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MALAWI[88]


1 INTRODUCCIÓN

Malawi es un país pequeño con una superficie total estimada en 11,8 millones de hectáreas, de los cuales el Lago Malawi ocupa una quinta parte. De los 9,4 millones de hectáreas de tierra, son cultivables aproximadamente 5,3 millones de hectáreas, o sea el 56 por ciento. La economía de Malawi se caracteriza por un alto grado de dependencia de la agricultura, una base industrial reducida y unas vinculaciones intersectoriales endebles. El sector agropecuario representa actualmente alrededor del 42 por ciento del PIB y el 81 por ciento de los ingresos de exportación, mientras que el sector industrial representa el 12 por ciento del PIB.

Después de casi tres decenios y medios de independencia, la economía de Malawi sigue siendo frágil, principalmente de subsistencia y poco competitiva. Además de contar con una balanza de pagos negativa debida a los escasos resultados de su actividad comercial, el país se enfrenta a una carga onerosa de deuda externa, cuyo coeficiente pasó de 14,7 por ciento en 1994 a 20,6 por ciento en 1998. La merma de la productividad agrícola registrada en los últimos años (salvo en 1999 y 2000) ha redundado en un aumento de las importaciones de maíz, el alimento básico principal del país.

El receso económico se ha traducido en un deterioro del bienestar de la población, la mayor parte de la cual (85 por ciento) vive en comunidades rurales. El PIB por habitante ha pasado de 210 dólares EE.UU. en 1992 a 200 dólares EE.UU. en 1997 y a aproximadamente 160 dólares EE.UU. en 1999, mientras que la disparidad de los ingresos, calculada por el cociente de Gini (índice de concentración de la renta) ha pasado de 0,48 en 1968 a 0,62 en 1995. La brecha cada vez mayor entre los ingresos individuales, unida a una creciente inflación, empeora la situación de la inseguridad alimentaria. El aumento del costo del capital debido a los tipos de interés determinados por la inflación ha restado competitividad a la agricultura de Malawi, tanto de pequeña como grande escala. Y la ausencia de una producción nacional de insumos importantes como fertilizantes, piensos y productos químicos agrícolas ha empeorado la situación.

1.1 Estructura y resultados del sector agropecuario

Mientras el maíz ha sido el cultivo alimentario principal desde el punto de vista de los programas de política y de la superficie plantada, el tabaco ha sido y continúa siendo el cultivo comercial que predomina en la economía, ya que representa aproximadamente el 63 por ciento de los ingresos totales de exportación del país. El té y el azúcar son también cultivos comerciales importantes, que absorben el 8 por ciento y 7 por ciento de los ingresos de exportación, respectivamente. La producción pecuaria, que contribuye con alrededor de una quinta parte del valor de la producción agropecuaria total, consiste principalmente en la cría, a nivel de subsistencia, de ovejas, ganado, cabras, aves de corral y cerdos (OMC, 2002).

La agricultura de Malawi se compone de dos sectores principales: minifundios y latifundios. Los primeros abarcan unos 2 millones de familias agrícolas que cultivan alrededor de 4,5 millones de hectáreas de tierras. Su producción se caracteriza por un alto grado de subsistencia, la utilización de pocos insumos y la obtención de pocos productos. Aproximadamente el 25 por ciento de los minifundistas cultiva menos de 0,5 hectáreas por término medio; el 55 por ciento, menos de 1,0 hectáreas; el 31 por ciento entre 1,0 y 2,0 hectáreas; y el 14 por ciento más de 2,0 hectáreas. Aún siendo de pocos recursos, los pequeños agricultores producen alrededor del 80 por ciento de las exportaciones alimentarias y el 20 por ciento de las exportaciones agropecuarias de Malawi.

El subsector de los latifundios constituye la fuente principal de divisas de la nación. Aunque contribuye solamente con alrededor del 20 por ciento del total de la producción agrícola nacional, proporciona más del 80 por ciento de las exportaciones agropecuarias, principalmente tabaco, azúcar, té y, en menor medida, aceite japonés de tung, café y macadamia. El subsector de los latifundios opera en tierras arrendadas o de propiedad absoluta.

