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Capítulo 2
Actividades que se realizan actualmente para hacer frente a las existencias de plaguicidas

MEDIDAS ADOPTADAS POR ORGANIZACIONES INTERGUBERNAMENTALES

IOMC

El Programa entre organizaciones para la gestión ecológicamente racional de los productos químicos (IOMC) tiene por finalidad constituir un compromiso de cooperación entre OIG. En el marco de sus respectivos mandatos, las OIG trabajan en forma asociada para promover en el mundo la gestión ambientalmente racional de los productos químicos. Las organizaciones participantes son el PNUMA, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la FAO, la OMS, la ONUDI, el UNITAR y la OCDE.

El IOMC tiene el mandato de coordinar el trabajo científico y técnico que se lleva a cabo por conducto de las estructuras de las organizaciones participantes, ya sea en forma individual que en conjunto y, por consiguiente, las actividades e intereses de las organizaciones miembros que se describen a continuación están reflejados en su programa de trabajo. Uno de los resultados alcanzados ha sido la creación de un subgrupo que se ocupa de las cuestiones relacionadas con los plaguicidas caducados, el mismo que ha encargado la realización del presente estudio. El IOMC no tiene actividades propias pero desempeña una importante función de coordinación de las actividades de las organizaciones que lo conforman.

FISQ

El Foro Intergubernamental sobre Seguridad Química (FISQ) examinó el tema de los plaguicidas y de los productos químicos caducados en la Tercera Reunión del Grupo entre períodos de sesiones (ISG3), celebrada en Yokohama en diciembre de 1998, en que se convino que los problemas relacionados con las productos químicos caducados fueran uno de los 17 temas prioritarios que debían examinarse en la reunión del Fórum III, que habría de celebrarse en el Brasil en el mes de octubre de 2000. En el documento en que se determinan estas prioridades (FISQ, 2000) se declara que:

«La determinación, neutralización y eliminación de las existencias de plaguicidas y de otros productos químicos caducados (especialmente el bifenilo policlorado [BPC]) deben facilitarse con carácter de urgencia en los países en desarrollo y en los países con economías en transición. Del mismo modo, deberá evitarse que otros plaguicidas y productos químicos caducados vuelvan a acumularse en el futuro. En lo que respecta a la eliminación final de los productos químicos, el Foro y las organizaciones del IOMC deberán promover la utilización de tecnologías menos contaminantes y más seguras.
Dentro de 2004, las organizaciones miembros del IOMC deberán haber establecido planes de acción apropiados para todas las regiones, y por lo menos dos países de cada región deberán haber comenzado a realizar sus planes nacionales en lo que respecta a la eliminación (Nueva recomendación - Fórum II, ISG3).»

Corresponde, por tanto, a los miembros del IOMC sostener el logro de estos modestos objetivos.

FAO

La FAO, por conducto de su Programa sobre plaguicidas caducados, está reconocida como la organización a la vanguardia en las cuestiones relativas a la prevención y eliminación de las existencias de plaguicidas caducados en los países en desarrollo. El programa se está realizando desde 1994 y ha sido financiado sobre todo por los Países Bajos, con el apoyo adicional del Programa sobre productos químicos del PNUMA en lo que respecta a los inventarios de los países de América Latina, y del Japón para los inventarios de los países de Asia.

Entre las actividades propiciadas por la FAO figuran las siguientes:

Además la FAO ha comenzado a constituir un mecanismo tripartito sobre plaguicidas caducados que comprende la FAO, en representación de la comunidad internacional, la GCPF, en representación de la industria, y la PAN del Reino Unido, en representación de las ONG. Este grupo examina los obstáculos que dificultan el progreso y trata de promover la intervención en el campo de los plaguicidas caducados por conducto de sus respectivos representados. La FAO es también uno de los principales miembros del grupo de coordinación sobre plaguicidas caducados del IOMC.

En el contexto más amplio de la protección vegetal, la FAO ha publicado el Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas, que actualmente está siendo actualizado. Gran parte de las causas de la acumulación de los plaguicidas caducados pueden atribuirse directamente a la falta de cumplimiento de las disposiciones de este Código de Conducta. En la versión actualizada se tratarán en forma directa, mediante varios artículos, los temas de la prevención y de la eliminación de los plaguicidas.

Asimismo la FAO promueve el MIP como la forma más aceptable de manejar las plagas en la agricultura, ya sea mediante programas propios que como miembro del Servicio mundial de manejo integrado de plagas, cuya sede está en la misma sede de la FAO en Roma.

La FAO hospeda también en su sede a la Secretaría conjunta FAO/PNUMA del Convenio de Rotterdam sobre Consentimiento previo informado, cuyo cumplimiento ayudará a prevenir que los países en desarrollo reciban plaguicidas no solicitados y favorecerá la disminución del comercio de los plaguicidas más antiguos y peligrosos, que constituyen una parte considerable de las existencias de plaguicidas caducados.

