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3 PERSPECTIVAS PARA LOS RECURSOS DEL BOSQUE Y LOS MERCADOS DE PRODUCTOS FORESTALES

Las dimensiones y la composición de los mercados de productos forestales y de los recursos del bosque son factores importantes que influyen en la capacidad de los países para ejecutar una ordenación forestal sostenible. Unos mayores ingresos y el aumento demográfico seguirán resultando en una mayor demanda de producción de madera en rollo industrial y leña, exigencia que recaerá sobre los recursos forestales. Sin embargo, al mismo tiempo, esta presión incrementará la necesidad de que los bosques produzcan bienes y servicios no madereros y de que se destinen a otros tipos de aprovechamiento de la tierra.

Sin embargo, a pesar de estas muchas y con frecuencia contrarias presiones en los bosques, seguirán existiendo múltiples opciones para resolver este dilema gracias a la evolución de las técnicas de ordenación forestal y de la tecnología de elaboración de productos forestales. Esas opciones a su vez podrán ofrecer una gama de oportunidades y desafíos para la mejora de la ordenación, los cuales se describen más abajo en forma resumida.

Es importante darse cuenta de que la relación entre los recursos forestales y los mercados de productos forestales es de carácter recíproco. Por ejemplo, las variaciones en la disponibilidad de los recursos afectan a los costos de la madera producida y a los precios de los productos en el mercado. Por otra parte, los cambios en los mercados pueden conducir a una nueva repoblación forestal o a la recolección de especies que anteriormente no se consideraban productivas. En el análisis a continuación se indican las perspectivas en primer lugar para los recursos forestales y posteriormente para los mercados de productos forestales, pero es preciso recordar que ambos sectores se afectan mutuamente.

3.1 Situación actual y futura de los recursos forestales

Cuadro 1: superficie forestal en 1995

por regiones geográficas

Región

Superficie

forestal

Variaciones anuales

 

(millones de ha)

(miles de ha)

(%)

África

520

-3.748

-0,7

Asia

503

-2.901

-0,6

Oceanía

91

-91

-0,1

Europa

933

+519

+0,0

América del Norte y Central

536

-274

-0,1

América del Sur

871

-4.774

-0,5

Total mundial

3.454

-11.269

-0,3

Según las estimaciones más recientes, la superficie forestal mundial es de 3 454 millones de ha (véase el cuadro 1). Los países en desarrollo comprenden 2 810 millones de ha, es decir el 81 por ciento de esa área, de los cuales 1 805 millones de ha (ó el 52 por ciento del total a nivel mundial) se hallan en los países en desarrollo de las zonas tropicales. Las pérdidas forestales actuales se estiman en alrededor de 11 millones de ha por año, y casi todas ocurren en las áreas tropicales. En contraste con ello, por lo general las áreas forestales en los países desarrollados y en aquellos en desarrollo de las zonas tropicales están en aumento. Si las pérdidas de zonas boscosas continúa con este mismo ritmo, el área forestal mundial disminuirá a 3 285 millones de ha en 2010. Puesto que la mayoría de las pérdidas se sufrirían en el trópico, cabe prever que el área de bosques tropicales disminuirá en 155 millones de ha a un nuevo nivel de 1 650 millones de ha (esto es el 91 por ciento de la superficie actual).

Los factores que llevan a la deforestación son complejos y variables y no se prestan a ningún tipo de generalización. Así, por ejemplo, de un análisis reciente de la demanda de tierras de cultivo se desprende que las exigencias agrícolas podrían ser responsables tan sólo de menos de la mitad de la disminución prevista (unos 65 millones de ha). Otros factores que contribuyen a la pérdida de bosques son: el sobrepastoreo; la extracción excesiva de madera en rollo industrial y leña; los incendios forestales; las plagas y otras pérdidas naturales; y el desarrollo urbano e industrial. Factores distintos pueden tener una importancia más o menos relativa según las zonas y la manera de hacer frente a los desafíos que representan varía enormemente.

