Previous PageTable Of ContentsNext Page

2 RESUMEN DE LA EXPERIENCIA CON DIFERENTES SISTEMAS DE ORDENACIÓN FORESTAL

La ordenación forestal sostenible
en los bosques tropicales húmedos

Los bosques tropicales húmedos generan un elevado número de efectos a nivel mundial. Ahora bien, quizá sea este tipo de bosque, entre todos los existentes en el mundo, el que presente además los mayores desafíos técnicos para la ejecución de una gestión sostenible. En esta región se han realizado muchos experimentos a fin de examinar la ordenación forestal sostenible. En su mayoría, sin embargo, se han visto arruinados por obstáculos y eventos que no eran de índole técnica y que surgieron antes de que se pudiese obtener la evidencia empírica conclusiva de la factibilidad técnica de dicha ordenación. Casi todos los obstáculos estaban relacionados con una serie de factores de tipo económico, institucional y social y se han presentado debido no sólo a la complejidad técnica de los ecosistemas forestales tropicales, sino también a una variedad de otros factores, entre los que figuran:

· el tiempo prolongado necesario para que los árboles tropicales alcancen un tamaño productivo;

· el uso de sistemas de recolección inadecuados;

· presiones de orden económico en áreas explotadas repetidas veces y en las que los árboles regenerados aún no han llegado a su madurez;

· presiones originadas por la intrusión de comunidades migratorias que han sobrevivido practicando la agricultura de corta y quema; y

· reivindicaciones opuestas sobre el aprovechamiento de la tierra, inclusive planes de asentamiento y el desarrollo de infraestructura.

En los documentos de antecedentes elaborados como parte del presente trabajo, se examinó una serie de diferentes sistemas de ordenación forestal que, en caso de aplicarse adecuadamente, pueden denominarse sistemas de rendimiento sostenible. Entre ellos se incluyen complejos sistemas de corta por aclareos sucesivos como el Plenterwald en Europa central y el Malaysian Uniform System (Sistema uniforme malasio) en el trópico, hasta los sistemas de explotación a mata rasa y replantación utilizados en gran parte de Europa occidental y de Norteamérica.

Todos los sistemas examinados tenían por objetivo la producción maderera sostenible, y no tomaban en cuenta, o casi, los muchos otros objetivos que con frecuencia se asocian con la interpretación más general de la ordenación forestal sostenible. La mayoría de los especialistas conviene en que si se toma en consideración tan sólo este objetivo restringido, en muchos casos los sistemas de ordenación forestal desarrollados eran adecuados desde un punto de vista técnico, a pesar del hecho de que la evidencia empírica de la producción maderera sostenible es aún incompleta y se limita en su mayor parte a las pruebas proporcionadas por casos de regeneración exitosos.3

La experiencia en Asia demuestra que la ordenación forestal de los bosques tropicales húmedos con fines de producción maderera sostenible es técnicamente factible, si bien casi ninguno de los experimentos ha durado el tiempo suficiente para eliminar cualquier duda. En América Latina, diversos investigadores consideran que la producción sostenible de madera es técnicamente factible, al menos en algunos ecosistemas. Así, Barros y Uhl (1995) por ejemplo afirman que la producción maderera sostenible es factible en el Amazonas brasileña, especialmente en las llanuras aluviales en que se dan una diversidad de las especies madereras más baja, un volumen por hectárea de especies comerciales relativamente elevado y tasas de crecimiento también altas, y donde la explotación de la madera causa relativamente menos daños a la restante vegetación y al suelo. Southgate (1998) indica que el sistema de ordenación forestal utilizado en el proyecto de Palcazú en el Perú es probablemente idóneo desde un punto de vista biológico sobre la base de la evidencia de abundante regeneración después de la recolección de la madera. Sin embargo, no fue posible sostener el propio proyecto a causa de problemas de seguridad y a los escasos resultados de orden económico, que se debieron a una abundancia relativa de suministros alternativos de madera en el área. De manera parecida, en África los planes para poner en práctica la ordenación forestal sostenible parecían prometedores, pero se han visto obstaculizados por desórdenes políticos, sociales y económicos. Es interesante observar que en las dos últimas regiones los resultados no se han visto determinados por las actividades forestales sino por eventos ajenos a esta esfera; se trata de un caso frecuente en el sector forestal.

Los escasos datos disponibles por lo general indican que los bosques en examen evolucionan según las expectativas de los investigadores, o bien que cualquier fallo de tipo técnico podría corregirse fácilmente recurriendo a los conocimientos existentes. De hecho, el balance de las evidencias técnicas es bastante positivo y los muchos estudios y proyectos que ya se han completado ofrecen una base sólida para una ordenación forestal técnicamente acertada de la producción maderera sostenible en la mayoría de los bosques tropicales húmedos del mundo.

En los bosques tropicales secos, el contexto para una ordenación sostenible cambia drásticamente si se le compara con la de los bosques tropicales húmedos. Los bosques se valoran más por sus valores no madereros. Existen unos cuantos ejemplos exitosos de ordenación forestal sostenible (por ejemplo en Nepal y la India) y por lo general se cree que ésta es técnicamente factible. Sin embargo, para que la ordenación forestal sostenible pueda funcionar en este tipo de bosque es fundamental que los ordenadores aseguren la plena participación de las poblaciones rurales, integrando sus actividades en la economía rural y otras actividades que proporcionan los medios de subsistencia de las poblaciones locales. Además, como es el caso de otras experiencias en la región tropical, generalmente es muy pronto para juzgar si los pocos enfoques que actualmente parecen satisfactorios serán sostenibles a largo plazo.

La experiencia en la región de los bosques boreales está limitada por el hecho de que se han realizado pocos intentos de avanzar desde unos sistemas de ordenación forestal orientados únicamente a la producción maderera hacia sistemas de ordenación sostenible más orientados a los ecosistemas. Todos ellos son bastante recientes y existe gran incertidumbre acerca de los resultados a largo plazo. No obstante, a pesar de estas premisas, se considera que al presente se dispone de conocimientos técnicos suficientes para llevar a cabo una producción maderera sostenible en los bosques boreales, o como mínimo, para determinar y evitar las prácticas menos sostenibles.

Pueden extraerse conclusiones parecidas de la experiencia en las zonas de selva templada. Debido a los muchos y diversos tipos de ecosistemas forestales en esta zona, se hace algo difícil generalizar a partir de la experiencia adquirida en ella. Sin embargo, se considera que en la mayoría de los casos se cuenta con experiencias y conocimientos técnicos suficientes para manejar la mayor parte de estos bosques a los fines de una producción maderera sostenible y evitar los casos más extremos de prácticas insostenibles.

Por último, existen conocimientos técnicos adecuados para establecer plantaciones forestales que produzcan un flujo de madera sostenible, si bien no se puede tener tanta seguridad acerca de la sostenibilidad de las actuales prácticas de plantación en su sentido más general (por ejemplo, en términos de calidad del agua y de los derechos sobre las tierras locales). Tampoco se dispone de pruebas suficientes del nivel de éxito actual o futuro de algunos proyectos de reforestación en bosques tropicales degradados.

3 Dupuy et al (1998), Hagner (1998) y Contreras (1999), en documentos de apoyo para el presente trabajo, brindan un examen amplio de las experiencias adquiridas con sistemas de ordenación forestal en los ecosistemas más comunes.

Previous PageTop Of PageNext Page