Programa sobre productos químicos del PNUMA

En la actualidad las actividades del Programa sobre productos químicos del PNUMA están dedicadas principalmente al proceso de negociación en vista del Convenio sobre los COP y a la aplicación de las disposiciones previstas en el proyecto del Convenio. El 75 por ciento de los productos químicos COP son plaguicidas, y entre el 20 y el 30 por ciento de las existencias estimadas de plaguicidas caducados son COP. Con lo que existe, por tanto, una gran coincidencia de intereses en los plaguicidas caducados.

Las principales actividades relacionadas con los plaguicidas caducados son las siguientes:

Además el Programa sobre productos químicos del PNUMA ha recibido instrucciones del IOMC/FISQ para que se ocupe de las existencias de otros productos químicos, distintos de los plaguicidas y los BPC, que pueden no estar clasificados entre los desechos peligrosos pero que pueden ser subproductos industriales, productos químicos no solicitados o simplemente productos químicos que se utilizan en los procesos industriales y cuya gestión puede tener repercusiones en el manejo de los plaguicidas caducados.

En lo que respecta a la gestión de los COP y de otros productos químicos, el PNUMA está buscando fuentes de financiación que también puedan apoyar la gestión de los plaguicidas caducados.

Desde el punto de vista técnico, el PNUMA está haciendo un trabajo de investigación sobre tecnologías químicas de destrucción y ha compilado una lista de las instalaciones existentes para la eliminación de los BPC. Asimismo, está reuniendo información sobre posibles soluciones alternativas a los COP y, cuando éstos son plaguicidas, presta asistencia a las organizaciones que están a la vanguardia: la FAO en lo que se refiere a los plaguicidas agrícolas, y la OMS con relación a los plaguicidas que se usan en el sector sanitario.

El PNUMA reconoce que el Convenio sobre los COP atribuye a los países la responsabilidad de hacer frente a las existencias y fuentes de COP, y de encontrar formas de reemplazarlos para los usos previstos. Asimismo se abriga el propósito de que el Convenio genere recursos para apoyar estas actividades. Aunque estas esferas de actividad son prioritarias para su Programa sobre productos químicos, el PNUMA también reconoce que la organización no puede imponer sus prioridades a los países, que deben ser libres de decidir por cuenta propia las intervenciones que consideren prioritarias. Esta posición refleja en gran medida la orientación del UNITAR (véase la sección sobre el UNITAR, pág. 22).

OCDE

El Grupo de trabajo sobre plaguicidas de la Organi-zación de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es el principal punto de encuentro de los órganos de regulación en materia de plaguicidas de los países miembros de la OCDE y, en cuanto tal, establece orientaciones y políticas y crea oportunidades para compartir información y experiencias sobre las cuestiones relacionadas con la reglamentación de los plaguicidas.

En la reunión del Grupo de trabajo, celebrada en noviembre de 1998, se examinó el tema de las existencias de plaguicidas caducados y se puso claramente en evidencia que algunos países de la OCDE tenían problemas relacionados con los plaguicidas caducados, especialmente Polonia; que otros prestaban su apoyo para sostener actividades de prevención y eliminación de existencias de plaguicidas en países en desarrollo; pero que muchos otros ignoraban el problema. Como resultado de esta reunión, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de los Estados Unidos patrocinó una reunión sobre plaguicidas caducados, que se celebró en septiembre de 2000.

El Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la OCDE es un foro en el que los países de la OCDE examinan cuestiones relacionadas con el alcance y la naturaleza de sus contribuciones y políticas en favor del desarrollo. En este contexto, el Grupo de trabajo sobre el medio ambiente del CAD ha elaborado una serie de directrices sobre asistencia y medio ambiente (OCDE, 1995). En un apartado de estas directrices se tratan los plaguicidas caducados y su eliminación y se hacen recomendaciones a los países receptores y a los organismos de asistencia.

OMS

El sector sanitario es uno de los sectores en que el uso de plaguicidas es considerable. Hecho que se descuida con frecuencia en los procesos de sensibilización y de mejora de la gestión de los plaguicidas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone que las autoridades sanitarias de los países participen siempre en las actividades de capacitación y sensibilización que se realizan con respecto a los plaguicidas caducados. La OMS reconoce que debería trabajar con las autoridades sanitarias nacionales en el proceso de sensibilización y que la FAO debería seguir siendo la organización que lleve la iniciativa en la realización de los inventarios de plaguicidas caducados y en las actividades futuras.