Como se indica más arriba, las perspectivas para los mercados de productos forestales afectarán al alcance de la ejecución de la ordenación forestal mejorada y harán sentir su impacto en la situación actual y futura de los recursos forestales, resultando a su vez afectadas por ésta. En particular, es probable que las siguientes cuatro variables ejerzan la mayor influencia en los suministros madereros futuros:

· la superficie global y el tipo de recursos forestales en el futuro;

· la proporción de recursos forestales de la que se dispondrá para la producción maderera;

· el modo en que esas áreas se manejarán a los fines de la producción maderera; y

· las mejoras tecnológicas en la ordenación y repoblación forestales, y en la extracción y transformación de la madera.

Además de estas variables, nuevas investigaciones y tecnologías, así como fuerzas políticas y sociales en constante evolución seguirán redefiniendo las metas de la ordenación forestal sostenible y los métodos para alcanzarlas. El principal desafío para los encargados de la elaboración de políticas forestales estribará en adaptarse a esos cambios sin perder por ello el ímpetu necesario para mejorar la ordenación de los bosques.

La disminución de la base de recursos forestales que se esboza más arriba no será tan grave como para tener un impacto importante en el suministro de productos forestales o de sus precios a nivel mundial, si bien pueda tener efectos significativos en el plano local en algunas áreas, en especial en el suministro de trozas de gran tamaño de elevada calidad y de leña. Ahora bien, otra variable que debe tomarse en consideración es la cantidad de recursos forestales a la que puede recurrirse en el futuro para la producción maderera.

Esta variable se ve afectada por dos fuerzas principales que se desplazan a través del panorama forestal en direcciones opuestas. Las evoluciones en los mercados de productos forestales y los progresos de la tecnología relacionada con la extracción y la elaboración de la madera amplían constantemente los límites del área forestal que puede considerarse como económicamente viable. Un mayor número de áreas remotas se tornan económicamente operativas o especies forestales cercanas a esas zonas que antes se consideraban sin utilidad se vuelven repentinamente comerciables. Por otra parte, las políticas oficiales relativas a los bosques y el medio ambiente tienden a una dirección opuesta, catalogando mayores extensiones de bosques como áreas oficialmente protegidas y aplicando otros reglamentos que restringen las superficies que pueden aprovecharse para la producción maderera.

Actualmente, algo más de la mitad de la superficie forestal mundial no se considera disponible para el suministro de madera (1 653 millones de ha) y ello se debe a: restricciones legales de la extracción maderera; escasas existencias de especies comerciales; o a la inaccesibilidad de orden económico. Las áreas oficialmente protegidas abarcan alrededor de 300 millones de ha (es decir, cerca del 8 por ciento de la superficie forestal total) y la superficie total de áreas (de todo tipo) con amparo legal aumenta con un ritmo levemente superior al 4 por ciento anual. Sin embargo, a pesar de esto y a la luz de la magnitud de la superficie forestal que no se aprovecha actualmente con fines madereros, cabe la posibilidad de que en un futuro previsible haya bastantes oportunidades de satisfacer la demanda de producción de madera industrial y para destinar áreas forestales a otros usos diferentes de la extracción.

Aunque es posible que en el futuro la amplia disponibilidad de recursos forestales no afecte en gran medida al nivel de la oferta y la demanda, tal vez éste se vea afectado de manera más pronunciada por el modo en que se manejan esos recursos. Esto es particularmente cierto en el caso de las zonas de selva templada y de bosques boreales; en ellas, la superficie forestal es estable o está en aumento pero hoy día el modo en que deberían manejarse estos recursos constituye un tema de debate en algunas de las principales naciones productoras de madera. Hasta la fecha se han identificado dos claras tendencias (a las que se puede denominar de manera general intensificación y extensificación), que influirán en direcciones diferentes sobre la producción de madera rolliza.

