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3. Mediciones indicativas y analíticas de la capacidad


Para abordar tanto el exceso de capacidad como la sobrecapacidad en una pesquería, los administradores pesqueros deben determinar en primer lugar que en realidad existe un problema en esa pesquería.

En lo que se refiere a la medición, el nivel de la utilización de capacidad puede calcularse en una pesquería, tanto en términos indicativos o cualitativos como en términos analíticos o cuantitativos. Aunque es posible que se prefieran las mediciones cuantitativas, las mediciones indicativas son sumamente prácticas para ofrecer una primera impresión de la situación de la pesquería.

En segundo lugar, conocer la eficacia de una reglamentación determinada para eliminar la capacidad exige una medición no sesgada para determinar la tendencia de la utilización de la capacidad a lo largo del tiempo.

Es fundamental tener en cuenta que las correcciones de corto plazo en los niveles de capacidad pueden no persistir a largo plazo si los incentivos del mercado subyacentes para invertir excesivamente en capital y mano de obra no son corregidos por la reglamentación. Por ejemplo, algunos tipos de enfoques de ordenación pesquera, tales como la ordenación de libre acceso, dan lugar inevitablemente a la sobrecapacidad de la pesquería, mientras que otros enfoques de ordenación basados en derechos corrigen los incentivos del mercado subyacentes para invertir excesivamente en capital y mano de obra, e impiden que se produzca la sobrecapitalización.

Sin embargo, aún es posible que el exceso de capacidad aparezca en pesquerías gestionadas con estos tipos de reglamentaciones. Como consecuencia de ello, el enfoque de la ordenación es un indicador cualitativo de la existencia de sobrecapacidad, pero no necesariamente del exceso de capacidad. Las mediciones cuantitativas pueden utilizarse para determinar si existe exceso de capacidad y sobrecapacidad y también para facilitar una medición de su magnitud y dirección de cambio a lo largo del tiempo en la pesquería.

3.1 Mediciones indicativas[19]

Las evaluaciones cualitativas deben utilizar indicadores verificables basados en métodos científicos. La justificación fundamental de este enfoque consiste en aplicar criterios comunes a todas las pesquerías y reducir al mínimo el papel de las apreciaciones subjetivas. Al mismo tiempo, se reconoce que la apreciación, el conocimiento individual y la experiencia de los analistas desempeñarán necesariamente un papel importante. El enfoque de indicadores tiene importantes ventajas: utiliza al máximo la información existente e incorpora datos biológicos, de ordenación y específicos de cada flota.

Los indicadores cualitativos de la capacidad pueden elaborarse a partir de teorías bioeconómicas basadas en las condiciones existentes o en las características de la pesquería. Es obvio que ningún indicador individual bastará para formular una determinación de sobrecapacidad en una pesquería. Se necesita una combinación de indicadores que utilicen información sobre la evolución temporal para determinar los niveles cualitativos de capacidad. Teniendo en cuenta estas dificultades prácticas y estas categorías, podría ser útil examinar los indicadores cualitativos de:

3.1.1 Situación biológica de la pesquería

En el informe anual al Congreso de los Estados Unidos titulado Status of Fisheries of the United States (Situación de las pesquerías de los Estados Unidos), preparado por el Servicio Nacional de Pesca Marítima, se identifican las pesquerías que:

Si en una pesquería dirigida las especies están sobreexplotadas, es casi seguro que hay sobrecapacidad porque la sobrepesca y la sobrecapacidad son síntomas del mismo problema de ordenación subyacente. Además, una pesquería que se caracteriza por estar totalmente utilizada o que puede estar aproximadamente en la situación de sobreexplotación, es también probable que tenga sobrecapacidad porque un número menor de insumos del proceso de producción podrán utilizarse para obtener el mismo nivel de captura.

Este indicador se puede aplicar de algún modo de forma diferente a las pesquerías de especies múltiples y pesquerías no selectivas. Las observaciones generales precedentes se refieren a las pesquerías dirigidas. No obstante, numerosas pesquerías de especies múltiples incluyen una combinación de pesquerías sobreexplotadas, plenamente utilizadas y en desarrollo. En estos casos, el analista individual de cada región tiene que determinar los niveles de capacidad según las circunstancias del caso.

Dicho simplemente, las capturas incidentales en una pesquería dirigida a otras especies que son objeto de sobrecapacidad y/o plenamente utilizadas pueden o no indicar la existencia de sobrecapacidad respecto de la especie capturada incidentalmente.