La OMS es consciente de que el DDT, que es uno de los plaguicidas COP y un elemento común de muchas existencias de plaguicidas caducados, sigue usándose en muchos países en desarrollo para luchar contra los mosquitos vectores del paludismo. Por conducto de su Grupo de trabajo sobre el DDT está trabajando para encontrar productos alternativos, lo mismo que para que se lleve a cabo un control eficaz del paludismo, esta vez en el ámbito del Programa de eliminación gradual del paludismo. Entretanto son motivo de preocupación la posible limitación de las fuentes relativas a los nuevos DDT y el que a menudo no se pueda contar con información sobre su conformidad con las normas de la OMS. Además la OMS también quiere evitar que el DDT existente entre los plaguicidas caducados comience a usarse en forma activa en el sector sanitario sin que se apliquen los controles más estrictos, y prevenir la dependencia a largo plazo del DDT en este sector. Se ha señalado al Grupo de trabajo sobre el DDT la conveniencia de que se establezcan relaciones con la industria de plaguicidas, y con las organizaciones que la representan, en lo que respecta a los suministros actuales de DDT de alta calidad mientras que los mismos sigan siendo necesarios. Para la SCB es motivo de preocupación que el DDT, que pueda estar clasificado como desecho, sea objeto de comercio y transporte entre países en desarrollo sin que se cumplan debidamente las disposiciones del Convenio de Basilea.

También las técnicas de destrucción de plaguicidas caducados, COP y otros materiales peligrosos son motivo de preocupación para la OMS, en parte debido a que los incineradores producen dioxinas y furanos que son peligrosos para la salud, y en parte porque el sector sanitario también produce desechos clínicos peligrosos que necesitan ser eliminados. Según la OMS, en la actualidad los niveles de dioxina en las regiones en desarrollo como, por ejemplo, en África, son bajos, y se espera que sigan siéndolo, razón por la cual la OMS no está en favor del aumento de las instalaciones de incineración que puedan producir más dioxinas. Aunque es preferible que los desechos se traten en las proximidades de los lugares en que se encuentran, la OMS reconoce que la falta de instalaciones adecuadas en los países en desarrollo conlleva la necesidad de exportar los desechos para eliminarlos en los países industrializados.

ONUDI

La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) no tiene actividades que apoyen específicamente la prevención y eliminación de los plaguicidas caducados, pero presta asistencia técnica para actividades relacionadas con la producción y utilización de productos químicos y con la gestión de los desechos en los países en desarrollo.

La ONUDI será el organismo de ejecución del programa financiado por el FMAM para la demostración de técnicas no combustibles de destrucción de los COP en los países en desarrollo. Se trata de un proyecto, elaborado en colaboración con ONG, que dará un fuerte impulso a técnicas que pueden representar una solución para eliminar plaguicidas caducados y COP en los países en desarrollo. De los cuatro o seis países en que se experimentó la eliminación de desechos peligrosos, el ámbito del proyecto se ha disminuido a dos países en que sólo se destruirá BPC. No obstante, el hecho de que en los países en desarrollo se haya experimentado técnicas de eliminación distintas de la incineración ha sentado un importante precedente.

La ONUDI presta asistencia para el manejo de los desechos peligrosos en los países en desarrollo y recientemente ha contratado a un experto en este campo. El aspecto principal del enfoque aplicado por la ONUDI consiste en reducir al mínimo la producción de desechos con métodos de producción limpios y de controles más eficaces. En los lugares en que hay desechos, o donde siguen produciéndose, se promueve la reutilización y el reciclaje. La ONUDI propugna, en la medida de lo posible, el tratamiento de los desechos en las proximidades de los lugares en que se encuentran.

La ONUDI guarda cierta prudencia en recomendar cualquier técnica específica para la destrucción de los desechos. Se considera que la mayoría de las técnicas existentes, como el empleo de la incineración o de vertederos son potencialmente contaminantes o representan sólo una solución temporal. Sus programas se basan, por tanto, en la disminución máxima de los desechos, y se espera que las técnicas no combustibles representen una solución.

En su calidad de organismo técnico, la ONUDI no financia programas pero puede ayudar a los países que conceden prioridad al medio ambiente y a las cuestiones relacionadas con la gestión de los desechos a elaborar propuestas de planes integrados con el fin de recaudar los fondos necesarios. En la actualidad se está realizando un cierto número de programas integrados de lucha contra la contaminación, en el ámbito de los cuales se hará el inventario de las fuentes de desechos, se elaborarán manuales de buenas prácticas y se impartirá capacitación a los órganos directivos. Estos programas se dedican principalmente a los desechos industriales, pero no excluyen necesariamente a los plaguicidas.

Con el fin de promover la producción de plaguicidas más limpios e inocuos, la ONUDI ha apoyado la creación de la Red Regional para Asia y el Pacífico sobre seguridad en materia de producción de plaguicidas y de información (RENPAP) que, por conducto de sus actividades de capacitación, investigación y desa- rrollo, podría desempeñar una función importante para prevenir en el futuro la acumulación de plaguicidas caducados.

