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APÉNDICE D

DISCURSO DE APERTURA PRONUNCIADO POR EL SR I. NOMURA, Subdirector General(Departamento de Pesca)

Excelentísimos Señoras y Señores, Distinguidos Delegados y Observadores, Señoras y Señores:

Es para mí un gran honor y un gran placer darles la bienvenida, en nombre del Director General, Sr. Jacques Diouf, a la Consulta Técnica sobre la Idoneidad de los Criterios de la CITES para la lista de especies acuáticas explotadas comercialmente. Los orígenes de esta Consulta se remontan a una petición presentada por el Subcomité sobre Comercio Pesquero del Comité de Pesca (COFI) de la FAO en la reunión que se celebró en Bremen, Alemania, en junio de 1998. En esa reunión se acordó que la FAO creara "un grupo especial de trabajo que sugiriera de qué manera podía hacerse efectivo un proceso de examen científico de esa índole, que condujera tal vez a propuestas de enmienda y/o interpretación apropiada de los criterios de la CITES en el contexto de las especies marinas explotadas comercialmente en gran escala". El grupo especial se reunió en Ciudad del Cabo en noviembre de 1998 y propuso medidas en relación con un examen científico de los criterios actuales de la CITES para las listas de los Apéndices I y II, en relación con las especies marinas explotadas.


En su 23º período de sesiones, celebrado en Roma en febrero de 1999, el COFI examinó y ratificó el informe del grupo especial de Ciudad del Cabo y se mostró de acuerdo con sus resultados. Esta Consulta Técnica constituía un elemento fundamental del proceso recomendado por el grupo especial.


En esta fase, deseo expresar nuestra gratitud al Gobierno del Japón por su generoso apoyo financiero. Sin ese apoyo no habría sido posible la evaluación inicial por parte de la Secretaría de la FAO de la idoneidad de los criterios de la CITES para la lista de especies acuáticas explotadas comercialmente, ni tampoco lo habría sido esta Consulta Técnica en la que examinaremos dicha evaluación.


Todos ustedes estarán al tanto de que este examen de la FAO ha sido motivado por la preocupación de que los criterios de las listas de la CITES pudieran no ser apropiados para tratar los recursos acuáticos explotados en gran escala y también por la convicción de que la FAO tiene el mandato, los conocimientos técnicos y la experiencia necesarios para estudiar los criterios que se aplican a los recursos pesqueros explotados. Es indudable que la FAO tiene un compromiso en relación con el desarrollo y la utilización sostenibles a largo plazo de los recursos mundiales de la pesca y la acuicultura, y que una parte fundamental de la misión del Departamento de Pesca consiste en facilitar y asegurar esa tarea. Esto queda claramente evidenciado en el Código de Conducta de la FAO para la Pesca Responsable, aprobado por la Conferencia de la FAO en noviembre de 1995. En el Código de Conducta, que actualmente sirve de base a toda la labor del Departamento de Pesca, "se establecen principios y normas internacionales para la aplicación de prácticas responsables con miras a asegurar la conservación, la gestión y el desarrollo eficaces de los recursos acuáticos vivos". Especial interés para esta Consulta revisten las exigencias planteadas en el párrafo 7.2.2 del Código de que las medidas de ordenación aseguren que "se preserve la biodiversidad de los hábitat y ecosistemas acuáticos y se protejan las especies en peligro" y que "se permita la recuperación de las poblaciones agotadas o, cuando proceda, se intervenga activamente para restablecerlas".

La Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de flora y fauna silvestres, que se suele abreviar como CITES, en respuesta a la sensibilización ante las repercusiones del comercio internacional de especies de fauna y flora silvestres para la biodiversidad, tiene el mandato de "prohibir el comercio internacional de especies amenazadas mediante su inclusión en una lista aprobada, y reglamentar y vigilar continuamente el comercio de otras que pueden llegar a estarlo". Este mecanismo para ayudar a reducir el riesgo de extinción de especies explotadas sujetas al comercio internacional es claramente complementario del cometido de la FAO de facilitar y garantizar una utilización sostenible a largo plazo, y es conveniente que las dos organizaciones cooperen en los asuntos de interés común.