El principal ejemplo de la tendencia hacia una ordenación forestal más intensiva está representado por la creciente importancia de las plantaciones forestales como fuente de suministro de troza industrial. Según las estimaciones más recientes, las plantaciones forestales mundiales abarcan una superficie apenas por debajo de los 120 millones de ha, lo que equivale al 3,5 por ciento de la superficie forestal total. Casi la mitad de esta área está situada en Asia y de ella al menos 70 millones de ha se destinarán a la producción de madera en rollo industrial. Este tipo de producción a partir de plantaciones forestales se estima al presente en unos 370 millones de metros cúbicos, lo que representa cerca del 25 por ciento de la producción total. Muchas de las actuales plantaciones son más bien jóvenes y excluyendo una expansión del área, es razonable prever un aumento en la producción hasta 560 millones de metros cúbicos en 2010 (el 30 por ciento, aproximadamente, de la producción de madera en rollo industrial prevista para el corriente año).

A largo plazo, la importancia de las plantaciones forestales como componente del suministro de madera industrial dependerá del crecimiento de la producción y consumo de esta madera y el ritmo de expansión del área de plantación. Sin embargo, es probable que la porción de producción mundial de madera en rollo industrial que se derivará de las plantaciones forestales sea equivalente al 30 por ciento como mínimo, y podría ser factible que la producción de troza industrial basada en las plantaciones creciera hasta el 50 por ciento o incluso más de la producción mundial.

Medidas que probablemente se fomenten como parte de una ordenación forestal sostenible en los bosques naturales y en las plantaciones forestales

1. Una mayor plantación de especies nativas y combinaciones en las plantaciones

2. edades de rotación más largas o ciclos de corta más prolongados;

3. áreas de corta globales de menos tamaño;

4. un uso más reducido de insumos artificiales como fertilizantes y plaguicidas; y

5. obligación de dejar inalteradas áreas más extensas alrededor de los cursos de agua y otros lugares frágiles.

En la dirección opuesta encontramos una creciente presión para modificar las prácticas de extracción maderera y los regímenes silvícolas tanto en los bosques naturales como en las plantaciones utilizados para la producción maderera. Esto ha constituido ciertamente el centro de gran parte de los debates sobre la ordenación forestal sostenible. Muchas de las medidas que posiblemente se promuevan como de mayor sostenibilidad podrían reducir el volumen de madera que puede extraerse de un determinado emplazamiento forestal.

No existen muchos estudios del impacto que podrían tener estas medidas en la producción maderera total, por lo que resulta difícil extraer conclusiones generales a partir de sus hallazgos. Sin embargo, los pocos estudios que se ha llegado a completar hasta la fecha parecen concordar en que el volumen extraído por hectárea con unas prácticas más sostenibles podría reducirse en al menos un 10 por ciento, y algunos estudios indican una disminución de hasta el 50 por ciento a corto plazo.

Si bien a primera vista este hecho parezca muy relevante, una reducción significativa de los volúmenes de extracción maderera ocurriría sólo en una pequeña parte del área forestal mundial. Es importante recordar que en un año determinado o incluso en un dado decenio se accede únicamente a una pequeña fracción de los bosques del mundo con miras a la extracción comercial. Aun la introducción diseminada de una recolección menos intensiva en los bosques tropicales naturales afectaría tan sólo al 20 por ciento de los suministros madereros mundiales. En este caso, la reducida explotación de los bosques naturales se verá ampliamente compensada por la producción más intensiva prevista a partir de las plantaciones tropicales. Por consiguiente, se estima que, tomando todo en cuenta, las medidas encaminadas a reducir la intensidad de la ordenación y recolección forestales no tendrán el peso suficiente para contrarrestar el efecto de la intensificación en otras áreas. No se prevé que la adopción de medidas para la mejora de la ordenación forestal tendrán un impacto relevante en los mercados mundiales de productos forestales.