La ONUDI apoya, asimismo, la producción de plaguicidas botánicos, como la margosa, que en las zonas marginales pueden generar ingresos y reemplazar los plaguicidas químicos importados. También se promueve la producción de plaguicidas biológicos y la elaboración y uso de técnicas más inocuas de aplicación de los plaguicidas.

La ONUDI, en colaboración con el PNUMA, ha creado también en 19 países de distintas regiones una red de centros de producción limpia, que proporcionan asesoramiento técnico local sobre cuestiones relacionadas con este tipo de producción. Dado que el asesoramiento de los distintos centros no tiene una coordinación central, ni está vinculado a una política central, puede suceder que el asesoramiento local no coincida con la política central. Un ejemplo actual, relacionado específicamente con los plaguicidas, es el apoyo local de la ONUDI en Etiopía para una planta de plaguicidas que produce endosulfan, un insecticida organoclorado de gran toxicidad.

UNITAR

El Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR) no tiene actividad alguna dedicada específicamente a los plaguicidas caducados, pero al ser miembro del IOMC está al tanto del problema y del trabajo que se realiza al respecto.

Una de las principales actividades del UNITAR, que tiene una relación indirecta con los plaguicidas caducados, es la elaboración de perfiles nacionales para evaluar la infraestructura existente para la gestión de los productos químicos (UNITAR, 1996). Estos perfiles por países se preparan mediante un proceso participativo que comprende todas las partes interesadas. El FISQ propicia la elaboración de estos estudios. Hasta la fecha se han hecho 70 perfiles.

La ventaja importante de los perfiles nacionales es que incluyen todos los temas relacionados con la gestión de los productos químicos y ponen de relieve las lagunas y los aspectos que deben ser prioritarios. En algunos casos los plaguicidas caducados figuran entre las prioridades, pero para muchos países son otros los temas que tienen precedencia. Los organismos externos deben conocer las prioridades de cada país y evitar imponer las suyas, pero es conveniente promover la toma de conciencia sobre ciertos aspectos pudiéndose influir en un cambio de orientación. Del mismo modo, los organismos externos deben remitirse a los perfiles nacionales como punto de referencia de todas las actividades relacionadas con la gestión de los productos químicos.

Un país puede desarrollar un plan de acción basándose en el perfil nacional. Los perfiles deben ser transparentes y tener objetivos claros, y pueden usarse para movilizar recursos. El UNITAR puede prestar asistencia para este proceso y está preparando directrices.

SCB

El Convenio de Basilea se ocupa del control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y de su gestión racional y minimización desde el punto de vista ambiental y, por tanto, los plaguicidas caducados recaen claramente dentro de su mandato. Como parte de sus actividades, la Secretaría del Convenio de Basilea (SCB) hace frente a los problemas indicados por los países en la esfera de los desechos peligrosos, y muchos países en desarrollo, sobre todo de África, plantean el problema de los plaguicidas caducados. Al respecto, las partes africanas en el Convenio de Basilea piden asistencia y asesoramiento sobre los movimientos transfronterizos de los plaguicidas caducados y también al momento de examinar la posibilidad de eliminar los plaguicidas caducados de manera racional. Un sector que reviste interés para las partes en el Convenio de Basilea se refiere a la exportación de plaguicidas caducados considerados como desechos peligrosos en el país exportador y que se exportan para reciclarlos en los países importadores.

Hay algunas analogías entre los plaguicidas caducados y otros desechos peligrosos, como los BPC y los aceites usados, y la gestión apropiada de los plaguicidas caducados puede redundar en beneficio de la de otros desechos.

La Conferencia de las Partes en el Convenio de Basilea ha dado mandato a la SCB de ayudar a resolver los problemas de los plaguicidas caducados en los países en desarrollo. Entre las actividades que la SCB realiza actualmente con respecto a los plaguicidas caducados figuran las siguientes:

Con respecto a los problemas de los plaguicidas caducados para los que la SCB puede prestar su contribución sobre la base de sus conocimientos técnicos se prevén tres fases de gestión:

MEDIDAS ADOPTADAS POR OTRAS PARTES INTERESADAS

Eliminación autofinanciada

Después de determinar la existencia del problema de los plaguicidas caducados, algunos países han decidido concederle prioridad y han asignado recursos propios para eliminarlos de manera adecuada. El país más importante en este tipo de operaciones ha sido Sudáfrica, que ha procedido hace poco tiempo a eliminar 603 toneladas de desechos del país y también de desechos procedentes de Namibia y Swazilandia. También Jamaica y Qatar han financiado con fondos propios la eliminación de sus existencias de plaguicidas caducados.