Al igual que en muchos aspectos de la pesca y su ordenación, la determinación de las especies o poblaciones que corren riesgo de extinción y la contribución de la pesca a este riesgo se ve obstaculizada por la incertidumbre: incertidumbre en las observaciones y estimaciones e incertidumbre en los complejos procesos ecológicos que influyen en las poblaciones acuáticas. En el Código de Conducta se reconoce esto y se solicita la aplicación del criterio de precaución en la pesca, exigiendo el uso de la mejor información científica disponible y poniendo de relieve la utilización prudente de los niveles de referencia previstos y fijados como límite al adoptar decisiones sobre la ordenación. En el examen de la FAO de los criterios para la preparación de la lista de la CITES se reitera esta opinión y se insiste en la necesidad de formular criterios que reduzcan al mínimo los riesgos de aplicar prohibiciones o restricciones comerciales a especies que realmente no corren peligro y en el riesgo de no incluir especies que están en peligro y al mismo tiempo se beneficien de dicha reglamentación del comercio. Para tratar de alcanzar este objetivo, también se proponen algunos cambios en los criterios existentes cuando se aplican a especies acuáticas explotadas comercialmente.


La tarea de esta consulta técnica es examinar el documento FI:SLC/2000/2, preparado por la Secretaría de la FAO, concentrándose en particular en sus secciones 5-7. Estas se refieren respectivamente a la evaluación de los criterios de la CITES por lo que respecta a las especies marinas explotadas (sección 5); las sugerencias para una nueva redacción de los criterios (sección 6); y la cuestión de las poblaciones y subpoblaciones (sección 7). Serán muy bien recibidas observaciones y sugerencias sobre la redacción actual del documento FI:SLC/2000/2. Dado el número de participantes en esta reunión, sería muy difícil redactar oficialmente el documento en sesión plenaria. Por consiguiente, los funcionarios de la FAO que han aceptado actuar como relatores tomarán debida nota de sus observaciones y sugerencias, que constituirán la base para un informe de la presente reunión que se aprobará al final. La Secretaría tendrá presentes sus opiniones para modificar el propio documento antes de presentarlo al COFI.


También se les pedirá que presten particular atención a la sección 8 del informe. En ella se proponen los temas y elementos fundamentales para una recomendación de esta consulta técnica en relación con los principales puntos del mensaje oficial que el COFI, en su 24º período de sesiones, que se celebrará del 26 de febrero al 2 de marzo del próximo año, pueda decidir enviar a la CITES. Su Presidente tomará nota cuidadosamente de dichos elementos durante la celebración del debate y se los presentará para su examen en el momento oportuno.


El patrimonio ecológico que recibirán de nosotros las generaciones futuras y los ingresos y el sustento de millones de personas dependientes de estos recursos se ven directamente afectados por las decisiones y las medidas adoptadas en nuestros foros mundiales que se ocupan de la utilización sostenible. Teniendo esto presente, no necesito insistir en esta reunión en la importancia de asegurar que los mecanismos presentes o previstos para contribuir a la utilización sostenible de los recursos vivos sean eficaces y apropiados. El número de participantes y la diversidad de sus perspectivas representan un activo y un reto para esta reunión. Confío en que, con la competente dirección de su Mesa, lleguen a un resultado satisfactorio para ustedes y útil tanto para la FAO como para la CITES, asegurando que el COFI esté en condiciones de adoptar una decisión fundamentada sobre la manera de asesorar a la CITES en relación con los criterios más apropiados para la aplicación a las especies acuáticas explotadas comercialmente.


Como conclusión, deseo hacerles llegar los mejores deseos del Director General y los míos propios de unas deliberaciones fructíferas sobre este importante tema y darles las gracias por adelantado por su cooperación y contribución a nuestros debates.

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