1.2 Últimas novedades en materia de políticas

El desarrollo agrícola es un componente importante de Visión 2020 y de la estrategia de reducción de la pobreza y crecimiento del Gobierno. El Plan de desarrollo agropecuario y el Plan de Acción de 1995 fueron revisados últimamente por el Ministerio de Agricultura y Riego al anunciar su programa de inversiones en el sector agrícola en 1999. Las políticas se basan en un mayor desarrollo del sector privado. En el marco de su política de liberalización del mercado se han atenuado considerablemente las restricciones sobre la producción y el mercadeo de cultivos como el tabaco. Se ha eliminado el monopolio de la Corporación de Desarrollo Agrícola y Comercialización para la compra de maíz y de algunos otros cultivos de los pequeños agricultores, y se están dando hacia el objetivo final de la privatización, siempre y cuando se encuentre una solución al problema de las operaciones comerciales no rentables en las regiones alejadas. En 1999, se creó un Organismo Nacional de Reserva de Alimentos (ONRA) que trabajó eficazmente como una junta estatal de comercialización que compraba el maíz con arreglo a bandas de precios establecidas. Éstas cesaron en 2000 y fueron reemplazadas por precios indicativos. En 1995 se abolió el proyecto de ley sobre cultivos especiales, que había reservado la producción y comercialización de los cultivos de gran valor al sector latifundista y restringido la participación de los pequeños agricultores. Las reformas del tipo de cambio, que permitió la depreciación de la moneda nacional, también redujo el impuesto implícito sobre las exportaciones agropecuarias (OMC, 2002).

Se han eliminado los controles sobre el suministro de todos los insumos, y la mayor parte de las subvenciones. La eliminación de las subvenciones a los fertilizantes redujo su utilización por parte de los agricultores, ante lo cual el gobierno promovió una iniciativa de base en 1998 que consistió en la prestación de servicios de extensión agrícola y el suministro gratuito de fertilizantes y semillas a los pobres de las zonas rurales con el fin de contribuir principalmente a aliviar la pobreza. El programa, dirigido inicialmente a todos los agricultores, contribuyó a la obtención de excelentes cosechas de maíz en 1998 y 1999, a la producción de cuantiosos excedentes que fueron comprados y almacenados por el ONRA. El programa básico se ha reformulado mediante una selección de los beneficiarios, y actualmente se llama Programa de Insumos Selectivo (OMC, 2002).

1.3 Novedades en materia de política comercial

Pese a algunos inconvenientes de tipo normativo, el gobierno sigue comprometido con la liberalización del comercio y de las inversiones como parte del programa de recuperación que comenzó a mediados de los años ochenta y se profundizó a mediados del decenio del noventa. Desde que se embarcó en la liberalización del comercio al final de los años ochenta, Malawi ha racionalizado considerablemente su estructura arancelaria rebajando y amalgamando los tipos arancelarios. Los aranceles máximos NMF del 70 por ciento se redujeron al 45 por ciento en 1988, y al 40 por ciento en abril de 1996, cuando se redujo también el número de bandas. A partir de abril de 1997, el tipo máximo se redujo ulteriormente a 35 por ciento, y se eliminaron los aranceles aplicados a la materia prima utilizada en las manufacturas. Por consiguiente, los aranceles medios no ponderados disminuyeron considerablemente durante los últimos años del decenio del noventa, de 21 por ciento al final de 1997 a 15,8 por ciento al final de 1998. El tipo máximo actual es del 25 por ciento (OMC, 2002). Entre las otras medidas de política adoptadas figuran la eliminación de las restricciones de los pagos por transacciones y transferencias corrientes, y la reducción de las posibilidades en materia de licencias de exportación.

Malawi ha sido uno de los primeros miembros de la OMC, y es también signatario y beneficiario de algunos acuerdos bilaterales y multilaterales, como el Protocolo Comercial de la SADC, COMESA, el acuerdo comercial bilateral entre Malawi y Zimbabwe y el acuerdo comercial bilateral entre Malawi y Sudáfrica, el acuerdo de Cotonou entre la UE y los países ACP, y la iniciativa de Estados Unidos-AGOA para exportaciones al mercado de Estados Unidos en condiciones de favor. La pertenencia de Malawi a arreglos regionales y bilaterales superpuestos, con ámbitos geográficos, programas de liberalización del comercio y reglas comerciales diferentes, hacen más complejo su régimen comercial (OMC, 2002). Además, como país en desarrollo y miembro de la OMC, Malawi tiene derecho a utilizar diversos planes SGP ofrecidos por los países desarrollados. A pesar de que Malawi es miembro de estas organizaciones, el comercio interregional no ha sido un componente fuerte de las exportaciones del país.


[88] Estudio basado en un borrador preparado para la FAO por Charles Mataya, Malawi.

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