Cabe señalar que todo país que se beneficia de la ayuda de donantes para eliminar plaguicidas caducados tiene que aportar también una contribución en especie para estas operaciones, bajo forma de exenciones de aduana, personal, instalaciones de oficinas, vehículos y otros recursos similares.

Dinamarca

Dinamarca ha prestado asistencia para el uso de un horno de cemento para destruir plaguicidas caducados en Mozambique. Los asesores del Organismo Danés de Desarrollo Internacional (DANIDA) recomendaron la adopción de este tipo de medida. Además el programa de incineración se incorporó como componente de un proyecto más amplio que incluía la rehabilitación del horno de cemento de Matola, Mozambique.

ONG internacionales y locales que se ocupan del medio ambiente se opusieron a este plan de incineración y protestaron ante los Gobiernos de Dinamarca y Mozambique. Como resultado de esta oposición internacional el proyecto se suspendió para volver a evaluarse y tomar nuevas decisiones a través de una consultación pública.

Finlandia

En 1998, el Organismo Finlandés de Desarrollo Internacional (FINNIDA) proporcionó una contribución de 824 000 dólares EE.UU. para la remoción y eliminación de plaguicidas en Nicaragua. El proyecto fue llevado a cabo por la empresa finlandesa de eliminación Ekokem, que envió los desechos para que fueran incinerados en su instalación en Finlandia.

Alemania

La Sociedad Alemana de Cooperación Técnica (GTZ) realizó un programa piloto sobre plaguicidas caducados entre 1991 y 1999 (GTZ, 1999). Durante este período, el GTZ puso a disposición sus conocimientos técnicos para 25 proyectos en cuyo ámbito se realizaron encuestas, inventarios detallados u operaciones concretas de eliminación.

Entre estos proyectos cabe destacar la eliminación de 60 toneladas de dieldrin en el Níger en 1991, 70 toneladas de dieldrin en Madagascar en 1993, 160 toneladas de DDT y monocrotofos en Mozambique en 1994, 200 toneladas de dieldrin en Mauritania en 1997 y 360 toneladas de mezclas de productos en Zambia, país en que al terminar las operaciones se habían eliminado por completo los plaguicidas caducados.

Además la GTZ ha sido el primero en usar un horno de cemento en un país en desarrollo para eliminar plaguicidas caducados, incinerando, en 1996, 57 toneladas de Dinitro-o-cresol (DNOC) en la República Unida de Tanzanía. Varios factores permitieron realizar este ensayo de utilización de un horno de cemento, entre ellos, el que existieran una instalación moderna y cantidades considerables de DNOC, que es un plaguicida no clorado de elevado valor calorífero que se presta para servir como cocombustible en un horno de cemento, y la voluntad de los operadores del horno de participar en el ensayo. Si bien gracias a esta experiencia se pudo adquirir importantes conocimientos, este ensayó no representó necesariamente un modelo para operaciones similares pues sus circunstancias fueron de carácter excepcional. El costo fue mucho más elevado de lo que hubiera sido exportando y destruyendo los desechos en Europa, sobre todo debido a la cantidad relativamente pequeña de desechos incinerados por estar prohibida la importación de desechos procedentes de otros países para eliminarlos en el horno de cemento de Tanzanía.

Los Países Bajos

Los Países Bajos son uno de los países que más apoyo han prestado en materia de plaguicidas caducados. Han financiado el Programa sobre plaguicidas caducados de la FAO desde su creación, en 1994, y también diversos programas nacionales de eliminación, incluidos los realizados en Etiopía, Seychelles, la República Unida de Tanzanía y Zanzíbar, el Yemen y Zambia. Los Países Bajos financiaron, asimismo, un inventario detallado de las existencias de la República Unida de Tanzanía, y en la actualidad están realizando una operación semejante en el Pakistán.

El apoyo bilateral brindado para realizar programas nacionales se ha visto facilitado por la autonomía de que gozaban las embajadas de los Países Bajos en los países interesados para asignar fondos para este tipo de proyectos. Generalmente la situación es diferente y los programas de desarrollo tienen que negociarse con antelación, según se explica en la sección dedicada a la Financiación, pág. 16.

En 1999, los Países Bajos redujeron el número de países beneficiarios de programas bilaterales de desarrollo con el fin de utilizar de manera más conveniente los limitados recursos de capital y mano de obra, y para aumentar la eficacia y la calidad de la ayuda prestada. Este cambio puede traducirse en la exclusión de un cierto número de países que tienen existencias de plaguicidas caducados y que en la actualidad buscan financiación. No obstante, los Países Bajos siguen reconociendo la importancia de la prevención y eliminación de los plaguicidas caducados y seguirán apoyando la labor de la FAO en este sector, al igual que programas nacionales y regionales.

