hay cierta incertidumbre sobre la sostenibilidad de las actuales prácticas de ordenación forestal pues éstas no se han ensayado a lo largo de diferentes ciclos de crecimiento.

La rentabilidad de la ordenación forestal sostenible

La ordenación forestal sostenible puede ser lucrativa, pero las prácticas forestables insostenibles con frecuencia son más interesantes en el corto plazo desde un punto de vista financiero. Muchos bosques en el mundo, incluidos los de propiedad privada de los países que cuentan con reglamentos escasos, ya se aprovechan de acuerdo con principios de rendimiento sostenido. Sin embargo, también es común la explotación excesiva a fin de obtener ganancias a corto plazo, particularmente en las áreas en que abundan los recursos forestales y donde hay elevadas presiones de desarrollo.

Consecuencias para la acción

El corolario evidente de unas prácticas forestales insostenibles es una capacidad de elaboración ineficiente y superflua. En diversos países, grava sobre la mejora de la ordenación forestal una industria que hace uso de tecnologías anticuadas que desperdician los recursos y causan contaminación. Industrias de este tipo sobreviven principalmente gracias a la disponibilidad de abundantes trozas económicas de grandes dimensiones. A fin de abordar esta cuestión, es preciso llevar a cabo una reestructuración radical del sector e introducir tecnologías que protejan y conserven los recursos. Por ejemplo, reemplazar anticuadas tecnologías manufactureras con equipo más moderno redundaría en una reducción de los residuos y un aumento de la producción por cada troza que se recolecte en el bosque. Otro ejemplo lo constituiría la adopción de tecnologías que hagan más duraderas la eficacia y la vida de los productos forestales. Estas acciones probablemente servirían para contener la demanda total de madera en rollo y se estimularían debido a los costos más elevados de la explotación de la madera en pie.

El debate en curso sobre el tema de la ordenación forestal sostenible abarca una amplia gama de temas de carácter económico, social y ambiental. Con el tiempo las pruebas científicas podrían servir de apoyo para el consenso sobre algunas de ellos, surgirán otros y otros más pueden perder importancia. Y puede que algunas cuestiones no se resuelvan nunca.

¡La perfección es enemiga de la evolución!

La búsqueda de un consenso por lo que se refiere a la definición de ordenación forestal sostenible no debería utilizarse como una excusa para no actuar. Sabemos que existen muchas situaciones que a todas luces no se manejan con eficiencia o por lo menos con criterios que están por debajo de un nivel profesional aceptable. Sabemos que podemos hacer mucho para "mejorar" la ordenación del patrimonio forestal aunque no podamos alcanzar una suprema "ordenación forestal sostenible". Una actitud menos rígida acerca de la interpretación de este término podrá ayudarnos a desatar un torbellino de iniciativas con miras a "mejorar" la ordenación forestal e iniciar el viaje hacia adelante, aunque el destino final se modifique constantemente.

El establecimiento de una adecuada política sobre el medio ambiente es fundamental para tener éxito

El efecto más importante que podría tener el Banco Mundial es utilizar su influencia y recursos para promover las condiciones que favorezcan una ordenación forestal sostenible. Con frecuencia, la clase dirigente acostumbrada a gozar de los privilegios asociados con la custodia de un recurso valioso se opone a la adopción de políticas existentes o la realización de cambios en las prácticas en apoyo de una ordenación forestal sostenible. Esto puede requerir un enfoque proactivo por parte de las partes interesadas en los planos nacional e internacional, y el Banco podría desempeñar un importante papel catalizador en este proceso. Las reformas no están restringidas únicamente a la propia esfera forestal, pues muchas de las que se necesitan están relacionadas con políticas contrarias y señales mixtas procedentes de sectores conexos, como la agricultura, la industria y el transporte.

También el fortalecimiento de las instituciones forestales es una prioridad

Las inversiones encaminadas a reforzar las instituciones reguladoras y sostener la capacidad administrativa son fundamentales para mejorar la ordenación forestal. Una mejor ordenación forestal puede registrarse tan sólo en los países cuyo entorno jurídico, normativo y administrativo regula las prácticas indeseables y donde reinan la transparencia y la responsabilización en el manejo y gestión pública del sector. Las inversiones destinadas a fortalecer la capacidad reguladora y administrativa en la esfera forestal deberían considerarse una prioridad y debería estimularse a las naciones a aumentar la transparencia y mejorar la gestión pública de los fondos.

Pero la asistencia debería también proyectarse más allá del "bosque"

Las inversiones en la ordenación forestal sostenible pueden adquirir diversas formas y la estrategia del Banco no debería limitarse al bosque. Las líneas de crédito para la financiación de cambios en las técnicas de elaboración de la madera y el apoyo de reglamentos que prevean mayores resultados desde el punto ambiental durante las operaciones de transformación de la madera podrían tener un impacto considerable en la sostenibilidad del sector forestal en su conjunto. Si se le considera en el contexto más amplio del desarrollo sostenible, dicho apoyo podría convenir mucho más que algunos de los enfoques de asistencia tradicionales que tienden a centrarse en la mejora de la ordenación forestal y la silvicultura.

Existe toda una gama de oportunidades

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