Los futuros cambios tecnológicos representan los otros factores de mayor relevancia que influirán en la producción y consumo de madera y en la interacción entre los mercados de productos forestales y el uso de los recursos del bosque. Es difícil predecir de qué manera tendrán lugar en el futuro mejoras en la eficiencia y se introducirán nuevas tecnologías mejoradas. Por lo tanto, el análisis que figura más abajo toma en consideración exclusivamente dos posibles acontecimientos: una mayor utilización de las plantaciones forestales para el suministro de madera en rollo industrial y un incremento en el uso de papel recuperado como sustituto de insumos madereros. Sin embargo, cabe la posibilidad de que se produzca un número mucho más elevado de cambios tecnológicos tanto en los sectores de la recolección forestal y de elaboración de la madera como fuera de ellos, que darán lugar a una disminución de la demanda de madera, y a productos madereros más inocuos para el medio ambiente que en la actualidad y con precios más competitivos o con un ciclo de producción más económico. Son cuatro las novedades generales que quizá tengan el impacto más positivo en la ordenación forestal.

En primer lugar, las tecnologías de elaboración experimentan constantes mejoras con objeto de aprovechar árboles de menor tamaño, por lo general especies no comerciales y material reciclado. Esto brinda la oportunidad de recuperar una cantidad de material aprovechable cada vez que se realizan actividades de explotación de un bosque y de utilizar áreas boscosas que de otro modo podrían considerarse como inadecuadas para la producción de madera a causa de la composición de sus especies. Asimismo, permite a los elaboradores diversificar sus insumos de modo de abarcar más material procedente de fuentes no forestales.

En segundo lugar, la tecnología está progresando cada vez más a fin de recuperar una mayor proporción de productos aprovechables por metro cúbico de insumos madereros. A ello hay que añadir que las mejoras en sectores como el de las tecnologías de elaboración de pasta y papel continúan incrementando la eficiencia con que se utilizan otros insumos en el proceso manufacturero. Estos progresos siguen reduciendo el nivel de pérdidas en su origen y favorecen mejores resultados desde el punto ecológico del sector de la elaboración de la madera en su conjunto.

El tercer adelanto consiste en el desarrollo de nuevos productos con miras a satisfacer una determinada utilización final. La sustitución gradual del aserrado y contrachapado tradicionales con paneles reconstituidos (por ejemplo, tableros de virutas) y productos madereros obtenidos mecánicamente también puede aumentar la eficiencia del aprovechamiento de la madera, ya que éstas últimas formas tienden a utilizar para cada metro cúbico de producto una menor cantidad de insumo maderero.

El último ejemplo de evolución tecnológica lo constituyen los cambios externos al sector forestal que conducirán a una menor demanda global de productos forestales. Las mejoras de productos como las ventanas y puertas en PVC y la expansión de este material en nuevos mercados de productos seguirán ejerciendo una presión a la baja de la demanda de madera. Si bien esto puede no representar un tipo de desarrollo sostenible en un sentido general (después de todo, la madera es un recurso natural renovable y no así el plástico), sí puede reducir la demanda de madera y hacer que la meta de una ordenación sostenible sea mucho más fácil de lograr.

3.2 Situación actual de los mercados de productos forestales

Cuadro 2: los diez mayores productores de madera en rollo industrial de 1996

País

Producción

 

(en

millones de m3)

(porcentaje del total mundial)

Estados Unidos

407

27,3

Canadá

183

12,3

China

109

7,3

Brasil

85

5,7

Federación de Rusia

67

4,5

Suecia

53

3,6

Indonesia

47

3,2

Finlandia

43

2,8

Malasia

36

2,4

Alemania

36

2,4

En 1996, la producción de madera en rollo industrial fue de 1 490 millones de metros cúbicos, lo que equivale a unos 0,26 metros cúbicos per cápita ó 0,43 metros cúbicos por hectárea de bosque. De este total, los países en desarrollo4 produjeron cerca de 565 millones de metros cúbicos de madera industrial, es decir el 38 por ciento, y de éstos, 300 millones de metros cúbicos (ó el 20 por ciento del total general) se produjeron en países en desarrollo tropicales, mientras que el remanente se produjo en países en desarrollo templados5. Además, la producción de madera en rollo industrial y de productos forestales está concentrada en unos pocos países; por ejemplo, los diez mayores productores de madera industrial abastecen el 72 por ciento del mercado mundial (véase el cuadro 2).