Noruega

Noruega ha participado en diversas consultas coordinadas por la FAO, talleres del PNUMA, y en una misión especial realizada en Etiopía. Su contribución ha consistido principalmente en brindar sus conocimientos especializados en la utilización de hornos de cemento para eliminar desechos peligrosos, incluidos los plaguicidas caducados. Esta tecnología se usa en forma intensiva en Noruega y los expertos de este país han aconsejado el uso de hornos de cemento modernos adaptados en los países en desarrollo para destruir los plaguicidas caducados. (K.H. Karstensen en FAO, 1998). (Véase también la sección sobre Tecnología, pág. 15.)

El Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo (NORAD) ha aprobado recientemente la asignación de fondos a Viet Nam para llevar a cabo actividades de capacitación, completar un inventario detallado y la evaluación de un lugar, y para elaborar un plan de acción para hacer frente al problema de las existencias de plaguicidas caducados (K.H. Karstensen, 2000, comunicación personal).

Suecia

El Organismo Sueco de Desarrollo Internacional (OSDI) brindó su apoyo a la misión especial que viajó a Etiopía en 1998 para preparar una propuesta detallada para el proyecto de eliminación de ese país, que el OSDI también se ha comprometido a financiar en parte.

El OSDI ha publicado un informe en que pide a los donantes que desempeñen una función mayor en el apoyo destinado a la creación de capacidad en los países en desarrollo, con el fin de que haya una gestión más adecuada de los plaguicidas que permita reducir los riesgos que éstos entrañan. Este pedido de mayor apoyo comprende también una serie de actividades específicas, entre ellas la eliminación de existencias de plaguicidas caducados (OSDI, sin fecha).

Estados Unidos

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha contribuido en la eliminación de 60 toneladas de dieldrin procedente del Níger, la reformulación de 86 000 litros de carbarilo en el Senegal y en el proyecto de eliminación en Etiopía.

El Organismo de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA) ha desempeñado una activa función en la promoción del conocimiento de los problemas relacionados con los plaguicidas caducados y el apoyo de actividades internacionales en este campo, y ha elaborado un módulo de capacitación en realización de inventarios para los países de América Latina. Este organismo también proporciona información, asesoramiento y material sobre la base de su importante experiencia a nivel nacional en el sector de los desechos peligrosos y los plaguicidas. El EPA hospedó el Taller OCDE-FAO-PNUMA sobre existencias de plaguicidas caducados, celebrado en septiembre de 2000.

Banco Mundial

Entre los ejemplos de actividades realizadas por el Banco Mundial en materia de COP y de plaguicidas caducados se pueden mencionar los siguientes: financiación del FMAM para una evaluación a nivel regional de las sustancias tóxicas persistentes, realizada por el PNUMA; creación de un fondo fiduciario para COP, con el objeto de promover la participación de los países en desarrollo en la eliminación o reducción gradual de los COP; y los esfuerzos hechos para ayudar a reducir gradualmente el uso del DDT en la lucha contra el paludismo. El Banco Mundial está dispuesto a financiar la eliminación de las existencias de plaguicidas caducados si los prestatarios incluyen en los proyectos componentes de eliminación de plaguicidas. No obstante, los países parecen haber preferido conseguir subvenciones económicas en lugar de usar préstamos o fondos para créditos.

Hasta la fecha la financiación del Banco Mundial para operaciones de eliminación de plaguicidas ha sido limitada. Un ejemplo de su participación es el caso de Honduras, donde inició y dirigió varias actividades para hacer frente a la contaminación causada por el huracán Mitch que provocó la inundación de almacenes que contenían desechos tóxicos. Estas actividades, que comprendían la eliminación de 250 toneladas de desechos tóxicos, en su mayoría plaguicidas caducados, y la vigilancia de la contaminación, fueron financiadas mediante un fondo fiduciario de los Países Bajos. El Banco Mundial también prestó apoyo económico a las operaciones de eliminación llevadas a cabo por Finlandia en Nicaragua, y en la actualidad está contribuyendo en Yemen a la limpieza de suelos contaminados a causa del enterramiento de plaguicidas en el marco de un proyecto agrícola patrocinado por el Banco Mundial y el FIDA en el decenio de 1980.

Bancos regionales

El Banco Asiático de Desarrollo ha prestado apoyo a actividades de evaluación ambiental y de eliminación en Nepal. Se estima que aproximadamente 114 toneladas de plaguicidas se han quemado en hornos de cemento, mientras que a mediados del decenio de 1990 otros plaguicidas fueron esparcidos en la tierra o enterrados en vertederos. Las propuestas para las 80 toneladas de plaguicidas restantes comprenden la incineración a nivel local, el esparcimiento en la tierra y el uso de vertederos. Este proyecto ha contado también con la contribución del PNUMA. No se sabe si se han seguido, ni en qué medida, las directrices de la FAO, u otras.

