Las plantaciones forestales representan tan sólo una proporción muy reducida de la superficie mundial de bosques. Se estima que en 1995 abarcaban unos 123,7 millones de hectáreas, lo que equivale al 3,5 por ciento, aproximadamente, del total de superficie forestal en el mundo.
La mayor parte del área total de plantaciones se halla en unos pocos países, a saber: China, la Federación de Rusia, los Estados Unidos de América, la India y el Japón, que han establecido más de 10 millones de hectáreas de plantaciones forestales cada uno. Estos cinco países representan en conjunto el 64,7 por ciento de los recursos mundiales de plantaciones. La superficie de plantaciones forestales supera el millón de hectáreas sólo en 18 países.
Las plantaciones de bosques tropicales y subtropicales constituyen el 44,7 por ciento de los recursos mundiales. Las especies latifoliadas tropicales ocupan el 56,7 por ciento de la superficie de plantaciones forestales tropicales, en las que predominan dos géneros: Eucalyptus y Pinus. En los países templados y boreales las plantaciones conforman el 55,3 por ciento de los recursos mundiales, y en ellas predominan las especies de coníferas. De éstas, las más importantes pertenecen a lo géneros de piceas, pinos y abetos.
El ritmo de establecimiento de plantaciones forestales que se registra cada año en los países tropicales y subtropicales es levemente superior a los 4 millones ha. No se dispone de estadísticas globales a nivel mundial sobre las tendencias pasadas en este sentido para los países templados y boreales, sobretodo debido a las dificultades existentes en los países europeos en materia de definiciones, pues la clasificación de los bosques cultivados como plantaciones forestales representa un concepto reciente.
Si se supone que en última instancia todas las plantaciones forestales de Europa, los Estados Unidos de América y los países de la antigua URSS existen para fines industriales, entonces se estima que en 1995 la superficie mundial de plantaciones forestales de uso industrial ascendía a unos 103,3 millones ha. En el presente documento se determina una estructura de las clases de edad representativas relativa a las plantaciones forestales industriales mundiales. Las características más sobresalientes de esa estructura son la preponderancia de plantaciones forestales en Asia en comparación con otras regiones y la proporción muy elevada de plantaciones de edad inferior a los 15 años (en 1995), especialmente en los países en desarrollo.
Las plantaciones forestales no industriales se establecen principalmente para la obtención de leña, o a fin de proteger el suelo y los recursos hídricos, si bien algunas de ellas se plantan con fines recreativos o para servir de fuente de productos forestales no madereros. En el mundo, el total de plantaciones que no se aprovechan para el uso industrial se estima para 1995 en 20,4 millones ha (el 16,6 por ciento de toda la superficie de plantaciones forestales). La preponderancia de plantaciones en Asia en comparación con otras regiones y el predominio de plantaciones de edad inferior a los 15 años, que son evidentes en el caso de las plantaciones industriales, son aún más pronunciados en relación con las plantaciones no industriales. Casi todas las plantaciones forestales (98 por ciento) identificadas como plantaciones para fines no industriales se hallan en los países en desarrollo.
Asia alberga con mucho los recursos de plantaciones forestales más extensos que otras regiones, aunque se concentran en su mayoría en un unos pocos países: los tres países asiáticos con las mayores extensiones de plantaciones, esto es China, la India y el Japón, representan el 78 por ciento de las plantaciones forestales de la región. En África, las superficies más extensas se han establecido en Sudáfrica y en los países mediterráneos de África del Norte. En Australia y Nueva Zelandia se halla casi el 95 por ciento de las plantaciones forestales de la región de Oceanía. Los Estados Unidos de América dominan en forma abrumadora la superficie de plantaciones total de América del Norte y Central, mientras que en América del Sur el 82 por ciento de los recursos de plantaciones se encuentra en tres países: el Brasil, Chile y la Argentina. Aún así, las plantaciones forestales probablemente están distribuidas en forma más uniforme entre los países de esta región. Los mayores países europeos por lo que concierne a la extensión de sus plantaciones son España, el Reino Unido, Bulgaria, Francia y Portugal. En esos cinco países se hallan dos tercios de las plantaciones forestales europeas. La Federación de Rusia y Ucrania poseen las plantaciones de mayores dimensiones entre los países de la antigua URSS.
Probablemente las especies de las plantaciones forestales tropicales cuentan con un mayor potencial de incremento de los rendimientos respecto de las especies que integran las plantaciones de las zonas templadas. Como norma general, los climas más fríos (y por ende lo que se vea afectado por éste) traerán como resultado rendimientos globales más bajos a partir de un grupo de especies idóneas. En la actualidad, es poco frecuente que el incremento medio anual en el campo en el momento de la explotación supere, para cualquier especie, los 30 metros cúbicos por hectárea y por año. Sobre la base de los actuales resultados de ensayos en las parcelas, sin embargo, pueden lograrse avances considerables en un futuro no muy lejano.
Hoy en día, la corta de las plantaciones forestales representa quizá el 12 por ciento de la explotación total mundial de madera rolliza. Se estima que las plantaciones de uso industrial contribuyen con un 22,2 por ciento de la producción mundial de madera en rollo industrial, en comparación con las plantaciones forestales no industriales, que aportan un 4,4 por ciento a la producción de leña.