3.1.2 Categoría de la ordenación

Otro indicador cualitativo de la sobrecapacidad es el entorno de ordenación de la pesquería. La justificación básica de este indicador es que determinadas categorías de ordenación tienen más probabilidades o presentan la tendencia de estar asociadas con la sobrecapacidad en comparación con otros tipos de ordenación.

En función de este indicador, hay tres categorías generales de ordenación:

Estas relaciones generales o asociaciones entre los sistemas de ordenación y los niveles de capacidad reciben un considerable respaldo en la bibliografía técnica y han sido confirmadas en un importante estudio comparativo elaborado por la OCDE en 1997.[20] En consecuencia, aunque las pesquerías individuales tienen sin duda sus características particulares, a lo largo del tiempo se pueden distinguir algunas relaciones generales. Se supone que, en la mayor parte de los casos, las pesquerías de acceso libre tienden a estar asociadas a la sobrecapacidad; las pesquerías de acceso limitado por lo general tienen la misma asociación, y las pesquerías basadas en derechos de captura tienden a lo largo del tiempo a eliminar la sobrecapacidad.

En las pesquerías de acceso libre, cualquiera puede participar ya que no existen obstáculos a la entrada. Lo que es más importante, los participantes en este tipo de pesquerías tienen incentivos para aumentar el esfuerzo y las inversiones en la medida en que la pesquería sea rentable. En tales circunstancias, casi siempre se produce a largo plazo tanto la sobrepesca como la sobrecapacidad.

Al examinar esta cuestión, Hannesson (1987) comprobó que el libre acceso daba lugar a la sobreexplotación y que el coeficiente óptimo de explotación es inferior al rendimiento sostenible máximo, lo que está en contradicción con la teoría biológica de que las poblaciones de peces deben administrarse de modo tal que se obtenga el rendimiento sostenible máximo.[21] También se demostró que la capacidad óptima de captura depende del costo de las inversiones, pero que la derivación de políticas de captura óptima y de inversiones resultan muy complicadas en los modelos de pesca estocásticos.

En las pesquerías de acceso limitado, se prohibe o se restringe la participación de nuevos entrantes, pero los titulares de permisos vigentes pueden comportarse como si actuaran en una pesquería de acceso libre. En esta situación, una captura total permisible (CTP) de tipo restrictivo en una pesquería de acceso limitado podría dar lugar a cierta recuperación de la población de peces, y los participantes existentes tendrán incentivos para invertir en nuevos bienes de capital. Si no existen otras restricciones a las inversiones, estos tipos de pesquerías tienden a proporcionar insumos a niveles que dan lugar a la sobrecapacidad. En los sistemas de acceso limitado en los que los permisos son transferibles, el problema del exceso de inversiones puede verse mitigado, pero no necesariamente eliminado.

En las pesquerías en las que existen derechos de captura bastante específicos, los pescadores tienen incentivos para utilizar sólo la capacidad necesaria para obtener las cuotas que tienen asignadas. Si hay sobrecapacidad, la pesquería tenderá a lo largo del tiempo a reducir ese exceso hasta un nivel óptimo. Puede persistir cierta sobrecapacidad durante algún tiempo después de la primera introducción de disposiciones basadas en derechos de captura. No obstante, estos sistemas dan a los pescadores incentivos para reducir los insumos, eliminando así la sobrecapacidad a largo plazo.

Teniendo en cuenta las reservas expresadas precedentemente, la mera existencia de sistemas de ordenación de libre acceso y (en menor grado) de acceso limitado puede considerarse como un indicador de la sobrecapacidad en las pesquerías, mientras que los sistemas de ordenación basados en derechos de captura pueden considerarse como indicadores de que no existe sobrecapacidad.[22]

3.1.3 Relación entre la captura y la CTP

La relación entre los niveles de captura y los cupos es otro indicador de sobrecapacidad relacionado con la ordenación, especialmente porque la mayor parte de las pesquerías sujetas a ordenación funcionan con arreglo a directrices de captura, por lo general, un sistema de CTP.

Se puede pensar que hay sobrecapacidad cuando el nivel de captura excede de la CTP de modo regular. Con arreglo a este indicador, se presume que el nivel proyectado u óptimo de capacidad es el necesario para obtener la CTP en una pesquería de especie única durante la temporada de pesca.