No se tiene conocimiento de que haya habido participación alguna del Banco Africano de Desarrollo ni del Banco Interamericano de Desarrollo en materia de plaguicidas caducados.

GCPF

La Federación Mundial de Protección de Cultivos (GCPF) representa a 12 de las principales industrias de plaguicidas y a varias organizaciones industriales regionales, que a su vez representan a fabricantes y comerciantes de plaguicidas de sus respectivas regiones. Los miembros de la GCPF están comprometidos en un proceso de buena administración de los productos, es decir en la aplicación del Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas. La industria considera que el hacer frente a los problemas de los plaguicidas caducados «forma parte de sus compromisos respecto de los principios de buena administración de los productos» (GCPF, 2000).

La GCPF tiene un grupo para proyectos, encargado de coordinar las actividades de la industria en el campo de los plaguicidas caducados. La posición de la industria al respecto figura en el sitio web www.gcpf.org/, donde se declara que:

«Si una empresa es propietaria de un producto, la responsabilidad respecto del mismo compete evidentemente a la empresa, mientras que la responsabilidad de las reservas adquiridas recae en el actual propietario. Las empresas miembros de la GCPF desean ayudar a encontrar soluciones para los productos que al origen han sido fabricados o suministrados por ellas.»

En la declaración de la GCPF también se mencionan los compromisos de sus miembros, entre ellos los siguientes:

Las empresas GCPF y las asociaciones industriales regionales han participado en diversas operaciones de eliminación y de realización de inventarios, y han asumido compromisos en el ámbito de otros proyectos que actualmente se están elaborando o realizando. En el sitio Web mencionado, también figura una lista de los proyectos con la indicación de las industrias involucradas.

ONG

La mayor parte de las actividades de las ONG en este sector se concentran en el fomento del conocimiento y en la elaboración de medidas para resolver los problemas causados por los plaguicidas caducados en los países en desarrollo.

Las ONG que se ocupan de cuestiones ambientales están cada vez más preocupadas por los efectos contaminantes de las técnicas de eliminación que se usan actualmente. Se piensa que los incineradores, incluso las instalaciones más perfeccionadas de Europa y los Estados Unidos, emiten dioxinas y productos de la eliminación incompleta de sustancias químicas peligrosas, incluidos algunos desechos que permanecen inalterados en los incineradores. La mayoría de las OIG consideran que la incineración es el único método aceptable para eliminar las existencias de plaguicidas caducados en los países en desarrollo y, por tanto, la posición de las ONG da lugar a que se encuentren ante una posible situación de conflicto respecto de las prácticas utilizadas actualmente. Las preocupaciones de las ONG ambientales están documentadas ampliamente en un documento preparado por Greenpeace (Greenpeace Internacional, 1998).

Los esfuerzos de las ONG por promover métodos alternativos para la eliminación de los productos químicos peligrosos están dando resultados al haberse comenzado el proyecto piloto de técnicas de eliminación de COP no combustivas en los países en desarrollo (véase la sección sobre la ONUDI, pág. 22).

EVALUACIÓN DE LA EFICACIA DE LAS INICIATIVAS QUE SE ESTÁN REALIZANDO ACTUALMENTE

La primera operación de eliminación de plaguicidas caducados se llevó a cabo en 1991 en el Níger, con la destrucción de 50 toneladas de dieldrin. Hasta la fecha se han eliminado aproximadamente 3 000 toneladas de plaguicidas caducados de 14 países, con un costo de cerca de 14 millones de dólares EE.UU. y otras sumas adicionales se han gastado para la preparación de operaciones que aún no se han realizado; habiéndose superado con creces un promedio total de 5 000 dólares por tonelada de plaguicidas caducados efectivamente eliminados. Son 35 los países que han hecho inventarios y que aún están a la espera de las operaciones de eliminación, y entre los países en que dichas operaciones ya se han efectuado 12 siguen teniendo existencias que deben ser eliminadas. Además, en nueve países de África todavía no se han completado los inventarios.

Los progresos han sido positivos con respecto a la terminación de los inventarios preliminares en la mayoría de los países de África y del Cercano Oriente. Se han celebrado diversos talleres regionales en toda la región para fomentar el conocimiento del problema y estimular la adopción de medidas. Dichos progresos se han debido a los esfuerzos del Programa sobre plaguicidas caducados de la FAO, cuya acción primaria se ha centrado durante seis años en África y el Cercano Oriente. Hasta hace poco tiempo otras regiones han recibido una atención menor debido a la falta de recursos.