Las ventajas competitivas y comparativas determinan el éxito a largo plazo de un país en cuanto a la producción de madera rolliza. La capacidad competitiva nacional consiste en la capacidad de conseguir índices más elevados de crecimiento y beneficios y mayores cuotas de mercado en un sector en comparación con otro país. La ventaja comparativa es la que poseen los países con los menores costos de oportunidades de producción. Los criterios financieros, y en especial el análisis del flujo !H1de efectivo actualizado, son probablemente los instrumentos cuantitativos más importantes empleados para evaluar la competitividad de una plantación forestal como una inversión. No obstante, la información del sector público relativa a los costos comparados de las plantaciones forestales entre países, es muy dispersa y es muy difícil uniformarla. Los costos más significativos relativos a las plantaciones forestales suelen ser los inherentes a la tierra, la fuerza laboral y la explotación, así como los costos financieros (p. ej., los intereses pagados sobre préstamos para proyectos). En algunos casos pueden tener importancia otros factores, por ejemplo, los cánones por consumo de agua.
El establecimiento de una plantación forestal también está orientado por las expectativas relativas a los futuros niveles de precios. Los ingresos derivados de las plantaciones forestales pueden sufrir fuertes modificaciones a causa de los regímenes tributarios y el pago de incentivos. Existe una variación considerable en las tasas impositivas y en la disponibilidad de incentivos según los países. Asimismo, las cuestiones relativas al riesgo en las inversiones relacionadas con plantaciones forestales deberían tomarse debidamente en cuenta en las evaluaciones previas de los proyectos.
Las políticas gubernamentales en material de plantación son menos vulnerables a las fuerzas de mercado, si se les compara con las medidas relativas al sector privado, y por ello pueden dar lugar a una distribución asimétrica del establecimiento de plantaciones forestales. Una serie de gobiernos, incluidos los de China y la India, siguen participando activamente en el establecimiento y ordenación de plantaciones. No obstante, en diversos países los gobiernos han transferido sus intereses en el sector forestal privatizando las plantaciones. Otras políticas, como las que guardan relación con la ordenación forestal sostenible y la retención del carbono también pueden afectar al establecimiento de futuras plantaciones forestales.
La elaboración de modelos cuantitativos del potencial de producción futura de madera rolliza procedente de plantaciones forestales muestra que, independientemente de los niveles futuros de forestación, la producción aumentará de manera sustancial. Actualmente, la explotación de madera rolliza de uso industrial procedente de tales plantaciones se estima en 331 millones de metros cúbicos por año, y la producción de leña se calcula en 86 millones de metros cúbicos. En un escenario hipotético de crecimiento medio, en el que se supone que anualmente se efectúa una repoblación forestal equivalente a un 1 por ciento de la actual superficie de la plantación, se prevé que el potencial mundial de producción de madera rolliza industrial en las plantaciones alcanzará un nivel local máximo en 2045 de 906 millones de metros cúbicos por año. En el mismo contexto, se estima que la producción de leña aumentará a 248 millones de metros cúbicos en 2050.
En el documento se elaboran dos ulteriores escenarios alternativos: un escenario de crecimiento bajo en el que no se prevé ninguna nueva repoblación y que se traduce en una proyección de tan sólo un modesto incremento del potencial de producción de madera en rollo. Dicho incremento es el resultado de la actual distribución asimétrica de las clases de edad de la plantación forestal, que muestra una fuerte tendencia transversal hacia bosques inmaduros. Y un segundo escenario, de crecimiento elevado, en el que se presume una gradual reducción de los actuales índices reales de repoblación, y que resulta en un incremento de la superficie del patrimonio de plantaciones industriales en el mundo a 234 millones de hectáreas en 2050. En el marco de este escenario, en ese año la producción de madera rolliza de uso industrial llegará a 1 500 millones de metros cúbicos.
Una evaluación cualitativa de tales escenario indica que aquel relativo al crecimiento medio (escenario 2) es el que en términos generales con toda probabilidad mejor representa el futuro. La escasez de tierras aptas para el desarrollo de plantaciones forestales, por ejemplo, podría constituir un obstáculo físico para que ese desarrollo tenga lugar en algunos países que se hallan por debajo de los modelos de niveles elaborados para el escenario de crecimiento elevado (escenario 3). Análogamente, la ley económica de rendimientos decrecientes también puede contribuir a que disminuya el ritmo de repoblación forestal. No obstante, las actuales tendencias parecen indicar que se seguirán estableciendo algunas nuevas plantaciones, así que el escenario de crecimiento bajo es sumamente improbable.
En el documento se concluye que en la actualidad la aparición de una ventaja comparativa real en el sector de las plantaciones forestales se halla ocultada por una serie de políticas e incentivos relacionados con las actividades silvícolas. En el presente, la política es tan importante al menos como la economía por lo que se refiere a la determinación de la distribución de las plantaciones forestales. En consecuencia, el establecimiento de las plantaciones es muy disperso, y se establecen amplias áreas de plantaciones industriales en un elevado número de países.