Se debe observar que no se trata de una medición perfecta de la sobrecapacidad. Por una parte, la vigilancia y la aplicación eficaces de los niveles de captura podrían llevar al cierre de la pesquería antes de que se supere la CTP. Por otra parte, este indicador no es muy útil en el caso de las pesquerías de especies múltiples. No obstante, en la mayor parte de las circunstancias, una relación entre la captura y la CTP que sea superior a "uno" de forma regular indica al menos la posibilidad de que exista sobrecapacidad.

3.1.4 Relación entre la CTP y la duración de la temporada

Otro indicador de la sobrecapacidad es la "competición por la pesca", en la que los pescadores alcanzan la CTP antes del final de la temporada de pesca.

El nivel de captura total dividido por los días de pesca puede utilizarse como un indicador cualitativo de sobrecapacidad. Si el número de días de pesca disminuye progresivamente durante varios años, esto podría ser un indicador de sobrecapacidad.

Este indicador no constituye un criterio perfecto para determinar la sobrecapacidad por las mismas razones explicadas en el caso de la relación entre la captura y la CTP. No obstante, un incremento de esta relación a lo largo del tiempo podría indicar la posibilidad de sobrecapacidad en una pesquería.

3.1.5 Nivel total de captura

Las controversias que rodean la determinación de la CTP y su distribución o asignación entre los diferentes grupos de usuarios puede ser un indicador de sobrecapacidad en una pesquería.

Habitualmente, las controversias se suscitan entre pescadores comerciales que utilizan distintos tipos de aparejos de pesca o que residen en zonas diferentes, y/o entre pescadores comerciales y pescadores de recreo. Si la determinación y la distribución de la CTP se ven acompañadas por un nivel apreciable de controversias políticas, esto indica que podría haber posibilidades de la existencia de sobrecapacidad en esa pesquería. Obviamente, se trata de un indicador muy aproximado de la sobrecapacidad por la simple razón de que resulta difícil evaluar objetivamente la gravedad y la intensidad de tales controversias.

3.1.6 Permisos no utilizados

Otro indicador cualitativo de sobrecapacidad es la tendencia relativa a los permisos no utilizados. Si se definen estos permisos como las autorizaciones expedidas a los pescadores que nunca se han utilizado para la captura de peces, de ello se desprende que la relación entre permisos utilizados y permisos totales (suma de los permisos utilizados y los no utilizados) puede servir como indicador de sobrecapacidad.

Un número relativamente grande de permisos no utilizados o un coeficiente bajo de permisos utilizados con respecto a los permisos totales, indicaría que hay posibilidades de sobrecapacidad en una pesquería. Además, a medida que este coeficiente disminuye, aumenta la probabilidad de que exista sobrecapacidad en la pesquería.

No se trata de una medición perfecta de la sobrecapacidad porque es posible que especuladores que no tienen el propósito de capturar peces en ningún momento puedan ser titulares de un permiso, con la esperanza de beneficiarse de su venta o arrendamiento en el caso de que el permiso pase a ser transferible. Además, es posible que los administradores de pesquerías puedan decidir comprar o anular los permisos no utilizados. No obstante, una relación relativamente baja y decreciente de los permisos utilizados con respecto a los permisos totales podría, en determinadas condiciones, ser indicador de sobrecapacidad en una pesquería.

3.1.7 Captura por unidad de esfuerzo

Una reducción en el tiempo de la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) implica sobrepesca y sobrecapacidad. No obstante, el indicador de sobrecapacidad de CPUE debe utilizarse con precaución.

La fluctuación de la CTP en una estrategia de ordenación de mortalidad constante ocasionada por la pesca podría ocultar este efecto. La CPUE podría permanecer constante o incluso mejorar en una situación de sobrecapacidad, ya que la CTP aumenta con la recuperación de las poblaciones. Además, las tendencias de la CPUE pueden permanecer constantes o aumentar en el caso de las especies agrupadas en caladeros aunque la abundancia total de la población esté disminuyendo.

En general, en las pesquerías en las que la CTP y los niveles de captura son bastante constantes, una tendencia decreciente de la CPUE a lo largo del tiempo indica probablemente la existencia de sobrecapacidad.