La mayor parte de la labor dedicada a los plaguicidas caducados pasa por conducto de la FAO. El Programa sobre plaguicidas caducados de la FAO está constituido por un solo consultor técnico jefe. Tiene la categoría de proyecto de financiación exterior, que no forma parte integrante del trabajo de la FAO, y la posibilidad de un ascenso de categoría está sujeto a la aprobación de la Conferencia Bienal de las Partes de la FAO que se celebrará en noviembre de 2001. En caso de no poderse asegurar la financiación exterior para el Programa sobre plaguicidas caducados es posible que éste tenga dificultades para seguir existiendo.

El Programa sobre productos químicos del PNUMA da un cierto apoyo al proyecto de la FAO y, además coordina, bajo la guía de la FAO, la realización de los inventarios y el proceso de fomento de conocimiento del problema en la Federación de Rusia. Los plaguicidas caducados se consideran como una extensión del problema de los COP ya que muchos de los plaguicidas caducados son COP. Se espera que el Convenio sobre los COP, y sus mecanismos internos de financiación, sirvan para recaudar fondos importantes que puedan contribuir a resolver el problema de los plaguicidas caducados. Los plaguicidas caducados son una parte complementaria de las cuestiones relacionadas con la gestión de los plaguicidas, y su ámbito recae concretamente en la labor de la FAO, según está reconocido por el Programa sobre productos químicos del PNUMA y por todas las organizaciones mencionadas en el presente documento.

Alemania y los Países Bajos son los países que más han contribuido en los esfuerzos dedicados a prevenir y eliminar las existencias de plaguicidas caducados. Recientemente, los Países Bajos han disminuido el número de países con que mantienen un trato bilateral y, por consiguiente, el número de países en que pueden financiarse proyectos de eliminación y prevención. Del mismo modo, la GTZ ha finalizado su programa sobre plaguicidas caducados, y actualmente sólo puede poner sus conocimientos técnicos especializados a disposición de otros organismos que paguen sus servicios.

El total de las contribuciones financieras de todos los organismos para la prevención y eliminación de plaguicidas caducados asciende aproximadamente a 25 millones de dólares EE.UU., y en dicha cantidad está incluida la financiación del programa de la FAO y de otras actividades distintas de la eliminación propiamente dicha. Solamente son diez las organizaciones contribuyentes, la mayor parte con aportaciones mínimas cuyo alcance está rigurosamente limitado en lo que respecta a los países y los tipos de actividad. Sudáfrica, por ejemplo, asignó 2 millones de dólares para eliminar sus propias existencias de productos caducados y las de los países vecinos alineados; la GCPF participa exclusivamente en la eliminación de productos que puedan atribuírsele; la Shell (que no es miembro de la GCPF porque ha dejado de fabricar plaguicidas) ha participado solamente en la eliminación de sus propios productos.

En la actualidad, los esfuerzos que se hacen para localizar y eliminar las reservas de plaguicidas caducados existentes y para prevenir nuevas acumulaciones son sumamente inadecuados. El propio programa de coordinación de la FAO no está en condiciones de hacer progresos importantes porque es demasiado pequeño y su financiación es precaria, y los fondos y recursos técnicos disponibles son insuficientes para eliminar cantidades importantes de plaguicidas caducados.

En el cuadro del Anexo I se presentan algunas indicaciones sobre los recursos financieros necesarios para eliminar las existencias de plaguicidas caducados de que se tiene conocimiento. En el cuadro se hipotiza un costo general de eliminación de 3 dólares EE.UU. por kilo o litro de desechos, cantidad que podría aumentar o disminuir debido a una serie de factores, entre ellos las condiciones y la ubicación de los desechos.

La solución inmediata de los problemas de los plaguicidas caducados no es sólo una cuestión de dinero. Actualmente en los países en desarrollo las capacidades técnicas para tratar este tipo de desechos son escasas y dado que se necesitará tiempo para poder disponer de recursos adicionales donde éstos hagan falta, este tiempo podría utilizarse eficazmente para capacitar a un número mayor de personas en el trabajo de campo, en la gestión de los proyectos, en las actividades de seguimiento, y en otras tareas.

Es posible que los conocimiento técnicos especializados y las iniciativas de otras organizaciones puedan utilizarse de distintas maneras. Como, por ejemplo, en el caso del UNITAR y de la ONUDI, que no tienen en los países en desarrollo actividades relacionadas específicamente con los plaguicidas caducados propiamente dichos, pero cuyos conocimientos técnicos especializados, y las partes directamente interesadas en sus procesos, podrían contribuir en la mayor eficiencia de la ejecución de los programas de prevención y eliminación de plaguicidas caducados. Así pues, una coordinación más adecuada entre los diversos organismos podría resultar útil para enfrentar los problemas de los plaguicidas caducados de manera más eficaz y eficiente.

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