Figura 1: Consumo de productos forestales (en equivalente de materia prima maderera o EMPM)

por región desarrollada o en desarrollo y subregión geográfica

En 1996, el consumo de productos madereros en los países en desarrollo correspondió a alrededor de 490 millones de metros cúbicos de insumos de madera en rollo industrial, o lo que es lo mismo a un tercio, aproximadamente, del total del consumo mundial (véase la figura 1). Los restantes 75 millones de metros cúbicos de madera industrial producida en los países en desarrollo se exportó a países desarrollados bajo forma de troza industrial y productos madereros.

En términos del mercado de productos elaborados (es decir, aserrado, paneles de madera, pasta y papel) la parte del consumo mundial correspondiente a los países en desarrollo es aún más baja que las cifras que se indican más arriba, y varía del 31 por ciento para la madera aserrada a tan sólo el 25 por ciento para la pasta6.

Cuadro 3: los primeros diez exportadores de productos forestales de 1996

País

Exportaciones

 

(en

millones de USD)

(porcentaje del total mundial)

Canadá

25,529

18,9%

Estados Unidos

16,775

12,4%

Suecia

11,012

8,1%

Finlandia

10,322

7,6%

Alemania

9,669

7,2%

Indonesia

5,216

3,9%

Malasia

4,379

3,2%

Austria

4,296

3,2%

Francia

4,249

3,1%

Federación de Rusia

2,977

2,2%

El comercio internacional es un importante componente de los mercados de productos forestales (véase por ejemplo el cuadro 3). Sin embargo, aquí también los mayores flujos comerciales a nivel mundial se hallan entre los países desarrollados; en 1996, los más importantes7 ocurrieron desde América del Norte hacia Europa, de América del Norte hacia Asia y desde Europa hacia Asia. Los únicos flujos comerciales desde regiones en desarrollo hacia países OCDE que merecen resaltarse tuvieron lugar desde Europa oriental y la Federación de Rusia hacia Europa occidental y desde el sudeste asiático hacia el Japón.

Cuadro 4: producción por tipo de producto forestal en 1996

Producto

Producción

 

(en millones de m3/MT)

(en millones de m3 EMPM)

(porcentaje del total mundial)

Aserrado

426

728

48,9

Paneles de madera

149

242

16,2

Pasta

179

520

34,9

Total

 

1 490

 

En cuanto a los principales productos forestales elaborados, se utilizó algo menos de la mitad la producción de madera en rollo industrial para la producción de madera aserrada; otro 35 por ciento se empleó para producir pasta y papel y el resto para la producción de paneles de madera (véase el cuadro 4).

La producción de papel es un componente importante y en rápida expansión de los mercados de productos forestales. Por ejemplo, la producción y el consumo mundiales de papel y cartón en 1996 alcanzaron los 284 millones de toneladas, lo que los sitúan como segundo segmento de mercado de mayores dimensiones (después de la madera aserrada) por peso y valor. No obstante, los productores de papel utilizan actualmente menos madera por cada tonelada de papel que producen. Así, en 1970 la pasta de madera representaba el 80 por ciento (por peso) de los insumos de materia prima para el procesado del papel y los insumos restantes en ese período eran en su mayoría insumos no fibrosos como material de carga, arcilla y materiales de estucado. En contraste, en 1996 la cantidad de pasta de madera utilizada en la producción de papel había descendido a tan sólo un 55 por ciento, y el papel recuperado es ahora un componente importante de los insumos de fibras totales.

Otro uso fundamental de la madera en rollo es como fuente de combustible. Las estadísticas relativas a la producción y el consumo de leña son parciales y con frecuencia poco confiables. Aún así, se estima que el consumo actual de leña es superior en unos 1 800 millones de metros cúbicos o algo más al consumo total de madera industrial. Los países en desarrollo de Asia representan algo más de la mitad de este consumo, seguidos por los países africanos, que abarcan otro 24 por ciento. A diferencia de éstos, los países desarrollados representan menos del 8 por ciento del total estimado de consumo de leña a nivel mundial.