3.2 Mediciones analíticas[23]

En la bibliografía económica se han elaborado diversos métodos cuantitativos que pueden utilizarse para la estimación de varios tipos de capacidad de pesca. Tres enfoques generales en materia de estimación de la capacidad técnica son los siguientes:

El método de "cresta a cresta" de Klein (1960) y el modelo de AED elaborado por Fare y otros (1989) basándose en Johansen (1968) son dos enfoques que se han empleado para estimar la utilización de la capacidad pesquera.

El método de FPE es un método alternativo que se ha utilizado para estimar la producción eficiente (frontera) en la pesca (Kirkley, Squires, y Strand, 1995) y también puede ser un método útil para elaborar una medición de la capacidad en determinadas circunstancias.

Cada uno de estos métodos tiene ventajas e inconvenientes, y la elección del modelo apropiado variará en función de la naturaleza de la pesquería, los datos disponibles y la utilización que se piensa dar a la medición de la capacidad.

3.2.1 Cresta a cresta

El método de cresta a cresta es el más adecuado cuando los datos relativos a la capacidad son especialmente reducidos, por ejemplo cuando se limitan a la captura y al número de participantes. El enfoque se denomina cresta a cresta porque se utilizan los períodos de utilización plena, denominados crestas, como puntos de referencia fundamentales para determinar el índice de capacidad.

En la práctica, un año cresta se determina a menudo basándose en un nivel de producción por unidad de producción que es considerablemente más elevado que los años precedentes y los siguientes. La capacidad de producción se compara con la producción efectiva en distintos períodos de tiempo a fin de medir la utilización de la capacidad después de ajustar los niveles de captura para tener en cuenta los cambios tecnológicos.

El método de cresta a cresta necesita datos sobre desembarques y participantes, tales como el número de buques, y alguna identificación de una tendencia temporal tecnológica. Se pueden calcular los tamaños mínimos de flotas (número de buques) que corresponden a diferentes niveles de capacidad.

El método de cresta a cresta es de aplicación bastante sencilla incluso cuando se dispone de datos escasos. El método se ha aplicado a la pesca y se pueden encontrar ejemplos en la bibliografía, por ejemplo, Kirkley y Squires (1999), Ballard y Roberts (1977) y García y Newton (1995). Sin embargo, el método de cresta a cresta presenta diversas deficiencias que deben tenerse en cuenta al evaluar el significado de la medida de capacidad que dicho método proporciona.

En la mayor parte de los casos, cabe prever que el método de cresta a cresta proporcione sólo una medida aproximada de la capacidad porque el número de buques u otras mediciones del equipo constituyen sólo una indicación imprecisa del potencial de captura real de la flota. El análisis hace caso omiso de factores económicos que tienen repercusiones sobre lo que la flota efectivamente capturará. Si sólo se utiliza en el modelo el número total de participantes y de captura, no se pueden determinar las diferencias de capacidad entre los distintos tipos de aparejo de pesca u otras diferencias sectoriales; por lo tanto, es posible que el índice no dé cuenta de las modificaciones en la composición de la flota que podrían haber cambiado considerablemente su capacidad global.

La determinación de los efectos de la supresión de diferentes grupos de participantes de una pesquería no será posible porque no se ha determinado la capacidad de las unidades productoras individuales.

Además, si se han producido modificaciones significativas en las reglamentaciones pesqueras u otros factores que influyen en la capacidad, esta medición de la capacidad quizá no resulte un indicador fiable de la capacidad actual.

Por último, la medición se basa en observaciones realizadas a lo largo de un período en el que tanto las poblaciones de peces como la intensidad de utilización de insumos de capital han variado.

3.2.2 El análisis envolvente de datos (AED)

El AED utiliza métodos de programación lineal[24] para determinar

Los modelos de AED fueron elaborados inicialmente para medir la eficiencia técnica. Fare y otros (1989) propusieron una variación del modelo corriente orientado a la producción, diseñado para medir la producción y la utilización de la capacidad, suponiendo un empleo no limitado de insumos variables. Por consiguiente, para estar en la frontera de la producción máxima, las empresas deben producir eficientemente el máximo de producción para un nivel dado de insumos fijos. Este enfoque inicial fue ampliado por Fare, Grosskopf, y Kirkley (2000), que elaboraron una medición AED de producciones múltiples, basada en un marco de función de ingresos o de costos que podría aplicarse a una pesquería de especies múltiples. Las empresas que no están en la frontera pueden estar por debajo de ella debido a que utilizan insumos de manera ineficiente o porque emplean niveles inferiores de los insumos variables en relación con las empresas que están en la frontera.

