La humanidad atraviesa un momento decisivo de su desarrollo. Nunca antes los ecosistemas del planeta se han visto tan afectados por nuestra presencia. Vastas áreas de los bosques del mundo, que han servido de sustento para la sobrevivencia y progreso de la humanidad, han sido convertidos a otros usos o han sido objeto de una grave degradación. Al tiempo que siguen existiendo áreas importantes de bosques productivos, también se vislumbra una conciencia general de que los recursos naturales no son infinitos, y de que su utilización juiciosa y sostenible es necesaria para nuestra sobrevivencia. Los bosques son cada vez más apreciados por sus valores estéticos, recreativos y espirituales, lo cual a menudo contrasta con los objetivos de índole puramente económica.
Desde la atalaya del nuevo milenio, tenemos las oportunidad de reflexionar acerca de la situación actual de los recursos de nuestro planeta y de observar cuidadosamente los acontecimientos que contribuyen a la instauración de esa situación. La Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2000 (FRA 2000) proporciona esa perspectiva de los bosques del mundo, mediante la evaluación de su situación en el año 2000, mostrando, igualmente, los cambios que se verificaron desde el decenio de 1980. La evaluación es un recurso de información fundamental para las instituciones nacionales y los foros internacionales tales como el Convenio de Diversidad Biológica, El Convenio marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático y el Convenio para el Combate de la Desertificación a fin de que éstos procuren respuestas a las preocupaciones ambientales.
FRA 2000 constituye la evaluación más exhaustiva y avanzada, desde el punto de vista tecnológico, que la FAO haya realizado en sus 50 años de historia. La evaluación dependió de la activa participación de afiliados y países miembros de la organización en todo el mundo. El contenido temático es más amplio que nunca, y comprende la situación y cambios acerca del área de bosque, de la diversidad biológica, del volumen de la madera y la biomasa del bosque, de los productos forestales no madereros, de los árboles fuera del bosque, de los incendios forestales y de otros temas puntuales. Por primera vez, existe información comparable sobre las tendencias de la deforestación tropical, que se remonta a evaluaciones efectuadas durante los dos períodos anteriores y sucesivos, las cuales fueron realizadas mediante el uso de muestreos estadísticos y técnicas de teledetección vía satélite.
La evaluación se sirvió de sistemas de vanguardia de gestión de la información, así como de tecnología de Internet y sistemas de información geográfica. Un beneficio tangible, fruto de la utilización de esta tecnología fue la capacidad que la FAO tuvo de divulgar una vasta masa de información destinada al público en general, apenas se contó con la información. En efecto, actualmente se cuenta con más información, disponible en el sitio en web de la FAO, de la que se hubiera podido publicar en el informe principal de FRA 2000. Sin embargo, la evaluación no fue propulsada por la tecnología. Más bien, la tecnología fue aplicada de manera selectiva como complemento de medios de acopio de datos más convencionales.
La FAO considera que FRA 2000 es un logro importante. Sin embargo, su valor final residirá en su capacidad de motivar a la comunidad mundial para que tome iniciativas firmes que conduzcan a la utilización juiciosa y sostenible de los bosques de nuestro planeta. Los criterios e indicadores del manejo sostenible de los bosques proporciona a los usuarios y gestores del bosque una guía sobre lo que es necesario lograr. Sin embargo, estos principios deben ponerse en práctica mediante un grupo de actores diversos, movidos por diferentes propósitos, aspiraciones y necesidades. Por lo tanto es esencial que quienes toman las decisiones participen plenamente en el proceso y ejerzan un liderazgo en la búsqueda de soluciones. Sus decisiones en los años venideros serán difíciles y las consecuencias de éstas tendrán una repercusión de vasto alcance.
M. Hosny El-Lakany
Subdirector General
del Departamento de Montes