3.3 Las perspectivas de los mercados de productos forestales para el año 2010

Se prevé que para el año 2010 el total de la producción y consumo mundiales de la madera en rollo industrial alcanzará aproximadamente 1 870 millones de metros cúbicos, una cifra casi el 25 por ciento superior a la de 1996 (véase la figura 2). No se espera que se verifique ningún cambio significativo en el dominio de los países desarrollados de los mercados mundiales de productos forestales, si bien se prevé que la cuota de producción y consumo de los países en desarrollo experimentará un aumento de un máximo de 5 puntos porcentuales en la mayoría de los principales mercados de productos forestales. Las únicas excepciones son el papel y el cartón, cuyas cuotas de producción y consumo mundiales de los países en desarrollo previsiblemente seguirán siendo casi las mismas.

Se estima que el flujo neto de madera en rollo industrial y de productos madereros de los países en desarrollo hacia los países desarrollados experimente un pequeño incremento de unos 100 millones de metros cúbicos al año. Sin embargo, también se espera que la estructura del comercio internacional continúe cambiando. Por ejemplo, se prevé que el comercio se desplace de la comercialización de productos básico de calidad, como pasta y madera aserrada bruta, hacia productos más elaborados, como papel, molduras y muebles, a medida que los países continúan intentando aumentar la transformación en el país de sus recursos forestales. Otro cambio previsto es que algunos de los actuales mayores exportadores de productos forestales en los países en desarrollo (p. ej. en Asia Sudoriental) comiencen a exportar menos a medida que sus mercados internos se expanden debido al continuo crecimiento económico. Ello creará nuevas oportunidades para que otros países en desarrollo (p. ej. en Sudamérica) expandan sus mercados de exportación.

Figura 2: Historia y proyecciones de la producción, consumo y comercio neto

de la madera en rollo industrial de las regiones desarrolladas y en desarrollo

Por lo que concierne a los mercados de un único producto, para este periodo se prevé que el mayor índice de crecimiento en la producción y el consumo en el mercado será del papel y el cartón, con un incremento total proyectado del 40 por ciento. Se estima que el consumo de tableros de madera aumentará en cerca de 20 por ciento, la madera aserrada en un 17 por ciento y la pasta sólo en un 10 por ciento. La divergencia entre el crecimiento de los mercados del papel y del cartón y el del de la pasta refleja la expectativa que el papel recuperado continuará adquiriendo mayor importancia como insumo para la fabricación de papel. Se prevé, por ejemplo, que para el año 2010 el papel recuperado aumentará a casi el 50 por ciento (por peso) de los insumos totales de materia prima en el proceso de producción de papel. Se estima que la producción y el consumo totales de leña aumentará en este periodo del 23 por ciento, hasta 2 210 millones de metros cúbicos.

Se conjetura que estos progresos tendrán lugar en un escenario caracterizado por una fuerte y continuada competencia de los productos no madereros en los principales mercados de productos forestales. Por lo tanto, es poco probable que en el próximo futuro los precios de los productos forestales transformados aumenten. Ello no significa que los precios de los distintos tipos o clases de producto no aumentarán, sino más bien que los usuarios continuarán optando por las alternativas más económicas en el ámbito de cada conjunto de producto a medida que los productores utilizan la tecnología para desarrollar nuevos productos que atiendan un uso final determinado. Los fabricantes de productos forestales también continuarán diversificando sus fuentes de insumos de materias primas con el objetivo de abarcar fuentes más económicas de madera y fibra, incluidos: papel reciclado, madera de menor calidad y de dimensiones más pequeñas y fibras no madereras. Por consiguiente, a nivel general habrán pocas posibilidades para incrementos de precio de la madera en rollo industrial, si bien en algunas regiones los precios de ciertas clases de madera rolliza industrial (especialmente las de mejor calidad) pueden aumentar.