El AED tiene varias características que lo hacen un instrumento útil para medir la capacidad en el sector de la pesca. Las estimaciones de la capacidad se pueden calcular en lo que respecta a las pesquerías de especies múltiples si se formulan algunas hipótesis, bastante sólidas, sobre la naturaleza de la producción.[25] El AED se ajusta fácilmente a las producciones múltiples (por ejemplo, categorías de especies y de mercados) y a múltiples tipos de insumos, como el capital y la mano de obra. El análisis acepta virtualmente todas las posibilidades de datos, desde los más limitados (niveles de captura, número de viajes y número de buques) hasta los más completos (un conjunto exhaustivo de datos sobre costos e ingresos), en los que los datos más completos permiten perfeccionar el análisis.

El modelo AED también puede incluir limitaciones sobre la producción de determinadas especies (por ejemplo, la captura incidental o los límites de los viajes). Como el AED identifica la eficiencia y la capacidad de empresas individuales, puede utilizarse para determinar las unidades de explotación (buques individuales o grupos de buques de determinado tamaño) que pueden apartarse del servicio para cumplir varios objetivos.

Las estimaciones de la capacidad también pueden formularse respecto de distintos grupos de empresas (por ejemplo, por regiones y tamaño de los buques) y el número de unidades de explotación podría determinarse añadiendo las capacidades de cada unidad de explotación hasta que el total alcanza el objetivo. Si se dispone de datos sobre costos de los insumos o precios de la producción, el AED puede utilizarse para medir la eficiencia técnica y de asignación de las empresas, es decir, que el modelo calculará cuánto pueden reducirse los costos o aumentar los ingresos mediante la producción eficiente de la combinación óptima de productos.[26]

Como sucede con los demás métodos de medición de la capacidad, el AED presenta diversas posibles deficiencias.

En primer lugar, un problema bastante importante que plantea el AED es que se trata generalmente de un modelo determinista. Las variaciones aleatorias en las mediciones de la producción (que pueden haber sido ocasionadas por errores de medición o simplemente por variaciones normales en las tasas de captura) se interpretan como ineficiencia e influyen en la posición de la frontera. En efecto, el modelo supone que los buques deben estar en condiciones de duplicar las tasas de captura más elevadas que se hayan observado. Las investigaciones recientes de la bibliografía económica se han centrado en los métodos destinados a superar este problema.

En segundo lugar, la capacidad de producción se basa en la práctica observada y en las condiciones económicas y ambientales en el momento en que se formularon las observaciones. Si los pescadores no operaban conforme a su capacidad en el pasado, podría no ser posible determinar la verdadera capacidad técnica, y la evolución de las condiciones podría haber modificado lo que los pescadores pueden producir en la actualidad.

3.2.3 El análisis de fronteras de producción estocástica (FPE)[27]

El análisis de FPE es un enfoque econométrico que puede utilizarse para estimar la producción (es decir, la captura) potencial máxima correspondiente a los factores de producción observados (Kirkley y Squires, 1998). La función de fronteras de producción estimada puede utilizarse para estimar la capacidad de un buque, de una empresa o de particulares, haciendo un pronóstico de la producción con su nivel actual de insumos fijos y un nivel máximo de insumos variables.

El análisis de FPE puede utilizarse para calcular la eficiencia técnica y la eficiencia de asignación si se dispone de datos sobre los precios de los insumos y de la producción.[28] El análisis de FPE tiene ventajas adicionales con respecto a otros enfoques: está diseñado para operar con datos de baja calidad y permite la estimación de errores típicos y de intervalos de confianza.

El análisis de FPE tiene las mismas deficiencias que el AED en grado diverso, y también se presentan los problemas usuales y las hipótesis asociadas con análisis paramétricos. La selección de una distribución para los efectos de ineficiencia puede afectar a la capacidad de medición. El enfoque de FPE sólo está bien desarrollado para las tecnologías de resultado único, a menos que se asuma un objetivo de reducción de los costos al mínimo.

A fin de tener en cuenta productos múltiples en una pesquería de especies múltiples, el análisis de FPE requiere la representación de la tecnología de producción en función de un resultado, con función de resultados normalizados. La representación de conexiones en la producción se ve limitada si las especies son heterogéneas en materia de precio, capturabilidad y costos de producción. Los requisitos en materia de datos incluyen las cantidades de producción e insumos de la empresa o del buque, pero se pueden estimar modelos más complejos si se dispone de datos sobre precios.

3.3 Resumen

Si bien los indicadores cualitativos presentan limitaciones, pueden sugerir la existencia de sobrecapacidad en una pesquería. Aunque ningún indicador cualitativo aislado sería suficiente, podría utilizarse una combinación de indicadores para formular una determinación de si existe sobrecapacidad en la pesquería. Los indicadores cualitativos señalan si existe sobrecapacidad en un momento dado, pero no indican la magnitud del problema ni la dirección del cambio. Además, los conocimientos técnicos del analista pueden influir en la aplicación de estos indicadores.

Incluso con datos limitados, las técnicas de medición cuantitativa de la capacidad pueden proporcionar información sobre la capacidad de producción y el número de unidades de explotación. Cuando los datos permiten utilizar los métodos de FPE o AED, se puede ofrecer un conjunto más amplio de orientaciones de ordenación. Como ambos métodos se basan en información a nivel del buque, los administradores pueden estar en condiciones de identificar medidas para determinados componentes de la flota o pueden facilitar la elaboración de programas de reducción de la capacidad.

Sin perjuicio de ello, es prudente utilizar los análisis bioeconómicos para determinar los detalles concretos acerca de qué sistema de ordenación debería utilizarse para lograr reducciones de la capacidad, qué cantidad de buques de qué tipo deben ser eliminados, o qué reglamentaciones tendrán mejores resultados para diferentes enfoques de ordenación pesquera en las pesquerías de escala grande, media o pequeña o en la pesca artesanal.


[19] Esta sección se ha tomado de Ward y otros (2000). "Assessing Capacity and Excess capacity in Federally Managed Fisheries, A Preliminary and Qualitative Report". Servicio Nacional de Pesca Marítima, Oficinas de Ciencia y Tecnología y de Pesca Sostenible, Silver Spring, Maryland, septiembre, 131 páginas.
[20] Towards Sustainable Fisheries: Economic Aspects of the Management of Living Marine Resources (París: OCDE, 1997).
[21] El resultado de que este coeficiente óptimo de explotación puede ser mayor que el rendimiento sostenible máximo cuando existe un coeficiente de descuento superior resulta ambiguo cuando este último coeficiente supone una tasa requerida superior de rendimiento del capital.
[22] En algún momento, podría existir exceso de capacidad en una pesquería basada en derechos de captura. El exceso de capacidad podría existir para responder a fluctuaciones aleatorias del mercado o de la contratación. Este nivel de exceso de capacidad no debería suscitar preocupación en los administradores pesqueros porque sería de corto plazo y diferente de la sobrecapacidad persistente a largo plazo.
[23] Esta sección se ha tomado de Ward, John (1999). "Report of the National Task Force for Defining and Measuring Fishing Capacity." Proyecto de informe, Servicio Nacional de Pesca Marítima, Oficina de Ciencia y Tecnología, Silver Spring, Maryland, junio.
[24] La programación matemática, que incluye la programación lineal, es la optimización de una función objetiva teniendo en cuenta una serie de limitaciones.
[25] Como tanto la producción como los insumos se amplían en proporciones fijas, el modelo supone y aplica la separabilidad de Leontief, pero no la verifica.
[26] Hay eficiencia técnica cuando se produce el nivel máximo con los insumos (por ejemplo, capital y mano de obra) de que dispone la empresa. La eficiencia de asignación en la selección de insumos se refiere a la selección de la combinación de insumos que producen una cantidad dada de producción con un costo mínimo, teniendo en cuenta los precios predominantes de los insumos.
[27] Se ha tomado de Kirkley y Squires (1998); y de Coelli, Tim, D.S. Prasada Rao, y George E. Battese (1998), An Introduction to Efficiency and Productivity Analysis. Kluwer Academic Publishers, Boston.
[28] Existe eficiencia técnica cuando se genera un nivel máximo de producción con los insumos (por ejemplo, capital y mano de obra) de que dispone la empresa. La eficiencia en la asignación en materia de selección de insumos incluye la selección de la combinación de insumos que produce una cantidad dada de producción a un costo mínimo, teniendo en cuenta los precios corrientes de los insumos.

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