3.4 Implicaciones de la perspectiva para la ordenación forestal sostenible

Dada la disponibilidad de recursos forestales y la gama de posibles opciones para su ordenación, la futura producción de madera rolliza será compatible con la capacidad de los bosques mundiales de abastecer estas necesidades sin que en el próximo futuro se produzcan incrementos significativos en los precios generales. La escasez aumentará por lo que respecta a algunos productos y algunas regiones, pero los mercados se adaptarán; el comercio (a falta de nuevas restricciones) seguirá resolviendo los problemas de desequilibrio regional y los consumidores continuarán cambiando de productos para atender necesidades específicas. Las nuevas tecnologías también seguirán ofreciendo oportunidades a los fabricantes para afrontar la carencia de existencias locales. Estos cambios serán graduales y, en ciertos casos, difíciles, pero son inevitables. La conclusión principal que se deduce de esta evaluación general de los mercados venideros es, por lo tanto, que el futuro para la ordenación forestal sostenible no es tanto si habrán suficientes existencias de madera, sino más bien de dónde éstas deberían proceder, cómo serán producidas y quién debería producirlas.

El rápido desarrollo previsto en los sectores de los tableros reconstituidos, de la pasta y del papel y las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías permitirán a la industria forestal diversificar los insumos hacia una gama mucho más amplia de materiales, incluidos: insumos de maderas más pequeñas y de menor calidad, fibras no madereros, residuos maderos y papel recuperado. Por consiguiente, la dependencia en los bosques naturales como fuente de abastecimiento maderero se puede reducir a medida que los árboles situados fuera de los bosques, las plantaciones forestales y los recursos no forestales se convierten en fuentes de materias primas relativamente más importantes. La mayoría de estos cambios redundarán en beneficios ecológicos y también podrían comportar beneficios sociales; asimismo podrían tener ya sea consecuencias sobre los bosques como comportar modificaciones en la ordenación de los mismos y, desde la perspectiva más amplia del desarrollo sostenible, deberían fomentarse.

Las perspectivas concernientes a los recursos forestales sugieren que aún hay posibilidades de incrementar la superficie forestal en las zonas protegidas o en las sujetas a otros tipos de restricciones de la extracción maderera. Asimismo, por lo que respecta a las áreas que se seguirán utilizando para la producción de madera rolliza industrial debería ser posible aplicar modestas reducciones en los volúmenes de corta por hectárea. En efecto, sería difícil imponer reducciones significativas en los volúmenes de explotación maderera por hectárea, no tanto por las preocupaciones acerca del suministro total de madera, sino más bien a causa del impacto que tendría en los costos de producción. En las zonas en que la ordenación forestal sostenible necesitase dichas restricciones sería más apropiado excluir completamente esas tierras de la producción y quizás prever como compensación una posible intensificación en otras áreas (p. ej. plantaciones forestales).

Los precios representan un fuerte indicador de la escasez y, probablemente, en el futuro los precios de algunos productos, en particular de la madera rolliza y productos de alta calidad, experimentarán un incremento. No obstante, debido a la competencia de los sucedáneos de la madera, las perspectivas de los precios de la mayoría de las clases de madera rolliza y de los productos forestales indican que son poco probables significativos aumentos de precio. Por lo tanto, en la mayor parte de los casos, no será posible transferir a los consumidores de productos forestales ningún costo adicional que provenga de la ejecución de prácticas de ordenación forestal sostenible. Sin embargo, pueden surgir situaciones en que dichos costos podrían estar incluidos en los beneficios netos (véase más abajo).

4 La diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo que se utiliza aquí se basa en la pertenencia a la OCDE, suponiendo que se trata de la manera más sencilla de identificar por separado los países con mayores probabilidades de ser clientes potenciales del Banco Mundial.

5 Los países de Europa oriental, la Federación de Rusia, China y los países templados de África y América Latina (p. ej. Sudáfrica y Argentina).

6 La cuota de productos relativa a los países en desarrollo es menor a la cuota de éstos en términos de insumos de madera en rollo industrial debido a unos índices de rendimiento de elaboración por lo general más bajos.

7 Flujos comerciales superiores a los 5 000 millones de dólares estadounidenses por año.

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